—¿Para dónde vas?—Pregunta con una voz fría.

—A entrenar, mi pelea esta a la vuelta de la esquina—Respondio a la vez que tomaba su mochila.

—Ya llame al entrenador, desde ahora entrenas en el gimnasio de este lugar—Cambia la hoja del diario que esta leyendo.

El era un poco parecido a Dewei, lo único que es diferente es el cabello, el de el es grisado. Con una mirada seductora de color amarillo, cuerpo esbelto con una estatura de 1.89 metros de altura.

—Adair, ¿Soy un prisionero?—Chasqueo su lengua.

Mi hermano mayor es más como padre y madre me crío desde que tengo diez años, nos llevamos cinco años de diferencia. A él le tocó madurar a muy temprana edad por lo que fue muy estricto conmigo para que pudiera ser un hombre respetado pero luego lo decepcione al embarazar a alguien sin ver estado casado.

Adair es una persona muy, muy pero muy mojigata. Ha estado soltero desde siempre y tampoco aquerido dormir con nadie solo por una noche. Dice que eso es demasiado vulgar. Al ser beta sus deseos sexuales no viene por culpa del celo.

—No, pero estás en recién casado. ¿Dejaras a tu esposa solo por ir a entrenar? De por si las personas ya tienen suficiente de que hablar.

—Ni siquiera me deja entrar a la habitación, ¿Que quieres que haga? No lo entiendo y ni lo quiero entender, no voy a dejar que me manipule.

—En eso tienes razón—¿Pero que lo hace actuar de esa manera? El estaba muy emocionado con la boda, no encontraba donde sentarse esperando que el día llegará.

Desde que se desmayó se volvió de esa manera, ¿Que le pasaría? No importa lo que importa es que si sigue así vendrá perdiendo a mi sobrino por el estrés, si, eso debe de ser. Tiene mucho estrés.

—Ayer me pidió el divorcio y que si podíamos interrumpir el embarazo—Solto sin más.

—¡Que!—Se asustó—¿Que le dijiste?

—Nada que no me iba a dejar manipular, se quedó en silencio luego me corrió—Respondio con cero interés.

—Entiendo que estés molesto por como se dieron las cosas, pero ¿Acaso no te preocupa tu hijo? ¡En su estado puede comerte una locura!

—El no haría nada de eso, ese niño es lo único que lo mantiene unido a mi, ¿no desecharia esa oportunidad?—¿Oh, sí?

Dewei se preocupó, aunque ese niño no fue creado con amor seguía siendo sangre de su sangre, no quería que nada malo le pasará.

—Maestro, joven maestro, tienen visita—Informo el mayordomo.

—¿Quién?—Preguntan al unísono.

—Soy yo, Dionisio From—Llego a la sala—Lamento llegar sin avisar pero estoy preocupado por mi hermano menor—Su mirada color avellana muestra preocupación—No hemos podido comunicarnos con el desde ese día que se desmayó.

Después de eso no quiso ver a nadie, tampoco lo íbamos a forzar por lo que lo dejamos estar, el necesitaba descansar, sin preocupaciones de más.

El es muy diferente a Ishaan, Dionisio tiene cabellera color cobriza al igual que sus delgadas cejas suavemente arqueadas, pestañas cortas tupidas. Piel pálida con unos rasgos fáciles definidos y hermosos tan hermoso como su cuerpo esbelto. Era idéntico a su Madre Verónica.

Solo en la altura ganaba Ishaan, Dionisio mide 1.88 de altura, Ishaan 1.90 metros de alto.

—Ahora somos familia no es un problema que venga sin avisar—Respondio Adair.

No tienen desagradó por la familia From, ya que lo que hizo Ishaan, no define a la de más personas que están relacionados con el. Más después de que hablaron y se disculparon por los actos de Ishaan, tiene más buena impresión de Dionisio.

—¿Dónde está Ishaan?—No lo veía por nigún lado.

—Esta en su habitación, no se ha sentido muy bien—Contesto, Dewei.

No puedo creer que aún después de todo lo que hizo, su familia todavía lo mime, es un hijo muy querido por eso es desobediente y hace todo lo que le plazca.

—Ernest te guiará, iría yo, pero tengo que entrenar.

—Entiendo, no te preocupes cuñado—Sonrio amablemente.

—Por aquí por favor—Hablo el mayordomo.

—Com permiso—Adair solo asintió.

Subieron las escaleras que te llevan al segundo piso a la derecha, caminan por el pasillo hasta que llegan a la habitación. Tocaron la puerta pero no hubo respuesta.

—Ishaan, soy yo, tu hermano mayor—Hablo dulcemente.

Las alarmas en el cuerpo de Ishaan, se dispararon. Ese nombre y voz no le hacían sentir confianza, por lo que siguió sin responder pero el mayordomo abrió la puerta porque está preocupado por el estado de Ishaan, cuando lo vio sentado en la cama se sintió más tranquilo.

Ernest se retiró solo Dionisio entro a la habitación, Ishaan esta muy nervioso, sus manos habían empezado a sudar demasiado al igual que su cuerpo, era un sudor frío.

Con que esta persona es mi hermano mayor, no se parece a mí, su rostro espira confianza pero algo en mi se niega a confiar en esa mirada dulce, es al contrario, causa náuseas.

—Hermano mayor....—¿Eh? ¿Por qué mi cuerpo empezó a temblar? ¿Tengo miedo?

—¿Desde cuándo soy tu hermano mayor?—Su expresión cambió por completo, en esos ojos solo podías ver frialdad—¿Cómo pudiste casarte? Te dije que nos iríamos al extranjero—Lo abofeteo con fuerza.

Fue tan fuerte que el rostro de Ishaan sobre giro así un lado, no había tenido tiempo de reaccionar. Su mejilla se puso roja al instante.

—Crees que con casarte podrás liberarte de mí—Camino hacia Ishaan, este retrocedió hacía atrás pero fue atrapado y empujado a la cama.

—¡Sueltame!—Tengo miedo, ¿porqué mi cuerpo no reacciona? Todo mi ser tiembla de terror por este hombre—¡Alejate!—Le metió un puñetazo.

Ishaan se soltó del agarraré de Dionisio, aún con el miedo y la desesperación el hizo de todo para huir de el. No quería ser atrapado.

Me arrastre sobre la cama para poder llegar al otro lado y salir de la habitación, pero mí pie fue atrapado por Dionisio, subió arriba de mí.

—¡No me toques!...—Su boca fue cubierta por la gran palma de Dionisio.

Asqueroso, su respiración es asquerosa, no quiero sentirlo. ¿Por qué me pasan solo cosas desagradables? ¿Tanto me odian?

—Mi dulce Ishaan—Sonrio con una mirada de loco—No podrás huir de mí—Besa las mejillas y ojos olorosos del menor.

El joven alfa se sentía asqueado, solo sentir su respiración o su cuerpo sobre él era nauseabundo, las grandes ganas de vomitar no paraban de llegar. Quería bañarse, quitarse ese hedor qué su naríz olía. El creí que era una colonia apestosa.

—No llores—Lame las lágrimas—No fue mi intención, solo estaba molesto porque te fuistes—Comienza a subir la pijama de Ishaan—¿Que fue lo que te dije? El mundo allá fuera es muy peligroso, solo mira lo que sucedió, ese perro te mansillo.

¡No, no, detente! No sigas, por favor para. ¿Por mi cuerpo está petrificado? Es como tener paralice del sueño. Quiero moverme pero no puedo, el mounstro encima de mi me tiene opresado.

Aquella impotencia de no poder hacer nada convirtió a Ishaan en el ser más vulnerable, horrorizado por lo qué Dionisio pensaba hacer.

Ishaan es más fornido y más alto pero de que servía eso cuando el miedo está grabado en sus huesos desde que eran tan solo un niño. Por algo sus recuerdos están sellados.

—Este niño debió ser nuestro—Beso el estómago plano de Ishaan, este se tensó. Sus ojos muestran miedo, desesperación—Debi mantenerte encerrado, así seguirías puro.

Por su mente pasaron unos cuantos fragmentos de unos horribles recuerdos que se parecen mucho a estos, como pudo incrustó sus uñas en su pierna para poder tener movilidad en su cuerpo.

—Si tan solo hubiera tenido la oportunidad de hacerte mío, ahora estarías casado conmigo....pero ese maldito amigo tuyo....—Su mirada se volvió negra—Si tan solo no lo hubieras conocido seguiría siendo tu único apoyo—Sonrio.

Esta loco, este maldito esta loco. ¿Cómo puede decirle eso a su propio hermano? Puedo ver la obsesión en esos ojos, una obsesión enferma, ¿Que tanto sufrió este cuerpo para que no pueda reaccionar?

Pero yo no soy el, moví mis manos hacia un lado en busca de algo para poder golpearlo, cuando alcance la lámpara la estrelle en el cuerpo de Dionisio.

—¡Eres un enfermo!—Se levantó de la cama, corrió hacia la puerta, lo sentía tan lento que nunca llegaba a esa salida. Cuando iba abrir la puerta fue atrapado nuevamente.

Ishaan luchaba por soltarse pero Dionisio sujetó sus manos hacia su espalda, con su otra mano lo tomo por el cuello pero no hizo presión para no dejar marcas.

Ishaan temblaba, sus piernas quería seder y dejarse caer al piso. Quería hablar, gritar, pero las palabras no salían de su boca, mordió el interior de su mejilla para poder reaccionar y no dejarse ganar por el miedo.

—¡Le diré a D-Dewei!—Intenta asustarlo—E-El no se quedará quieto.

—Jajaja—Sonrio en el oído de Ishaan, causado pavor en el joven Alfa—¿Crees que te va a creer despues de ver hecho lo que hiciste? No, el no te creerá, pensara que es otra enferma mentira tuya.

Dionisio olfatea el cuello de Ishaan, causando pavor en el joven alfa, por su mente cruzó que lo mordería, alguien le gritaba que no lo permitiera, que no se deje.

—Ese imbécil jamás creerá en tu palabra, es más, sería tus mentiras con las mías, un joven maestro que es un angel, que nunca ha tenido un escándalo. Creo que dirán que tú eres el que me tiene envidia—Paso lengua por la nuca de Ishaan.

"Permíteme...tomar tu lugar" '¿¡Quién eres!?' "Soy el alfa que vive en ti...por está vez déjame tomar el control" 'No puedo permitirlo'—El color verde limón se volvió más oscuro. "¿Por qué?" 'porqué tienes tanto miedo como yo lo tengo, estás dañado ¿Verdad?—No respondió.

¿Que hice? Yo no hecho nada, soy solo una persona con la mala suerte de llegar a este lugar....mamá—Solloza—Que alguien venga por favor.

Ishaan entró en un ataqué de pánico, su cuerpo empezó a convulsionar. Sus ojos se estaban por ponerse en blanco. Dionisio se asustó.

—¡¿Cariño?!—Intenta impedir que se muerda la lengua—Salio por la puerta con Ishaan en sus brazos—¡UN DOCTOR! ¡LLAMEN AL DOCTOR!—Grita desesperado.

—¿Que pasó?—Pregunta Adair—Ernest ve atraer al médico de cabezera.

—Enseguida—Corrio.

—¡No lo sé, estábamos hablando normalmente cuando de repente empezó a convulsionar, no logré sostenerlo por lo que cayó y se golpeó el rostro!

—Vamos a la sala del primer piso, el doctor ya estás por venir—Caminan hacia la puerta de enfrente—Lisbeth, ve a llamar a Dewie.

—Si—La mujer de medida edad, salio corriendo al gimnasio.

Dionisio acostó a Ishaan en el sofá cama, el sostuvo la mano como un buen hermano, Adair admiraba esa devoción de hermano mayor.

—Ya estoy aquí—Hablo el anciano.

No pidió información sobre lo sucedido ya qué Jaime le había explicado, el solo fue a examinar a el inconciente Ishaan.

—Salgan por favor, yo les diré cuando entrar—Todos salieron de la sala, afuera se encuentron con Dewie.

—¿Qué fue está vez?—Pregunta con impaciencia.

—El no está fingiendo, cuñado—Apreta sus puños con frustración—De verdad se puso mal.

No debí de excederme pero estaba molesto, ¿Cómo puedo embarazarse de este imbécil? Todo se debe a los concejos de ese maldito Omega, creyó que asi me alejaría de Ishaan. Jamás me podrán alejar de el.

—¿El y el niño está bien?—¿Por qué me importaría su bienestar? Debí prestar más atención cuando dijo que quería interrumpir el embarazo. ¡Mierda!

—El doctor los está revisado ahora mismo—Comenta Adair al mismo tiempo que mira su Rolex, ya era hora de irse a la empresa.

El viejo médico salió de la sala, su expresión no era muy buena lo que significa malas noticias, todos lo miran atentamente.

—La convulsión fue causada por una gran impacto y por el estrés, está demasiado estresado. Estuvo cerca de tener un shock, el necesita un ambiente cálido sin preocupaciones o malos ratos. No le den noticias malas estado en su estado, si sigue así, ambos estarán en peligro.

—Ahora mismo su menté en un caos, estaba demasiado alterado por lo que tuve que sedarlo.

—Lo llevare a casa por un tiempo—Comento Dionisio—Estará más relajado en mi casa, tal vez su estrés se debe a qué ya no vive con nosotros.

—Creo que el joven Maestro Dionisio tiene razón—Estuvo de acuerdo, Adair.

—¡No!—Todos miraron a Dewei—Es mi esposo y está esperando "a nuestro hijo"—Habia sacado su lado territorial sin darse cuenta—Aunque nuestro matrimonio no es por amor, es mi deber cuidarlos.

Aquellas palabras que me gritó en la ducha hicieron eco en mi cerebro, fue entonces cuando mi alfa me gritó que no lo permitiera, que no dejará que se lo lleven.

—Solo serán unos días hasta que se mejore—Insistio—Solo no quiero volverlo a ver así de mal—Tiene una expresión afligida.

—Lo sé, pero si se va de aquí es para que la prensa comiencen a sacar noticias fuera de contexto. Ambas familias no pueden permitirse eso, no soy bueno con relación a los negocios porque odió todo eso, pero se cuando es malo.

—Dewei tiene razón, no se preocupe joven Dioniso, mi hermano lo cuidará muy bien—Asi tenga que obligarlo.

—Entonces los dejos en sus manos, me retiro tengo que ir a informales a mis padres. Con permiso—Se retira.

Al salir de la propiedad su expresión se volvió negra, subió al auto condujo a toda velocidad. Iba muy molesto, tenía ganas de matar a alguien.

No creas que esto a terminando, volverás a la casa sin importar qué, ¿Si pierdes a ese niño todo volverá a la normalidad? Si tan solo mi padre no hubiera preferido su imagen, Ishaan no se hubiera casado con el bueno para nada de Dewei, es boxeador profesional ¿Pero y qué?

Eso solo será un martirio para Ishaan, ¿Aquíen le gustaría ver a su amado ser golpeado? No, ese tipo no es su amado, solo es una escapatoria para salir de casa. Si, eso es.