Episodio 23 Warner Bros
Aquella enemiga, excéntrica y curiosa parejita diambulaba por los pasillos del edificio cuando se trataba del horario de descanso. Ambos iban tomados de la mano mientras caminaban o a veces se los veía simplemente hablando como buenos colegas. Así es, muchos ya se habían dado cuenta de la relación entre Warner y Universal; algunos simulaban que eran amigos, pero otros, rumoreaban que eran una pareja romántica. A pesar de todas esas teorías, a ambos estudios les daba igual si sabían o no.
Además de casi siempre mantener relaciones sexuales, también disfrutaban de quererse mutuamente, darse obsequios, salir a pasear y besarse cada vez que se saludaban o despedían.
Lejos de eso, cumplían sus labores empresariales diarias; lamentablemente con sus compañeros odiosos e insoportables que el jefe les había asignado hace tiempo. Aunque pueda sonar molesto, todos los días debían intentar llevarse bien al menos como si fueran "amigos", y la cuestión es que nunca funcionaba correctamente.
Warner Bros se encontraba trabajando vagamente con Dreamworks en la oficina de éste. A diferencia de Universal, su amigo parecía ser más exigente e impaciente a la hora de elegir sus ideas y agregarlas al proyecto en producción. Esta causa hacia que ambos estudios compañeros pelearan por cada plan que se les ocurría
—¡¿Cuándo vas a entender qué estos personajes son irrelevantes para la trama?! ¡elimínalos!— dijo Dreamworks quejándose por las creaciones de Warner
—¡Le darán más importancia a la película! ¡el público ama los furros!—
—¡Se supone que es una película de suspenso, no de animales parlantes! ¿acaso ahora te crees Disney, cara de piña?—
—¡¿Cómo me llamaste?! REPITELO— ordenó retador y Dreamworks no se negó a hacerlo y se lo dijo muy marcado
—CA-RA-DE-PI-ÑA— mencionó tocando su pecho conforme deletreaba cada palabra dándole pequeños golpecitos al menor azulado.
Varias empresas caminaban por los pasillos normalmente hasta que comenzaron a escuchar un nuevo escándalo en una oficina específica: la de Warner. En el interior se oían diferentes tipos de golpes, insultos y también se podría decir que se estaban lanzando objetos. Al rato, todos vieron que Dreamworks había sido empujado y echado de aquella oficina mientras que el propietario de tal lugar le cerró la puerta en la cara con un fuck you de despedida.
El expulsado no tuvo más remedio que irse de nuevo a su sede, ya que no tenía otro sitio a donde ir en la hora del trabajo; ignorando completamente su disputa de hace rato.
Warner Bros se había quedado solo pero más relajado sin la presencia de ese mandón testarudo; ahora podría trabajar tranquilo. Sacó su computadora, abrió nuevamente su documento del guión del proyecto y continuó escribiendo estando relajado sin presencia de nadie, aunque aún pensando un poco en lo que sucedió "Estúpido pretencioso, ojalá la rata te deje con la luna bien llena", lo pensó como un deseo posible. Por más que estuviera relajado en su linda soledad, su afortunada pareja quiso ir a visitarlo
—¿Estás bien conejito? Nickelodeon acaba de contarme sobre tu discusión con Dreamworks, ¿se puede saber qué sucedió?— dijo Universal con la mano en su cadera esperando una respuesta del contrario
—Agh, nada, sólo lo eché porque fastidiaba y estropeaba mis planes en la película—
—¿Tus planes? te recuerdo que esa película la están produciendo juntos. Lo que claramente significa que también involucra a mi amigo, tontín—
—¡No me trates como un niño inconsciente! tu amiguito es incluso más insoportable que Disney. Eso explica porque se llevan tan "bien"; les deseo el peor desamor de sus vidas si es necesario— mencionó en modo de amenaza mientras seguía escribiendo en su laptop
—Demonios, Warner, ¿cuándo dejarás de maldecir a todo el mundo?—
—¡¿Y tú cuándo me entenderás?!—
En esa intensa escena, ambos se quedaron callados por un largo tiempo sin mirarse bien a la cara. A ambos les costaba comunicarse pero Universal quiso romper el silencio en el lugar
—Tsk...escucha Warner: ahora mismo sólo puedo aconsejarte que aprendas a controlar tus acciones antes de hacerlas—
—¿A qué te refieres?— preguntó malhumorado, dándose la vuelta con su silla giratoria para no verlo
—Si continuas usando tu narcisismo, egocentrismo, egoísmo, manipulación y arrogancia...no terminarás en buen camino. Esas emociones y sentimientos que posees solamente dañan a los demás y lo sabes, aunque...parece como si lo disfrutaras...—
—Pff, no seas ridículo. Yo me conozco perfectamente y sé cuando las cosas están mal en mí, ¡no puedes manejar mi vida!—
—No hablo de manejarla, hablo de corregirla. Si continuas con ese tipo de comportamiento...podrías apartar incluso a los que más te importan sin que te des cuenta...—
El menor se enojó muchísimo al oirle; del impulso se levantó de un pisotón y se paró delante del mayor golpeando el escritorio, quedando cara a cara con él
—¡¿Me estás dando una advertencia?! ¡¿acaso quieres tratarme de loco?!—
—No quiero que lo tomes así. Simplemente es un consejo—
—Agh, suenas como un terapeuta con su paciente, idiota— se apartó asqueandose de aquella respuesta
—Ya para de exagerar. Deberías tomarte esto de forma seria en vez de actuar como ignorante—
—¡Cállate, Universal! ¡no puedo creer que hemos estado saliendo durante 3 días y ya estés criticándome! ¡eres un imbécil!—
Sin esperarlo, el mencionado vio en la manera en que Warner se contenía para no llorar; sus ojos se notaban llorosos y su voz sonaba quebrada. Gracias a esas conductas, no podía evitar deprimirse por lo que estaba sintiendo su pareja en este momento. Antes de hablar, tomó su tiempo para relajarse con un suspiro
—Warner...lo lamento, ¿si? creo que no...pensé exactamente las cosas. Te dije que pensaras antes de cometer tus acciones pero yo...también estoy actuando así sin que pueda darme cuenta...por favor perdóname y detengamos nuestra discusión. Detesto pelear por cosas irrelevantes...—
A su pareja elegante le costaba contestar. Al parecer temía por hablarle y pensar en lo que podría llegar a decirle después
—Agh...de acuerdo. Hagamos una tregua para que esta mierda no vuelva a repetirse, ¿ok?— sugirió Warner sin más argumentos que sumar, pues ya no tenía ánimos con seguir peleando sin motivo
—Ja, tú siempre tan serio con tus palabras. Eso me encanta de ti— dijo coqueto lanzando un guiño de por medio
—Sí, sí, como sea, por tu culpa estoy de malhumor y no tengo ganas de lidiar contigo también, mejor vete o la rata vendrá a propagar su peste en mi oficina—
Universal ignoró la orden. Siendo un tanto discreto se acercó más a su amado e inició a besarlo desprevenido mientras lo tomaba de su cintura para aferrarlo mejor a su cuerpo; esto sorprendió al recibido, pero en vez de alejarlo, le siguió el juego hasta que comenzó a sentir una mano traviesa por su espalda baja paseando descaradamente hasta su trasero, sin embargo Warner no lo permitió esta vez y lo detuvo, separándose del acto
—Te repito que no estoy de humor. Mis antojos sexuales están apagados y no hay forma de que los hagas funcionar. Vete a trabajar con el roedor y deja de distraerme. Solamente quiero terminar mi trabajo y el de tu estúpido amigo o sino me expulsaran de las nominaciones—
—Lo dudo mucho. Seguramente Dreamworks debe estar en la oficina de Disney dándole un buen uso de su colita de alambre, jaja—
Warner entendió rápidamente la indirecta y eso le dio una ventaja en algo importante "Mmm, eso quiere decir que el trasero lunar no está en su oficina...¡lo que me da tiempo para quitarles sus ideas y habilidades privadas! ¡genial! jaja, con toda esa información seguiré subiendo a la cima y el jefe me nombrará la mejor empresa cinematográfica mundial...". Siendo disimulado, se decidió por meter excusas para irse sin causar sospechas
—Ups, creo que Paramount me llama, tengo que irme, ¡bye!— excusó yéndose caminando extrañamente rápido como si pareciera un pingüino
—¿Eh? pero si acabo de verlo con Columbia en su oficina. Él también está en sus asuntos y dudo que quiera salir del horario laboral conociendo su importancia por el trabajo en primer lugar—
En eso, el otro se detuvo, entrando en un estado de nerviosismo por intentar inventar otra mentirilla
"Carajo, olvidaba que éste tonto es demasiado inteligente...agh", pensó molesto
—Jaja, lo sé pero...me refiero a que me envió un mensaje pidiéndome que vaya a su oficina p-para...ayudarlo con algo...— hablaba con una sonrisa torpemente nerviosa
—¿Desde cuándo Paramount pide ayuda?—
—¡Me tengo que ir! ¡adiós!— dijo al final cerrando la puerta fuerte, dejando a Universal confundido por la situación reciente. Sin más rodeos, fue con dirección a la oficina de Dreamworks.
Al llegar, lo primero que hizo fue comenzar a revisar todo: muebles, cajones, libros, cajas, etc. Examinaba todo lo más rápido posible para no ser descubierto; desgraciadamente no tuvo nada de suerte encontrando datos importantes, al parecer el propietario había guardado todo perfectamente
"Puta madre, debe haber algo que se vea bastante protegido...", empezó a ver al rededor de la oficina para notar alguna cosa que luzca brillante o al menos con un candado; en ello, se percató que algo brillaba dentro de unas carpetas desordenadas en el suelo. Se acercó, se agachó y luego movió esos papeles de la carpeta y ahí pudo notar una cajita plateada en su interior. No era tan grande pero aún así se veía interesante.
Intrigado del objeto, intentó abrirlo, pero desafortunadamente estaba cerrada con un candado
—¡Mierda!— resongó haciendo fuerza para abrirla. En el instante que se rindió de intentarlo, tenía que averiguar la manera abrirlo necesitando una llave especial, sin embargo era obvio que Dreamworks tenía la llave en un lugar oculto. Antes de que éste regresara a su oficina, comenzó a ordenar rápidamente todo el sitio para no dejar huellas.
Siendo disimulado salió de la sede muy normalmente y observando que nadie haya visto nada. Estando relajado por la falta de testigos, inició a pasear pacífico con su típica pose hasta que por delante se encontró a Disney leyendo unos papeles importantes mientras Pixar lo iba siguiendo con más papeleo en sus manos
—Vaya, ratoncito, parece ser que al destino le gusta unirnos— se detuvo todavía manteniendo su postura elegante
—Estoy ocupado. Hablaremos más tarde— mencionó la compañía del ratón queriendo proseguir su recorrido mas Warner lo detuvo del brazo
—No tan rápido, roedor, hay algo que debo conversar contigo ahora en privado—
Disney no tenía más solución que obedecerle, no obstante dejó que Pixar se fuera con todo el papeleo a su oficina
—¿Qué quieres?—
—Debo pedirte un favor importante. Necesito que tengas sexo con Dreamworks para distraerlo y quitarle una llave que tiene en sus bolsillos del saco—
—¡¿QUÉ?! ¡¿cómo se te ocurre pedirme algo así?! ¡ni vendido haré eso!—
—No me importa, lo harás. Esa llave que quizás tiene en su ropa me ayudará a obtener más datos sobre sus ideologías en las películas que produce y así conseguiré más éxito, jaja—
—N-no...¡no puedo!—
—Última vez que te lo repito: o lo haces o tu vida se quiebra, decídete— exclamó Warner apretando su cara con las mejillas
—¡O-ok, ya sueltame!—
—Que buen, ratoncito. Ahora ve y quítale la maldita llave— ordenó tocando su cabeza como si fuera un perro obediente.
Disney demostró un rostro entristecido, y sin otra cosa que hacer, fue a cumplir el capricho de Warner, mientras éste simplemente lo miraba con una sonrisa astuta y descarada sin importarle las dificultades de Disney con su rival. Muy entusiasmado por la espera de la llave, se fue a diambular un rato por el edificio hasta que el menor consiguiera la herramienta.
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