+18 capitulo 52
Raphael no entendía completamente nada, se suponía que tenía que ir a su departamento luego de salir del hospital, sin embargo eso no fue lo que sucedió.
Sin reaccionar a tiempo sus ojos fueron vendados de la nada. Él intento quedarse esa venda, pero Agon no lo permitió, le dijo que tuviera paciencia.
Después de decir eso no volvió a hablar ya que puso toda su atención en conducir para llegar rápidamente al lugar dónde se dirigían.
Agon tenía pensado llevar a Raphael a un lugar muy especial para él, se podría decir que es la casa del alfa, una villa que fue un regaló por parte de sus padres, por si algún dia quería irse a un lugar retirado de la ciudad pero lo suficientemente cerca para poder visitar a su familia.
Agon había preparado romaticame el interior de la pequeña cabaña estilo caparazón de tortuga de allí mismo, en la Villa. Muy cerca del lago.
El alfa no había decidido llegar al tercer paso de la noche a la mañana, no. Agon lo estuvo pensando por varios días y estudiado tanto educación sexual como detalles para volver de ese día algo inolvidable para ellos dos.
Después de todo, el alfa tenía sus complejos con respecto hacer sentir bien a Raphael, a la hora de tener relaciones sexuales. Puesto que Agon es más virgen que los vírgenes. No a usando ni introducido su barra de carne en ningún orificio, ni en sus propias manos.
Por eso quería dar este gran paso cuando estuviera lo suficientemente preparado, y ahora que lo está no piensa retroceder si importa que Raphael, le suplique que se detenga.
En beta no se ha dado cuenta que despertó una bestia, que se le será complicado parar en su debido momento. Sus deseos de poder levantarse el día siguente está por cumplirse.
-Me estoy desesperado, cielo.-Declaró el beta.
Siento que hemos perdido mucho tiempo, ¿en que demonios está pensando? ¿Por qué me vendo los ojos? No comprendo nada, ya condujo por más de veinte minutos y mi departamento está a 15 minutos del hospital.
-Te paciencia.
Agon apaga y enciende las luces del auto, dándoles una señal al mismo tiempo a los de seguridad, que suban las puertas del portón hacía arriba.
-Ya llegamos a nuestro destinó.-Se adentro a la villa.
Raphael olfatea al percibir un leve olor, era como bañarse en aroma floral idéntico al de Agon. Eso sera porqué algunos pétalos de esas flores en el jardín, se ven secas y aún siguen soltando fragancia.
-¿Dónde estamos?-Me sostengo del brazo de Agon.
Cada vez más mi paciencia se va acortado, quiero quitarme está venda y averiguar que es lo que está pasando exactamente.
-En un lugar que es muy especial para mí.-Sonríe.
Tenía tanto tiempo desde la última vez que vine a este lugar, las cosas siguen siendo igual, los del mantenimiento hace su trabajo muy bien. Tendre que subirles el sueldo, se lo merecen.
-Quiero ver-Se queja.
-Eso será por la mañana.-Entrelaza su mano con la de Raphael.-En este momento solo sígueme, no tengas miedo...
-No lo tengo-Apoya su cuerpo sobre el de Agon-Confío en ti, cielo-A ciegas busca los labios del alfa, dejado un casto beso al encontrarlos.-Puedo lanzarme desde una gran altura sin temor alguno porqué sé, que tu me vas atrapar.
Sentí ese fuerte apretón en mi mano dándome a entender que mis palabras, había agitado su corazón. No tenía que verlo para saber la hermosa expresión en su sorprendido rostro.
Me siento como un niño descubriendo diferentes cosas hermosas de la vida, y se que para mi Agon, es lo mismo. Somos dos personas adultas jugando ser jovenes.
-¡Ah!
Me sorprendió ser levantado en sus brazos sin previo a viso, al parecer Agon también perdido la paciencia y quiere llegar rápidamente a donde sea que nos dirigimos.
¿Sonido de agua? Puedo escuchar levemente la brisa haciendo impacto con el agua. ¿Estamos frente al río? ¿No estamos en la ciudad? Pero, ¡solo han pasado 25 minutos desde que salimos del hospital! Entonces....
-¡Vaya!-La venda había sido retirado de sus ojos.
Raphael se quedo sin habla al ver la decoración en el interior de esa pequeña cabaña estilo caparazón de vidrio fortificado.
Pese a eso, lo que sorprendió todo de él, fue las velas aromáticas en el piso formado un gran corazón al rededor de esa ancha cama, u ese ramo de girasoles los favoritos de Raphael.
-¿Cuándo preparaste todo esto?-En mi boca se fue generado un sabor dulce, lo que pasaba por mi garganta no era saliva, era agua dulce.
Tuve que sostener mi corazón por miedo a que se escapara de mi pecho, por lo emocionado que se encuentra...maldición, quiero llora de felicidad.
Raphael se encuentra muy conmovido y avergonzado porqué mientras él solo quería follar sin importar el lugar, Agon tenía pensado algo totalmente diferente, quería dejarle saber al beta cuán especial es para él.
-Al rededor de dos semanas-Frota su nuca.-¿Es demasiado?
-No-Da media vuelta, mirándose a los ojos.-Me encanta-Sonrió ampliamente.-Estoy tan sorprendido como conmovido.
De repente me empecé a sentir nervioso, mis manos no paraba de temblar hasta el punto de no poder desabrochar los botones de su ajustada camisa.
-¿A dónde se fue esa seguridad?-Cubre con sus manos las del beta.-No voy detenerme así grites por piedad.-Advirtió mirándole a los ojos.
Raphael se volvió de gelatina, no podía estar más tiempo de pie, esa mirada y voz imponente le robó toda la fuerza de una sola vez. El beta juraba que si hubiese sido omega por su trasero estaría salido fluidos escurrido por sus muslos.
-No voy a pedir nada de eso-De un tirón rompió la camisa de Agon-¿Tal vez grite? Sí, voy a gritar pero de placer pidiendo que te muevas más rápido.-Declaró lascivamente mientras lamia los firmes pectorales del más joven, sin retirar su mirada de esos ojos lujuriosos que lo veían con ansias de comerlo por completo.
Agon no pudo más y solo levato en sus brazos a Raphael, lanzándole suavemente sobre la cama, tan suave como si estuviese hecha de plumas.
El beta babeo sin notarlo al ver el espléndido cuerpo desnudo de su querido alfa, esas piernas esbeltas y tersa provocaron unas ganas en él, de dejar la marca de su mordía en esa maravillosa piel del alfa.
Agon subió a la cama aún con su ropa interior puesta, eso molestó un poco al beta, el quería ver esa sabrosa barra de chocolate blanco, que degustara su ansioso agujero.
Por lo tanto hizo un movimiento lascivo, con sus dientes bajo ese molestó bóxer del alfa, erizado la piel de Agon al sentir el roce de esos dientes y principalmente la respiración agitada, tibia, del beta.
-¡Ah!-¡¡Pero, que demonios!!
Raphael se froto la mejilla la cual había sido golpeada sin piedad alguna por ese erecto, grueso y largo rifle ansioso por disparar u explorar ese cálido lugar dónde dejaría salir todas las balas.
-¡Uhg~!-Agon gimio mucho antes que pudiera cubrir su boca, esa mordida en ambos muslos lo tomaron por sorpresa y sobre todo esa caliente lengua lamiendo gentilmente.
-Eres un chico malo-Presiona con su dedo la punta del glande, contrayendo al más joven.-Tengo que castigarte.-Sigue jugado con la punta, moviendo hacia los lados con gentileza esos pliegues.
Sus manos se encuentran tan frías, sin embargo eso se siente tan bien en la manera que ese frío pasa a volverse tibio entre más toca mi miembro.
No puedo mantener la calma cuando me está tocado de esa manera, pese a eso no podía quedarme quitó y el único en disfrutar. Rompí su camisa la cual estaba molestandome mucho, quedándome sin aire al ver su pálido cuello y esos lindos pezones rosas.
Un "Mmnh~" salió de su boca en el momento que mis dedos crean un circo a su alrededor de sus pezones antes de enredarse y frotarlos. Se encuentra tan duros al igual que una roca y tan sensibles como los rayos del sol al momento de quemar la piel.
-¡Umhg~!
Agon se erizo por esa sensación adueñándose de cada fibra de su cuerpo, esos lascivos movimientos creados por las manos de Raphael, están enloqueciendo al inexperto alfa. No obstante, sorprendió al beta puesto qué, Agon no tenia intenciones de correrse por la primera masturbación de su vida.
-¿Eh?
Raphael fue empujado cayendo de espaldas sobre el suave colchón, siendo despojado de la última ropa que estorbaba entre los dos.
Inconscientemente el alfa lamió sus ansiosos labios, y esa mirada se encuentra idiotizada observando la desnudez del sonrojado beta.
-¿Te gusta lo que vez?-Separé de par en par mis flácidas piernas por el hormigueo dentro de mí. Me encuentro tan caliente.
Como una bala de alto calibre y a la vez explosiva era su mirada, que atravesó todo de mí dejándome sin respiración al momento en que esa explosión de emociones inundaron mi alma. Es lo que Rhapael provocó en mí al instante que vi su hermosa desnudes.
-Maravilloso...me encanta.-Mi saliva se volvía agua amenazado con salir de mi boca y babear por la sabrosa, maravillosa comida.
Cómo no babear cuando su piel sedosa me deja sin aliento por su derroche de belleza tanto así, que quiero una escultura sublime de él.
-Se cuidadoso-Derramó medió bote de lubricante en su suave y tierno orificio.-¿Quieres que te guíe?-Lamió lascivamente los dedos de Agon, los que se encuentra en su boca.
Excitado todavía más al alfa que de por sí, ya se encuentra ansioso como para perderse aún más en esa paraíso lascivo frente a sus ojos.
-Sere cuidadoso-Se arrodillo en medio de las sexys piernas del beta.
Agon acomodo algunas almohadas al rededor y tras la espalda de Raphael, quería que el beta se encuentre lo más cómodo posible. El alfa no quería que su primer vez al hacerle el amor a Raphael, fuera dolorosa sin importar que no es la primera vez del beta.
-Bien...
"Relájate cuerpo mío" se decía asimismo Raphael, está muy rígido por el nerviosismo y eso podía ser incomodo al momento de ingresar algo dentro de su interior.
-¡Aah!
Mis manos se fueron directo a sus hombros, me sostuve con fuerza de Agon. Esa intromisión dolía un poco y era incómoda todo por mi nerviosismo.
-¿Duele?-Besa la frente del beta.
Es demasiado estrecho tanto así que es complicado deslizar mi dedo por más húmedo que se encuentre por el lubricante.
-Un poco.... después de todo es mi primera vez usado mi trasero.-Sus mejillas se ruboriza.
Nunca en mi vida pensé que llegaría un día en que, sería yo quién sería penetrado. Sin embargo, cuando se trata de Agon, quiero tener todo él.
-¿Qué?...
-Mnhg~
-¡Lo siento!..-Se disculpo sinceramente.
Está tan sorprendido por esa repentina confesión que, terminó deslizado el segundo dedo cuando quería hacerlo más lento que al anterior.
-¿Te sorprendí?-Agon solo asintió.-No quiero hablar en este momento de mis otras relaciones, sin embargo en ningún instante fui el de abajo-Se mira uno al otro.-Tu serás mi primera y última vez mi cielo-La incomodidad iba pasado entre más me relajará.
No lo culpo de que haya pensado de que no es mi primera, puesto que aceptó mi locuras y las aventuras de una noche de aquel tiempo.
-Solo tu mi alfa puede poseer ese lugar y sobre todo obtener mi corazón a quien nunca le perteneció hasta que te conocí.-Beso los labios de Agon.
El alfa quería decirle que lo quiere con todo y ese pasado, que para él esto es la primera vez de ambos porqué ese pasado antes de conocerlo, no importaba como importar su presente y futuro.
Ya que no puedo decírselo con palabras, se lo dirá con el tacto de su piel al rozarse entre ellos. Y Raphael lo estaba sintiendo, en la forma de besarse apasionados y en esa manera en la que los dedos hace movimientos de tijera dentro de su interior, expandiendo sus suaves pliegues.
Así como esa otra mano del alfa recorriendo esa hermosa piel y apresado las erectas fresas, tanto era el placer que el beta se relajó al cien. Tragándose dedo por dedo hasta dener cuatro dentro de su inquieto lugar.
-¿Lo podré?-El beta solo asintió.
-¡¿Unhg?!-Mi cuerpo se estremeció al sentir esa intromisión raspado las suaves paredes de mi caliente interior, tan caliente como esa barra de carne entrado en mí.
¿Cómo es que Agon sabe de esto? ¿No sé supone que es alguien inexperto? Al principio estaba preparado para guiarle, sin embargo él hizo todo diligentemente y cuidadosamente. ¡Hasta yo estoy más nervioso que él.
-Aah~-Duele, es un dolor que se va expandiendo desde tu cintura hasta ese lugar invadido.
-¿Duele?-Se preocupó al ver la incomodidad en el rostro de su beta.
Si con mis dedos dentro de Raphael se sentía estrecho, con mi miembro a medio camino se sentía todavía más estrecho y demasiado caliente. Tan caliente que da un poco de miedo el terminar vaporizado.
-Puedo soportarlo.
Duele sí, pero a los segundos ese dolor se convirtie en una sensación extraña por los movimientos de los dedos de Agon, al frotar mis pezones lo cuáles están muy sensibles.
-¿Ya está todo dentro?-Dime que sí.
-No.-Nego con su cabeza.-Solo a entrado la mita.-Expuso con su mirada angustiada.
-Eres demasiado grande.-Muerde el hombro derecho de Agon.-Es muy molesto verte tan relajado en está situación mientras yo, me estoy muriendo de nervios...
-Estoy nervioso.-De dónde se preguntó Raphael con su mirada incrédula.-¿Acaso no puedes verlo?
Raphael tuvo un espasmo ahí abajo al mirar la expresión de Agon, en sus ojos se podía ver el nerviosismo y en su cuello sonrojado al igual que la mayor parte de su cuerpo la timidez.
-Entra de una sola estocada.-Abrazo con fuerza el cuello de Agon, abriendo más sus piernas.
-¿Seguro?-Preguntó una vez más.
-Sí. Muy seguro.-Besa los labios del alfa.
Agon embistió de una sola vez deslizándose hacia las profundidades de ese caliente lugar, tragándose los gemidos salientes de esos dulces e hinchados labios rojos, así como el beta envuelve por completo y a la vez estruja el miembro eufórico del alfa. Enviado sensaciones por sus desenfrenados cuerpo hambrientos de más.
El dolor que una vez sintió Raphael, fue como si jamás hubiera existido ya que, ese adormecido dolor se convirtió en ese e imaginable placer que se desbordó por sus poros.
La mente del beta está completamente en blanco, no podía pensar en nada más que en ese caliente, grueso miembro destrozado su sensible próstata u en esos gemidos ahogados que salían de los labios de un frenético alfa.
Raphael no entendía el por qué Agon era tan bueno en tocar sus lugares sensibles, esos lugares que lo vuelve chocolate derretido. Era Como si el alfa lo conocería a la perfección provocado una avalancha de éxtasis en su ser.
-Me...gusta-Confesa con su respiración entrecortada.-Justo..ahí-Jadea sobre el oído del alfa erizado hasta su alma.-Un poco más fuerte.-Suplicó lascivo.-Vamos cielo, mueve con más fuerza tus...¡Aahh!-Tan profundo, ¿Tengo que tener temor que hay perforado mi corazón?
-¿Te gusta así?-Embiste con más fuerza, deleitándose con los gemidos y esa expresión lasciva en el enrojecido, hermoso rostro del beta.--¿Responden, mi amor?...Agh~-Tan apretado.
Raphael se contrajo al escuchar ese "mi amor" fue como comer un delicioso afrodisíaco mezclado con las feromonas de Agon, enloqueciendo por completo todo en él.
-Sí...me encanta..Aahh~
-Raphael-Susurró dulcemente.-Mi beta...Mmhg~
Tanto el alfa como el beta no pudieron aguantar más y solo dejaron salir su amor, Raphael sobre su pecho y unas cuantas gotas sobre los pectorales sudorosos de Ango.
-Mmm~
Raphael tuvo un pequeño espamos al sentirse solitario, Agon había salido despacio de ese lugar, retirado el preservativo de su miembro.
-¡¿Agon?!-Se estremecio al ser volteado y puestos de rodillas con su espalda inclinada hacia adelante, estába en cuatro.-Espera...-Jadeo al sentir el pecho de Agon sobre su espalda, al igual que esa cálida respiración en su cuello.
-Te lo dije, ¿no?-Lame tras la oreja del beta.-Que no me detendría así me suplicaras.-Chupo el lóbulo de esa tímida oreja.
-Solo espera todavía estoy...¡Aahh~!-Por un instante pensé que me volvería a venir por lo bien que se sintió.
Agon estaba pensando lo mismo que Raphael, se sentía demasiado maravilloso estar dentro del beta y como este se encuentra mas húmedo de lo normal por el lubricante, o por la dilatación extrema.
-Agon-Gira un poco su rostro.-Tocarme más, besame.
-Sera un placer.-Capturo los labios del Beta mientras con su mano libre, exploró el cuerpo y con su miembro el interior de Raphael.
Joder, ¿a dónde se fue el serio Agon? Creó que he despertado una bestia durmiente, bestia que me dejara sin poder levantarme el día después. Agon no tiene intención de detenerse hasta que uno de los dos caiga inconsciente, lo peor o mejor es que no estoy molesto. Me encanta.
Raphael no estaba para nada equivocado, Agon saboreó lo prohibido y ahora solo quiere intoxicarse de placer que solo el beta puede hacerle sentir.
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