Capítulo 27-Final


―Quién iba a pensarlo, Mew Suppasit es capaz de matar a alguien a sangre fría ―Max dijo, no pareciendo afectado por todas las armas que le apuntaban.

Mew gruñó en su dirección.

―Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para defender a los míos.

―He de admitir que eres tenaz. ―Él asintió, como si Mew fuera a apreciar cualquier tipo de cumplido que saliera de su boca―. Nunca hubiera creído que un simple conejo como tú, llegaría tan lejos.

―Pues ya ves. ―Mew le fulminó―. Ustedes tienden a creer que porque somos presas, porque somos la parte "vulnerable", no somos capaces de hacer nada, que son superiores por ser lo que son y que nunca podríamos defendernos a nosotros mismos, ni a los nuestros.

―Solo eres una excepción, Suppasit. ―Él le miró divertido, aunque Mew debía concederle que por lo menos comenzaba a verlo como alguien que era perfectamente capaz de enfrentar a cualquiera de ellos.

Bien por él, y sin embargo:―No deberías verme como una excepción, sino como un ejemplo, no soy el único de nosotros que puede hacer esto.

Mew creía firmemente que así era.

―Ahora, quiero que lleves las manos tras tu cabeza y luego te tiendas lentamente en el suelo.

―Por supuesto, como si fuera a hacer eso.

―Nattapol, no juegues con mi paciencia, creo que te habrás dado cuenta de que ahora mismo pende de un hilo.

― ¿Me estás amenazando?

―Nattapol, estoy a cinco segundos de tirar del gatillo, haz lo que dije, ahora ―ordenó.

―¿Y si no quiero?

―Muy bien, tú lo has pedido. ―Entonces Mew disparó, más la bala no llegó a golpear a Nattapol, pues una mano se encargó de mover la suya y desviar el disparo.

―¿Qué demonio, Suppasit? ¿Enloqueciste? No puedes simplemente matarlo, ¿no fue suficiente con Korapat?

―No, no me he vuelto loco, pero estoy simplemente harto de dejar cabos sueltos para que vuelvan a morder mi culo ―Mew gruñó, zafándose del agarre que Tul había impuesto en su muñeca―. Esta gente seguirá volviendo si no los extermino, no puedo permitir que quieran seguir haciéndole daño a mi familia, y he decido que actuaré y luego preguntaré, me niego a seguir teniendo algún tipo de misericordia por ellos, cuando estoy seguro de que ni siquiera intentarían tenerla por nosotros.

―De cualquier manera, Suppasit, eres abogado, tú más que nadie deberías saber que esta no es ni de lejos la forma de hacer las cosas.

―Nunca dije que fuera la manera correcta, sino que es la forma en la que actuaré ahora.

Tul frunció el ceño, mirándolo con inconformidad. Justo en ese momento, a Mew no podía importarle menos lo que el hombre pensara.

―Escucha chico, sé que estás nervioso y enojado justo ahora, tú no eres así, por lo tanto, primero cálmate y luego hablaremos. ―Tul tiró del arma en su mano, más Mew se resistió―. Suelta el arma, Suppasit. De ninguna forma permitiré que hagas esto, mejor ve con tu omega y cuida de él.

Solo entonces, la furia de Mew mermó, mirando casi frenéticamente alrededor hasta que sus ojos dieron con un choqueado Gulf en el suelo. Dejando ir la pistola, Mew se apresuró a llegar a él, agachándose a su lado para tomar el rostro de su omega entre sus manos.

―Gulf, mi amor, ¿estás bien? ¿Estás herido en alguna parte? ―Mew limpió cuidadosamente la sangre en el rostro del menor―. ¿Dulce?

―Mew, le disparaste a Nanon en la cabeza. ―Fueron las primeras palabras de este.

―Lo sé.

―Y tú reverendo idiota, ¡¿no pudiste pensar que podría estar detrás de él?! ¡Que de hecho lo estaba! ¡Pudiste haberme matado también! ―Gulf levantó uno de sus puños y golpeó el pecho de Mew con él.

―Uh, lo lamento, dulce, yo simplemente estaba demasiado furioso y desesperado por deshacerme de la amenaza, como para pensar con la suficiente claridad.

―Muy bien, pero si vuelves a hacer una estupidez así, voy a patearte las pelotas. ―Mew hizo una mueca de solo recordar la única vez en que eso pasó.

―Supongo que eso es lo suficientemente justo. ―Asintió.

Entonces, Gulf suspiró, echándose hacia delante hasta que descansó su frente en el pecho del alfa y sostuvo la parte frontal de su playera entre sus puños. Solo entonteces Mew se percató del temblor en sus manos, en todo su cuerpo en realidad.

Llevó las manos al frente y recogió al omega entre sus brazos, poniéndose de pie mientras lo sostenía. Gulf apenas y parecía tener fuerza para mantenerse sobre sus pies, por lo que apretó el agarre aún más.

Sabía que su compañero es fuerte, valiente y decidido, pero incluso él necesita ser sostenido en ocasiones. Es más, Mew estaba seguro de que este estaba luchando para no romper en llanto, por el simple hecho de que odiaba mostrarse vulnerable ante los demás.

Hubo una pequeña conmoción tras ellos y todo el cuerpo de Mew se puso rígido mientras se giraba a ver qué sucedía, temiendo que Nattapol estuviera intentando escapar de alguna forma. Por suerte, no fue así, sin embargo, un para entonces esposado Max, y Tul se miraban uno al otro como si acabaran de ver a un fantasma.

―¿Señor? ¿Está usted bien? ―Patrick preguntó.

―Esto tiene que ser alguna clase de broma ―Tul respondió en cambio.

―¿Qué pasa? ―Gulf preguntó, saliendo de su escondite para mirar hacia el lugar.

―¿Señor? ―Hansol insistió.

―Choi es, él es... no puedo creerlo. ―Era la primera vez que Mew escucha al hombre balbucear.

―¿Dirán que sucede o no?

―Pasa, Suppasit, que tu querido centinela, es mi destinado ―Max respondió, con una sonrisa que rozaba entre la ironía y la incredulidad. Hubo un jadeo colectivo en toda la sala y todos los ojos se posaron sobre el líder centinela.

Bueno, mierda, ¿no podía el hombre tener peor suerte?

Bright mantuvo un rostro inexpresivo mientras guiaba a Chai a través de las instalaciones de Phakpun, el alfa había estado insistiendo por respuestas los primeros diez minutos de camino hasta allí, mas cuando comprendió que sin importar qué, Bright no respondería, finalmente había desistido.

Encontraron a Mile parado justo fuera del lugar y una vez estuvieron a su lado, Bright asintió en forma de saludo.

―Muy bien, ¿ya dejaran el misterio con todo esto? ¿O me van a hacer rogarles?

―Chai. ―Mile dio un paso más cerca de este―. Escucha, esto es complicado y no te pediré que lo entiendas, aunque lo agradecería. Sin embargo, estando en tu posición, no es algo que me atrevería a sugerir.

―¿Qué es lo que pasa? ―Chai cuestionó, esta vez su tono sonando mucho más tenso.

―Chai, ¿recuerdas hace un par de meses cuando me dijiste que hacía más de un año en que no tenías noticias acerca de tú hermano?

―¿Qué tiene eso que...? ―Los ojos del alfa menor se abrieron en grande cuando por fin entendió lo que estaban insinuando―. ¿Están tratando de decirme que lo encontraron? ¿Encontraron a Sen?

―Lo hicimos. ―Mile asintió con cierta brusquedad y una sonrisa comenzó a extenderse en el rostro del menor―. No obstante, no fue en las mejores condiciones.

La sonrisa de Chai cayó, siendo remplazada por una mueca de preocupación.

―¿Qué significa eso? ―Bright y Mile se miraron de reojo―. Solo díganlo.

―Encontramos a Sen en medio del ataque de los rebeldes hace dos meses, él estaba apoyándolos.

―¿Que él estaba qué?

―Cuando le reconocimos, lo capturamos y lo trajimos aquí. Queríamos interrogarlo antes de hacer cualquier cosa, ver si podíamos obtener alguna información de él y... ―Mile titubeó.

―Y asegurarte de que yo no estuviera involucrado con ellos ―Chai terminó por él, apretando los labios con aparente inconformidad.

―Lo siento, pero es algo que teníamos que hacer.

―No diré que no me importa o que no me hiere hasta cierto grado que sospecharan de mí después de todo lo que hemos vivido, sin embargo, como alfa, puedo entenderlo. ―El dijo eso, no obstante, aun así había dolor reflejado en sus ojos y sus hombros estaban mortalmente tensos―. Ahora, imagino que el hecho de que esté aquí, significa que han comprobado que estoy limpio.

―Lo hicimos ―fue Bright quien contestó, recibiendo un asentimiento del menor.

―Por lo tanto, ¿puedo verle?

―Solo tienes que entrar. ―Mile señaló la puerta frente a ellos―. Él está justo detrás.

Chai les dio una última mirada antes de tomar el pomo y abrir la puerta. Él se detuvo mirando hacia dentro y Bright sabía que debía estar asimilando el semblante de su hermano. Sen estaba bastante demacrado, su piel pálida, su ojos ligeramente hundidos y había unas oscuras ojeras bajo estos, él estaba bastante delgado también.

―Se ha negado a comer lo que le traemos, todo lo que ingiere es alguna fruta y agua, nada más. No importa cuánto hayamos insistido, sigue negándose a comer cualquier cosa que preparemos ―Mile explicó―. Su leopardo ha estado muy cerca de la superficie desde las últimas dos semanas, él debería ingerir algo de carne pronto, es imposible que se siga manteniendo a base de frutas por mucho más tiempo.

―¿Puedo hablar con él a solas? ¿O necesita alguien entrar conmigo?

―No es necesario que alguien te acompañe, confiamos en ti y de cualquier forma hay cámaras y micrófonos en la sala.

―Muy bien. ―Dicho esto, Chai entró en la sala y cerró la puerta tras él.

―¿Crees que pida el traslado?

―Tal vez, sin embargo, dadas las circunstancias, deberé insistir que se quede aquí.

―Él no va a estar feliz.

―Pero deberá entender nuestra posición. ―Mile soltó un pesado suspiro, al igual que Bright, no estaba cómodo con lo que sucedía―. Pasará bastante antes de que decida salir, ¿quieres ir a tomar algo mientras?

―Te aceptaría un café. ―Bright asintió, siguiendo a Mile cuando el alfa comenzó a caminar hacia (seguramente) su oficina, en la sede.

―Oh, por cierto, el omega Suppasit se está quedando en la casona desde hace unos días.

―¿Y eso por qué? ¿Sucedió algo con su cabaña?

―No realmente, pero Suppasit entró en celo y Gulf fue a pasarlo con él. ―Mile arrugó la nariz con desagrado―. Ahora cambiemos de tema, porque realmente me da escalofríos de solo pensar en que Gulf tiene una vida sexual activa.

―Gulf ha crecido, hombre, ya no es el pequeño niño de nueve años que llegó junto a Apo. ―Bright le palmeó la espalda, sonriendo divertido hacia el menor.

―No me interesa, Gulf es casi un hijo para mí, prefiero seguir pensando que aún es casto y que siempre lo será. ―Mile torció los labios en una mueca y Bright rio por lo bajo.

―Si eso te hace sentir mejor, pues allá tú.

Mile giró los ojos y abrió la puerta de la oficina para él, invitándole a entrar. Bright estuvo a punto de hacerlo cuando uno de los guardias de Phakpun se acercó trotando por el pasillo, mientras le llamaba.

―¿Qué sucedió?

―Señor, alfa Vachirawit. ―El chico mostró sus respetos, ambos asintieron en reconocimiento―. Señor, vengo a informarle que el centinela Tul acaba de venir con un prisionero y... Nanon Korapat ahora está muerto, según dijeron, a manos de Suppasit.

―¿Que Suppasit hizo qué cosa?

―No poseo toda la información, fui enviado por el líder de equipo Tul por usted, señor. Lo único que sé con seguridad es que el prisionero es Max Nattapol y que lo atraparon mientras intentaban secuestrar al señorito Gulf.

―Joder, ¿dónde están ellos?

―Sala número cinco, señor.

―Bien, Bright, ¿vienes?

―Estaré justo detrás de ti.

Dichos esto, ambos alfas se encaminaron hasta el lugar, donde encontraron a Suppasit sentado con Gulf en sus piernas, en una esquina y a Tul recostado en su escritorio.

―Alfa. ―Tul se enderezó de inmediato.

―¿Qué fue lo que pasó, Tul? ¿Cómo es eso de que Suppasit mató a uno de nuestros hombres? ―Mile fulminó al susodicho con la mirada, Mew se mantuvo imperturbable.

―Intentaron secuestrarme ―fue Gulf quien respondió, abandonando el regazo de su pareja para encarar a Mile―. Y el desgraciado de Nanon merecía morir, no era más que un perro traidor, ¿quién crees que fue el que infiltró a Nattapol en la manada?

―¿Insinúas que Korapat trabajaba con el enemigo?

―Él lo hacía, me lo dijo antes de que ellos llegaran a rescatarme.

―¿Tul?

―Lo que dice es cierto, señor.

―Pues claro que lo es ―Gulf gruñó.

―Guarda silencio, Gulf ―Mile amonestó y el omega le blanqueó los ojos.

Ignorándolo, Mile le hizo un gesto al centinela para que continuara.

―Como decía, lo que el señorito Kanawut dijo es cierto. Estaba aliado a Korapat e incluso llevó a más personas con él.

―Disculpen. ―La puerta se abrió tras ellos y una chica se hizo paso en el lugar, Bright arqueó las cejas en su dirección.

―Samantha Coates, ¿qué haces aquí?

―Eh... hola, si me estás preguntando eso debe ser porque aún no te cuentan sobre mi travesía de más temprano.

―¿Eso qué significa?

―Justo sobre eso iba a contarle ―Tul intervino―. La señorita Coates fue engañada para participar en el secuestro de Gulf.

―Sigo pensando que su testimonio es demasiado sospechoso ―Gulf bufó.

―Gulf, no empieces de nuevo ―Suppasit llamó desde atrás.

―¿La estás defendiendo? ―El omega rugió y Mew levantó las manos en rendición.

―Kanawut, no puedes odiarme por el resto de tu vida porque le coquetee a tu novio una vez.

―No estoy hablando contigo, víbora.

―Eso no me ofende. Aunque en realidad soy una pitón. ―Ella se encogió de hombros y Gulf gruñó en su dirección, mostrándole los dientes en el proceso―. No te esponjes gatito.

―¿A quién llamas gatito, víbora? ―Gulf avanzó en su dirección, no obstante, Suppasit actuó más rápido, parándose de la silla para atraparle sosteniéndolo de la cintura―. Suéltame Mew, voy a arrancarle las extensiones a la víbora esta.

La chica jadeó pareciendo ofendida.

―¡No uso extensiones!

―¡Ya basta! ―Mile rugió y la sala quedó en silencio.

―Creo que todo el mundo debería calmarse ―Bright intervino por primera vez―. Tul, ¿por qué no terminas de contarnos lo sucedido?

El centinela asintió y procedió a hacer justo eso. Quince minutos después, cuando terminó su relato, con algunas intervenciones de Suppasit y Coates de por medio, Mile no podía estar más furioso, fijándose nuevamente en Gulf quien se mantenía entre los brazos de Suppasit.

―¿Estás realmente bien?

―Sí, lo peor que me pasó fue recibir una cachetada por parte de Korapat. ―Un gruñido salió del parte de Mile y Suppasit.

―Ahora me arrepiento menos de lo que hice ―Mew escupió.

―Sí, bueno, todavía tenemos que hablar sobre eso, Suppasit.

―No esperaba nada diferente ―este contestó.

―Alfa, hay algo... hay algo más, pero yo no sé si... ―Tul titubeó pareciendo repentinamente nervioso. Bright estaba seguro de que era la primera vez que le veía así.

―¿Qué tan malo es? ―Mile se mostró realmente preocupado por el actuar de su centinela.

―Tiene que ver con Max Nattapol, señor.

―Está bien, Tul, puede decirlo, nadie va a juzgarte o algo parecido ―Gulf animó con voz suave, sonriendo con aparente empatía.

El líder centinela cerró los ojos durante unos segundos y tomó una profunda respiración, se enderezó en su totalidad y cuadró los hombros cuando los volvió a abrir, casi como si se estuviera preparando para algún tipo de lucha o algo por el estilo.

―Max Nattapol es mí destinado, señor. ―Los ojos de Bright se abrieron tanto que debían parecer desorbitados, Mile no se mostró muy diferente, solo que este supo recuperarse mucho más rápido que él.

―Bueno, mierda. ―Fue todo lo que dijo.

.

.

.

.

.

Dos días habían pasado desde el intento de secuestro y Mile caminaba nuevamente entre los pasillos de las instalaciones de la sede de su manada. Ese día finalmente interrogaría a Nattapol, para entonces, Bible debía estar esperándole en la sala de interrogación.

Cuando llegó al lugar, no fue una sorpresa para él encontrar a Tul flanqueando la puerta de la sala donde se encontraba el beta de Piya.

―Alfa. ―Este mostró sus respetos en cuanto le vio.

―Tul, creí haberte dicho que no te quería por aquí hoy.

―Lo sé, señor, pero me enteré de que hoy sería su interrogatorio y yo simplemente... mi león... ―El centinela frunció el ceño y apretó los labios hasta que estos se convirtieron en una fina línea.

Mile suspiró comprensivo. Por supuesto, su centinela no podría evitar preocuparse por su destinado, a su parte animal no le importaba la clase de persona que su pareja fuera, esta arañaría y bufaría a por su compañero, negárselo no era imposible, pero si era duro y bastante doloroso.

―Tul, lamento que tengas que pasar por esto, quisiera poder evitarlo, pero no es algo que me pueda permitir. ―Mile apretó el hombro de su centinela en busca de reconfortarle aunque sea de forma mínima.

―Lo sé. ―Este agachó la mirada y apretó los puños a cada lado de su cuerpo―. ¿Qué es lo que le harán?

Mile retiró su mano con una mueca.

―No buscamos hacerle nada ―contestó con total sinceridad―. Sin embargo, si se resiste... eres uno de mis principales centinelas, Tul, sabes bien lo que tendremos que hacer de ser así.

―Y siendo él quien es, eso significa que será prácticamente inevitable ―Tul repuso.

―Realmente hubiera deseado que las cosas fueran diferentes.

―Sí, yo también lo hubiera querido.

Gulf cerró los ojos y finalmente se relajó, sintiéndose cómodo y protegido entre los brazos de su alfa. Ambos se encontraban sumergidos en el agua tibia de su bañera, con él entre las piernas de Mew, mientras descansaba su espalda en el pecho de este.

Mew no dejaba de repartir suaves besos en sus hombros y cuello, sus dedos acariciando casi imperceptiblemente la piel de sus muslos.

―Me alegro de que esto finalmente haya terminado ―murmuró, ladeando la cabeza para darle más libertad al alfa para que explorara su cuello.

―Realmente odio tener que romper tus ilusiones, dulce, pero esto está lejos de terminar ―Mew respondió contra su piel, Gulf gimió con pesadumbre.

―¿Realmente crees que Vimuktayon continúe queriendo ir tras ustedes? Todas las personas que ha enviado, han fallado, incluso tenemos a su beta.

―Eso son solo motivos más grandes para que quiera capturarnos. ―Y no mentía, Mew conocía al hombre, sabía cómo se movía y actuaba―. Ahora mismo debe estar más furioso que nunca, tiene los huevos demasiado hinchados de sí mismo.

Una sonrisa tiró de los labios del omega.

―¿Realmente? ¿No crees que tiene mayores cosas por las que preocuparse? El consejo por ejemplo.

―Hum, en eso tienes razón, sin embargo, no creo que simplemente se olvide de nosotros, y ahora que Max está encerrado aquí, probablemente la manada se vuelva su principal objetivo. Pienso que lo volverá algo personal.

―Por lo tanto, todavía tendremos que tratar con su asqueroso culo por un buen tiempo.

―Lamento eso, realmente no deseaba llamar su atención sobre ti, ni sobre la manada. Odio la simple idea de que puedan hacerte daño por mi culpa.

―Esto no es tu culpa, Mew y...

―Gulf, hace dos días literalmente intentaron secuestrarte debido a mí ―Mew interrumpió.

―Vale, es lo que piensas, pero yo no creo que sea tu culpa que el tipo se haya obsesionado con ustedes.

―Desde que casi asesine a su ahijado, creo que es una buena razón.

―Pero no hubieras atacado al mal nacido de Nani, que por cierto realmente espero que se esté pudriendo en el infierno junto al hijo de puta de Korapat ―gruñó, sacándole una sonrisa al alfa. Su omega es una cosita muy rencorosa―. No lo habrías hecho si él no hubiera atacado a Win, tu solo defendías a tu hermano, Mew. Que Piya Vimuktayon esté lo suficientemente podrido como para defender a un violador, no es tu culpa.

―Simplemente dejemos las cosas así, ¿bien? De cualquier forma no es como si pudiera cambiar algo. ―Mew frunció el ceño ante sus propias palabras―. En realidad, si pudiera cambiar algo, sería el asegurarme de que Cho estuviera muerto antes de haber sacado a Win de allí, eso nos hubiera ahorrado muchos problemas.

―Bueno, lo hecho, hecho está.

―Así es y ahora Piya debe saber que si me busca me encontrará, que voy a estar esperándolo y que defenderé a los míos bajo cualquier costo.

―Cada que te escucho hablar así, me compadezco de las personas que suelen subestimarte solo porque eres una "presa".

―Bueno, pues deberían comenzar a tener en cuenta que puedo ser una simple presa, pero defiendo a los míos con más ferocidad que cualquier depredador, pasaré por encima de quien tenga que pasar si eso significa que mantendré a mis seres queridos a salvo. ―Algo salvaje resplandeció en los ojos de Mew cuando dijo esas palabras.

Una sonrisa orgullosa se extendió por el rostro del omega al escuchar la convicción en las palabras de su alfa.

―Creo que para este momento, nadie en esta manada duda de ello.

―Bien por ellos. ―Mew asintió.

Gulf se movió hasta que pudo doblarse lo suficiente como para poder ver al alfa a los ojos.

―Voy a estar a tu lado siempre, Mew y prometo luchar codo a codo contigo, sin importar lo que venga. ―No hubo nada más que amor y ternura derramándose de los ojos del alfa cuando dijo aquello.

Mew levantó una de sus manos y acarició suavemente la mejilla del menor con su pulgar.

―Nunca esperaría menos que eso de ti, dulce ―contestó, inclinándose pasa unir sus labios en un tórrido beso que les quitó el aliento a ambos―. Te amo, Gulf ―murmuró contra sus labios.

―Yo también te amo, Mew―respondió y esta vez fue él quien le besó.

Fin.

Aww, que nostalgia, jeje.

Oh, también me decepciona un poco que lo del MaxTul fuera tan obvio, jajaja.

En el libro original, WoongJoon (Tul) y DakHo (Max), ni se topan, así que todos estaban realmente impactados por su emparejamiento, jajaja, pero como aquí es una couple establecida, pues es obvio.

Lo curioso es que DakHo y WoongJoon están literalmente inspirados en el MaxTul, o sea, se dio, jajaja.

Aún falta el epílogo.

Stars_Of_Saturn.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top