— EL DIA QUE LUFFY BAJO A LA TIERRA —

Hoy Monkey D. Luffy saldrá de Paraíso para conocer el mundo de los humanos,  por fin después de varios años y prácticas internas el y los demás Cupido podrán salir de paraíso y conocer a los demás seres

El pequeño corrió hasta llegar a la puerta principal del mundo de los Ángeles, al llegar se encontró con dos de sus mejores amigos, uno de cabellos verdes y el otro de cabellos negros ondulados y de larga nariz.

— oye Luffy pensé que tus hermanos no te dejarían ir — dijo el chico de la nariz larga

Luffy, se acercó a él de cabellos verdes y se subió a su espalda antes de que este pueda decir algo
—Dijeron que estaba bien, pues Zoro esta llendo con nosotros

Zoro no dijo nada pues sabe que si trata de decir algo será completamente ignorado por Luffy 

Las miradas de todos los Ángeles pasaron por el angel de cabellos color carmesí, volando a toda velocidad, este hombre se paró frente a todos los ángeles y se tomó de las rodillas, pues voló  desde el otro lado del mundo de los ángeles.

— Bien, hoy — extendió la mano derecha pidiendo un minuto para tomar aire — es el día que ustedes, los novatos, visitaran la tierra — se levantó y miró a todos los que estaban frente a él — Espero lo hagan bien y no olviden que los humanos "no creyentes" no pueden verlos

Dicho eso, las puertas detrás de él se abrieron. Se puede sentir la emoción de todos en el aire, algunos ya están volando y se acercan a la pequeña abertura que se crea en la puerta,  otros ya abren sus alas y las extienden

Usopp el Ángel de nariz larga trago saliva,  dio un paso atrás y se oculto detrás de Zoro
—Saben que, me dio la enfermedad de "no-puedo-bajar-a-la-tierra" — movio su cabeza a un lado de Zoro hasta el punto de ver como esa puerta esta completamente abierta y como todos salen

— vamos Usopp — Luffy bajo de Zoro saltando hacia adelante,  se acercó al narizon y le tomó de los hombros,  le arrastró a la puerta

Después de una pequeña mentira de Usopp, los tres extendieron las alas, listos para emprender su aventura, pues es su primera visita a un mundo tan feroz como el de los humanos.

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Un pequeño salió corriendo después de robar la cartera de una mujer,  corrió lo más rápido que sus piernas le permiten,  de alguna forma perdió de vista a los policías que lo seguían

Cansado tomó asiento en un callejón,  abrió la cartera y saco todo el contenido,  contó cuanto vale
—Rayos no me alcanza — contó bien el valor de los objetos robados — Esto no alcanza para la cuota del mes

Se mordió la punta del dedo pulgar pensando que podría hacer en media hora, a quién podría robar para poder pagar la cuota

Cerro los ojos y se le vino a la mente la familia de esa enorme casa que está afuera de la ciudad, se levantó de donde estaba para poder ir a ese lugar, al salir del callejón observo el reloj que puede verse desde ahí,  trago saliva ya no le queda tiempo... El reloj acaba de confirmarlo con su sonido

El niño de cabellos negros tembló al volver su mirada al reloj,  se limpio el sudor que escurre de su frente y camino ahora lo único que le queda es llegar y que alguno de los otros niños lleven menos ganancias que el

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Como todos los miércoles, esos dos sujetos tenían a los niños en fila frente a ellos,  antes de revisar el botin ambos disfrutan de una deliciosa comida hecha a base de la carne más fina y acompañada del mejor vino de la ciudad... Todo esto pagado con el dinero de los niños

Al terminar,  las sobras son arrojadas y los niños avanzan hasta quedar frente a ellos,  cada uno se para algo encorvado,  sus rodillas tiemblan,  sus ojos suplican piedad,  sus manos extienden todo lo robado...
temen ser el que menos dinero a traído

Una cosa que ello aprendieron es que los hombres sonríen cuando ven que el dinero es suficiente... Pero cuando no lo es,  esa sonrisa es cambiada por un rostro repleto de furia

—Mmmm...

— Law hoy tú fuiste el último — habló el que parece ser el líder — esto no es nada —  sujeto la cartera llena de objetos sin valor según ellos y arrojó en la cara del niño

—Traeré más, sólo dame 30 minutos y les traeré el triple… por favor...

Uno de ellos comenzó reír.
—Si te diéramos otra oportunidad, deberíamos hacer lo mismo con los demás niños... Darte una oportunidad solo a ti no sería justo

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Después de horas recorriendo aquél mundo, los ángeles se juntaron en redondo y planearon lo que debían hacer para no tener problemas con los humanos.
—Bien, todos entendieron — dijo el líder del grupo

Usopp levantó la mano llamando su atención
—Zoro y Luffy se fueron — tal como Usopp acaba de decir, Zoro y Luffy ya no estan

Luffy corría emocionado,  al llegar se alejo del Grupo y observo a cada humano,  cada cosa que sus ojos ven me deja impresionado,  todo es tan desconocido y emocionante para el, pues esta en un territorio desconocido y que mejor que explorar el lugar.

Levanto la vista al ver como gotas caen del cielo que ahora es gris y está lleno de nubes oscuras,  estas gotas comenzaron a caer con mayor iintensidad,  Luffy miró el cielo fascinando, pues en Paraíso, no llueve.

— Así que esto es la lluvia que menciono Robin — Corrió feliz hasta llegar un lugar donde cubrirse

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Law fue sacado de esa casa vieja y llevado a un pequeño granero donde lo tiraron contra el suelo,  es hora de su castigo,  hasta el momento el jamás fue castigado desde que fue acogido por ellos, no sabe que tipo de castigo es... Solo sabe que todo niño que entra a ese granero pierde algo importante

— ¿Law porque nos obedeces? — uno de ellos cerro la puerta y se acercó al menor que esta en el suelo

— Porque soy un huérfano que nadie quiere

La risa de ambos sujetos se escucho en el granero,  todos esos niños que ellos "cuidan" Son aquellos que por tontos escaparon de un orfanato y fueron engañados por ellos
—Exacto, ahora ¿que deberíamos hacerte para que esto no  vuelva a pasar?

Los dos sujetos se miraron de manera cómplice provocando temor y miedo en Law, esa pregunta esta por demás, el castigo ya es algo que jamás va a cambiar

Uno de ellos se acercó,  le tomó del brazo y empujó a un costado del granero
— Me divertiré contigo — señalo con la cabeza al otro para que se fuera

Él se acercó a paso lento a Law, hasta sentarse a un lado de él y comenzar con unas caricias en las piernas una de sus manos sujeto al pequeño para que no escape mientras la otra le desnudo de a poco

Law trata de patearlo,  trata de escapar pero es inútil
— No por favor... — intentó quitar esa mano intrusa de sus piernas

El no le obedecera,  este hombre disfruta esto,  ama usar a esos niños para todos sus placeres y nadie puede detenrlos... Porque estos niños son solo huérfanos,  nadie los necesita,  ni los necesitara

Poco a poco,  con cada roce,  con cada penetración,  La voz de Law disminuyó,  por fin después de media hora se ha dado cuenta de su realidad, nadie entrara por esa puerta,  nadie le salvará

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Luffy sacudió su cabello,  la lluvia no pararia,  sintió frío así que buscó donde refugiarse

— genial una ventana — ansioso salto y se agarro de la ventana para entrar

Ya dentro estornudo un par de veces y buscó algo con que secarse,  sonrió al ver tantas cosas que desconoce

— que es esto — sujeto un rastrillo del suelo — los humanos son extraños — daba vueltas el extraño objeto

Camino un poco más por ese granero y al pasar su mirada por detrás de unas caja lo vio,  algo se mueve por ahí,  por su mente paso la idea de que es algún animal

Ansioso se acercó

No entendía que pasa ahí,  ese hombre se mueve de manera extraña sobre el niño y este esta llorando, la mirada del niño paso al Ángel y susurro un ayuda

No daba merito a lo que sus ojos ven, un hombre dañando de un niño, el ángel abrió los ojos pues se supone que los adultos deben proteger a los niño o eso es lo que dicen lo libros, preocupado busco algo con que ayudar al pequeño, encontró un palo, trago saliva, se acercó al sujeto por la espalda para después golpearlo con todas sus fuerzas provocando que este se desmayara.

Luffy se acercó y trato de ayudarle,  pero este solo retrocedió después de darle un golpe en la mano
— niño ¿Te encuentras bien?

Noto como el pequeño estaba desnudo, trato de tocarlo una vez más pero este se alejaba más.

—Po-porfavor déjeme…prometo tra-er más dinero… pero suelteme

—Tranquilo voy a ayudarte

Dicho eso Luffy se acercó lento al niño,  extendió sus manos una vez más y esta vez fue recibido

— todo estará bien,  nadie te tocará así de nuevo — tomó una manta y cubrió el cuerpo del pequeño para después salir de ahí, salió por la puerta principal, y corrió por las calles aún en lluvia pensando que hacer

Desea llevarlo a Paraiso,  pero las leyes de ahí no se lo permiten,  desea ocultarlo de alguna manera pero seguro el supervisor les revisara antes de volver, tampoco puede dejarlo a su suerte,  no con esos hombres en la misma ciudad

Los minutos pasaron hasta que Luffy se dio cuenta que estaba fuera de la ciudad, noto la hora y suspiro, pues en unas horas debe juntarse con los demás cupidos y si llega tarde le daran un severo castigo.

— ¿que hago?

Luffy movía sus pies bastante nervioso,  no le queda mucho tiempo,  no sabe que hacer con el niño que tiene en su espalda,  sin saber que más hacer se acercó a la casa enorme que esta a metros de El

Se decidió por llevarlo, observó por la ventana y vio a un rubio leyendo el periódico en el sillón, lo miró por un breve momento y pensó que aquella persona poseía un aura pura, se acercó a la puerta y bajo al niño, estaba por tocar la puerta cuando sintió una mano jalarle de la ropa

—¿Pasa algo pequeño?

El pequeño sorbió su nariz
—Por favor no te vayas – se aferró a él

—Tranquilo, aquí estarás bien
Dicho esto se levantó dejandolo ahí,  algo,  talvez su sexto sentido le dijo que ese lugar sería buena para el

14 AÑOS DESPUÉS.

Un hombre de 24 años, cabellos negros, ojos grises está perdido en el éxtasis de una vida lujuriosa, hoy tiene uno de esos encuentros casuales con una mujer de cabellos verdes ojos color miel,  una que conoció en un bar el domingo pasado

Él, la embiste con fuerza provocando que los gemidos de ella se escuchen en todo el departamento, la habitación se siente caliente por ese acto que solo es por placer

Los minutos pasaron hasta que el terminó, sacando su miembro de ella y así votar el semen en el suelo

—Eso fue genial Law – dijo la chica mientras se levantaba y sostiene la sabana sobre su cuerpo

Él la miró mientras se vestía
—Vete cuando termines de bañarte
Dicho eso se vistió y salió de la habitación, para ir directo a su auto y de ahí al hospital un día laboral más 

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Un pecoso gritó desde la puerta de entrada de su hogar
— Luffy...  ¿A dónde vas? — trato de detenerlo pero este ya estaba fuera de casa

El pequeño Ángel corrió como  siempre por todo Paraíso siendo saludado por todo aquel  que se cruza en su camino.

Llegó a una de las tantas paredes que rodean Paraíso, se sacó unas diez alas y las dejo en el suelo, abrió sus alas y voló libre hasta pasar y poder salir de Paraíso

Feliz bajo a la tierra, pues ya serán 14 años desde que conoció a "Torao" como él lo llamaba

Después de horas llegó a la tierra, a Londres para ser exacto, llegó ahí y fue directo al hospital central pues lo más seguro es que Torao estuviese ahí.

Al llegar, bajo a tierra y entró al hospital emocionado, pues nadie podía verlo, subió al segundo piso y entró a la oficina de Law

—Tiempo sin vernos

CONTINUARA