Capítulo 13

—¿Por qué?

—Porque tiene asuntos que resolver con ellos.

—¿Qué asuntos?

—Asuntos a privados —NamJoon repitió por no sabe qué vez—. TaeHyung ya basta, Si tanto quieres saber ve y pregúntale a tu novio —interrumpió cuando le vio con intenciones de volver a preguntar algo.

—Pues, ¿sabes qué? Es exactamente lo que haré. —Dicho esto, el omega giró sobre sus talones y caminó a paso rápido hasta la puerta, ignorando cada uno de sus llamados.

NamJoon se pasó una mano por el cabello antes de colocar ambas de ellas en sus caderas, mirando las pulidas baldosas del piso con una mezcla de frustración y estrés.

—Iré a asegurarme que no cometa alguna estupidez —HoSeok habló por primera vez desde que TaeHyung se había precipitado en la habitación.

Hizo un ademán con la mano indicándole que lo hiciera y luego se dejó caer en el asiento tras su escritorio. En ocasiones realmente le daban ganas de darle un par de buenas palmadas en el trasero, realmente odiaba cuando se comportaba como un niño caprichoso que hacia lo que se le diera la gana sin importarle en lo más mínimo lo que le dijera.

TaeHyung había escuchado (o espiado, no podía asegurarlo) cuando hablaba con HoSeok sobre lo que Park le había contado, antes de que le facilitara dos de sus hombres para que lo llevaran a la casa de los Jeon.

El omega se había precipitado dentro de la habitación exigiendo que se le dijera qué tipo de asuntos tenía Park ChanYeol con su pareja y el hermano de este, armando todo un alboroto que terminó llamando la atención de algunos empleados y su propio omega.

—Tenle un poco de paciencia —SeokJin pidió, sentándose en las piernas de su esposo—. Ya sabes cómo es.

—Ese es justo el problema, tal vez le he tenido demasiada paciencia, le he dejado pasar tantas cosas que ahora cree que puede hacer lo que se le venga en gana —NamJoon bufó.

—Tienes razón —SeokJin concedió—. Somos demasiado condescendientes.

NamJoon rodeó a su luna con los brazos, dejando que se acomodara en sus piernas y recostada la cabeza en su hombro.

—Sin embargo, hay que admitir que esta vez tuvo razones de peso —SeokJin dijo y NamJoon resopló—. No digo que haya actuado de la mejor forma, por supuesto esta no fue la manera en que debió preguntar pero... siendo sincero, incluso yo querría saber si estuviera en su lugar.

SeokJin volvió a enderezarse para poder mirar al alfa a la cara.

—¿Por qué no le dijiste qué quería Park con Jeon?

—Porque ni siquiera yo estoy seguro de ello —NamJoon respondió—. Park solo me dijo que era algo muy personal de los Jeon y que no le correspondía a él decírmelo.

—Esto es tan extraño, ni siquiera sabía que los Jeon conocieran a los Park.

—Yo tampoco lo sabía —el Alfa confesó, su ceño arrugándose al recordar que ni el mismo HoSeok después de las investigaciones que les hicieron, había podido relacionarnos—. Cada vez reafirmo más mis sospechas de que ellos esconden algo, sin embargo, aún no tengo ninguna pista de qué podría ser.

—Bueno, tal vez después de esto lo sabremos, ¿no?

—Sería bueno si así fuera. —NamJoon asintió, sin embargo, por alguna razón, lo dudaba.

JiMin acabada de limpiar la encimera cuando escuchó como tocaban la puerta. Su ceño se frunció y su conejo se puso alerta ante ello, ¿quién podría ser? JungKook tenía su propia llave y TaeHyung siempre gritaba alegremente su nombre cuando llegaba.

Nervioso, se acercó con sigilo a la puerta, teniendo especial cuidado de que sus pasos no fueran escuchados. Vio a través de la mirilla encontrándose con un tipo que parecía ser bastante alto y cuyo porte gritaba por todos lados que era un Alfa.

Junto a este, había dos tipos más que JiMin no pudo distinguir del todo. Tragó pesado, los nervios invadiéndole súbitamente cuando la puerta fue tocada nuevamente.

Se alejó dos pasos de la puerta y miró alrededor sin saber qué hacer. No sabía quiénes eran esos tipos y le aterraba la idea de que Dong SeoHyuk hubiera dado con su paradero y que finalmente hubiera enviado a por ellos.

Sudor frío comenzó a formarse en su frente cuando le escuchó llamarlo por su nombre. No sabía si correr hacia su habitación para obtener su celular y llamar a JungKook o quedarse quieto en su lugar esperando a que estos se fueran.

Si iba por su celular corría el riesgo de ser visto a través de los grandes ventanales de la puerta corrediza que daba al jardín. Maldijo por lo bajo cuanto tocaron una vez más, ¿por qué tuvo que dejar las cortinas abiertas?

—Señorito Jeon, ¿está ahí? Vengo de parte de Park ChungHee.

Los ojos de JiMin se abrieron a más no poder y su respiración se cortó por un segundo ante las palabras dichas por aquel extraño.

—Tengo un recado de su parte, ¿señorito Jeon JiMin? ¿Está en casa?

JiMin sentía sus piernas perder fuerzas, ¿le habrían hecho algo al señor Park? ¿Estaría el viejo y amable hombre bien? ¿Sería capaz de pasar por alto que este pudiera estar en peligro por su culpa? Querida diosa, el hombre había sido lo más cercano a un padre que Kook y él pudieron tener desde la muerte de los propios.

—¿Señorito Jeon?

—¡Ya va! — Gritó antes de que pudiera ser realmente consciente.

Aún más espantado que antes, JiMin volvió a acercarse a la puerta y contando hasta diez tomó valor para quitarle el seguro, abriéndola lo suficiente como para poder asomar su cabeza.

—¿B-Buen día? —Dijo o más bien balbuceó.

—Bien día señorito Jeon, lamento aparecer tan repentinamente. —El tipo sonrió afable, JiMin miró con duda a los demás, dándose cuenta de cómo no solo eran tres como había pensado, sino que eran cinco de ellos.

Un escalofrío se deslizó por su espalda y se filtró en sus huesos.

—¿E-En qué p-puedo ayudarles?

—Oh, como ya dije vengo de parte de Park ChungHee. Soy su sobrino Park ChanYeol. —El tipo se presentó y los ojos de JiMin se abrieron sorprendidos, más segundos después le miró con cautela.

—¿Dice usted que es el Alfa de Seúl? —Preguntó con duda.

—En efecto, lo soy.

—Ya, por supuesto. —Como si fuera a tragarse eso tan fácil.

El hombre sonrió y llevó una mano a su espalda, JiMin dio un cauteloso pasó atrás y cerró un poco más la puerta. El tipo se detuvo por un momento antes de sacar lo que sea que buscaba a su espalda, segundos después, tenía una cartera de color negra en su mano de dónde sacó una tarjeta y se la extendió.

JiMin soltó el aliento que no sabía retenía y tomó la tarjeta, que en realidad resultó ser una cédula de identidad. Viendo entonces el nombre de Park ChanYeol junto a una foto de este y el resto de información personal del hombre.

"¡¿Es realmente Alfa de Seúl?!" Vociferó mentalmente. Tragando pesado y devolviéndole la tarjeta.

No estaba seguro si creerlo del todo, pero por los bordes rojizos que demostraba su estatus de líder de manada, JiMin no estaba seguro de si la identificación estaba falsificada. Se veía bastante real.

—Como pudo ver, no miento y realmente estoy aquí de parte de mí tío ChungHee. —El tipo, que ahora sabía era ChanYeol, Park jodido ChanYeol, el mismísimo Alfa de Seúl, dijo.

—Pero ¿cómo es que...? Nunca dijimos donde... ¿Le pasó algo al señor Park? —JiMin preguntó, la preocupación embargándole tan repentinamente al volver a escuchar el nombre del mayor que se olvidó de su propia seguridad, abriendo la puerta y dando dos pasos más cerca del Alfa.

—El tío está bien, no debe preocuparse. Esa no es la razón de mi visita —ChanYeol tranquilizó, por lo que soltó un suspiro de alivio.

—Entonces... ¿por qué está aquí? ¿Cómo es que dio con nosotros?

—Creo que... eso es algo que sería grato hablar en privado, después de todo, trataremos asuntos... bastantes personales para usted. —Por la mirada que este le dio, JiMin se dio cuenta de que tal vez este estaba enterado de todo.

No supo como sentirse al respecto.

—Oh, por favor pasen —indicó haciéndose a un lado.

Solo las dos personas que estaban al lado del Alfa lo hicieron. Los dos hombres que estaban más alejados, se quedaron donde estaban. Dándoles una última nerviosa mirada, JiMin cerró la puerta tras sí.

Guió a los tres hombres hasta su sala de estar y les invitó a sentarse. Los tres lo hicieron en el amplio sofá que había y JiMin lo hizo en uno de los dos individuales restantes.

—¿P-Puedo ofrecerles algo de tomar? —Preguntó, tratando de tragarse los nervios y cierta ansiedad que le provocaba el estar encerrado allí junto a tres hombres que enzima eran depredadores.

—No es necesario —ChanYeol respondió.

—¿Seguros? Tengo té, café, jugo, refrescos, agua...

—Realmente no tiene que...

—Un poco de agua estaría bien —dijo uno de ellos interrumpiendo al alfa, el cual era el más pequeño y que cuando pasó a su lado por la puerta, JiMin identificó como un omega.

—Por supuesto, denme un segundo. —JiMin se apresuró a ponerse de pie, sintiéndose aliviado de poder alejarse aunque sea por un minuto de la sofocante situación.

JiMin buscó tres vasos y sirvió agua en ellos, colocándola en una bandeja. Sinceramente hubiera preferido poder entrar a la habitación y directamente llamar a JungKook para avisarle de lo que estaba sucediendo, pero por el momento tendría que conformarse con eso.

Tomando profundas respiraciones, trató de calmarse a sí mismo, mas cuando al tomar la bandeja en sus manos estás estaban temblando. Volvió a dejarlas en la encimera y las sacudió, frotándose entre sí poco después.

—Vamos, JiMin, confía en que nada malo va a pasarte, no todos son como el mal nacido de SikHyun —murmuró por lo bajo para sí mismo, sin embargo, no sirvió de mucho.

Sabiendo que no podía retrasaron por mucho más tiempo, JiMin tomó la bandeja nuevamente en sus manos y se obligó a poner una cordial sonrisa en su rostro cuando entre o en la sala y entregó el agua a "su inesperada visita".

—Gracias —cada uno de ellos dijo.

—Realmente lamento la repentina intromisión, señorito Jeon —Park repitió—. Sin embargo, no teníamos otra forma por la que comunicarnos con ustedes, además de que no creía prudente el hablar por teléfono el tema que he venido a tratar.

—¿Y exactamente q-qué es eso?

—He venido a hablar con usted y su hermano acerca del... incidente en el que ambos se vieron envueltos antes de su partida de la manada del Alfa Dong SeoHyuk.

JiMin ya lo suponía, no obstante eso no evitó que sus nervios aumentaran y se removiera en su asiento, mirando a las tres personas allí con cautela.

—No se preocupe señorito Jeon, ellos son personas de suma confianza, este es mi omega Park BaekHyun y mi segundo al mando, Oh SeHun, a quienes por cierto, debí haber presentado antes. —ChanYeol le dio una sonrisa de disculpa, tanto para él como para los dos hombres a su lado—. El punto es, he venido a ponerlos al tanto de todo y a proponerles algo.

—Yo... mi hermano no está. —Señaló tontamente, pues era obvio el hecho, de lo contrario estaría allí a su lado.

—¿Cree que tarde en llegar?

—No estoy seguro, ya debería estar volviendo, pero puedo llamarle para comprobarlo. — JiMin deseaba que este le dijera que sí, no creía poder soportar por mucho tiempo estar allí encerrado con aquellos hombres que literalmente podrían devorarlo en un minuto.

—Eso podría ser bueno, después de todo es algo que también le consciente a él. —Fue el omega quien contestó, dándole una pequeña sonrisa, casi como tratara de infundirle tranquilidad.

—Bien, iré por mi celular y le llamo rápidamente. —JiMin se puso de pie, más no dio bien dos pasos cuando escuchó el rugido de la motocicleta de JungKook afuera—. Uh, creo que no será necesario.

Unos treinta segundos después, la puerta de la entrada se abrió con cierta brusquedad y JungKook entró gritando su nombre.

—¡Estoy aquí, Kook! —Avisó y poco después JungKook entró en la sala.

—JiMinnie, he venido tan rápido como he podido, TaeHyung le ha llamado hace como veinte minutos diciéndome que...—JungKook calló abruptamente cuando reparó en las personas sentadas en su sofá—. Entonces era cierto.

JungKook miró con ojos sorprendidos al que sabía era el Alfa de Seúl y la luna de este, todo debido a fotografías que una vez el viejo lobo Park le había enseñado en una de sus visitas a la casa del hombre.

Cuando TaeHyung le había llamado preguntándole de dónde demonios conocía al alfa de Seúl y por qué no se lo había dicho, JungKook había estado malditamente desconcertado. Todo hasta que el omega le explicó que este había estado en la casona del alfa y acaba de salir hacia su vivienda porque según él, tenía asuntos que tratar con JiMin y él.

JungKook ya se podía imaginar qué tipo de asuntos eran, sin embargo, se había preocupado por JiMin, sabiendo que este no llevaría bien el reunirse solo con aquellas personas, además de por el hecho que hubieran dado con su ubicación cuando se suponía nadie la sabía.

—JiMin, he venido en tan rápido como pude. —JungKook se acercó a este y tomó su mano, disculpándose con los ojos cuando la sintió temblar entre la suya.

—E-Está bien, pero es bueno que hayas llegado rápido. —Asintió en dirección a las otras tres personas que se habían puesto de pie en cuanto entró en la casa.

—Alfa Park, luna Park. —JungKook inclinó la cabeza en forma de respeto y dio otro pequeño saludo al otro hombre que no sabía quién era.

ChanYeol le tocó el hombro en reconocimiento, mientras que BaekHyun y el otro tipo solo le dedicaron un pequeño asentimiento.

—Hasta que por fin nos conocemos —ChanYeol dijo y cuando JungKook volvió a mirarle a la cara, se percató de la suave sonrisa que este le dedicaba—. Los queridos casi hijos de mi tío.

—Sí... ¿cómo está el señor Park? —JungKook preguntó—. ¿Su corazón le ha dado problemas?

—Él está bien, su corazón también, ha estado estable y sin complicaciones —ChanYeol aseguró.

—Es un alivio, me alegro mucho de ello —contestó con sinceridad—. Oh, por favor tomen asiento, ¿puedo ofrecerles algo?

—No te molestes, JiMin-ssi ya lo ha hecho —contestó y todos tomaron asiento.

—Yo... uh, no es por ser grosero, pero ¿qué hace aquí? ¿Cómo nos encontró?

—Estoy aquí de parte de mi tío y... he tenido que mover bastantes hilos para finalmente encontrarles, siendo sincero —confesó y JungKook no estaba seguro de qué pensar.

—¿H-Ha pasado algo importante? —Dudó.

—No demasiado, en realidad he venido a ponerlos al día de la situación en su antigua manada. —ChanYeol hizo una mueca, no pareciendo seguro de si debía llamarle así—. Con relación a lo sucedido antes de que partieran.

—Oh —JungKook murmuró, mirando a las tres personas frente a él, intuía que todos estaban enterados de aquel... asunto—. Y... ¿qué ha pasado con eso? —Preguntó, mirando de reojo a JiMin cuando le sintió sujetar su brazo con algo de fuerza.

—Lo primero es, que tengo que informales que, en realidad, Cho SikHyun no está muerto.

La respiración de ambos hermanos se enganchó cuando escucharon aquello, sus ojos abriéndose hasta más no poder y sudor frío deslizándose por su espalda.

—¿Qué? —JiMin preguntó sin aliento, el agrio y amargo olor del miedo comenzando a filtrarse con una rapidez abrumadora de su cuerpo.

Los alfas allí se vieron rápidamente afectados, sus narices arrugándose ante la incomodidad que el fuerte aroma les provocaba. Por su parte, BaekHyun tragó pesado y se inclinó para tomar una de sus manos, mas JiMin se alejó bruscamente de él, por lo que el omega mayor se apuró a retirarla.

—P-Perdón, yo solo... —JiMin balbuceó, asustado de que este se sintiera ofendido.

—No te preocupes, cariño, puedo entenderlo. —Este asintió, mirándole con simpatía.

JungKook rodeó los hombros de JiMin y lo jaló hacia él, haciendo que metiera la cabeza entre su cuello e inhalar su aroma. Era algo que hace tiempo no hacía, pero por el temblor en el cuerpo del mayor y el agrio aroma a miedo, JungKook temía que tuviera algún ataque de pánico, por lo que esperaba que el viejo truco que solía usar en ocasiones cuando ambos eran apenas unos niños, siguiera funcionando.

Hubiera querido poder liberar su aroma, pero no estaba seguro de si los alfas se lo tomarían bien. JiMin se aferró a su chaqueta y comenzó a dar pequeñas bocanada de aire.

—Alfa Park, ¿qué quiere decir con que Cho está vivo? La última vez que lo vi, lo deje tirado en el suelo, con el cuello abierto, asfixiándose con su propia sangre. —JungKook estaba siendo bastante frío con el asunto, sin embargo, no se arrepentida de nada, cada vez que recordaba el estado en que había encontrado a JiMin, solo... JungKook estaba seguro de que lo volvería a hacer.

—De alguna forma, Cho se las arregló para sobrevivir. Según mis fuentes, la cortada no fue lo suficiente profunda como para tocar la arteria —ChanYeol explicó—. No obstante, fue un milagro el que aún así no muriera por la pérdida de sangre, el mal nacido resultó ser bastante duro.

JungKook arqueó ligeramente las cejas ante el desprecio que creyó escuchar en la voz del alfa líder, al referirse al León.

—No puedo creer... no puedo creer que después de todo esté vivo —JungKook gruñó y JiMin se estremeció en su contra, arrimándose más a él. JungKook acarició suavemente su hombro.

—Entiendo cómo te sientes, creo firmemente que escorias como él están demás en el mundo. —Entonces JungKook realmente no se había imaginado el tono despreciativo—. ChungHee me contó todo, el estado en el que el mal nacido dejó al señorito Jeon, lo que intentó hacerle. —Los ojos del alfa se posaron sobre JiMin, mirándole con simpatía—. Micuñada también pasó por eso, lamentablemente ella si llegó a ser... si hubiera encontrado al hijo de puta que lo hizo, en el acto, hubiera hecho lo mismo que tu, siendo sincero, incluso pude haber hecho algo peor.

La mirada de Park chocó con la suya y por la furia contenida en sus ojos, supo que hablaba bastante en serio.

—El punto es que, SikHyun está vivo y tal parece que los delató con Dong, porque sé de fuentes confiables que hace semanas que ha iniciado una búsqueda para capturarlos. —JungKook respiró lentamente, era algo que imaginaban, eso no era más que una confirmación—. Lo que me lleva al segundo punto de mi visita.

—Que es...

—El tío ChungHee me ha pedido explícitamente que por favor los pusiera bajo mi protección. — ChanYeol respondió. —Cosa que haré de buen grado si aceptan venir conmigo a mi manada.

—¿No crearía eso conflictos entre la manada de Dong y la suya?

—Tal vez, sin embargo, ustedes son como hijos para mi tío, lo que los hace parte de la familia y los Park protegemos a los nuestros sin importar qué.

JungKook debía admitir que se sentía conmovido por aquello, sabía del inmenso cariño que tenía el viejo lobo Park hacia ellos, mismo que era claramente recíproco. No obstante, no creyó que el Alfa de Seúl los tomaría tanto en cuenta debido a ello.

—Muchas gracias alfa Park, apreciamos de corazón que estén dispuestos a arriesgar tanto por nosotros, sin embargo yo... no puedo irme de aquí.

—Ya imaginaba esa respuesta. —ChanYeol soltó una baja risa.

—¿Lo hacía?

—Por supuesto. Después de todo, sé que hay algo muy importante que lo ha mantenido atado a este lugar. —Le guiñó—. Créame, en su caso tampoco podría hacerlo.

—Bien, yo... gracias por su oferta de todas formas. —Carraspeó.

El alfa de Seúl era alguien a tomar en cuenta, pareciera que tuviera informantes en todas partes, así que JungKook imaginó que realmente eran muchos los hilos de los que podía tirar. Aunque no debería sorprenderle, después de todo no era el alfa de la manada más poderosa de sur corea por nada.

—¿Qué hay del señorito Jeon? ¿También desea quedarse aquí? ¿O le gustaría ir con nosotros?

Los hombros de JiMin se pusieron rígidos por un momento, antes de volver a relajarse y lentamente salir de su "escondite". Por su semblante y lo mucho que había disminuido el olor a miedo, sabía que este estaba mejor y que aunque aún parecía asustado, era poco probable que tuviera algún ataque de pánico.

—Y-Yo... preferiría q-quedarme junto a mi hermano —JiMin contestó con voz baja a la anterior pregunta hecha por el Alfa líder—. No sería capaz de irme y dejarle atrás.

—También lo supuse. —ChanYeol asintió, pareciendo satisfecho con la respuesta—. De todas formas, quiero que sepan que cuentan con nuestro apoyo en cualquier cosa que puedan necesitar.

—Muchas gracias. —Ambos Jeon se inclinaron en agradecimiento.

—No hay porqué. —ChanYeol negó—. Bueno, dicho esto, no hay mucho más que podamos hacer aquí. —El Alfa mayor se puso de pie y le tendió una mano a su esposo para ayudarle a que también lo haga, el resto lo imitó por inercia—. Pasaremos a retirarnos, les dejaremos digerir todo esto y en especial que el señorito Park pueda terminar de calmarse, una vez más, lamentamos la repentina intromisión.

—No se preocupe por eso. —JungKook negó—. Todo lo contrario, gracias por todo y por favor dígale al señor ChungHee que le mandamos saludos y esperamos que se encuentre bien, también que en cuanto se nos sea posible nos pondremos en contacto.

—Cuenten con ello, sin más que decir, con su permiso, pasaremos a retirarnos. Fue un verdadero placer conocerlos aunque no haya sido por las mejores circunstancias.

—Lo mismo de nuestra parte. —JungKook asintió—. Permítanme acompañarlos hasta la puerta.

JungKook indicó con su mano que por favor le siguieran, guiándolos hasta la salida de su casa, frenando de golpe cuando salió de la sala y se encontró directamente con su novio.

—T-TaeHyung. —JungKook casi gritó por la sorpresa, acercándose al omega para sostener su mano—. ¿Qué haces aquí? Creí haberte dicho que te quedarás en casa, que no había nada de qué preocuparse.

—Ya. —Fue todo lo que el menor respondió, mirando casi impasible hacia las personas a sus espaldas.

—Buenas tardes señorito Kim, que sorpresa encontrarlo por aquí —ChanYeol saludó.

—Buenas tardes y podría decir lo mismo. —TaeHyung le arqueó una ceja desafiante, ChanYeol solo rio ante el comportamiento del omega.

Parecía tan indomable como su propia omega lo era.

—Oh, solo hemos pasado a saludar a JiMin-ssi y JungKook-ssi, realmente ya nos estamos retirando —contestó en cambio.

—Puedo verlo.

—Así es, bueno, ¿supongo que nos veremos más tarde en la casona?

—Es lo más seguro. —TaeHyung asintió secamente.

—Muy bien entonces, hasta luego. Otra vez, fue bueno verlo JungKook-ssi.

—Igualmente alfa Park —Kook contestó.

Seguido de ello, este junto a su omega y el que suponía era su hombre de confianza, se retiraron del lugar, dejándole solo junto al tigre.

—¿Hace cuánto tiempo que estás aquí? —JungKook preguntó nerviosamente.

—El tiempo suficiente como para enterarme de ciertas cosas —TaeHyung respondió, su semblante tan impasible que JungKook no podía decir qué estaba pasando por la mente del omega—. ¿Y bien, JungKook? ¿No hay algo que debas decirme?

El alfa se removió en su sitio, al parecer había llegado la hora de contarle las cosas al menor.

Stars_Of_Saturn.

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