Al encontrar su pijama apagó todas las luces y se acostó

[ × × × ]

El pelirojo despertó un tanto espantado, tenía la respiración agitada y estaba todo sudado, tuvo un sueño bastante..perturbador con el dueño de la casa, esto no era posible, el nunca había tenido un sueño así, Nakahara Chuuya era un chico se bien

Corrió al baño privado y se mojó la cara, luego se dio una ducha rápido y se envolvió en una toalla, camino a sus maletas para buscar su secadora de cabello, pero justo en ese instante la puerta fue abierta

—Joven Chuuya, le traje su..perdón, debí tocar

Susurró sonrojado el rubio, rápidamente dejo el colgador de ropa con el uniforme en la cama y se fue de la habitación, Chuuya no pudo evitar sonrojarse levemente. Se secó el cabello, se lo cepillo y se lo rizo. Luego de puso el uniforme y bajo con su mochila a la enorme mesa. Allí estaba Dazai gritándole al rubio

—¿¡Acaso eres idiota!?, ¿¡Quieres que te despida!?

—¡Ey!, no puedes gritarle así

Chillo molesto el adolescente viendo al dueño de la casa

—Nunca nadie me a levantado la voz..bien, no lo despedire. Me quitaron el apetito, ya me voy a trabajar. Chuuya, Tanizaki te llevará a la escuela

Dazai se fue de la mansión azotando la enorme puerta, el pelirojo se sentó y desayuno cabizbajo, nunca había levantado la voz..si su padre se enteraba sería su fin. Terminó de comer y se encontró con un chico de veintiséis años, como ocho centímetros más grande que él

—Hola, te llevaré a la escuela, vamos

Parece que el chico no era de hablar mucho, Chuuya se subió a la lujosa limusina y se quedó mirando por la ventana. Estuvo treinta minutos como idiota viendo por la ventana, hasta que por fin llegaron a un edificio enorme, no parecía una escuela

—¿E..es aquí?

—Si

—..Gracias por traerme

—Las clases terminan a las cinco, te estaré esperando a esa hora aquí mismo

—Bien, adiós

El pelirojo se bajó nervioso de la enorme limusina y camino por los pasillos del lugar, la mayoría se veían como adolescentes de poderosas familias, llenas de dinero y todos eran engreídos para su parecer

Camino al aula que le correspondía y se sentó al fondo, quería sentarse en frente para poner más atención y entender mejor las explicaciones, pero esos asientos estaban usados

—Am..hola, mucho gusto

Susurró un chico enfrente de él, Chuuya se le quedó viendo, ese chico era adorable, tenía ojos únicos y un hermoso cabello gris, casi blanco, su piel era tan pálida como la nieve, se le veían hoyuelos al sonreír y ese leve sonrojo lo hacía aún más lindo

—Hola..¿Cómo te llamas?

—Nakajima Atsushi, nunca te eh visto por aquí, supongo que eres nuevo en la escuela

—Si

—Yo podría darte un paseo por el lugar para que no te pierdas

—Gracias, eres muy amable

El profesor entro y ambos se callaron para poner atención en la clase

[ × × × ]

El día paso rápidamente, Chuuya estaba de vuelta en la enorme mansión, estaba conforme con su primer día, no tuvo inconvenientes, hizo un amigo, y gracias a Atsushi no se perdió en su primer día. Se tiró en la enorme cama y casi se le para el corazón al ver como su padre lo estaba llamando. Suspiro soltando todo su miedo y contesto rápidamente

—¿Ho-

—¿¡Cómo que el imbécil perdió el caso!?

—..¿Eh?..¿Papá?

—Ah, Chuuya si si, ¿Cómo te fue en tu primer día?

—Bien, logré hacer un am-

—¿Y las clases que tal?

Obvio..siempre era así, la única razón por la que llamaba era para saber de su rendimiento académico

—Bien..ya di una buena impresión al profesor de física, inglés y matemáticas

—Sigue así

Dijo antes de cortar la llamada

—..Si