—¡JAJAJAJA! ¡no puedo creerlo, amigo! ¡jaja, después de todo si eres un inocente inmaduro! ¡JAJAJA!— carcajeaba Paramount luego de enterarse sobre lo dicho por su mejor amigo.

Ambos amigos fueron a la oficina de Warner, y Paramount todavía no paraba de reír por lo que acababa de escuchar
—¡Ya cállate, no ayudas!— resongó Warner Bros por las burlas
—¡JAJAJA! ¡no puedo creer que toda tu vida pensaste que perdías la virginidad si te acostabas sólo con una mujer o un hombre varonil! ¡JAJAJA! ¡¿en dónde te enseñaron eso?! ¡suena increíblemente ridículo!—
—¡Basta, imbécil! ¡es imposible que haya perdido mis deseos íntimos mucho antes de hacerlo con Universal!—
—Ja, pues siempre estuviste equivocado. Ay, Warner...tener un revolcón con un hombre cualquiera también implica perder la virginidad, torpe. No siempre es necesario urgir a una vagina, ¿comprendes? ¡JAJA!—
—¿Eso quiere decir qué...antes de Universal...perdí "eso" con...Disney originalmente...?— contestó traumatizado mientras tenía los ojos bastante abiertos y miraba hacia adelante rompiendo la cuarta pared
—Mmm, técnicamente si, ¿pues cuántas veces has tenido sexo con esa rata?— respondió con pura normalidad como si de un chiste se tratara
—Pff, ni idea, ya perdí la cuenta— dijo el azulado cruzándose de brazos como manera de ignorancia.

Más tarde en el establecimiento, Warner Bros fue con dirección hacia la oficina de Disney para pedir una cosa especial que solía ordenar todos los meses, sin embargo las malas rachas suelen perseguirle; conforme caminaba con su típica pose elegante manteniendo los brazos hacia atrás, se cruzó por delante a Universal y Dreamworks que venían en su dirección opuesta. Aunque estaba consiente sobre su distanciamiento, aún no podía superar la incomodidad y vergüenza de tener a Universal en presencia a cada rato que pasaba a su lado
"Carajo...¿por qué siempre me toca la mala suerte en momentos cómo este? Dios, que me trague la tierra", pensó Warner nervioso de pasar junto a él.

Dreamworks y Universal conversaban típicas charlas de amigos, aunque ninguno había notado la presencia del narcisista hasta que voltearon sus miradas hacia el frente y allí lo vieron.

Ambas emociones mencionadas por el del traje azul se hicieron presentes al instante que Warner estaba a punto de pasar por su lado. No obstante, los rivales evitaron mirarse a los ojos y seguir con su ruta normalmente; por fortuna no pasó nada raro.

Estando más relajado luego de haber ganado la incomodidad hace rato, llego finalmente a la oficina de Disney, en donde ni siquiera tuvo la molestia de golpear primero la puerta y entró comúnmente sin pedir permiso, aunque el propietario no se dio cuenta que era Warner en un principio
—¡Ya te dije que no voy a comprarte un puto traje Gucci, imbécil!— pegó Disney un grito fuertemente molesto mientras dibujaba algunos bocetos mejores. Cuando levantó la mirada, tenía ganas de matarse a si mismo por lo que había dicho accidentalmente y sin esperarse las consecuencias
—Uy, ¿acabas de mencionar a Gucci, ratoncito? no sabía que tenías gustos tan...extravagantes...mmh— comentó Warner en su tono típicamente afeminado para luego acercarse al escritorio del menor
—Ay...por favor, Warner, hoy no estoy de humor para cumplir tus fetiches, s-sólo quiero que...me dejes solo...— hablaba nervioso a la vez que tembloroso del miedo por tener a ese presumido delante
—No te hagas ilusiones, pequeño roedor. Esta vez vine a pedirte lo que siempre acordamos...—
Disney ya tenía bien claro lo que ese infeliz necesitaba urgentemente, así que no tenía ninguna excusa para negarse a lo que todos los meses le ordenaba; suspiró y sin más preámbulo entregó lo que el afeminado ordenaba
—Uyyy, esto si que es suficiente lana. Te felicito colita de alambre, mmh— reía satisfecho.
Cuando Warner giró para verlo, notó algo extraño en su rostro. En la expresión de Disney, se podía percibir una señal significativa en decir algo importante
—Oye, tenemos que hablar— sugirió Disney con la voz más alta
—¿Mmm? espero que no sean quejas económicas— dijo molesto en tanto contaba cada billete en sus manos
—Supongo que esto sonará grave pero...Dreamworks...sabe de nuestro secreto...— confesó sin la necesidad de querer mirar a los ojos del contrario, ya que sospechaba por su terrible reaccionó próximamente
—¡¿Qué mierda acabas de decir?!— expresó furioso dándose la vuelta rápidamente. Sin que el menor llegará a contestarle, lo agarró bruscamente del cuello hasta comenzar a gritarle con semejante furia acumulada
—¡¿NO TE PARECE QUÉ TENGO DEMASIADOS PROBLEMAS CÓMO PARA QUÉ ME DIGAS ESTO AHORA?! ¡¿cómo putas se enteró?! ¡más te vale que no hayas revelado información similar y sospechosa sobre esto porque te juro que te mataré en este instante!—
A la víctima "roedora" le costaba muchísimo hablar por la falta de oxígeno, pero aún así se esforzaba en responder sinceramente
—¡N-no lo sé! ¡l-lo...juro!—
Warner lo soltó finalmente, sin embargo quería respuestas exactas
—Agh, aparte de inútil también resultaste ser un estúpido distraído, ¡por tu culpa nuestro secreto estará tan expuesto que el jefe se dará cuenta, idiota!—
—E-escuchame...¡cof, cof! D-Dreamworks mencionó que no lo divulgaría a cambio de que le obedezca en todo...—
El agresor obtuvo la calma de tan sólo escuchar esa condición
—Tsk, ¿es en serio? ¿ese es el trato tan estúpido qué acordasté con él? vaya, parece que su idiotez se duplicó—
—Si...lamentablemente es el único que sabe sobre nuestro trato—
—¡MENTIRA!— exclamó golpeando el escritorio del menor
—¡P-pero!—
—¡Cállate! ¡es obvio que alguien más se lo ha dicho en privado! todo esto implica que hay 2 imbéciles enterados sobre lo nuestro, maldición...—
En un momento de tensión y silencio en el ambiente, Warner se quedó pensando seriamente sobre posibles empresas que pudieron sospechar desde un principio, no obstante, era muy complicado saberlo exactamente, hasta que pensó en una pista
"Hijo de puta...debí imaginarlo...". No lo dudó ni un segundo y se fue de la oficina del ratón rápidamente para ir a confrontar a un desgraciado en particular.

Yendo con los puños bien apretados, llegó a la sede del "culpable" y responsable; entró de un portazo y se acercó a éste con total brutalidad
—¡Te doy 5 segundos para que me respondas lo que hiciste, escoria infeliz!—
El contrario que estaba siendo forzado a hablar le sorprendió la presencia del narcisista manipulador, sin embargo no se lo tomó como una molestia
—Oh, wow, tu llegada aquí realmente me sorprende—
—¡Cierra la boca y contesta!: ¡¿por qué te fuiste de chismoso con Dreamworks sobre mi secreto?! ni se te ocurra actuar de payaso conmigo, ¿me entendiste, Universal?—
El mencionado no tenía ninguna intención de mentir o negar; mostró una sonrisa cualquiera y siendo gentil contestó
—Jaja...¿por qué sugieres mi responsabilidad?—
—Cuando me besaste por primera vez, tú sabías sobre mi pasado con Disney, y supongo que tuviste alguna sospecha con respecto a nosotros, ¿no es así?—
Universal se quedó en silencio por un rato, aunque no tuvo miedo de continuar hablando
—Mmm...digamos que si pero...la verdad es que te oí amenazando al ratoncito; aquella vez que lo detuviste en uno de los pasillos y murmuraste su trato detrás de sus hombros. Sin embargo, esa no fue la última vez que descubrí eso de ti. Cuando terminamos nuestra apasionante noche y te quedaste profundamente dormido, escuché las notificaciones de tu teléfono y vi que se trataba de Disney recordante el pago que él te debía dar. Lo que me hizo pensar "éste infeliz es un excelente pez gordo...y eso me gusta"—

...

—¡¿P-pero cómo supiste de mi "revolcón" pasado y por qué le fuiste con el chisme a tu amiguito del trasero lunar?!—
—Bueno, en primer lugar: supuse que nunca fuiste virgen, ya que no tenías pinta de serlo, jaja. Además, luego de haber analizado todo tu plan con Disney, era un poco obvio para mí que te acostarás con él a cambio de algo—
Warner Bros volvió a sentirse acorralado, además de inferior por percatarse de la astucia del otro "Dios, éste idiota es demasiado inteligente, aparte de detallista...agh", lo pensó mientras comenzaba a sudar de los nervios
—Y en segundo lugar: aunque no lo parezca, tú y Disney son como unos gemelos caóticos capaces de arruinar todo sólo por algún beneficio que deseen, y por eso, a a Dreamworks y a mí se nos ocurrió manipularlos al mismo tiempo usando su secretito como amenaza. Digamos que esto será como una lección para ustedes, ya que después de todo...les encanta hacer eso—
La idea era bastante clara para Warner. Básicamente ahora podía sentirse el juguete favorito de Universal.

Aquel astuto planetario se le levantó de su lugar y se fue acercando al menor mientras éste estaba con la mirada hacia abajo sintiéndose como alguien inferior ante él; Universal ni siquiera se molestó en avisarle y lo besó desprevenido elevando su mentón; Warner claramente no lo vio venir y lo apartó de un empujón
—¡¿Qué estás demente?! por si no lo recuerdas: ambos acordamos trabajar SOLOS, ¡¿te quedó claro?! ¡yo no soy el juguete de nadie!—
—Ja, nunca dije que lo fueras, pero si te sientes así...hay una forma de solucionarlo...—
Éste se acercó lentamente hacia su oído y susurró una cosa bastante inesperada y reconocida
—Quiero que me folles...—
El menor sintió un verdadero déjà vu al acordarse de dicha propuesta que además había sido suya
—B-bastardo desvergonzado...— mencionó ruborizado
—Adelante, te dejaré hacerme lo que quieras y así podrás mantener tu fantasia de poder sobre mí y los demás, ¿o acaso prefieres ser alguien inferior y debilucho ante la presencia de una persona mejor qué tú?—
—¡Ni te atrevas a manipularme!— exclamó furioso hasta empujarlo contra el escritorio
—Oh si, trátame rudo, liebre traviesa. Vamos, se todo un macho y conviértete en un depredador conmigo; esta vez, seré un completo sumiso ante ti, mmh— reía con pura perversión en sus palabras y actitud.

El de vestimenta azul estaba demasiado pensativo aparte de confundido. Aún no superaba el hecho de que literalmente se acostó con su peor enemigo anteriormente. No obstante, no podía negar que ese desgraciado tenía razón: él mismo le pidió que lo coga y ahora...podría tener la oportunidad de cambiar los roles y sentirse mucho más superior con esto
"Jaja...nunca perderé mi poder ante todos ustedes ineptos...siempre seré el mejor en este puto edificio y nadie podrá superarme o dominarme...", pensó con una sonrisa pícara y retadora.

Las cosas cambiarían en este ambiente, pues Warner mandaría en esta situación
—Muy bien, pajarito travieso...te obligaré a hacer algo tan tentador que te arrodillarás a mis pies...jiji...—
Universal le permitió cualquier método con tan sólo mirarlo fijamente. En eso, Warner Bros fue hacia el escritorio de éste, y se sentó allí no sin antes bajarse un poco los pantalones para esperar lo siguiente
—Adelante, tócalo, zorrita— ordenó señalando su miembro mientras el otro lo miró conociendo sus posibles intenciones
—Mmm, de acuerdo...— aceptó poniéndose de rodillas y luego comenzar a acariciar lo mencionado
—Mm~ eso es~ sigue, sigue...~— gemía mirando el techo y manteniendo a su vez los ojos cerrados.

La acción continuaba siendo placentera, y Universal también disfrutaba de verlo tan excitado y apasionado; era algo que amaba disfrutar a simple vista
—Ya veo porque eres un narcisista, incluso tus gemidos y jadeos son perfectos—
—Ja, pues claro. Nada se compara a mí~—
—Entonces subiré tu encanto...—
El planetario dejó de frotar y esta vez se decidió por comenzar a chupar el miembro del menor para provocarle más sonidos carnales, lo que realmente funcionó
—¡Ah, carajo~! sí, sí~ tú si sabes complacer~—
Y así mantuvieron la mitad del tiempo: dando puro placer através del sexo oral. Así perduraron hasta que más tarde Universal se abalanzó encima del menor, dejándolo contra el escritorio
—Ja, ¿disculpa? se supone que yo soy el dominante aquí, pajarito— recalcó echándolo a un lado hasta dejarlo debajo suyo
—Uh, es cierto, mis disculpas. Por favor continua—
Warner empezó a desnudarlo lentamente; lo besaba y lamía en distintas partes de su anatomía, principalmente entre su cuello y pectorales para luego comenzar a masturbarlo.

Ambos no presentaban queja alguna, cada uno gozaba del contacto físico del otro y ni locos iban a separarse hasta acabar con su trabajo.

Entre tantos toques, ascendieron al siguiente nivel, y este era el momento más esperado por ambos rivales. Warner lo puso en 4 y sin ninguna distracción comenzó a penetrarlo de una inicial estocada e ir aumentando la velocidad por cada empujón que daba hasta que el recibido se acostumbrara, y así lo fue.

Los dos enemigos si que estaban consientes sobre lo que hacían, aunque lo más sorprendente era saber que ahora el pasivo se convirtió en el dominante. A diferencia de la empresa del conejo, el mayor no solía gemir tanto a causa de la vergüenza pero aún así liberaba jadeos tentadores mientras se aferraba al cuerpo de su oponente, una cosa bastante satisfactoria para el responsable de las estocadas violentas que lo hacían delirar hasta disfrutar e imaginarse cualquier cosa que lo hiciera sentir todavía más activo en su papel como dueño de las penetraciones.

Cuando pasaron alrededor de 2 horas, finalmente habían acabado, y ambos quedaron satisfechos y recuperando sus respiraciones mientras permanecían recostados sobre el escritorio que desordenaron sin cesar.