Entre los estrechos pasillos de entrada caminaban varias empresas reconocidas y queridas por muchos, quizás empresas como Blumhouse, Ilumination, Toei Animation o Sony solían pasar por allí también. Cada uno yendo a hacer su trabajo. Entre ellos también rondaba Paramount; querido y odiado por muchos pero respetado por otros.

Paramount iba cargando varios papales en sus manos que los llevaba hacia su sitio de trabajo. Le costó dejarlos sobre el escritorio pero lo logró. Cuando finalmente pudo relajarse echándose en su silla, su celular comenzó a sonar con vibración, y al atender, una voz resongona le había arruinado su momento pacífico
—¡Paramount, ven de una vez a mi puta oficina! ¡es tu turno de completar las escenas de pelea en la computadora!—
—Ay...sí, sí, ya voy...— habló exhausto pero a la llamada no le importó y colgó la comunicación telefónica.

Paramount no tuvo más opción que ir hasta allá con una pereza que lo hacía parecer un vagabundo cansado por su manera de caminar. Una vez que llegó, la cosa se puso peor
—¡Al fin llegas! ¡¿cuántas veces debo decirte que llegues puntual?!—
—Agh, por favor Columbia, no estoy de humor para soportare hoy...—
—¡Ja! entonces ni hubieras venido hoy— dijo la dama con un autoestima pesimista, irritando más al mayor del traje abrigado
—¿Nunca te cansas de ser grosera, eh?—
—¿Y tú no te cansas de ser un vago? siempre te veo sin hacer nada, incluso parezco tu madre dándote órdenes—
—Carajo, eres insoportable—
La relación odiosa entre Paramount y Columbia tampoco era de las mejores recibidas en el establecimiento, y al igual que pasó con varias compañías, ambos debían colaborar juntos soportando su rivalidad en el medio. Sus personalidades resultaban ser opuestas y chocantes; Columbia siempre era testaruda, estricta y mandona, y el otro tenía una actitud tranquila, poco paciente pero también un tanto estricta cuando se trata de trabajo.

En la hora del lindo descanso, el empresario friolento fue a juntarse con su mejor amigo Warner como todos los días, en eso, cada uno tenía una cosa diferente que contar
—Y por eso no puedo entenderme correctamente. Dime, Paramount, ¿tú crees qué pueda estar sintiendo cosas por Universal sin darme cuenta?— intentaba Warner razonar sentado en una de las sillas del comedor mientras que su amigo lo miraba estando de pie
—Pues...no lo sé, tal vez puede que así sea. Supongo que deberías pensar perfectamente en emociones o sentimientos que has demostrado con él en algunas ocasiones—
—Mmm, puede funcionar—
—Quizá pueda servirte. En mi caso, pensar con mucha atención me ayuda bastante. Eso me ha dado ventaja para controlar mis impulsivas emociones y ahora simplemente soporto toda clase de insultos o comentarios que me atacan; un ejemplo clave es mi tolerancia que tengo con la densa de Columbia—
—Agh, ella es la peor en todo el edificio. Le encanta arruinar la vida de otros con sus reglas de "niñita mimada"—
—Sí, lo sé, sin embargo es mi tortura diaria—
No era algo que ocultar, en verdad le molestaba bastante trabajar con la empresa femenina. Columbia siempre tuvo ese carácter que desagrada a cualquiera pero al parecer ella no le da importancia. Entre todos los estudios cinematográficos que hay, Paramount es el único que consiguió soportarla por un largo tiempo. Incluso se rumoreaba que éste era un masoquista, y a pesar de esos murmullos, nunca les quiso dar atención. Lo más importante era trabajar, no chismosear; esa era una de las reglas que él mismo inventó para mantenerse calmado y siempre tenerla en mente para manejar sus niveles de furia. Muchos reconocían esta dificultad en Paramount, sin embargo la mujer esa parecía ser la única que no lo comprendía o no lo sabía.

Cuando ya eran las 5 de la tarde, todos los estudios permanecían en horario laboral. Paramount no paraba de cabezear del sueño que se traía, mientras Columbia sólo se la pasaba gritándole por cualquier queja respecto al trabajo
—¡¿Por qué esta escena está saturada?! ¡se supone que es una escena de baile, no una de jueguitos hackeados! ¡solucionálo!— dijo convirtiendo el trabajo de él en una bola de papel que luego le echó en la cara
—Tsk, ¿y tú qué has hecho, Columbia? aparte de joderme todo el día— contestó de mala manera mientras seguía con su mano apoyada sobre su cara en el escritorio del cansancio
—Más cosas de lo que crees; yo misma me encargue de crear a los personajes principales e incluso a los extras, también arreglé los bocetos que TÚ dibujaste mal, y por último, escribí el guión, solamente me falta el final de la historia y ya está—
—¡¿Es una broma?! ¡literalmente hiciste todo el trabajo sin mi ayuda, mujer!—
—Exacto, ya que tu pereza no ayudó en nada, yo fui la responsable de hacer todo el papeleo—
—¡Eres una hija-...— se levantó enfadado hasta arrojar la silla hacia atrás
—Sh sh, ni se te ocurra insultarme, galán, o también me encargaré de provocarte una sanción si quieres—
No había forma de confrontarla. Sus astucias y/o amenazas eran tan veloces que ni le daba el tiempo de pensar en alguna estrategia para callarla.

Una vez que llegó la siguiente hora del descanso, Paramount sentía que su vida se iba derrumbar si no hacia algo para vencerla con sus insultos. A medida que comía junto a su amigo, trataba de buscar una manera de relajarse mejor
—Voy a suicidarme sino hago algo pronto...— dijo en un modo frustrado
—Carajo, Paramount, de verdad te ves fatal. Desde aquí puedo notar las ojeras que tienes, ¿has dormido bien anoche?—
—Claro que no. Me quedé despierto hasta las 2 de la mañana para terminar los bocetos del proyecto...¡para que luego la desgraciada los rompiera y los volviera hacer ella misma sin decirme nada! ¡es una bruja! ¡por favor, Warner, tienes que ayudarme!— decía desesperado agarrando el traje a su amigo
—¡Tú fuiste su novio! d-debes saber al menos como enfrentarla o hacer que se calme—
—Bueno...yo...mmm, nunca pude hacerlo. Una vez intenté hacerlo y ella me arrojaba cosas o simplemente me daba patadas en la entrepierna😖—
—O sea que tú...¿le tienes miedo?—
—¡¿C-cómo dices?! ¡jaja! no seas ridículo, obvio que no. E-es una mujer, ¿cómo podría temerle?— hablaba nervioso, y Paramount se percató al instante de ello
—Miedoso—
—¡Cállate! ¡no soy ningún cagón como tú!—
—¡Ja! parece ser que soy el único estudio que no le tiene miedo, ya que he visto a muchos alejándose de ella cada vez que pasa—
—Pff, ni que fuera una asesina serial—
—¡A ti te asesinó el corazón! xD—
—¡Hijo de puta! >:'v—
Entre tantas mañas que se echaban de broma, una personita en especial les vino a arruinar la "fiesta"
—Veo que les encanta hablar mierdas de mí, ¿verdad?— interrumpió Columbia detrás de ellos. Ambos se voltearon rápidamente y se habían quedado en blanco por un instante. La mujer tampoco venía sola, pues iba acompañada con dos amigas reconocidas como Ghibili Studio y A24
—Con que éste es el vago que tanto hablabas— mencionó una de ellas como una manera de burla
—Agh, ya vete, Columbia y no fastidies. Estamos en la hora de descanso, no en una hora de pubertas sin atención escolar— dijo Warner burlándose de ellas
—¡¿Y tú qué te metes?! siempre es lo mismo contigo, liebre asquerosa; te encanta meterte en lo que no te importa, como lo hiciste con mi vida—
—Uhhh, ¡golpe bajo!— se burlaron las chicas metiches.

El trío de amigas gozaba de molestarlos a cada segundo, y ambos amigos ya se estaban hartando, pero sobretodo Paramount, que del enojo, tomó del antebrazo a Columbia y se la llevó lejos sin soltarla por más súplicas e insultos que ésta le lanzaba en el camino.

Seguido de tantas vueltas, el de vestimenta azul la encerró en su oficina para tener una seria charla con ella
—¡¿Te parece educado arrastrarme así?! estúpido sin vergüenza—
—Escuchame, bruja, ya me cansé de discutir contigo por idioteces. A partir de ahora voy a ponerte un límite cada vez que intentes agotarme la paciencia—
—¿Disculpa? ¿quién te nombró mi jefe personal?—
—¿Y qué me dices de ti? disfrutas liderando ante los demás cuando ni siquiera sabes estar en el lugar del otro. Eres simplemente una soberbia inconsciente—
Del enojo por dicho insulto, Columbia no se controló y lo golpeó de una cachetada
—¡Cállate! ¡que ni se te ocurra decir otra cosa más de mí, desgraciado!—
—¡¿Por qué eres así?! incluso diría que tienes peor carácter que Disney y Warner, acaso...¿estás en tus días o qué?—
—¡No preguntes eso, imbécil! y para que sepas: simplemente mi personalidad se basa en ser atractivamente perfecta en mi trabajo y liderar a los que son un par de perezosos, como tú—
—¡¿Y acaso se te ha ocurrido preguntarme el porqué estoy así el día de hoy?! ¡me desvelé para terminar los malditos proyectos que me pediste y luego tú los reinventaste sin mi permiso! la desgraciada eres tú, porque sólo piensas en ti— la señaló inculpándola
—¡No saques tus propias conclusiones!— le apartó la mano al instante
—¿Acaso miento? Holdings nos unió para llevar una buena convivencia y se nota que no sabes cumplirla, ¿a ti te parece un "buen trabajo"?—
La mujer se quedó callada en ese momento, percatandóse de su error que no deseaba admitir
—¿No tienes argumentos, verdad? ja, era de esperarse, en ocasiones suelo tener la razón— alardeaba Paramount como si hubiera ganado el debate
—¡Yo jamás me equivocó! y por ese motivo soy muy exitosa, incluso superó a tus películas en montón. De no ser por ti, no estaríamos aquí unificados, inútil—
—Uy, fantástico, ahora yo soy el culpable de todo, ¿no?—
—Pues que crees—
Cuando su escenita estaba por empeorar, Warner tocó la puerta del lugar
—Oigan, ¿está todo en orden?— preguntó apoyado en la entrada
—Sí, no te preocupes, en un momento salgo— le avisó Paramount tranquilamente
—Esto no se ha terminado, Columbia. Créeme que tú siempre serás la empresa más insoportable de todas—
—¡Ya vete de una vez, bastardo!—
Paramount había regresado a su amistosa relación con Warner Bros como si nada hubiera pasado. Se decidió por ignorar a su enemiga y mejor centrarse en platicas con su amigo. No obstante, al igual que pasa con otros estudios, será un reto llevarse bien con la compañía que tanto odia.

Me encanta darle protagonismo a otras empresas jeje >:)