capitulo 32

Estoy muy nervioso, Dewei me saco de el hospital y me envió a este lugar sin darme una explicación de lo que está sucediendo. Solo me dió un beso en mi frente con las siguientes palabras; "Iré hacia a ti en un momento, tengo un asunto que resolver, estarás bien. Nadie podrá tocarte en ese lugar"

pero, ya pasaron más de dos horas y aún no llega, eso me preocupa. Más cuando está anocheciendo, tengo miedo que ocurra algo en esa carretera.

—El clima está frío, es mejor que entré—Le sugiere, Agon. A su señor—Se puede resfriar—Pone un abrigo sobre los hombros de Ishaan.

—Solo un momento—Mira más allá afuera de la cerca eléctrica. Sus ojos verdes ansiosamente esperan ver entrar, el auto dónde viene su esposo.

La villa Murat, es un lugar sumamente seguro. Más que una villa parecía una enorme finca. Cada esquina está cubierta de vigilancia, aparte tiene cerca eléctrica que solo tocarla saldrás disparado a unos cuantos metros por el enorme voltaje.

Y como si eso no fuera poco, en el cielo se encuentra unos cuantos pequeños drones con cámaras de vigilancia, las cuales tienen un alcance lo suficientemente amplio para saber cuándo un auto entra a la calle principal en dirección a ellos.

—¿Qué le parece este lugar?—Tenia mucho tiempo de no venir aquí. En esta villa-finca fue donde crecí junto a mi familia.

—Es un lugar muy hermoso.

Dónde quieras que veas, solo puedes ver un inmenso cielo, que en estos momentos se encuentra oscuro por el anochecer y por el clima invernal un tanto gris. Pero, en primavera se ha de ver intensamente azul y ese jardín como árboles se tornará de un bonito verde con flores para crear frutos.

—El aire se siente mucho más puro—Eso es porque está retirado de la ciudad....¿Cuando llegará Dewei? Mi corazón se siente demasiado inquieto, como si ya hubiese esperado y pasado por algo parecido......

—¡Dew!—Se arrodilla en el charco de sangre—Dijistes que vendrías por mí.....no me hagas esto....amor....¡prometiste casarte conmigo!—Intenta detener el sangrado en el costado del abdomen de Dewei.

—¡Ishaan!—Se le es difícil abrir sus ojos, la sangre escurre por su frente—Te dije que esperas por mi...¡No debiste salir de nuestro departamento! ¡Regresa....!

—¡Huh!

—¡Dejarlo!—Como puede se arrastra para alcanzar a Ishaan.—¡Quítale esas asquerosas manos de encima!

Ishaan forcejea para poder liberarse del agarré, al lograrlo le metió un puñetazo en la cara a dicha persona. Estaba por noquearlo cuando vió la pistola apuntado la cabeza de su amado, eso lo asustó.

—Decide, hermanito—Lame la cara de Ishaan—¿Venir conmigo, o termino con el sufrimiento de ese bastardo?—Sus manos están en el cuello de Ishaan.—Debo de admitir e admirar su suerte y fuerza. Debió de morir rapidamente por ese choque, pero el maldito sigue vivo.

—No decidas....¡Ahh!—Golpearon su espalda con un bate —Ishaan...no llores—Aprieta sus dientes—Estoy bien—Lucha con los secuaces de Dionisio, los derribó a todos.—¡Suelta a mi pareja!—Estaba por alcázar a Dionisio cuando su cabeza fue golpeada con más fuerza. Ese golpe debió hacer que perdiera el conocimiento, pero siguió de pie, caminando hacia Dionisio, tenía que alcanzar a su Ishaan.

—¡Para! ¡Está bien....está bien...iré contigo!—Solloza—Pero detenerte...ya no lo golpees.

—Excelente decisión, buen chico—Besa las mejillas de Ishaan, sintió un profundo asco al sentir sus labios.

—No..mi amor.—Todo da vueltas.

—Por lo menos déjame despedirme....¿Sí? Hermano Mayor—Sonrío dulcemente, aunque por dentro se sentía a morir.

—Bien, que sea rápido. Se lo merece, quién sabe. Tal vez al estar lucido jamas vuelva a recordarte—Sonrío malvadamente.

—Dew... lamentó hacerte sufrir tanto....conocerme fue un enorme....

—¡No, no lo digas! Conocerte jamás será un error...soy yo quién debe de disculparse, no puedo protegerte...Ishaan—Sus lágrimas son sangre deslizándose por sus lástimas mejillas—Huye—Susurra a la vez que limpia la mejilla de Ishaan, para luego lamerla y borrar así, el rastro dejado por Dionisio.—Huye mientras los distraigo, ¿Si? No te vayas con él...por favor no te sacrifiques por nadie.

—Olvidarme sería lo mejor—Sus ojos poco a poco fueron perdiendo ese color verde, se están tiñendo de un inmenso vacío.

—Mi amor...no pongas esa expresión, no quiero olvidarte... mírame con esa brillante mirada, no dejes que pierdan ese brillo...Ishaan.—Súplica.

No te preocupes, mi alma gemela—Apoya su frente sobre la de Dewei—Prometo jamás dejar ver a Ishaan, esa oscuridad, suciedad, voy a crear un mundo en mi subconsciente donde sea feliz...

—¡¿Que hay de ti?!—Se aferra con fuerza del cuerpo de Ishaan—Solo huye, no pienses en mí...todavía puedo luchar....—Los labios de Dewei, fueron sellados. Ishaan saboreó el último beso.

—Es por qué eres mi todo por lo cual estoy dispuesto a sacrificar mi propia libertad——Sonrío ampliamente con lágrimas en sus ojos.—Se feliz aunque no sea conmigo.—Esos ojos verdes habían perdido por completo ese brillo, se había vuelto un cascarón vacío.

—¡¡No quiero eso...te am...!!—Noqueo a Dewei, mucho antes que logrará defenderse.

—Podemos irnos—Expreso con un tono vacío, sin emociones.

—Ese tipo si que es rudo, golpe muy fuerte el auto y aún así, se levantó.

—¿Hu?—Conozco esa voz...—¡Esau!...¡Aaahh!

—Asi no logras escapar una vez más—Dionisio rompió la pierna izquierda de Ishaan.

—¡AAAAAHHH!

¿Por qué mi pecho duele más que ese vivido dolor en mi pierna? ¡Ese era Dewei! Dewei estaba sangrado... ¿Que paso con él? ¿Dónde está Dewei?

—¡Dewei!—Estaba en shock, se levantó de dónde estaba sentado para ir a buscar al alfa—¡Dewei!...¡Dew!—Su expresión es agonizante.—¡Dew...¿Dónde estás?—Corre por el lugar en busca del alfa.

—¡¿Señor Zat?! ¿Que pasa?

Agon sostiene las manos de Ishaan, para que no se haga daño así mismo mientras está en busca de Dewei. Se siente impotente por no saber que hacer en estos momentos.

—No hay nadie en este lugar que pueda hacerle daño, está a salvo... señor—Sus ojos se vuelven húmedos al ver la expresión asustada de su maestro.

—Tengo que ir con Dew...me necesita....¡Está sangrado!—Se mira sus manos y solo puede ver la sangre de esos recuerdos.—¡Déjame, déjame ir... tengo que ir con él!—Sus respiración se volvió hiperventilada.

—Él está bien, no tarda en llegar. Solo esperé un poco más...¡Señor!

Ishaan se libero de los brazos de Agon, corrió hacia ese olor que conoce tan bien, quería sentirlo, sentir que está es la realidad. Que no es un sueño....ya no sabe ni siquiera quien es realmente. Si todos es solo un producto de una creación de su alfa interior, para no manchar la última pureza que, queda en él. Oh sobrellevar esta agonizante vida.

—¡Ishaan...!—Lo atrapó en sus brazos.—¿Te duele algo? ¿Quieres que llame a Raphael.?—Ishaan negó con su cabeza.

—Regresaste—Sus lágrimas mojan el cuello de Dewei.—Tardaste mucho.

"Mi alma volvió al cuerpo, ese nerviosismo por jamás volverlo a verlo, se calmo tan rápido como oli sus feromonas. El Está bien, está vivo. Su temperatura corporal es tibia, está vivo, vivo...." Se decía así mismo mientras solloza.

Esa gris neblina que cubría mi vista se fue dispensador y dejó al descubierto algo más que solo hermoso. El amarillo de sus ojos, ese amarillo que se convierte en brillantes soles que calientan el invierno que una vez fue mi vida.

Ya no importa realmente quien soy, si soy Osvaldo de esa vida que recuerdo, o si siempre fuí Ishaan y a mi alfa interior le tocó crear una mentira dulce para poder sobrevivir a ese infierno. No lo sé, ¿Quizás amabas vidas sean verdaderas? Tampoco lo sé, y ya no me importa.

Lo único que me importa es este hombre, el hombre que me abraza con su cuerpo tembloroso y me hace saber con sus feromonas, tacto, con cada fibra de su ser, cuanto le importó.

Es imposible no sentir nada por él, dije que no debería encariñarme con su mirada, amabilidad. Pero, no logré evitarlo, caí por este hombre mucho antes de que me diera cuenta de ello. Verlo al borde de la muerte, ensangrentado me hizo darme cuenta de lo que no quería aceptar, estoy enamorado de Dewei, vivir un mundo donde no esté, no sería vivir.

—Sí, llegué nuevamente tardé....perdón por hacerte esperar—Hunde su rostro en el cuello de Ishaan—Ya no tienes que sacrificarte por mí....¿Puedes perdonarme por ser un bastardo e inútil?—Sus dedos se sumergen en los cabellos plateados.—¿Merezco gustar de ti? ¿Tengo tal derecho de ser tu pareja?—Las gotas de agua humedecen la ropa y piel de Ishaan.—Se que no lo merezco....pero, ¿puedes darme una última oportunidad? Solo una última, por favor.

Al mismo tiempo que Ishaan estaba recordado parte de su pasado, Dewei también pasaba por lo mismo. Ken tuvo que detener el auto porque Dewei, se había vuelto loco de culpa y estuvo apunto de estrellar sus nudillos en un duro árbol. Pero, Ken lo detuvo a tiempo.

—Me gustas—Confiesa.

Ishaan dejo de esconder su rostro en el cuello de Dewei. No podía creer lo que escucho, pero su corazón es muy diferente, está latiendo a mil por horas.

Sostuve mi pecho por miedo a que mi corazón salga de ahí. Pero no surtía efecto, nada podía calmar la emoción que se desborda en todo su ser.

Los ojos amarillos y los Verdes se veía sin pestañear, no quería perder ninguna de las expresiones en sus rostros. Más Dewei, el quería tatuar esa mirada verde brillante que en estos momentos está fija en él. Ese color seguía vivo, no estaba vacío como en sus recuerdos.

—No podrías esperar a que lo dijera primero—Lleva sus manos tras la cabeza de Dewei—Déjeme ser genial por una vez, también soy alfa ¿Sabes?

—¿Que?

—Estoy enamorado de ti, hazte responsable.

—¿Que?—Vuelve a preguntar. Está súper aturdido.

—Estoy enamorado de ti—Acerca su rostro más cerca de Dewei—Vuelves a tener pensamientos estúpidos por alguien—Desliza su mano hacia la entrepierna de Dewei—Te la cortaré, en ese entonces no lo hice porque ese tal Jaylen, se largo al extranjero.

—¿Que pasó con el se feliz sin importar que no sea conmigo?—Reprochó.

Yo dije eso—Coloco más fuerza. Dewei muerde su labio para no gemir de dolor—¿Seguro que yo lo dije? Perro tonto—Lame lascivamente las mejillas de Dewei.

—No...creó que escuché mal en ese entonces, mis oídos tenían un doloso pitido. Eso me hizo escuchar demás...—Sonríe. pero ese agarré le estaba doliendo y al mismo tiempo excitado.

—¿Es así?—Avergonzado soltó el miembro del alfa mayor, el cual está pinchado su trasero en estos momentos.

—¡¿Tú...tú estabas consiente junto a tu alfa interior?!—Dewei se volvió rojo rojo al ver cómo Ishaan asiente con la cabeza.—Yo...

Ishaan lo beso, no le permitió decir una palabra más. No entendía por completo sobre lo que hablaban tanto su alfa interior como el de Dewei. Pero dedujo que no es la primera vez que se enamoraba de Dewei, una vez más había caído por él alfa de ojos amarillos.

Después de tanto sufrimiento por fin encontró un poco de paz. Dewei por un momento deseó que Ishaan no recordará lo vivido de esos últimos años, pero tampoco podía dejar sufrimiento al alfa. Tanto Ishaan como el alfa en él, son su mundo.

—¿Uh?...¿Tú estómago?

—Calla—Ishaan está sumamente avergonzado, su estómago rugió por el hambre—La semillita tiene hambre.

—Bien, vamos adentro. vamos alimentar a nuestra semillita antes de que se moleste más.—Besa ambas mejillas de Ishaan, sigue sosteniéndolo. No piensa dejar que camine, aunque intenta disimular la semi-erección en su pantalón.

—Espera que me recupere por completo—Esconde su avergonzado rostro en el cuello de Dewei.—Entonces...entonces..

—Sí—Susurró cerca del oído de Ishaan—Lo haremos cuando te sientas seguro, no quiero apresurar ese momento.—Mi rostro arde—Sere muy paciente, esposa—Sonrío.

—¡Esposo!—Hace un puchero.

—Jajajaja.

—¿Que es tan gracioso?—Frunce el ceño.

—¡LE GUSTÓ A MI ESPOSA, LE GUSTÓ A MI ESPOSA!—Grita con aquella sonrisa que llega hasta sus brillantes ojos.

—No grites, los de seguridad nos están observando.

Que están viendo, sigan con su trabajo—Ver esa fría mirada bastó para volverse ciegos y sordos.

Ishaan no dijo nada más y solo oculta su rostro pintado con esa hermosa sonrisa que solo Dewei, podía deleitarse con ella.

—¡¿Estás llorando?!—Pregunta Ken, consternado.

—¡Quién está llorando!—Lo ve fríamente mientras aguarda su celular en el bolsillo, había grabado el momento de principio a fin—Es la luz de las lámparas que hacen ver de esa manera mi cara. Deja de hablar tonterías—Sigue a su señor.

—Si como no, la luz—Ken rodó sus ojos.—Mis amigos se están empezando a comportar extraño...temo contagiarme de su estupidez.

Ken sigue a sus dos amigos, al estar adentro de la amplia casa. Su mirada hizo contacto visual con la de Osmar. Cómo si lo hubiese atrapado espiado a escondidas, Ken rompió ese contrato visual. Eso lo hizo ver todavía más sospechoso.

—Cenaremos en la habitación, ¿Mi habitación sigue siendo la misma?—Le pregunta a Agon.

—Sí, todo sigue igual como la dejaste. Les subiré la cena en un momento.

—Bien.

—Bajarme—Susurra tímido. No se atreve a ver a nadie de ese lugar.

—No, subir las escaleras es mucho esfuerzo. Solo espera un momento ¿Sí?—Besa el cabello plateado.

—Haz lo que quieras...alfa tonto.

Dewei solo sonrió, sube las escaleras mucho más despacio solo para poder seguir sostenido en sus brazos a Ishaan. Este parecía un oso panda aferrado al cuerpo de Dewei.

Al llegar al segundo piso, Dewei camina por el pasillo al fondo a la derecha queda su habitación, en este lugar es donde entrenó parte de su vida para convertirse en un luchador profesional.

Las paredes están tapizadas de un azul grisáceo, la ventana francesa se desliza hacia los lados dejado apreciar la vista y esa espléndida terraza.

—Ya no tengas miedo—Dewei deja suavemente a Ishaan, en la cama—Ese mounstro que te atormentaba, ya no podrá tocarte, nunca más.

—¿De que hablas?—Toma de las manos al alfa mayor, lo jala para que se acueste junto a él. Dewei así lo hizo. Acomodo en su brazo la cabeza del menor.

—Ese repugnante ser, está en mis manos—Entrelaza su mano con la de Ishaan—No podrá escapar de dónde se encuentra.

Dewei logró sentir en la manera que, Ishaan se tensa horriblemente y con desesperación. Los recuerdos de hace unos minutos atrás, vinieron a él como un tornado con muchas púas.

—Ya no puede hacernos nada, pronto recibirá su merecido.

Abriella mientras espera a Dewei. Ella se está encargado de jugar un poco con Dionisio. Lo tiene colgado de las manos y bajo sus pies unas hambrientas pirañas, saltan para poder alcanzar esa carne frecas que tanto ansían devorar.

—¡Lo dices en serio!—Su hombros tiemblan al igual que su mano, que se encuentra aferrada a la del alfa mayor—¡De verdad!—Sus ojos se humedecen—¿Ya no tengo que esconderme? ¿Puedo salir contigo tomado de la mano sin miedo hacer perseguidos o lastimados por ese horrible ser.... humano?—Las gotas de agua mojan su pants de algodón negro.

—Hablo muy enserio—Sube a su regazo a Ishaan—Podemos caminar por las calles sin miedo alguno—Limpia las lágrimas de esa bellas mejillas y ojos.

A Dewei le duele tanto el verlo llorar, ya sea de felicidad o tristeza. Él no quiere ver esa expresión en el rostro de su esposa. Quiere que ese hermoso rostro siempre reflejé felicidades, pero si manchar sus ojos de lágrimas.

—Tenemos que ir a muchas citas, visitar bonitos lugares. ir a comprobar la ropa de nuestra semillita. ¿Sí?....¡Ishaan!—Se asustó cuando ve que, esas lágrimas no paran de salir.

—¡Aaahh!—Dejo salir un gran gritó. Se aferra al fornido cuerpo de Dewei, inhala si aroma mientras llora y saca todo lo que había reprimido por tanto tiempo.

Dewei solo se queda en silencio al mismo tiempo que, sus lágrimas ruedan por sus mejillas. Lo arrulla en sus brazos y lo acompaña en su desahogo.

Mi cuerpo dejo de sentirse tan pesado, era como si hubiesen retirado unos cuantos kilómetros de piedras que me robaban el aire, por llevarlas en mi espalda.

El camino espinoso dejo de aferrarse a mí maltratado cuerpo, las espinas ya no podían seguir alimentadose de mi agonizante sufrimiento. Corrí, corrí para alejarme de esa oscuridad. Al llegar al final de ese laberinto, estaba él. Él me veía con esos ojos amarillos y una hermosa sonrisa que adornaba su bello rostro.

—¿Mejor?—Besa los párpados de Ishaan—Tus ojos se están tornado e hinchados—Frota con sus pulgares, suavemente esos preciosos ojos verdes.

—Sí. Me siento mucho mejor—Sonríe. Una sonrisa que muestra sus blancos dientes.

Dewei aprieta dulcemente esas mejillas, a sus ojos es un lindo hámster con grandes y tiernos ojotes, por ver llorado tanto.

—Pero, ¿Que hay de esa familia? ¡Querrán culparte de esa desapareció! ¡¡Y si la policía viene por ti!!—Se aterra—Ellos no se quedaran con los brazos cruzados, más esa mujer...

—Nada de eso pasará, ellos no podrán hacer nada más que, solo rogarte de rodillas, suplicar para que les digas su paradero.

—No quiero verlos, nunca.—Nada de lo que quieran tiene que ver conmigo, sus súplicas serán en vano....que sufra todo por lo que tuve que pasar.

—Asi será...te explicaré lo que sucedió después de que salistes del hospital.

Dewei le narra todo de principio a fin, no se aguardo nada. No iba a mentirle a su esposa, la persona que más le importa en el mundo.

—¡Mur...murió por mi culpa!—Ishaan se sintió tan culpable.

—¡¡No, nada de eso!!—Exclamó Dewei—Ellos no hubiesen querido que te culpes, el único culpable es ese perverso, psicópata de Dionisio.

En mi bolsillo busqué la fotografía de Fernando, fotos de Zaid, no había podido encontrar ninguna, Osmar. He enviado a personas en busca de alguien parecido a Fernando, quién sabe, ¿Tal vez hayan sobrevivido a ese accidente? Nadie se tomó la molestia de verificar. Ya que Veronica se encargó de ello para proteger a Dionisio.

Cabe la posibilidad que se encuentren en el hospital, en coma o con amnesia por el Shock. Hay muchas posibilidades, pero no quiero darle falsas esperanzas a mi Ishaan. Hasta que tenga algo concreto, por lo menos encontrar sus restos y darles un entierro apropiado.

—¡¿El es mi madre?!—Su mano tiembla mientras sostiene la fotografía, los latidos de su corazón y su mente son un caos.—Soy...muy parecido a él—Sus dedos frotan el rostro impregnado en ese papel.

—Sí. Se llamaba Fernando...te ama mucho. Ellos te amaba mucho.

—¿Si recuerdo mi pasado también recordaré los momentos agradables que viví con ellos dos?—Es una lastima que no se cómo se veía mi padre....él, Zaid era mi padre.

Se ve feliz mientras me sostiene en sus brazos, pero su mirada es muy triste. Debió sufrí mucho, solo, en profunda soledad. Maldito seas, Eliseo from.

—Habran muchos recuerdos dolorosos cómo hermosos, es una lastima que no puedes recordar los agradables, sin recordar ese infierno.

 —Ya no puedo seguir poniéndole más dolor a mi alfa interior, ya hizo demasiado por mí...es hora de liberarlo de esa pesada y agotadora carga... quiero recordar mis recuerdos contigo—Posa sobre la de Dewei—No estoy solo, tu estás conmigo. Sin importar lo que vea y haya pasado...¿Seguirás gustado de mí?

Lo que más me aterra de todo es, que Dioniso haya logrado poseerme sexualmente. De por sí ya estoy lo suficiente sucio como para agregar más suciedad, no quiero cubrir a Dewei con ese charco.

—Soy completamente tuyo mi amor—Esos ojos amarillos están fijos en Ishaan—No puedo cambiar tu pasado por más que lo deseé, pero puedo crear un presente y un futuro donde no haya ni tiempo ni espacio para pensar lo que una vez fue.

Lentamente iré besado cada una de tus cicatrices, las cubriré con mis huellas. Voy a llenar tus días de una inmensa felicidad, te haré entender que eres el ser humano más puro y que tuve la oportunidad de conocer y hacer mi esposa.

—¿Aún...aún si mi cuerpo está sucio?—Sus voz se vuelve un poco rota—¿Me seguirás queriendo aún cuándo mi cuerpo fue tomado por ese animal?—Sus uñas se están incrustado en los hombros de Dewei, por la presión ejercida—¿Me seguirás viendo con esa mirada de profundo amor.

—Te querré aún más, mi mirada se volverá mucho más intensa cubierta de amor y admiración solo para ti. No estás sucio.—Besa todo el rostro, brazos, cuello, estómago de Ishaan—Tengo miedo de asfixiarte con todo esté amor que tengo para darte.

—Nos asfixiaremos, pero juntos.—Besa los labios de Dewei.

Tu amor jama podría asfixiarme. Estoy seguro que, es tu amor el me que ha hecho seguír luchado para por estar junto a ti. Para poder acompañarte en el trascurso del tiempo y lograr llegar hasta la vejez, pero juntos.

—Ishaan—Dewei esconde su rostro en el pecho del menor, sus manos sostienen la cintura del de cabello plateado.

—¿Sí?—Apoya su rostro en el cabello azabache.

—Me gustas mucho, mucho.—Sonríe dulcemente.

—No te escuchó, ¿Que dijistes?

—ME GUSTAS—Besa la nariz de menor—Esposa me gustas mucho.

—Que soy tu esposo—Jala las mejillas del alfa mayor—Eres muy desobediente...¡Aah!

Los dos comienzan a rodar por toda cama mientras sus cuerpos están fuertemente abrazados. Las sonrisas en sus labios son deslumbrantes.

—¿Puedo entrar?—Pregunta Agon.

—Adelante—Permiten. Ninguno de los dos se digna en levantarse de cama, frente a Agon, podían comportarse cursis.

—Estare a fuera por si necesitan algo más.

—Bien—Responde Dewei—Llama a Raphael, dile que venga a este lugar—Comprueba la temperatura de la comida, no quiere que su Ishaan, se queme.

—¿Por qué quieres que venga a este lugar? ¿No regresaremos a la ciudad?

—El se convertirá en nuestro médico personal—Aunque todavía no se lo digo.—Tenerlo cerca me hace sentir más cómodo—Acaricia la pancita de Ishaan—Y no, aún no regresaremos...¿Quieres volver ya?—Ishaan negó con su cabeza.

—Me gusta este lugar, es muy hermoso. Quiero ir al huerto en busca de una fruta—Sonríe.

—Puedes hacerlo mañana—¿Deberia comprar este lugar?

—A mí no me mires.

—¿Que?

—Sobre lo que sea que estes pensado, ve y habla con mi padre. Él es el dueño.

Ishaan no les estába prestado atención, él está más concentrado en cenar. La semillita tenía mucha hambre como para intentar averiguar sobre lo que están hablando esos dos.

—Como sabes lo que estoy pensando.

—Es muy fácil de deducir—Rodo sus ojos.—Ire hablarle a ese doctor—Pervertido—Salio de la habitación.

Dewei observa detenidamente a su esposa, solo sonríe al verlo comer sin darle ni la más mínima atención. Nunca se imaginaria que, verlo comer se convertiría una de sus partes favoritas del dia a día.

—¿Que?—Su rostro se volvió rojo al ver que, había comido hasta la parte de Dewei.

—Adelante—Besa la frente de Ishaan—Estas comiendo por dos, nuestros hijo es un glotón—Ishaan asintió un tanto avergonzado.

Al pasar de los minutos ambos terminaron de cenar. Salieron un momento afuera para digestionar la comida. Caminan con manos entrelazas y sus cuerpos rozandose entre así, miran ese cielo que hasta el momento no tiene ninguna estrella, solo es oscuridad pero ellos dos. Lo veían brillante y teñido de un hermoso azul.

—Tengo sueño—Ha bosteza—Quiero seguir caminando contigo—Recuesta su cabeza en los hombros de Dewei—Pero mis ojos se siente pesados.

—Esta bien—Lo levanta en sus brazos—Podemos hacerlo en otro momento, tenemos mucho tiempo—Lo besa en la coronilla de su cabeza—Dulces sus mi amor.

—Para ti también, cariño—Susurró. Se quedó dormido muy rápido, estaba seguro que está noche sería muy agradable.

Dewei subió a la habitación nuevamente, en el pasillo se encuentra con Agon. Solo bastó darle una mirada para entender sobre lo que quería Dewei. Agon señaló la siguiente habitación, que ahí se encuentra lo que encuentro.

—Volvere en un momento—Pasa sus dedos por el rostro relajado de Ishaan—No recuerdes hasta que regrese—Susurra.

Soltó sus feromonas, marcado toda la habitación y cada fibra del cuerpo de su pareja. Para que Ishaan se sintiera más seguro, lo envuelve con su abrigo que está más que impregnando con su olor.

—Cuida de él. No tardó—Se va preparado mentalmente.

—Entiendo.

Dewei suspiro profundamente antes de entrar a ese lugar, ni bien había entrado cuando su cuerpo se enfrió al ver todas esas fotos que están sobre la cama. La puerta fue cerrada con seguro.

Sus ojos amarillos se vuelven salvajes, las temblorosas manos toma una de esas fotografías. En ellas solo podías ver un Ishaan de unos 4 a 15 años con una mirada incómoda y temor a la persona que está sostenido la cámara.

Las ropas que usa son muy reveladoras, pero no al punto de estar desnudo, de igual manera era una atrocidad, el solo era un niño viviendo con enfermos. En algunas las manos de Dionisio salían sobre las piernas de Ishaan, en al otras, Dionisio había obligado al pequeño a poner sus manos sobre su entré pierna, se puede ver el asco en sus húmedos ojos.

El alfa cubre su boca para no gritar mientras se derrumba en el piso, golpea el suelo con aquella impotencia. Quería vomitar, se siente enfermo....se está culpado por no haber podido proteger a ese niño. Deseo haberlo conocido desde que era un niño, de esa manera poder salvarlo de las garras de ese maldito psicópata.

Las lágrimas se mezclan con la sangre espaciada por el suelo, sangre que es derramada cada vez que esos nudillos se estrellan en ese duró piso. Es la única manera que encontró para mantener la racionalidad y no ir a matar a Dionisio tan rápido, porque tiene que hacerlo sufrir lentamente toda sus atrocidades.

Todo mi alrededor daba vueltas, mi mirada no se puede enfocar en una sola dirección. La opresión en mi pecho se vuelve más sofocada con el pasar de los segundos. Mis manos recogen todas esas fotos con impaciencia, para ponerlas en una caja, caja que será volverá cenizas.

No había ninguna fotografía en la que Ishaan, no estuviera en una posición obscena. Dionisio era peor que un depravados pedófilo, Psicópata.

Dewei puso todo en una caja, eso incluían los peluches que una vez fue de Ishaan y que también fueron profanados por el degenerado de Dionisio.

—¿Eh?—De uno de los peluches cayeron dos gargantillas de un sol y media luna.

Espero que algún día pueda darle la mitad la media luna a  amado, Dew. Es sucio dejarla en este oso, pero es el único lugar dónde ese desquiciado no buscaría.....por si no salgo de este lugar, esperó que alguien más las encontré y les de un buen uso...son mis tesoros que iba darle a mi amado.

—¡Aaahh!—Grito con agonía. Besa una y otra vez esas gargantillas que están mojadas con sus lágrimas.—Lo siento....lo siento mi amor.... Perdón por llegar tarde y poder evitar que vivieras en ese infierno.

Pide perdón al Ishaan que estuvo confinado a ese infierno, está decidido a perdí perdón por el restó de su vida por no lograr rescatarlo años atrás, por verlo olvidado.

Se pone ambas gargantillas, con lágrimas en los ojos y una expresión sanguinaria, sigue poniendo todo en esa caja. Ya no quedaba ninguna foto. Pero todavía quedaba algo más por ver.

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