La puerta de la ducha se abrió ligeramente y muy suavemente, Dewei no quería despertar ni a su esposa, si a la semillita que se convirtió en una radiante estrella.

No obstante, eso fue innecesario ya que Aster se encuentra más que solo despierto. Ese pequeño con una pijama de tigre de vengala, se mueve muy inquieto. Queriendo tocar a Ishaan.

—Oh, no, no, hijo mío.—Detiene los movimientos de Aster.—Mamá se durmió hace poco, dejémoslo descansar ¿sí?—Susurró muy bajito, levantado en sus brazos a su hijo.

Aster ya no es ese bebé con la piel roja, ahora tiene un mes y medio de nacido y cada día que pasa se va volviendo más inquieto. Pese a eso, en los brazos de su padre sigue viéndose tán pequeño.

Dewei podía sostenerlo en un solo brazo sin necesidad de usar la otra mano, pero siempre lo sostiene con ambas manos por temor a dejarlo caer. Porqué a sus ojos esa pequeña cosita podía romperse con cualquier movimiento ya sea suave o brusco.

—¿Tienes nuevamente hambre?—Solo basto escuchar a su padre y ver la mamila que estaba por preparar Dewei, para ponerlo todavía más inquieto.

Levantaba sus manitas querido sostener en sus manitas, eso le dio a entender que su hijo, sí tenía hambre por cuarta vez en una sola noche-Madrugada.

Se alimenta de los pesones de Ishaan, toma leche de la mamila, es un niño muy glotón. Sin embargo, Dewei agradece que haya aceptado la mamila porqué de esa manera su amado esposa, podía seguir descansando mientras el se hacía cargo de cuidar a, Aster.

Durante este último mes atrás, Aster no llora por las noches o se queda despierto hasta que le entra sueño, no. Aster mientras este lleno por haber comido, todo tranquilo.

No obstante, si se pasan un minuto de la hora estipulada, entonces sí, llora tan fuerte que se puede escuchar por toda la propiedad Zat.

Ese pequeño tiene unos fuertes pulmones, otra cosa que los padres han notado, es que odia sentir lo húmedo de su pañal o cuando hace del dos. Tienen que limpiarlo tan rápido u está haciendo caritas de desagrado.

A Ishaan le parece tan adorable esos pucheros, porqué en vez de llorar hace diferentes pucheros de repulsión al sentirse sucio.

—Te paciencia.—Besa esa cabellera plateada.—Se está enfriando, no puedo darte algo que esta demasiado tibio.—Comenta con suavidad.—Te quemarás la lengua y la boquita.—Con su dedo índice, frota la nariz de bebé.

Aster sujeta con fuerza ese dedo para que deje de tocarlo tanto, estaba por morderlo. Pero, Dewei lo retiró rápidamente. No le gusta que Aster se lleve cualquier cosa a la boca por tantos gérmenes que existen y podían causarle malestar en su pancita.

Cuando se debe es un padre sobreprotector y también muy celoso, no le agrada que tenga en sus brazos por tanto tiempo a su hijo. Y los demás solo para verlo frunciendo el ceño, suelen tener a Aster hasta que el pequeño dice soltarme.

Sin embargo, con Agon y Agni es muy diferente, por una extraña razón le gustaba verlos y jugar con ellos hasta quedarse dormido. Al principio, Agni no quería acercarse por miedo asustarlo ya su aparecía es un poco feroz.

De igual manera eso no le importó a, Aster. Desde al principio vez que lo vió agarro la mano de Agni, para el guardaespaldas eso fue un sentimiento agradable. Por primera vez un niño no le tenía miedo.

Aunque, en ese momento la mirada de Adair le puso nervioso. Su relación se ha vuelto un tanto tensa desde ese día en el hospital cuando vió a su maestro sostenido al pequeño Aster.

Adair le a pedido muchas veces que le diga que está pasando por su cabeza, no obstante Agni niega de que esté pasando algo, siente que no tiene el derecho a decir lo que pasa por su mente cuando él y Adair solo tiene una relación de alivió mutuo.

—Ya puedes tomarla.—Sonríe al ver como Aster deja de ponerle atención a él y solo procura disfrutar de su comida.—Glotón.—Expresó.

Es bueno que Ishaan no haya recordado, debe de estar muy cansado como para no despertarse al no sentir la presencia de Aster.

Los primeros días fueron como estar en la guerra, ni boxeado me había cansado tanto en mi vida, sin embargo conocí lo que se siente estar agotado tanto físico como mentalmente.

A los segundos de quedarme dormido, volvía a recordar porqué Aster tenía hambre o se había ensuciado, y tenía que cambiarlo u darle de comer antes de que empezara a llorar.

Tampoco podía permitir que despertara a mi esposa, él tenía que seguir descansando en medió de la noche. No quería que Ishaan haga nada hasta que esté completamente recuperado, y para eso todavía falta medio mes.

Eso por eso que procuro cuidar de los dos, tanto de mi Ishaan como de nuestro hijo, son lo que más amo y todo lo que hago por ellos, lo hago de todo corazón.

Mi Ishaan me dio la oportunidad de poder ser padre, disfrutar de ese espléndido sentimiento. Por lo tanto yo tengo que hacer lo que este en mis manos para protegerlos y darles siempre la mayor comodidad, felicidad.

—Come despacio, nadie te está persiguiendo.—Aster solo ignora la voz de su padre.

Cuando está alimentándose, todas las personas o cosas a su alrededor son completamente invisibles. Toda su atención se centra en la mamila que sostiene sus manitos.

—Me estoy sintiendo herido.—Comunicó.

Solo así, Aster le dio una pequeña mirada. "Te estoy viendo, ¿feliz?" Eso es lo que te dejaba saber su mirada entrecerrada. Dewei solo sonrió como un completo tonto.

El alfa de ojos amarillos solo se vuelve un completo tonto cuando está con su esposa o cuando está hablando con Aster. Solo así deja de tener esa apariencia sería que suele tener enfrente de los demás.

En este instante puedes ver la cero importancia de Aster por su padre, sin embargo el es más apegado a Dewei que a Ishaan.

Los padres de Ishaan expresaron que su adorado hijo, iba a tener competencia con respecto a la atención de Dewei. Y los demás estuvieron de acuerdo con eso.

Se notaba en esa mirada amarilla al momento de ver a su padre, al ver esos bellos ojos del mismo color que los suyos. Hasta levantaba las manitas cuando lo ve llegar a la habitación, tal vez es más apegado a Dewei porqué deduce que su padre, cumplirá todos sus caprichos.

—¿Ya no quieres?—Dejo la mamila en la mesita.—Ahora toca que eructes un poco.—Frota la espalda de Aster.—Vamos, eructa.

Al escuchar que por fin eructo, Dewei verifico que estuviera totalmente limpió, así ambos regresaron a la cama. Subieron muy lentamente para no despertar a Ishaan.

Aster a penas toco esa su suave almohada de estrella y se quedó profundamente dormido. Eran las tres y media de la mañana, no recordaría hasta las seis. Tenia tiempo de dormir aunque sea un rato.

—Duelces sueños pequeño.—Besa la frente de Aster.—Para ti también, esposa....—¡Maldición!

Dewei maldijo mucho en su mente, decir "esposa" era para que Ishaan despertara y lo corrigiera por verlo llamado así. Sin embargo, Dewei espero y espero esa reprimenda pero nunca llegó y terminó quedándose dormido. Con la emoción de a ver ganado.

No es que haya ganado, simplemente Ishaan no quiso abrir sus ojos hasta que el alfa mayor, se haya dormido. Podía regañarlo por la mañana.

—Te salvaste solo por unas horas.—Susurró.—Te dejare pensar que gastaste.—Inclinó su rostro muy cerca de Dewei.—Te mereces eso, gracias por tu arduo trabajo. Descansa.—Deja castos besos en el rostro de su esposo.

Su aspecto se ve tan demacrado, parece un bonito panda con sus ojeras. De igual manera tendré que obligarle a descansar por unos días, ya me encuentro de mejor y puedo moverme más de lo que podia anteriormente.

Los primeros días eran un completo dolor el solo dar unos pequeños pasos. Pero, lo más complicado era ir al baño. Hasta la fuerza más mínima te hacia sentir que tus entrañas se saldrían o las puntadas se abrirían y empezaría a desangrar.

Lo grandioso es que tengo unos padres tan maravillosos y unos amigos, cuñado, guardaespaldas, que me cuidan mucho. Sin embargo, ninguno de ellos se puede comparar con mi amado esposo y su gentileza, muy atengo conmigo.

Solo ansío el momento de cumplir por completo la dieta para realizar muchas cosas junto a mis seres queridos y poder jugar sin comodidad alguna con mi pequeño Aster.

—Ishaan.—Susurra dormido.

—¿Sí?

Sonríe al escucharlo el ronroneo de Dewei, feliz por las caricias de Ishaan. Aún dormido podia reconocer esa forma de hundir sus dedos en su cabello.

—Te amo...—Sonríe ampliamente.—Te amo mi pequeño Hámster.

Cualquiera diría que está despierto y solo esta fingido estar dormido, pero no es así. Dewei en verdad está profundamente dormido, pese a eso en sus sueños sigue viendo a su amada familia.

—Te amo—Susurró cerca del oído del alfa mayor.—Te amo mi pantera feroz...

A Ishaan de repente le entraron unas amplias ganas de despertarlo con un buen manotazo, esa sonrisa pervertida en los labios de su esposo, era molesta de ver.

Aunque esa sonrisa fue cambiada y el rostro de Dewei se frunció un poco. En el sueño que estaba teniendo, llamó esposa a Ishaan. Quién lo reprendió y lo envió a dormir al sofá.

—De alguna manera puedo saber lo que estás soñando, pervertido.—Besa ambas mejillas y labios de su esposo.—Te lo mereces por llamarme esposa.—Sonrío triunfante porqué en los sueños de Dewei, de una forma u otra logro reprenderlo.

Los hermosos ojos verdes limón poco a poco se fueron sintiendo somnolientos, no le quedo de otra que acomodarse con cuidado en la cama. Usando la mano izquierda extendida de su esposo como almohada.

El pequeño Aster se encuentra dormido en medio de ambos, no había riesgos de quedar aplastado. Sus padres ya se había acostumbrado a su presencia y por reflejo o instinto no se movían bruscamente. Es más, ni siquiera sé movían una vez que se quedaba dormidos.