epílogo

Nota🤍

Actualizó en este momento porque mañana estaré ocupada, no creo poder tener el tiempo suficiente para hacerlo. Y no quiero hacerlo/as esperar tanto por la actualización. (⁠´⁠∩⁠。⁠•⁠ ⁠ᵕ⁠ ⁠•⁠。⁠∩⁠'⁠) por eso lo hago ahora.

Att: Yesse.A





Sus ojos se cerraron un poco al sentir los rayos del sol, caer por su cincelado rostro que poco a poco se va volviendo más fino, atractivo.

Verlo te entran unas ganas enormes de pellizcar sus regordetas mejillas rosas por el ardiente sol de arriba de ese cielo sumamente despejado, era un día soleado y caluroso.

Se encuentra en verano, y en está ocasión llegó demasiado fuerte, es buen tiempo de ir a la playa, o de disfrutar una rica paleta como lo está haciendo en estos momentos padre e hijo. Mientras Aster sostiene la mano de su padre.

Tanto él como su padre vienen de la heladería más cercana de su hogar, cumpliendo los antojos de Ishaan y al mismo tiempo aprovecharon para comprar algo para ellos dos.

—Padre.—Hablo Aster con su mirada fija en el suelo, atento de donde pisa.

—¿Sí?—Lleva su mirada a ese pequeño niño que tanto ama.—¿Quieres otra paleta? Eso es imposible, solo puedes comer una nada mas.—Ishaan me advirtió con su caliente mirada dominate que no le dirá más de una. Qué Aster no debía comer mucho dulce.

Ishaan si se lo dijo fríamente, pero no con esa mirada que asegura haber visto Dewei. Él es quién se calienta cada vez que su esposa se vuelve e intimidante con esa preciosa mirada verde limón.

—No es eso.—Tira el palito al basurero.—Mamá me comentó muy seriamente que no debo de comer más de dos.—Mi cuerpo no resiste el ingerir mucha azúcar.—Y está bien, poder comer algo dulce aunque sea un poco, es agradable.

—¿Entonces?—Así que era consiente de eso a, Aster le gustan mucho los dulces pero si ingiere más de dos dulces, su estómago empieza a doler.

Por eso límite es de un dulce y medio, todavía puedo sentir la desesperación que sentimos en ese momento, cuando se sintió tan mal y tuvimos que llamar a Raphael, estuve a punto de perderme en la locura, no solo yo. Ishaan también, nos dolía verlo así de mal.

—Quería decirte que dejes descansar a mamá.—Expresó.

—¿Qué?—No entiende de que está hablando.—¿Cómo que dejarlo descansar?

Para Dewei eso se escuchó como si estuviera e intimidado a su amado esposa, y no era así. Es verdad que siempre está pegado a Ishaan luego de regresar del trabajo y sobre todo disfruta de darle mucho amor por las noches, cuando las puertas de su habitación se cierran. Ishaan también disfrutaba ser amado por su esposo.

Aster empezó a dormir solo desde hace dos años, alegado que no quería ni ver ni escuchar la tonta voz de su padre, cuando le hablaba de esa forma extraña a su mamá.

Que era muy vergonzoso escucharlo y sobre todo verlo. Sin embargo, la verdad era otra. Él quería darles el espacio a sus padres como la pareja que son, que disfruten de su tiempo juntos a solas.

—Sí, como escuchaste.—Se detiene, los pares de ojos amarillos se ven fijamente.

Lo bueno que soy alguien sensato, al principio peleaba por la atención de padre con mamá casi todo el tiempo. Dándonos miradas asesinas. Todos se sorprenden que soy más apegado a padre que a mamá. De igual manera, los amo a los dos por igual.

—No son conejos, o, ¿sí?

Le pregunté a mi tío, Agon, que significaba ese término ya que mi tío, Adair. A menudo suele decirlo sin percatarse que estoy presente y mi tío Angi siempre se termina poniéndose pálido.

Es por eso que se lo pregunté, Pero el tío Agon no me quiso decir lo que en realidad significa, prefirió decirme una excusa absurda. ¿Creé que soy un niño común? Aveces él es muy inocente al igual que el tío Agni.

Entonces, no me quedó de otra que pregúntarle al más boca flojas de todos y ese mi padrino, Cari. Él si me lo explico de una manera extraña, pero lo hizo. Aunque, después termino siendo regañado por mi padrino Jaylen. Estoy seguro que ese día durmió en el patio.

Mi padrino Jaylen da un poco de miedo cuando se enoja, es lo mismo con mamá. Por eso nunca lo hago enojar, tengo suficiente con ver como padre en ocasiones se vuelve un pequeña pantera con su cola caída al igual que sus orejas inexistentes. Es extraño como un hámster puede domar una pantera con tanta facilidad.

Sí, a los ojos de Aster, Ishaan es un lindo hámster cuando se enoja. Es por eso que hay veces que se lo imagina de esa manera mientras regaña a su Dewei.

—Ya no quiero compartirlos con nadie más, es molesto.—Confesó.—Si siguen así, nuestra casa parecerá una guardería. Ni los animales se comportan como tú, padre. Tan insaciable...

—¡Coff, Coff!

Dewei estuvo a punto de ahogarse con ese pedazo de hielo que se escabulle por su garganta. Preguntándose; ¿Quién demonios le enseño esas palabras e información a su cachorro de tan solo siete años?

Él y Ishaan procuran no hacer nada indebido en su presencia, sin embargo se les escapa que otro acto de amor que va desde besos a pequeños toques de mano.

Les es imposible el no decirse cuánto se aman cada vez que tienen la oportunidad. De cuanto se extraña cuando se encuentra lejos por un par de horas.

Ishaan un año después de que se caso por segunda vez con el amor de su vida, busco un lugar agradable y sumamente hermoso para comprar. Así fue, ahora lo usa como su estudio de fotografía, logró ejercer su carrera de fotógrafo profesional y le está yendo muy bien.

Su hijo, su esposo, y padres fueron sus primeros modelos. Esas primeras fotos son las que están de muestras en la sala de exhibición para que las personas vean sus habilidades. En su mayoría siempre quedan fascinados con Aster, él es muy fotogénico. Una simple posee la vuelve inigualable.

—¿Quién te dijo eso?—Se agachó a la altura de Aster.—¿Sabes lo que significa?—Ishaan me podrá en abstinencia si se entera que su inocente tesoro aprendió algo así a su edad.

—Padre.—Lo ve ofendido.—Tu pregunta en serio está ofendido mi intelecto.—Estrello suavemente sus manos en las mejillas de Dewei.—No des por sentado mi inteligencia.—Retoma su caminar.

Es agradable burlarse de padre, sus expresiones no pasan de pálidas. Hasta podía ver su alma salirse de su cuerpo por unos segundos. ¿Estoy seguro que está pensado en que pasaría si mamá se entera de esto? Simple, dormirá en sala.

—Aparte, el tío Adair suele ponerme documentales de animales.—Sonríe perverso, una sonrisa que no vio Dewei. Ya que Aster le está dando la espalda.—También suele decir a menudo que su, "cuñada" es como un pequeño y fuerte conejo.—Me disculpare después con el tío. No. No lo haré.

Se merece un buen regaño por parte de papá, es una venganza por llevarse muy rápido al tío, Agni. El otro día que vino de visita.

—También comentó que mamá debería de dejarte dormir en el sofá por un buen tiempo.—Ya quiero ver la expresión del tío Adair, espero que haya palomitas en ese instante.

—Hermano.—Hablo entre dientes.—Creó que le haré una visita inesperada a tu tío, se ha portado muy mal al parecer.

Dewei se volvió a poner derecho, siguiendo de cerca a su pequeño hijo. Al mismo tiempo sus ojos brillan con molestia, pensado en que decirle a su hermano mayor, o si subirlo al rig para tener una charla, "muy agradable" por verle ensañado esas cosas a su muy inocente pequeño Estrella.

—No le hagas caso a tu tío.—Suspiró profundo, relajado sus músculos de esa manera no iría ahora mismo donde Adair.

El alfa de ojos amarillos y su familia se fue a vivir a otro lugar, no querían irse pero Dewei pensó que ya era momento de dejar el nido. Se mudaron a una mansión con 15 minutos de distancia entre su hogar y el de Adair.

Eso era lo más lejos que podía estár de su único hermano mayor, no podía irse más lejos por si Adair llegase a sentir solo y quería hablar con alguien, de esa manera podría ir muy rápido donde Dewei, hablar de sus inquietudes u otras cosas.

Los padre de Ishaan, Zaid y Fernando también se mudaron a otro lugar después de que se casaron, ellos dos todavía sigue de luna de miel luego de medio año de casados. Sin embargo, en días especiales o festivos suelen venir de visita.

—¿Debería?—Levanta su ceja.—Lo pensaré.—Sonríe.

—En serio, en ocasiones me gustaría que no tuvieras esa inteligencia.—Lo levanta en sus brazos.—Si nadie dice nada, tú lo descubres en un instante después de indagar. ¿Serías un gran detective?

Limpia las esquinas de esos pequeños y muy finos labios de Aster, no se había dado cuenta que estaba manchado de chocolate.

—¿Qué piensas estudiar cuando seas grande?

—En ese aspecto soy más como mamá.—Sonríe.—Ya que tu eres un poco tonto, es por eso que te cuido siempre.—Se aferra del cuello de Dewei.—Sigo sin entender cómo alguien tan genial como mamá, se enamoró de ti.—Sonríe malvado.—Con respecto a que estudiar, seguiré tus pasos. Me gusta la sensación de impactar mi mano contra el sacó de arena.

Aster quedo fascinado desde el momento en que vio a su padre en el rig, entrenando con su tía Abriella y en ocasiones con Ken, aunque Ken en un dos por tres era vencido por Dewei.

—¿Quién es tonto?—Entrecierra los ojos.—Pero, tienes razón. Mi esposa es demasiado genial, mucho mas cuando usa su voz dominate o habla sucio.

Ya quiero ver su bello rostro todo frunciendo, porqué estoy seguro que intuyo que lo llame esposa, sería un verdadero milagro que no me corrija. Lo digo por experiencia, así lo llame esposa a miles de kilómetros lejos de él, siempre tiene una manera de enterarse que me referí a el por ese título.

Me he acostumbrado y me encanta que me corrija, se ha vuelto parte de nuestro día a día. Es divertido y lindo verlo actuar así, para mí es mi pequeño hámster aunque de pequeño no tiene nada.

—¡Olvida lo último!—Se dió cuenta de su metida de patas.—Fingue que no escuchaste nada de eso.

—No.—Salto de los brazos de Dewei.—Se lo iré a decir en este momento a mamá.—Salio corriendo.—¡Mamá!—Sus labios fueron adornados por una bella sonrisa.—Ya regresamos, estamos en casa.

—¡Aster...!—Joder, ahora tocará dormir en la sala.—¡Cariño, no le creas al cachorro!—Exclamó afligido.

La sonrisa risueña del pequeño y muy travieso Aster, resuena por todo el lugar mientras corre por cada esquina de su hogar.

No iba apresurado por ir adelantar a su padre con su mamá, no. Iba apresurado por algo más. Quería ver alguien en especial.

Cuándo encontró lo que estaba buscando por todo el lugar, Aster sonrió todavía más. Él se encuentra muy feliz mirado detenidamente a dos pequeñas personitas que venía corriendo hacia él, con sus piernas cortas y sus brazos abiertos de lado a lado.

—¡Her..Hermano!—Dijeron sonrientes, lanzándose sobre Aster, quién los atrapó en sus brazos.—Bien..Bienvenido.

—¿No molestaron a mamá?—Ellos dos son tan inteligentes, aprendieron hablar más antes que yo, cuando todavía era un bebé.

Esos bellos ojos amarillos conecta con las miradas de sus pequeños hermanitos, ellos a penas pueden sostenerse en sus pies.

—N..No.

Ellos dos tienen un año de edad. Aster no podía ponerle una puntuación a su felicidad al tener dos hermanos menores. Mellizos, un risueño niño de grandes ojos verdes brillantes y una hermosa cabellera azabache. El es; Sulien, que significa; Nacido del sol.

Una hermosa niña de mirada almendrada color amarillo, de grande y deslumbrante cabello azabache, su parecido con Dewei era enorme. Ella es; Aelia, que significa; Sol.

Nacieron en un caluroso verano como lo es ahora, sin embargo ese día en vez de ser caliente fue como un día primaveral para la familia Zat.

Ellos dos fueron fecundados en el aniversario de bodas de Dewei y Ishaan. En ese instante ambos entraron en su rut. Se podría decir que los alfas lo planearon de antemano. Ambos quieren una familia grande, sin exagerar tenían planeado tener cinco hijos. Y están a poco de cumplir su meta.

—¿Por qué venían gritado?—Preguntó Ishaan.

—No es nada, cariño.—Besa la coronilla de los mellizos.—Aster que quería llegar rápidamente para poder jugar con sus hermanitos.—Acaricia el abultado estómago de Ishaan.—¿Estás cansado?—Besa suavemente los labios de su esposa y luego esa pancita.

Ishaan parecía tener seis meses de embarazo, todavía no sabe cuál es el género del bebé. Quiere que sea sorpresa como lo fue con los mellizos.

—¿Es así?—Suavemente sostiene las mejillas de Dewei.—Cuando entenderás que soy tú, e.s.p.o.s.o—Muerde la mejilla del alfa mayor.—Tendre que hacerte entender a las malas.

—Me gusta como suena eso.—Sonrío lascivo.

Aster solo cubría los ojitos de sus hermanitos, no quería que vean que su padre suele actuar de manera vergonzosa.

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