Episodio 2 Dreamworks x Disney

En el edificio de empresas todo comenzó a transcurrir diferente en el piso 6. Gracias a las cámaras de seguridad y las nuevas medidas, las compañías no podían evitar sentirse presionados ante tanta vigilancia estricta.

En una parte buena, es que Disney disfrutaba de estar solito porque ya no tenía permitido trabajar con Universal, aunque eso no cambiaba que Dreamworks seguía siendo compañero de Warner, una cosa bastante extraña de pensarlo, pues sabía perfectamente que detestaba a ambos, principalmente a Dreamworks, ¿por qué le importaba si colaboraba con ese afeminado narcisista? Era una cosa incomprensible de pensar, sin embargo intentaba a olvidarse de ese asunto ridículo y mejor estar con buenos ánimos en su trabajo como empresa "famosa". Por otro lado, también se encontraba súper feliz, ya que hace un buen rato Pixar vino a anunciar que la película de Intensamente 2 fue un total éxito, ¡una noticia de locos!

Disney se sentía de muy buen humor al enterarse de aquella novedad estupenda, y del entusiasmo, invitó a Pixar a celebrar su éxito al buffet del piso 3, en donde éste compró comida costosa para festejarlo en las mesas del lugar. Comieron hamburguesas, la comida favorita de la empresa del ratón y que sin duda comía con delicadeza, pues...temía a engordar o arruinar su físico con rollos y arrugas. Si quería ser perfecto en todo, también debía serlo físicamente; ese era su lema.

En finalización con su evento, Disney regresaba a su oficina normalmente. Al punto de bajar del ascensor, miraba su celular distraído, y en ello, se topó a Dreamworks por delante. El mayor también se encontraba distraído hablando con su amigo Universal pero en el instante que sintió un choque en su espalda, se desconectó de su tema y volteó quien era
—Vaya, hola, ratoncito. Me extraña verte solo, ¿y Pixar dónde está?— dijo dándose la vuelta con su cigarro en mano
—Hace rato comimos juntos en conmemoración de nuestro éxito con "Intensamente 2". Como sea, acabo de regresar del buffet y necesito volver a mi oficina para trabajar, así que si me disculpan...—
Siendo raramente cortes, Dreamworks lo detuvo al instante de su antebrazo
—Agh, ¿qué diablos haces?— habló quejumbroso sin querer mirarlo
—Honestamente también me extraña que me hables tan respetuoso. Tú siempre me contestas con desagrado...¿te sucede algo?—
La pregunta lo había dejado acorralado, puesto a que la verdad era saber y recordar las veces que mantuvo relaciones sexuales con él ¡y más en una piscina! Disimulado miraba al oponente de reojo (de excusa) cuando lo que realmente observaba...era lo de allí abajo
"Mierda...sigo sin poder creer que su cosota estuvo dentro de mí hace dos semanas, ¡aún no lo supero! ¿p-por qué razón...debo examinar directamente su parte íntima cada vez qué lo tengo cerca? ¡a-ahora el maldito cerdo parezco ser yo! que horror..."
—Disney...¿quieres hablar de algo?— mencionó el del logo lunar, sin embargo el nombrado no quería saber nada de su presencia hasta el momento
—¡N-nada, je! de-debo irme...¡hasta nunca!— se despidió acobardado, huyendo de la escena rápidamente
—Wow, tú ratón está cada día más raro— dijo Universal detrás de su amigo opinando sin filtro.

La compañía del ratón llegó corriendo hasta su sede, en donde cerró la puerta bien fuerte y asegurada mientras se sentía sudado y exaltado al mismo tiempo, quedando inmóvil con una pose ridícula hasta apoyado en la puerta de entrada para evitar cualquier visita "E-esto no me puede estar pasando...¡soy un puto pervertido! ¡me doy asco!", se despreciaba golpeando su frente de la vergüenza ajena a la vez que percibía la culpa por un lado, ya que sentía puro arrepentimiento del acto romántico sexual que tuvo con su rival en su casa con alberca. Lo excéntrico de ese día, es que no le dolieron las caderas luego de haberlo experimentado una segunda vez, eso si que le parecía extraño de averiguar.

Lo único que recordaba perfectamente es que despertó un poco mareado pero estando vestido, limpio y cálido en la cama ajena del hogar, permaneciendo abrazado a Dreamworks como si fuera un peluche. Al despertarse primero que el mayor, se levantó de la cama lentamente para no despertarlo y de paso revisar si sus dolores traseros estaban presentes, aunque eso fue nulo. En vez de palpar ese sufrimiento físico, percibía una linda suavidad en su piel e internamente sentía la corporalidad natural; cero dolores.

A diferencia de su primera vez, en esta ocasión si rememoró su momento lujurioso con Dreamworks; detalles que no sabía si mantenerlos u olvidarlos al azar. Desde esa bella noche en su piscina, percibió que realmente había sentido la verdadera satisfacción sexual que tanto le costaba sentir. En la manera que el enemigo exitoso expresaba sus deseos y amor en Disney era una ocasión inolvidable de odiar; cada beso, mirada, estocada y contacto los descontrolaba tanto que ni siquiera les importaba nada más, sólo experimentar sus verdaderas pasiones bien juntos a la par de sus sonidos placenteros que pedían más cariño físico, mental y sentimental.

Queriendo dejar a un lado todo esos fetiches que tuvo anteriormente, volvió a su mundo actual, prefiriendo regresar a su parte del trabajo en donde quería seguir planeando ideas increíbles para sus futuros proyectos.

Entre las primeras tres horas laborales, Disney no notó la presencia de Dreamworks en ningún momento en su oficina, pues sabía que solamente venía a molestar con comentarios estúpidos a propósito, no obstante no sucedió "Mmm...algo pasa aquí. Dream esta vez se negó a fastidiarme...¿le habrá sucedido alguna cosa?".

Concluyendo con su horario tedioso, quiso ir a examinar si su rival estaba bien; una cosa extraña de realizar para un oponente molesto como él. En su camino por los largos pasillos de paredes blancas, solamente pudo percibir a Universal delante mirando su propio celular
—Oye, planeta parlante, ¿sabes en dónde está Dreamworks?— dijo grosero sin saludar
—Wow, ¿hablas en serio? me asusta que preguntes por él, ¿por qué será?—
—Es "personal", sólo dime en donde puede estar—
—Creo que se fue al piso 1. Precisaba discutir negocios con las empresas de allí abajo—
—¿What? je, eso no me lo esperaba, ¿quiere gastar su dinero y tiempo en un "autito"? patético—
—Ni idea, supongo que ahora se le dio por querer uno— hablaba  ignorante conforme fumaba pacífico y Disney no entendía porqué se comportaba así.

Siguiendo la creencia de Universal, fue hacia el ascensor hasta bajar al primer piso para ver que sucedía. En los botones del elevador, había una advertencia en el piso 1 y 4 principalmente. En el nivel primero, se debe tener cuidado con pasar, pues al ser un piso bruto y rápido, alguien podría salir lastimado al dar un solo paso.

Mientras Disney permanecía quieto esperando llegar a su nivel pedido, a los pocos minutos de estar llegando se podía escuchar sonidos de frenadas de autos, motores encendiendo y mucho griterio que indicaban órdenes o regaños. Las puertas del ascensor se abrieron y sus ojos quedaron sumamente abiertos cuando se percató del semejante ruido bruto que había en todo el lugar (ahora entendía de dónde venían esos sonidos molestos que se escuchaban desde arriba). Resulta que todas las compañías de ese nivel manejaban sus autos como si fueran de carreras y sólo los usaban para probarlos o ser corregidos por sus superiores. En el instante que Disney llegó, todos se detuvieron al verlo y toda la zona se quedó en total silencio
—Eh...b-buenos días, empresas automóviles...mmm yo vine a...—
No le salían palabras de los nervios que tenía
—¡Escuchen todos, acaba de llegar una empresa cinematográfica del piso 6!— gritó la compañía de Ferrari a sus compañeros. A causa del ruido alborotado que viven a diario de los autos, se han acostumbrado a gritar
—¡Hola, señor cine! ¡¿podemos ayudarlo en algo?!— le preguntó Honda mientras cargaba una enorme rueda en sus manos, teniendo los guantes y la ropa manchados de gasolina, una cosa que le daba desagrado a Disney, pues no soportaba la suciedad y menos de esa manera "Gracias a Dios y no nací como empresa de vehículos", pensó de un suspiro aliviado
—Mmm...de casualidad, ¿hay un estudio cómo yo de nombre "Dreamworks" aquí?—
De repente, todos comenzaron a hablar al mismo tiempo con puros gritos intentando tener la razón, hasta que Toyota los calló con la bocina de su auto
—¡Cierren la boca todos, parecen loros! disculpe, señor empresa cinematográfica por el escándalo. Dreamworks se encuentra en la oficina de nuestra presidente, Mercedes Benz; está por allá—
Le señaló la sede de la jefa encargada, a un costado de la sala principal
—Muchisimas gracias, jeje. Lamento la interrupción hace rato—
Luciendo torpe ante los empresarios automovilísticos, se fue rápidamente nervioso a la oficina de su líder. Respetuoso tocó la puerta y la mujer le dio el permiso de entrar
—Buenos días, señora presidente, eh...debo preguntarle si-...—
Antes de que finalizara en hablar, vio a Dreamworks presente mientras conversaban con la superior
—¡Con que aquí estás! ¿qué demonios haces en este nivel?— dijo Disney molesto por el mayor que "desapareció"
—¿Eh? vine a comprar un auto, la pregunta más bien aquí es: ¿tú qué haces aquí?—
Esa pregunta lo dejó helado. Pues Dream tenía un buen punto, ¿por qué había venido? "Carajo, soy un idiota...¡¿para qué vine si lo odio tanto?! ¡¿estoy mal de la cabeza?! ¡¿por qué lo seguí y le hablo cómo un acosador?!"
—Emm...b-bueno yo...mmm...no lo sé...— contestó en palabras honestas, pues ni siquiera él era capaz de entenderse
—¿A qué te refieres con "no lo sé"? eso no tiene sentido—
Su corporalidad se sentía súper nerviosa, sin saber que hacer. Si tenía la ocurrencia de huir desesperado, se verían cobarde de su parte, pero si se quedaba sentiría la peor incomodidad del mundo
—Ok, como no piensas responder, supongo que también debo dejarte "sin palabras"— mencionó así nada más, confundiendo al menor de inmediato
—¡Sorpresa!— gritó repentino, dándole una pequeña caja de regalo al estudio del ratón
—¡¿Ah?! ¿q-qué es eso?—
—Es un lindo obsequio del cual no te vas a arrepentir—
Disney se sentía todavía más confuso, y sin evitarlo, tomó la cajita que estaba envuelta con un papel azul cielo adornada con pequeñas cabecitas de Mickey Mouse. Impaciente abrió el objeto y en él venía una llave especial que contenía un llavero de Tinkerbell
—¿Qué...es todo esto?—
—Es tu regalo por triunfar en tu nueva película de "Intensamente 2". Felicitaciones—
Imposible no quedarse sorprendido. Dreamworks fue capaz de comprarle un auto como obsequio; realmente una locura
—¿Acabas de...regalarme un "Mercedes-Benz"? wow...yo...no sé que decir...estoy atónito— dijo boquiabierto por lo entregado
—Jaja, no se preocupe. El auto que su novio pidió es mucho más grande y bello que el de Warner Bros— dijo la compañía Mercedes contenta
—Eh, gracias...¡pero él no es mi novio!— resongó nuevamente con su actitud, aunque Dreamworks lo calmó rápidamente con un tierno abrazo
—Shh, calmate, mejor vayamos a un lugar más...privado, mmh— le susurró pícaro, demostrando sensualidad en su voz al hablarle así. Entendiendo su indirecta un poco tarde
—Tsk, n-no digas esas cosas cuando estamos cerca de alguien, bastardo...—
También le contestaba en voz baja pero sonrojado sin poder contenerse la vergüenza.

Más tarde, los amados estudios regresaron a su piso correspondiente, en donde Dreamworks volvió a molestar a su ratoncito a pesar de que éste lo aguantaba más. Una cosa que Disney no podía evitar, era seguir viendo la entrepierna de su rival, sabiendo que es lo más inapropiadas que ha cometido; jamás le ha prestado atención a semejantes cosas como esas
"¡Doy asco!", pensaba cerrando sus ojos para no verlo, aunque eso generó que el mayor se confundiera al respecto.

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