Capítulo 3.
Capítulo 3
[Deudas]
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—No creo que haya querido decir eso— Jinki se frotó la nuca, —pero bueno, sé que es algo impulsivo.
—¿Impulsivo?— Minho alzó las cejas, —es un grosero. El famoso Prince T— exhaló, —no tiene nada de especial, es un patán, malcriado y tonto.
Jinki rió nervioso, —lo sabía, sabía que no debí dejar que vayas por él; debí ser yo.
El moreno negó suavemente con la cabeza, —no, no quise decir eso; tú estabas ocupado con tu trabajo, no hubiera sido bueno que hicieras a un lado tus responsabilidades.
Jinki se acerco y le abrazó, —gracias Minho— le susurró.
—¿Pp-por qué?— el acto tan repentino y cálido le tomó por sorpresa.
—Por ser amable, comprensivo y cariñoso; gracias por ser tú— se alejó un poco y le besó de manera casta los labios.
Minho se sonrojó, pocas veces lo hacía, pero ese agradecimiento hizo que su corazón se acelerara.
—Lo hice porque te quiero— contestó y volvió a fundirse en un abrazo.
—Yo también— declaró; pero el repicar de un teléfono móvil rompió la atmósfera.
Minho de mala gana se separó y rebuscó en el bolsillo de su pantalón.
—¿Minho, podrías venir a la casa? Es importante— dijo su madre un tanto preocupada.
El alto se tensó, —¿sucede algo malo?— frunció el ceño.
—Ee-es... tu hermano y yo debemos hablar contigo.
—¿Qué es?— preguntó poniéndose un poco inquieto, Jinki lo notó y le sostuvo la mano libre.
—Será mejor que te lo digamos en persona.
Minho suspiró, —bien— miró a su pareja y agregó, —iré de inmediato—, cortó la llamada.
Minutos más tarde Minho ingresó a la casa que compartía con su madre y hermano, y cuál no fue su sorpresa al ver a Minseok de rodillas en medio de la sala y con la cabeza gacha.
—¿Qué suced..?
—Minho— su madre le interrumpió, caminando hacia él y tomándolo por los hombros; —tu hermano es un hombre bueno.
—Ss-sí, lo sé— dijo algo difuso, no comprendía qué tenía que ver eso.
—Él no lo hizo de mala fe— la mujer le justificó.
—¿No hizo qué?
La señora Choi tiró suavemente del brazo de su hijo menor y le hizo sentarse en el sofá, frente a Minseok que permanecía arrodillado.
—Unos hombres se aprovecharon de lo inocente que es tu hermano— dijo ella, —le propusieron un trato y Minseok lo perdió todo.
—¿Lo perdió todo, a qué te refieres con todo?
—Los ahorros, tus ahorros— dijo por fin el mayor de los dos hermanos.
—Ll-los... ¿mis qué?— Minho parpadeó sorprendido.
—Minseok necesitaba dinero, si no cumplía con su parte esos hombres hubieran sido capaces de matarlo— gimió ella.
—¿Cómo fue que tomó mi dinero?— los miró alternadamente, molesto.
—Yo se lo di— explicó su madre; entonces Minho recordó que tenían una cuenta compartida, él lo había decidido así para que su progenitora dispusiera del efectivo siempre que lo necesitara.
—¿Todo?— preguntó temeroso de la respuesta. Ambos, tanto Minseok como su madre agitaron la cabeza de manera afirmativa.
—¿Cómo pudieron?— frunció el ceño, —¡Eso era lo que tenía destinado para el negocio de Jinki!
—¡Minho, no seas egoísta!— le reprendió su madre.
—¿Egoísta?— se puso de pie, indignado, —¿cómo puedes decir eso cuando es la segunda vez que ocurre?—, porque sí, años atrás cuando Minho apenas comenzaba a trabajar tuvo que usar su primer cheque para pagar una de las apuestas y deudas de Minseok.
—¡Es tu hermano, no puedes negarle tu ayuda!— ella también se incorporó, era igual de alta que su hijo menor.
—¿Y ustedes a mí sí pueden joderme?— espetó, y ese argumento sólo le sirvió para recibir un fuerte golpe; su madre le había hecho callar impactando la palma de su mano en la mejilla.
Silencio.
Minho no quiso elevar la mirada inmediatamente, permaneció con el rostro ladeado, creyendo que todo eso era irreal.
—Te pagaré hasta la última moneda, lo prometo— balbuceó Minseok tras unos segundos.
Minho apretó los puños a los costados de su cuerpo, suspiró y se enderezó.
—Perdóname hijo— su madre habló con un hilo de voz, —yo no quise...
Pero Minho no la dejó terminar, caminó rápidamente a la salida y fue al único lugar donde en ese momento quería estar.
.
Jinki había regresado de la escuela donde daba clases de música, allí era donde se había reunido con Minho y tras verlo partir hacia su hogar debido a la llamada de su madre, él regresó el suyo.
Sunny se hallaba mirando televisión, mientras su madre había salido al supermercado.
—¿Es cierto?— le preguntó la chica a su hermano mayor, —¿es verdad que Taemin ha llegado a la ciudad?
Jinki meneó la cabeza de manera afirmativa, —mañana iré a visitarle, ¿quieres venir conmigo?
Se encogió de hombros, —sabes lo que piensa mamá.
—Sí, pero Taemin es nuestro hermano, además hay que perdonar.
Sunny pareció meditarlo, entonces el timbre de la puerta principal sonó; —ha de ser Hyoyeon— dijo, olvidando de manera intencional el tema de Taemin; se incorporó del sillón y fue a atender. Intercambió un par de palabras con su amiga y luego se despidió de su hermano, ambas saldría de compras.
En la soledad de su hogar se echó en el sofá pensando en lo agradable que sería una reunión de los tres hermanos, sin riñas, sin reproches o rencores; sabía que Sunny era una joven buena y amable, pero también sabía que era muy influenciable: si su madre aún seguía molesta con Taemin, Sunny haría lo mismo, o por lo menos eso pretendía hacer.
El timbre de la puerta principal volvió a sonar y preguntándose quién sería se incorporó para atender, y cual no fue su sorpresa al sentirse estrujado por dos fuertes brazos. Minho le había abrazado inesperadamente, refugiando el rostro en el cuello de Jinki, algo gracioso ya que Jinki era un par de centímetros más bajo.
—Ey. ¿Qué sucede?— le habló suavemente, acariciándole la espalda, pocas veces Minho parecía afligido, usualmente estaba lleno de energía y con ganas de ayudar a quienes le rodeaban.
El moreno negó con la cabeza, sin decir palabra.
—Estaba a punto de tomar una cerveza, ¿quieres una?— le preguntó de manera casual.
Minho asintió y dijo, —sólo una—; él no era de beber, pero en ese momento le apetecía.
Jinki le besó la frente, le tomó de la mano y lo arrastró dentro. Sin soltarle fue hasta la cocina, donde tomó un par de latas del frigorífico y luego le guio hasta el patio trasero.
Una vez en el jardín Minho se dedicó a hablar y explicar sobre lo indignado y frustrado que estaba, no le parecía justo que Minseok y su madre hubieran hecho eso, también se lamentaba por haber explotado de esa manera y haber dicho que ellos "le jodían"; pero lamentó aún más el hecho de que sus ahorros hubiesen desaparecido dejando así varado el proyecto que tenían.
—Tranquilo— Jinki le acarició la mano, —podemos posponerlo para el próximo año.
—Nada de eso, además aplazarlo sólo nos traerá deudas, el contrato de arrendamiento del local nos obliga a hacer uso y pagar por él por lo menos durante tres meses. Los hornos los hemos comprado a crédito, nos lo entregan la próxima semana, pero tenemos seis meses para pagarlos. Todo estaba calculado, e incluso nos sobraba un par de miles más, y ya no tenemos ese dinero.
Jinki suspiró pensativo y le dio un sorbo largo a su lata; la dejó a un lado y tragó lentamente antes de decir; —tengo una idea.
—¿Qué cosa?— le miró inquieto.
—Taemin, él podría hacernos un préstamo.
—¡¿Qué?!— parpadeó confuso, —no creo que lo haga.
—Tiene suficiente dinero, no creo que sea problema para él prestarnos unos cuantos miles.
—No querrá, es... es egoísta.
Jinki rió, —no es tan malo como parece; así como lo ves él también tiene un corazón.
—Uno de piedra seguramente— bufó.
—Hablaré con él mañana— Jinki sonrió seguro desí.
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NOTAS DEL AUTOR.
Les traigo un capítulo más, y también aprovecho para comentarles sobre esta colaboración que estoy haciendo con una de mis autoras favoritas (lo dejo aquí y en el vínculo externo).
https://www.wattpad.com/story/114242122-knight
*Título: Knight.
*Género: Fan Fiction / AU / Fantasía / Aventura / Yaoi /Boys Love
*Pareja: 2Min (SHINee).
*Sinópsis: En las extensas y mágicas tierras de Diam, Lee Taemin, un joven y valiente Caballero por azares del destino queda varado en un pequeño y normal poblado llamado Lencia. Aprovechando su estancia solicita ayuda al maestro herrero del lugar para reparar su espada, sin embargo eso no es posible puesto que esta hecha de Abradio, un extraño metal que sólo se encuentra en un lugar específico y lejano. Choi Minho es un aprendiz de herrero y desde siempre ha vivido en Lencia; cuando conoce a Taemin lo juzga debido a su apariencia y duda que sea un Caballero de verdad, así que cuando este decide ir sólo en busca del Abradio, Minho no puede dejar de lado su instinto protector aventurándose a seguirlo y a conocer las maravillas de Diam.
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