Sueños de un futuro incierto

—Faraón Jungkook, mi señor ya es de mañana.

—¿Um? 

Anoche había regresado al palacio después de pasar una larga ausencia en el templo. Tras el funeral del antecesor y el entierro de los altos funcionarios, el viernes, exactamente dentro de un día, finalmente sería la ceremonia de entronización, en la que se volvería el Faraón ante su pueblo y tuvo una visión bastante extraña mientras tanto. Se decía que los Faraones perdían sus poderes mágicos cuando estaban embarazados así que comenzó a pensar que lo más seguro era que, en lugar de ser un sueño profético del futuro, fuera su subconsciente mostrandole algo que quería que pasara.

Aún tenía esa vocesita en la cabeza llamamdolo "mami" y aún podía reproducir en su cabeza la visión de verlo comer unos bollos de leche de coco con sus pequeñas manitas. Le dolió el corazón porque no podía olvidar ni por un momento la mirada adorable de su bebé, que se parecía demasiado a la mirada serena de Taehyung.

Jungkook se llevó la mano al estómago. Su hijo, que aún no había nacido en este mundo, era fuerte. Recientemente pensó que lo había sentido moverse así que, ya que solo faltaban unos cuantos meses para verlo en persona, imaginó que era bastante natural que el bebé le mostrara que de verdad estaba allí con él. Además, la forma de sus pezones había cambiado y aunque el abdomen no se le estaba hinchando tanto, si notaba una pequeña curvita que le hacía tener la ropa ajustada. Era posible que el mundo pronto descubriera que iba a tener un cachorro. Además, el cónsul Galba dijo que iba a hacer todas las preparaciones pero ¿Realmente iba a anunciar a este niño como suyo?

—Faraón, el cónsul de Roma pidió una audiencia con usted.

—Oh, sí. —Respondío en voz baja, le deprimía pensar que tenía que volver a verlo, pero no podía evitarlo, entonces se arregló la ropa y se dirigió a la sala de audiencias del palacio.

Dentro del lugar, cuyas paredes estaban recubiertas  de mármol brillante, sin techo y con enormes ventanales, había fuentes en forma de manantiales artificiales con nenúfares que florecían aquí y allá y también, un par de banquitas de piedra para sentarse junto al agua.

Habiendo estado orando en la cámara funeraria durante mucho tiempo, le fue extraño regresar al palacio y sus espacios coloridos y brillantes por primera vez, así que tuvo la extraña sensación de estar todavía como en un sueño.

—¡Mami! —No podía olvidar esa linda voz.

En el sueño, cuando se dio la vuelta y dijo que podía darle también a su papá, descubrió que solo había una sombra parada junto a la puerta, podía jurar que era Taehyung. Pero y ¿Si era Galba?

“(No. Es imposible que Galba coma dulces. Es muy agresivo para eso.)”

Justo ahora, estaba a punto de ver a ese hombre otra vez. Tenía que estar preparado psicológicamente para ello, sin embargo cuando fue a la sala de audiencias, se encontró con que allí solo estaba Taehyung.

—Ah...

—Cuánto tiempo sin verte.

Su corazón empezó a doler dulcemente. Aquí, en este cuerpo, en su vientre, tenía al hijo del hombre que ahora lo miraba con todo el amor del mundo y estaba ansioso por decirle la verdad y tomar su mano para posarla en su estómago y que pudiera sentir como se movía. Pero en lugar de eso, Jungkook tembló cuando escuchó esa temible voz detrás de él hablarle, sin dejarle tiempo para contestarle a Taehyung.

—Jungkook, te he estado esperando. Mi amada pareja. ¿Cómo está el bebé? ¿Te sientes bien?

...

—Taehyung, mi súbdito. Espero tu lealtad a partir de ahora. La ceremonia de coronación aún está por llegar, pero Jungkook y yo ya hemos firmado un pacto de pareja y hemos hablado muchas veces sobre nuestro futuro.

El rostro de Taehyung se contrajo en disgusto.

—Cónsul Galba...

El hombre respondió al saludo con un acentamiento de cabeza y abrazó a Jungkook fuertemente por detrás y continúo hablando, mirando hacia Taehyung.
—Anda, cariño. Puedes ser honesto. Dile a Taehyung que pasaste mucho tiempo conmigo en el palacio y nos unimos en el momento en que hacías tus oraciones y fue entonces cuando concebiste a mi hijo. —Dijo esas palabras mientras frotaba el estómago de Jungkook de arriba para abajo para hacer evidente esa pequeña curva en su vientre.

Taehyung lo miró con tanta rabia que parecía estar  a punto de echar fuego por los ojos. —Ya veo, señor.

—Taehyung, espero tu bendición. Aquí está mi hijo. Si es Alfa, será el nuevo heredero de Roma y si es Omega, será un Faraón que heredará el Reino de Egipto. De cualquier modo, será alguien poderoso.

—Felicidades Cónsul Galba, Faraón Jungkook. —Hizo una pequeña reverencia en respeto y aunque bajo la mirada, pudo percatarse de que las yemas de los dedos del Cónsul, tocaron los pezones de Jungkook, por lo que este dió un respingo y respiró hondo. El propósito de este hombre claramente era hacer enojar a Taehyung, así que el gladiador se dió cuenta de que realmente lo odiaba.

—Tus pechos tienen una buena elasticidad. Dicen que debería salir leche materna de ellos, mientras estás esperando al bebé, pero por ahora todavía no te sale nada.

Taehyung no dijo nada, inclinó la cabeza en su dirección nuevamente, tomó sus cosas y se fue tan molesto que hasta dio miedo. Jungkook se sintió tan desconsolado que pensó que estaba a punto de ponerse a llorar.

—Es un chico fácil de provocar. Parece que está realmente enamorado de ti.

—... No hay Alfa que no se enamore de mi, excepto tú, afortunadamente.

—Me desprecias, pero mira donde estamos ahora. Me elegiste para ser tu esposo ¿No?

—Es la única manera que tengo para proteger el Reino de Egipto.

—Vale la pena el sacrificio de tener que soportarte, si puedo ver esa expresión tan destruida en mi sobrino.

...

—Después de que nazca el niño, decidiré qué hacer contigo. Irás a Roma para dar a luz.

—¿Por qué a Roma? No lo haré, mi hijo debe nacer en tierra Egipcia.

—Jungkook, es por el bien del Reino de Egipto, por el bien de Roma, y para que Junghyung y Libia no intervengan en el futuro, lo mejor es que ese niño nazca siendo un Romano. Sabes que camino debes tomar. No es necesario que te diga todo siempre.

—Pero yo... Si es un Omega será el futuro Faraón.

—Pues rezale a tus Dioses para que sea Alfa, le irá mejor que siendo una puta Omega, ademas también por Taehyung lo mejor es que obedezcas sin rechistar. Puedo encontrar muchas razones para ejecutarlo ¿Sabes? Después de todo, en realidad, él sigue siendo un esclavo.

Jungkook miró a Galba a los ojos, con una expresión de profundo odio. —No te metas con él.

Galba sonrió con cinismo.
—Si lo piensas bien te daras cuenta de que incluso es por el bien de tu hijo por nacer

Jungkook frunció el ceño.

—Si este niño es un Omega, será el Faraón del Reino de Egipto, pero si es Alfa, que por tu bien ojalá así lo sea, va a ser el sucesor de mi familia como cónsul de Roma. Sin embargo, como mi hijo, al final es un ciudadano Romano.

...

Realmente parecía que no había más remedio que aceptar que naciera en suelo Romano.

—Parece que el período de celo no te llegará por un buen tiempo después de que des a luz. Pero cuando te venga, sería bueno que vinieras conmigo de inmediato para hacerte un hombre de verdad. Prepárate para eso.

—... Lo haré.

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Desde ese día en que vió a Taehyung nuevamente, había estado soñando con su pequeño bebé casi todas las noches. Incluso después de su coronación y de que fue llevado a Roma e incluso después de que dió a luz.

El cachorro tenía ojos redondos, cabello rubio esponjoso y unas mejillas suavecitas y bastante rojas. Cuando lo abrazó, lloró contra su pecho y lo buscó de esa manera le hizo sentir un amor irresistible por él.

Pero ya había pasado mucho tiempo desde eso.

“(....Todavía no me dejan ver a mi hijo. Ni siquiera he salido de aquí.)”

Estaba en un castillo del cónsul, en la ciudad de Roma, y lo tenían encerrado en un viejo calabozo como si fuera basura, sin permitirle ver a su hijo, Incluso aunque acababa de parir y aún no se cumplía el tiempo de cuarentena después del parto. Sin embargo, no podía hacer nada porque su hijo estaba en poder de Galba, lo mantenía con él como si fuera un rehén para tener control absoluto de la voluntad de Jungkook.

A diferencia de los Beta, los bebés Omega nacían a los siete u ocho meses de gestación aproximadamente, por lo que tenían que tener mucho cuidado con ellos al ser prematuros. A él se le administraron medicamentos para paralizar su conciencia y sus funciones físicas y le realizaron una cesarea cortando su abdomen para sacar el cachorro de manera segura y después de recuperar la conciencia, estuvo confinado allí de día y de noche como un animal.

Venían a darle comida y agua y había un médico que aparecía casi todos los días para verificar que se cerrara su herida. Su cachorro era diminuto, así que le dijeron que se lo regresarían hasta que fuera tan grande como el bebé de un Beta y también, que lo estaban monitoreando en un centro médico especial rodeado de doctores estupendos. Cuando se volviera fuerte, lo sacarían por primera vez y tratarían de averiguar si era Alfa u Omega usando una hierba especial.

¿Podría salir de aquí para entonces?

Galba le dijo que la próxima vez que estuviera en celo, se aparearía con él para volverlo "un hombre de verdad."

Bueno, él no iba a permitirlo, se daría cuenta de que Taehyung lo marco y no tenía idea de cómo iba a reaccionar al saberlo.

Justo en la tarde del vigésimo día, finalmente comenzó a sentir un calorcito extraño por culpa de la desestabilización de sus hormonas debido al embarazo. Por suerte, fue durante la ausencia del Cónsul Galba y en un lugar en el que estaba prácticamente a solas.

—¡¡Trae a Taehyung aquí, ahora!! —Jungkook amenazó con un cuchillo, para pelar manzanas, en el cuello de la criada y ordenó a otra en el pasillo que le trajera a Taehyung.

—... Faraón Jungkook, usted sabe que no podemos hacer eso. Si el cónsul Galba se entera, estaremos en graves problemas.

—Deberías escucharla. Suelta a la criada. —Taehyung apareció cuando escuchó los gritos de Jungkook, así que él soltó a la criada cuándo lo vio, tal y como se lo pidió y aventó el cuchillo al otro extremo de la habitación. Su mirada era fría y tenía un claro dejo de desprecio y odio, lo que hizo que su corazón doliera tanto que hasta sintió ganas de llorar.

—Tenía muchas ganas de verte. Es por eso que tomé a la doncella como rehén.

—¿Por qué tendrías ganas de verme? Faraón. —Taehyung cerró la puerta de la mazmorra y lo miró. En ese momento, frunció el ceño y volteó la cabeza para otro lado.

—Es tu aroma...

—Sí... Estoy entrando en celo. Mi ciclo esta descontrolado debido al embarazo y por eso yo....

—Galba vendrá en la noche.

—Taehyung, por favor….Si las cosas continúan así, será un gran problema para nosotros.

—La verdad es que no sé cuál es la definición de "problema" para ti. Es tu compañero ¿No? Ya te marco seguramente.

—No, no. Por favor, tienes que escucharme. Dejaste de venir a verme desde que supiste de mi embarazo y no pude explicarte nada ni una sola vez.

—¿No fue suficiente para tí con el dolor que me provocaron ese día?

—Ah... ¿No...? ¿No me sientes? ¿No sientes lo fuerte que está mi aroma? ¿No has sentido el lazo? —Taehyung  parecía estar confundido y enojado a partes iguales. Sin embargo, definitivamente Jungkook no dejaría que alguien más lo tocara y no planeaba irse con Galba, enlazarse o follar con él, nunca había estado entre sus planes romper el lazo que tenía con Taehyung, si podía evitarlo.

—Tienes razón ¿Cómo puedes atraer a otros alfas si eres el compañero de Galba? Además si te he sentido, solo que pensaba que solo era mi lobo extrañándote tanto como lo he hecho yo.

Jungkook intentó hablar manteniendo la mentira, pensaba que era lo mejor por el momento. —Los faraones podemos tener múltiples parejas.

—Ya.

—De todos modos, ahora estoy en celo. ¡Tengo que bajar la fiebre! Hasta que vuelva Galba, no quiero que otros Alfas me violen. Así que hazme el amor.

—Wow. Alto con eso. Yo no voy a hacer eso cuando eres la pareja de mi tío.

—¡¡¿Qué  parte no entendiste de que puedo tener varías parejas?!! Puedo hacerlo, de verdad. Es solo que no estabas cerca, así que por eso no te lo dije.

—Lo que dices, parece una mentira.

—Para un Alfa, tal vez es algo raro. Pero no lo es para mí.

Tal vez fue debido a la prisa, pero se dio cuenta de que estaba emitiendo una cantidad considerable de feromonas de su cuerpo. Podía ver que el interior de la mansión había comenzado a ponerse ruidoso porque seguramente el olor empezó a transmitirse a los Alfas que estaban protegiendo la entrada.

—Por favor, por favor.

...

—Taehyung.... Te lo ruego. No puedo soportarlo más. Por favor, ven conmigo.

—¿Sabes que esto puede arruinar tu reputación entre los ciudadanos romanos? Van a correr rumores de que diste a luz al bebé del cónsul y que semanas después lo engañaste conmigo.

—No me importa si dicen que soy un ninfómano. No me importa si dicen que soy un Omega demoníaco o algo así… Por favor... Date prisa y ven conmigo. Solo te he esperado a ti. Todo este tiempo. —Jungkook de verdad pareció estar ansioso por dejar que Taehyung le hiciera el amor de nuevo.

—No lo voy a hacer.

—Taehyung…

—No te tomaré, pero intentaré refrescarte del calor. —Taehyung lo empujó hacia abajo y le abrió las piernas.

—Um...

—Tomaré al hombre de Lord Galba. No me pidas otra cosa.

El culo de Jungkook, que ya estaba empapado con un montón de secreciones diferentes, fue atacado fácilmente por los dedos de Taehyung.

—Ah... ¡Ah!

Como en respuesta a sus gemidos, Taehyung siguió metiendo y sacando repetidamente sus dedos, hasta que ocasionó que todo se sintiera bastante húmedo y pesado como para poderlo soportar.

—Ah, ah, ah, ah, ah...

La conciencia de Jungkook estaba dulcemente entumecida debido a las olas constantes de placer que estaba empujando contra su pecho. Un olor denso que se asemejaba a un nenúfar, salía de su cuerpo y se perdía en la nariz de los dos. Al final, incluso intercambiaron un beso que le hizo sacar la lengua y saborear los labios del Alfa.

—Jungkook... —Le tocó los pezones. —Aquí... Tal vez sea porque diste a luz pero, la forma ha cambiado mucho.

Sus pezones, que alguna vez fueron pequeños granos de fruta, habían madurado hasta que se hincharon para que su bebé pudiera mamar de ellos.

—¿No te sale leche materna? —Taehyung preguntó, mientras pellizcaba sus pezones hinchados con los dedos.

—Es que... Me quitaron a mi bebé de inmediato y no he podido amamantarlo ni una sola vez.

—... Lo sé y lo siento. —Taehyung tiró de él hasta hacer que ambos muslos estuvieran bien abiertos de par en par y entonces lo penetró con sus dedos de nuevo.

—¡¡Aaaah!! Ay, Taehyung.

—Es increíble... Tu olor es aún más rico que la primera vez. Es como si estuvieras diciendo lo mucho que te mueres por hacer que te tomé.

—Um... —Un sollozo se escapó de la punta de su lengua.

Mirando a Jungkook, quien estaba tan perturbado por el placer como para pensar de una manera adecuada, Taehyung se burló. —Que cara más lasciva. Como se esperaba de un Omega de Egipto.

Entonces Taehyung no pudo soportarlo más y un duro trozo de carne, gordo y grueso, golpeó el culo de Jungkook, hasta hacer que comenzara a moverse de un lado a otro como si no pudiera respirar.

La sangre, el cuerpo y el cerebro de Jungkook estaban entumecidos por un placer que le hizo alcanzar el clímax incluso antes de que se diera cuenta de eso. Gritó, sus ojos se volvieron de un blanco puro y un torrente caliente corrió por su vientre hasta hacer que se arrojara por completo al abismo que le proporcionaban las caricias de las manos de Taehyung.

En ese momento, de repente sintió que podía escuchar una vez más, la voz de su niño en la distancia diciendo:

—¡Pan de leche de coco! Me gusta que tenga mucha miel. ¡Voy a darle a papá!

Después de todo, era un adorable pequeñito rubio. La figura sonriente del niño le hizo pensar que era la criatura más linda que hubiera visto en su vida y de todos modos, no pudo evitar preguntarse ¿Quién era ese "papá" con el que iba a compartir el pan de leche?

¿Su papá iba a ser Taehyung o se iba a quedar aquí con Galba? Por ahora solo podía conformarse con tener sueños de un futuro completamente incierto para él.

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