capitulo 43
Metido en una gran pecera sin agua, pero sin la posibilidad de poder escapar, se encuentra acostado una persona, con su piel descubierta, solo sus partes privadas son cubiertas por la ropa interior ajustada.
Su mirada es una que no muestra rendición, tampoco miedo. Es como si solo está esperando el momento exacto para escapar de ahí. Él estaba muy confiado.
-Quién dirá que el gran maestro Zat, es un completo pervertido-Expreso con desde y repugnancia.-No tiene nada de un hombre mojigato, este lugar es muy obsceno con un olor a perversión. ¿Trae a sus conquistas a divertirse aquí?
En medió de todo el lugar se encuentra una pequeña tarima con un tubo bien fijado. A los alrededores hay todo tipo de artículos para jugar uno juegos extremos de BDSM. Eso había sorprendido mucho a Esau, cuando fue encerrado en ese lugar.
Esau golpea una y otra vez ese vidrio extra reforzado, golpear ese vidrio solo está provocando que sus energías se agoten. Nunca podrá romperlo, está construido para agarra unos cuantos miles de litros de agua, que no se encuentre llenó con agua, no significa que no se pueda llenar en primer lugar.
Esa pecera fue usada como una piscina donde una persona en especial, estuvo un gran orgasmo luego de que casi lo ahogan. Ese lugar se pone muy raro cuando está siendo usado.
-¿Cuántos días llevó encerrado en este repugnante lugar? Ya perdí la cuenta de cuántas veces he intentado escapar, pero es imposible. Nunca creí que sería capturado de está manera. Tarde o temprano iba a recibir lo que me merecía, de igual manera no me arrepiento de nada, de que sirve arrepentirse cuando las cosas ya fueron echas.
Lo que más me desagrada es que Adair, no me está golpeando y ni siquiera me ha torturado de alguna manera. Él solo viene, se sienta en esa silla de enfrente como si fuera un maldito rey. Me mira por unas largas horas con esa mirada que sabrá Dios en que piensa.
Es tán repugnante que prefiero ser golpeado a ser visto como un maldito animal en exhibición. ¿Que pasa por la cabeza de ese enfermo? Las apariencias engañan, justo como yo engañé, fui engañado por un tipo raro que a los ojos de todos, es un santo.
Creo que ya va ser hora en que ese tipo de aspecto intimidate y de bonitos ojos cafes, venga a dejarme el desayuno. Será el momento en que use mis habilidades, tengo que salir de aqui.
Si mi último recurso es usar mis encantos y cuerpo, lo haré. Dormir con alguien no es cosa de otro mundo y no es la primera vez que haría algo como eso.
Esau escuchó la puerta abrirse, era su momento. Él se acostó en una posse muy provocativa pero que al mismo tiempo no le hacía parecer desesperado, fingió estar dormido.
Agni era quién venía con la cena, en nigún momento su mirada se fue al cuerpo provocativo de Esau. Él dejo todo en la bandeja que baja por medio de una garrucha, como si estuviera sacado agua de un pozo, pero en esta ocasión es dejando caer algo en vez de sacar.
Esau no intentaría sujetar esa cuerda porque es inútil, ya lo había intentado unas cuantas veces y siempre termina rompiéndose, no estába hecho para resistir al peso humano.
-Cena rápido o te quedarás sin cenar, volveré en menos de veinte minutos-Le hace saber.
-¿Quién?-Frota sus ojos, "supuestamente somnoliento"-¡Agni!.
Finge sorpresa, lo hacia muy bien. Esau debió de estudiar y trabajar en la actuación en vez de ser un guardaespaldas.
-Quiero ir al baño-Cualquiera caería por esa lamentable expresión, solo que Agni, no era alguien cualquiera.
-Tienes uno ahí-Señala la nica.
-Eso es repugnante, demasiado vergonzoso-El rostro de Esau, se torno rojo-¿Crees que podría hacer algo si se que me están observando?-Mira las cámaras.
-¿Piensas que mi maestro te mira?-Mueve su cabeza confundido.
¿Por qué piensa eso? Mi maestro Adair no es ese tipo de persona, no es alguien que tenga ese clase de fetiche de mirar a una persona haciendo sus necesidades. Eso es asqueroso.
-¿No es así?-¿De verdad no me mirá por las cámaras? Lo dudo, quién va a creer esa mentira cuando todo este lugar grita "fetiches raros"
-¡Claro que no!-Se exalta-Aparte, mi maestro ni siquiera tiene tiempo para eso. Su día a día es muy ocupado.
No eres tan especial como para qué él, se encuentre las veinticuatro horas del dia, pegado a las cámaras de seguridad. Esas son administradas por alguien más, y ellos tampoco tienen esos fetiches.
-Agni-Esau está mostrando sus dotes de seducción-¿Puedo salir un momento de aquí?-Sus ojos verdes parpadean dulcemente-De todas maneras no puedo escapar sin que me atrapen al pasar la puerta.
Agni es un hombre super fornido, aún teniendo esa pequeña cicatriz en la mejilla, sigue teniendo ese atractivo misterioso. Es un hombre guapo con la apariencia de alguien rudo, por eso no me desagrada el coquetear con el.
No podría hacer esto si fuera un anciano, de solo pensarlo es asqueroso. Puedo estar al bordó de la muerte pero jamas, jamás le daría una mirada a un viejo feo, grasiento.
-No le diré a tu maestro, que me ayudaste. ¿Sí?-Di que sí, ¿Que estás esperando? ¿Por qué no reacciona a mis encantos? ¡Estoy desnudó maldita sea! ¿Entonces por qué?
No es la primera vez que Esau, usa estos métodos para su beneficio. Él sabía cómo sacarle provecho a su belleza, es sumamente hermoso, ¿Quién no querría tener una noche acalorada con él?
-¿Agni?-Lo está pensado, eso ya es algo.
-Está bien, pero con una condición.
-¿Cuál?-Pregunta calmado, sin mostrar emoción.
-Es más una pregunta que una condición-Juega con sus manos nerviosamente-Responde con la verdad, después de todo, mi trabajo estará en juego. Necesito un seguro de vida.
¿Que querrá preguntar? ¿Estará relacionado con Ishaan o con el accidente de Dewei? O ¿preguntará dónde se encuentra el joven maestro Dionisio?
Esau no sabía nada de lo que estaba sucediendo allá afuera, mucho menos que Dionisio está "muerto" o que la familia from, se vino completamente a la quiebra, nada. Adair lo capturó mucho antes de que todo eso sucediera.
-Hazla, no tiene caso que mienta en mi situación.
Esau no podría saber que estaba pensando exactamente, Agni. No es alguien que muestre sus emociones en su rostro, sabe ocultarlas bien tras ese semblante serio.
-¿Eras tú quién quería envenenar lentamente a el señor Zat, Ishaan Zat?-Preguntó sin expresión en su rostro.
-No.
No negaré que esa pregunta casi me hace jadear, aunque la estuviera esperando sigue siendo una pregunta que te hace sentir nervioso.
-Pero tampoco hubiese hecho algo si me hubiera enterado.-Era muy sincero, sin importar que podía morir en cualquier momento-La señora Verónica, tenia una o dos personas infiltradas en aquel entonces.
De igual manera soy tan pecador como lo son ellos, y no me voy a esconder tras la excusa que fui criado por ella para proteger a Dionisio, de cualquier peligro y de ensuciarme las manos si era necesario, no. Yo mismo escogí está vida, nadie me obligó.
Y sabía de igual manera que un día como este llegaría tarde o temprano, cuando la familia from no pudiera detener a su amado hijo, quién los llevaría a la perdición.
-Compartiste tanto tiempo con el señor Zat, y ¿No sentías ni la más mínima simpatía por él, o remordimiento al verlo sufrir de esa forma?
¿Cómo es que puede tener un corazón tan podrido? Tanto tiempo fingiendo ser un gran amigo, y nunca tuvo la más mínima empatía. Es un completo bastardo.
-¿De que servía eso?-No era mi problema-Solo hacía mi trabajo, nada más que solo mi trabajo.
-Solo una cosa más.-Es bueno que tenga arrepentimiento, de esa manera será más fácil el castigarlo por sus crimines.
-Ya respondí más de una pregunta, es tu turno de cumplir.
-Voy a cumplir, soy un hombre de palabra-Muestra el control, con el puede sacar las escaleras.-Ese día en el invernadero cuándo se descubrió la clase de persona que era Dionisio, ¿Fuiste tu quien le ayudo a entrar?
-Ya debes de tener la respuesta a eso.
-Sí, ahora la tengo.-Fuiste tu.
-¡¿A dónde vas?!-Se exalta-¡Hicimos un trató!
-¿Creíste que mi quiero Agni, es estúpido?-Adair había estado escuchando todo-Para ser alguien que miente casi a la perfección, eres muy tonto.
Disimuladamente, Adair deslizó su mano desde la espalda de su asistente-guardaespaldas, deteniéndose en las caderas de Agni.
El beta presionó hizo presión con sus dedos en ese lugar íntimo de Agni. Empujado un poco más profundo lo que llenaba ese privado lugar. Pero Agni seguía serio, sin perturbación. Solo tenía un leve sonrojo en sus mejillas.
-Agni nunca caería en tus obvios, motivos. Tampoco eres de su tipo-Eso consterno demasiado a Esau, le había dado en su ego.-Te estaba viendo pero no precisamente con las intenciones que tu creerías-Sonríe.
Agni apretó sus puños y dientes para no hacer ningún ruido, algo se encuentra vibrador en su interior al mismo tiempo que su trasero es acariciado de esa manera brusca, por su jefe.
-Habíamos hecho una apuesta, que le cumpliría un deseo si te sacaba cierta información-Su mirada se volvió oscura-En verdad eres despreciable, en ti no hay ninguna pizca de arrepentimiento.
-Mira quién lo dice, el tipo con fetiches asquerosos-Ya me harte de esto-¡Si me vas a matar solo házlo!
Estoy cansado de estar en este lugar, no quiero que mis últimos días, terminen así de feos. Prefiero otro tipo de tortura a está.
-Si hablamos de fetiches, tu eres el peor-Sonríe con asco.-A mi no me gusta masturbarme cuándo veo a un Psicópata masturbándose con una persona inconciente, quién no está consistente de lo que pasa a su alrededor, mientras es drogado para caer dormido.
Adair había dado en el blanco, Esau reaccionó un tanto exagerado. Era algo que ni Dionisio sabía, porque si lo hubiese sabido, Esau estaría bajo tierra.
-Eres un repugnante mirón, que se excita sin importar que una de las personas no lo está consintiendo. Te gustaba ir a lugares de esos donde el abuso era frecuente solo para darte placer. ¿Y yo soy el enfermo?-Arqueo su ceja.
Fue la primera vez que Adair y Agni lograron ver avergonzado a Esau. Sin encontrar la manera de refutar, no pensó que habían logrado encontrar tal información.
-No..No le digas eso a mis padres-Baja la mirada-Haré lo que quieras pero....
-No hables solo para soltar estupidezes, serás un maldito hasta el final-Frunce el ceño.-Esas personas ni siquiera son tus padres, solo son dos personas a las que les pagabas por fingir ser tu familia y de esa manera engañar a Ishaan.
Esau hizo una expresión de "¡Maldición, también saben eso!" Solo le quedó suspirar profundamente y esperar lo que sea que venga acontinuación.
-Y yo que pensé que había logrado llamar tu atención-Sonríe con sarcasmo-Todo fue para encontrar información sobre mí.
¿Es por eso que llegaba seguido a la panadería? Es un maldito zorro. Mi ego e arrogancia no me dejó ver lo que estába sucediendo en realidad.
-No, ni en tus sueños-Hunde sus dedos en su cabello-No eres mi tipo, muy esbelto para mí gusto. Si te follara, te romperías muy fácilmente-Hablo con arrogancia y un poco de narcisismo.
-Por lo que sé, los betas lo tienen chiquito y delgado-Se burla-Claro que te gustaba, tu mirada me lo hacía saber-Su ego es muy alto-Ahora lo niegas porque no quieres verte como un imbécil, que te gustaba la persona que causó el accidente y pérdida de memoria en tu hermanito.
-Jajajajajaja.
Adair rie sin parar, eso le había causado mucha gracia y enojó. Sus labios sonreían pero sus ojos te acuchillan sin parar.
-Para empezar-Se limpia las lágrimas de las esquinas de sus ojos-¿Era a ti al que miraba? ¿Estás seguro de eso?
Esau se puso a pensar y a recodar quién más aparte de Ishaan, estaba cerca de él. Pero no podía recordar el ver a otra persona junto a él.
-¡¿Te gusta Ishaan?!-Llego a una pésima conclusión, ya que esa mirada fría de Adair, lo decía todo. ¡¿A dónde van?! ¿Que están esperando?
-No te apresures por morir, estoy creado el escenario perfecto para alguien tan sucio como tú-Sonríe malvadamente-Lo vas amar-Cerro la puerta, dejado atrás los gritos de Esau.
Tanto Adair cómo Agni entrado a la otra habitación de enfrente. Una habitación más extravagante con diferentes artículos para satisfacción sexual. Hasta había un espacio para las torturas.
-Quitarte el pantalón y apoyarte en la cama.-Expresa en un tono demandante.
-S-Si, maestro.-Su cuerpo timblaba.
-¡Maravillosa vista!-Exclamó con lujuria.
Adair tira su corbata al piso, desabrocha tres botones de la camisa azul de vestir que lleva puesta, al igual que sube las mangas hasta los codos.
-Tu gran trasero se encuentra muy desesperado.-Lo azoto con un látigo corto.
Ese pequeño lugar se encuentra lleno, emocionado la mirada del beta, cuando veía que ese lugar succionada lo que está dentro de su trasero.
-Lo hicistes muy bien-Vuelve azotar dos veces más esas caderas.
-¡Aagh!-Agni se aferra desesperado de la colcha de la cama.
Adair no podía quitar su caliente mirada del cuerpo tembloroso de Agni. Al beta le encantaba escucharlo gemir cada vez que el látigo destrozaba su emocionado trasero del alfa.
La manera en la que ese lugar se iba tragado de apoco el juguete sexual que tenía más de ocho pelotitas, enloquecía por completo a Adair. Quién ya estaba más que solo excitado, porque esa cosa que se remarca sobre su pierna, no era de tamaño pequeño. Era una tercera pierna.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top