extra 2
Con una mirada un poco nostálgica, Agon veía el inmenso jardín, mientras se adentraba a la villa principal de su familia Dow Murat. Tenía tanto tiempo lejos de casa, siempre se comunica con su familia. Pero, no se reunían en persona, cada uno pasaba ocupado en su trabajo.
Más bien, Agon no quería venir a un lugar que lo hacía sentir culpable. Culpable de no haber podido proteger a su hermano menor, todo por haber salido cuando no tenía que hacerlo.
En ese entonces, su pequeño hermano, se despertó. Al no encontrar a, Agon. Salió en busca de él, sin que los de seguridad se dieran cuenta. Ese pequeño era muy inteligente, pero también demasiado e ingenuo.
Agon y su familia le dijeron en muchas ocasiones de que, no era su culpa, que dejara de culparse. Qué su hermano menor, tampoco hubiera querido eso. Sin embargo, el alfa hasta el día de ahora, se sigue culpado por ello. Y, puede que nunca llegué a perdonarse.
Es por eso que, por más que les doliera mantenerse lejos de Agon. Su familia le permitió emprender ese lagro vuelo lejos de sus alas. Si eso era lo mejor para Agon, lo aceptarían con pesar. También, porque a dónde iría su pequeño, sería a la propiedad Zat.
Ellos confiaban en Adair Zat, sabían a la perfección que, ese hombre elegante de aura digna y mojigata se escondía un ser perverso cuando, tocaban a su gente y o las personas apreciadas para él.
-Hola, hermano.-Saludo con tristeza.-Es ridículo preguntar. Pero, ¿cómo has estado?-Mira el césped bajo sus pies. Pequeñas flores blancas y amarillas están empezando a florecer, al rededor de la lapida pegada al suelo.
Él había sido sepultado en el lado Sur de la villa, un campo de flores fue creado solo para él. Querían que tuviera una vista bonita. Ya que, él, también amaba las flores. Siempre decía que cuando fuera grande sería botánico.
-¿Estás viviendo bien ahí?-Sus ojos se humedecen.-¿Te están tratando bien?-Cayó de rodillas.-Lo lamento, en serio lo lamentó tanto.-Gotas de agua como la lluvia humedecen el césped verde florecido.
De repente el campo de flores se empezó a sacudir, no estaba haciendo viendo, aún así, las flores no dejaban de bailar como si viento las estuviera haciendo bailar.
-He venido a disculparme, por todo el tiempo en el que no vine a visitarte.-Dejo dos pequeñas ramas cubiertas de flores blancas y rosa, llamado; Arbol de Júpiter.
Era su favorita por florecer en verano, decía que en el lenguaje espiritual; Simboliza la transformación y la renovación, su vibrante energía proporciona en cambió positivo.
-Espero no te enojes por venir solo a confesarte algo.
-Hasta que vienes, malo e ingrato hermano mayor.-Lo ve con reclamó, pero sus ojos tienen una sonrisa.-Me hiciste esperar mucho.
Agon, suspiro unas cuantas veces antes de visualizó a su hermanito, e imaginar como sería hablar con él. De cómo le respondería.
-Lo sé.-Lleva sus manos hacia atrás.-Sé que he sido un bastardo e insensible...cobarde.
-No.-Abraza por la espalda ha Agon.-No eres nada de eso, hermano mayor.-Apoya su lado izquierdo de su rostro, en la espalda del mayor.-¿Hasta cuándo te seguirás culpando?-El viento soplo fuertemente.-No lo eres.-Se alejó de Agon.-No tengo nada que perdonarte, porque no eres culpable de nada.
El alfa solo vio la figura de su hermanito, con una gran sonrisa en toda su cara, adentrarse poco a poco al campo de flores.
-¿Qué quieras contarme?-Lo ve curioso.
-Me enamoré de una hermosa persona.-Sonríe.-Es desvergonzado en ocasiones, pero de igual manera me encanta con todos y sus defectos...-Sus mejillas se sonrojan.-Él es quién me hizo sentir vivo un vez más, me han enseñado cosas de las que no sabía.
-¿Eres feliz?
-Sí, mucho.-Aprieta sus puños.-¿Está bien que lo sea? ¿Está bien que alguien me ame? Dime, ¿Está bien?
Pregunté ansiosamente, con un nudo en mi garganta. Quería escuchar su respuesta, aunque sea solo mis egoístas deseos. Porqué en realidad, mi hermano menor, no estaba aquí, conmigo. Solo es un producto de mi imaginación.
-Sigues siendo un gran tonto.-Nego con su cabeza.-Ya no eres un niño.-Da vueltas al rededor.-Siempre has merecido toda la felicidad de mundo, hermano mayor. Mereces que te amen sinceramente como tú lo haces.
Deja de dar vueltas para acercarse al alfa ojos color miel. En ese punto, el alfa ya no sabía si todo era su imaginación. O ¿si de verdad estába sintiendo la mano de su hermanito, sobré su hombro? Se sentía tan vivido, cálido.
-Se feliz, ya olvida ese trágico accidente. Fue mi culpa y solamente mía, no debí hacerlo. Tenía que haberte llamado.-Su mirada es triste.-Lo estas haciendo bien, eres un gran guardaespaldas, amigo, novio.-Sonríe con lágrimas en los ojos.-Vive feliz...visita más a menudo a nuestros padres y hermanos mayores, ellos te extrañan mucho.
-¡H-Hermanito...!-El nudo en su garganta se hizo más grande cortado el flujo de respiración.-¿Estás...?
-No importa si solo soy un producto de tu imaginación, o real.-Vuelve alejarse de Agon. Sin embargo, este lo sigue queriendo alcanzarlo.-Sigue viviendo como lo has estado haciendo, solo que ahora, sin arrepentimiento y mucho menos culpa.
-¡Carlton!
-Se feliz y yo también lo seré, mi tonto gemelo.-Sonrió.
Agon quiso alcanzarlo, no lo logró. En cambio, su tembloroso cuerpo fue abrazado por el viento que aparentemente se sentía cálido en vez de frío.
-Sere feliz.-Aferra sus dedos al césped.-¡Prometo ser muy feliz siempre...! ¡¡Lo prometo!!
Tras llorar por unos minutos y reorganizar sus pensamientos, y ese extraño suceso. Él se levantó del suelo, despidiéndose de su hermanito menor por diez minutos.
-Nos vemos después, Carlton.-Agrandes zancadas camino en dirección de sus padres.
Solo espero que, no se descuenta de que estuve llorando. Puedo imaginarme el escándalo que harían, "¿Quién es el culpable? Lo iremos a saludar" serían sus palabras, ese saludar se convertirá en masacre.
También espero que los de seguridad, no les hayan avisado de que estoy aquí. Les dije que quería darles una sorpresa, justo como los sorprendí a ellos.
-¡¿Virgen?!
Agon detuvo su caminar al escuchar las voces ruidosas llamándole de esa manera, girado un poco su rostro, solo para ver, esos dos hombres de bella piel morena, altos, esbeltos con músculos definidos, y sobre todo, esos ojos azules y violetas como los de un zorro.
-¡Crisler, tenías razón!-Vocifero el de mirada violeta coqueta, y a la vez como la de un zorro.
Agon permitió que su segundo hermano mayor, Nigel. Lo abrazara, y despeinara su cabello. Podía sentir la alegría de verlo en persona, después de tanto tiempo.
-¡Si es nuestro pequeño, Agon!-Sonríe, al mismo tiempo que peina su cabello azul plateado hacia atrás.-Bribón, hasta que te animas a parecer.
Nigel, es cinco años mayor que Agon. Dos años menor que, Crisler. Nigel suele ser serio en su trabajo, pero cuando no está trabajando es todo lo contrario, es más desvergonzado, sádico, también se considera un romántico empedernido.
En cambio Crisler, el es reservado, e intelectual. Sin embargo, tras esa expresión confiable se esconde un gran masoquista. Quizás solo Agon, es el único normal en esa familia.
-Gane-Extiende su mano.-Es momento de pagar, Nigel.-Crisler sonrío triunfante por ver ganado la apuesta.
Esa mirada azul feroz como la de un lobo, jamas fue tan feliz como lo es ahora. Le encantaba ganar las apuestas que hacia con Nigel.
-Maldición, toma.-Entrego con pesar.-Ahí va toda mi paga.-Rechino los dientes.-No volveré hacer una puesta contigo.-Bufa.
-Esto es mío.-Le quitó todo el dinero a Crisler.
-¡Hey, es mío!
-Jajajaja.-Se burló de Crisler.
Nigel se alegro de que no fue el único perdedor. Ya que, Agon se quedaría con el dinero de la apuesta. Ver la cara de indignación en Crisler. Era todavía mejor para el de ojos violetas.
-Sigan llamándome virgen.-Frunció el ceño, molesto.-Es el precio que tienen que pagar.
A pesar de los años, siguen comportándose e inmaduros. Aunque, es agradable ver y sentir que nada a cambiado por más que pase el tiempo. No hay ninguna atmósfera incómoda a nuestro alrededor, es como si siempre hemos vivido juntos y nunca nos hayamos separados.
-¿No es la verdad?-Sonrien perversos.
Todos tenía prohibido investigar la vida privada de Agon, sin excepciones. Es por eso que, nadie de su familia está enterado de que Agon, tiene novio.
-¿Qué es esa sonrisa?-Ambos siguieron al más joven.
-No puedes irte así sin más.-Comentó, Negil.-¡Agon!
-No les diré.-Corrió.
Una vez más por un corto tiempo, podía volver a convertirse en un pequeño niño. Niño que le encantaba jugar con sus hermanos mayores.
-Ven aquí.-Expresó, Crisler.-Devuélveme mi dinero...
Estaba a unos centímetros de tomar el cuello de la camisa de su hermanito, cuando un hombre alto, rostro ovalado con una cicatriz en su nariz, fornido, de 1.95 metros de altura. Aura e intimidate y su cabello azul plata cortado estiló militar, abrazo al joven alfa. Protegiéndolo.
-¿Qué le están haciendo a mi bebé?-Preguntó con su voz gruesa, esa mirada azul era feroz. Él se parecía mucho a Crisler, hasta tenían el mismo color de cabello.
Podría tener esa cicatriz en su nariz, pero en vez de hacerlo lucir feo, era todo lo contrario. Se veía rudo y a la vez sexy. Pese a, esa cicatriz en su rostro. Él ya era guapo, y esa pequeña cosa no iba a venir a borrar eso. Solo incremento la sensualidad en el padre de Agon.
-Padre, ¿qué te he dicho sobre dirigirse a mí, de esa manera?
-Tantos años sin verte, abrazarte, y es lo primero que dices. Bribón.-Lo levantó en su brazos tan fácilmente.
-¡Padre!-Se volvió tímido de repente.
La altura y la fuerza de padre, es demasiado ridícula. Siempre tuve la esperanza de llegar hacer tan grande y fornido cómo él. Sin embargo, no lo logré. Padre es único, quizás porque vivió su mayor parte en esos país con clima gélido. Su pasado es algo turbio por así decirlo.
-¿Qué es todo ese ruido?...¡Agon!-Un hombre deslumbrante de 1.85 metros de altura, bajo corriendo las escaleras. Queriendo llegar lo más rápido posible dónde se encuentra Agon-¡Viniste! ¿Por qué no avisaste?
Él si se parecía un mínimo a, Agon. A excepción de los ojos, los de él, son violetas acentúa con su color de cabello lila, deslumbrado su piel tan sedosa y blanca como la leche. Se parecía más en sus ragos fáciles. Ya que, Agon se parece mucho más a su difunto abuelo por parte de papá. [Agon le dice papá en vez de mamá]
Es un alfa muy masculino, ardiente y radiante. Su mirada sensual todo aquel que la ve, enfatiza que es como ser hechizado por ese derroche de sensualidad. De su cuerpo ni se diga, es toda una subliminal escultura.
-Hola, papá.
Con él se pone un poco más nervioso porque, al contrario de su padre que aparenta ser feroz, su papá lo es mucho más, y eso que, en el exterior siempre suele llevar una sonrisa amable.
-Estoy en casa.-Sonrie.-Lamento no haber venido cuándo tenía tiempo.
-No tienes porqué disculparte, ¿cuándo llegaste?-Lo revisa de pies a cabeza.-Has creciendo tanto. Más le vale a esos dos tipos, que te están pagado bien, alimentadote cómo es debido-Lo arrulla en sus brazos.-¿Te quedarás en la villa está noche?
-Sí.-Corresponde el abrazo de su papá.-Me quedaré.
-Vamos a sentarnos, tenemos tanto de que hablar.
-Sí, sobre todo el no ser virgen.-Enfatizan sus dos hermanos mayores.
-¿Qué?-Ambos padres, miran al más joven de la familia.-¿Quién es esa persona?
Agon tenía unas severas ganas de romperles las pelotas a sus hermanos mayores, hablar sobre su vida sexual con su familia, es lo menos que quería hacer en estos momentos.
-¿Es decente?-Preguntó su papá. Cruzado sus piernas, con esa mirada violeta fija en Agon.-¿Cuánto tiempo llevan juntos? ¿Te quiere de verdad.
-Esposa, ¿no crees que esté no es el momento de interrogarlo de esa manera?-Masajea los hombros de su esposa.
"Gracias, padre" fue lo que expresó con su mirada, mientras veía ese color azul. "Soy tu padre, es lo que debo hacer. Aunque, si tu papá se enoja, debés de ayudarme a calmar su furia"
Mi padre podía ser el hombre más temido y causar miedo con solo mirarlos a los ojos. Sin embargo, frente a papá, su esposa. Es todo lo contrario, un conejito fortachón.
-Primero disfrutemos de esta reunión familiar, mañana podemos hablar con más calma de todo lo que quieras saber, ¿sí?
-Tienes razón.-Deja caer sus manos sobre las de su esposo.-Hablemos mañana, con más...¡¿Quién te hizo llorar?!
-¡¿Quién se atrevió hacer algo imperdonable?!-Cuestionan los otros tres.
"¡Demonios!" penso, Agon. Todo su alrededor se volvió sofocante por la repentina explosión de feromonas, era como estar en la jungla rodeado de depredadores.
-Pueden calmarse.-Suspira pesado.-Solo fuí a visitar la tumba de Carlton, antes de venir aquí...
-Agon.-A su familia se le estrujó el corazón.
-No te sigas culpando.
-Lo sé.-Abraza a toda su familia.-Ya lo entendí. Perdón por preocuparlos, y alejarme así de ustedes.
-No tenemos nada que perdonarte.-Su papá y padre besan la frente de Agon.-Solo queremos que sea feliz, ¿sí?
-Lo soy, y seguiré siendo feliz...
-¿Quién te quito la virginidad?-Preguntó, Negil. Al parecer no tenía la intención de quedarse con la curiosidad, y eso podría causar que lo dejarán medió muerto.
Ya que, Agon se había lanzado hacia él, dejándole ir unos buenos puñetazos. Los demás no tenía ni la más mínima intención de meterse, es más; estaban apostado de quién ganaría. Nadie en esa familia es normal.
Nota🤍
Actualizó ahora, porque cabe la posibilidad de que mañana, no pueda.
Feliz fin inicio de semana. ✨🌅☕
Att: Yessi.A
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