Capítulo 10
—Todo comenzó hace unos meses, cuatro para ser exactos —el león comenzó a explicar—. En realidad ésta es la segunda vez en menos de medio año que intentan secuestrarlo.
—¿Dices que ya lo habían intentado?
—Así es. Como dije, hace cuatro meses intentaron secuestrarlo, en realidad no solo a él, también intentaron secuestrar a SeokJin —confesó—. Creo que trataron de hacer un secuestro múltiple, supongo que querían amarrarme las manos.
—¿Secuestro múltiple?
—Bueno. No exactamente, pero ellos intentaron secuestrarlos el mismo día con tan solo unos minutos de diferencia —aclaró—. No contaron con que los chicos pescarían un resfriado que los mantuvo en cama con fiebre, justo el día anterior.
—¿El resfriado evitó que los secuestraran? —JungKook frunció el ceño confundido, no captando las cosas del todo—. ¿Cómo?
—Eso es porque ninguno de los dos estuvieron en el lugar que se suponía estarían al momento desecuestro —NamJoon respondió—. Se suponía que SeokJin iría al orfanato al rededor de la tres de la tarde a llevar su donación del mes, pero como su fiebre aun permanecía yo me ofrecí a ir por él, por lo que a quien terminaron interceptado fue a mí y a HoSeok que había ido a ayudarme.
—Imagino que no terminaron bien parados.
—No, no lo hicieron. —El león le dedicó una siniestra sonrisa y JungKook asintió satisfecho—. Eran cinco hombres en dos vehículos. Los primeros tres nos interceptaron, nos defendimos bien, por suerte siempre cargamos nuestras armas, eso fue fácil, el problema fue cuando los otros dos aparecieron de improviso desde atrás.
—Cobardes hijos de puta —JungKook maldijo por lo bajo.
—No es como si esperáramos que tuvieran algún sentido de honor o algo por el estilo, no si se toma en cuenta lo que estuvieron intentando hacer. —El león se encogió de hombros, recostándose en su silla—. Para entonces habíamos pedido refuerzos, creímos que como eran más pensarían en enfrentarnos, pero ellos solo llegaron a ayudar a los otros para que pudieran huir.
—Sabía decisión.
—Lo fue.
—¿Qué hay de TaeHyung? ¿También se libró porque no pudo a asistir a donde fuera que tenía que ir?
—A la universidad, tenía que ir a la universidad —aclaró—. Y no exactamente, él sí llegó a ir. Traté de convencerlo de que se quedara descansando porque su fiebre tampoco se había ido del todo, pero se negó diciendo que tenía que presentar un parcial y que no podía darse el lujo de perder puntos en esa materia.
—Sí, eso suena exactamente a TaeHyung. —Kook sonrió, no se cansaría de decir que este era sumamente obstinado—. ¿Qué fue lo que pasó, entonces?
—Él fue y tomó el examen, se retiró inmediatamente después, por los que no tomó sus demás clases. —El Alfa líder comenzó a tamborilear los dedos distraídamente en la mesa—. Para cuando terminó, se estuvo sintiendo tan mal que tuvo que pedir que lo fueran a recoger. El tonto apenas y podía mantenerse consciente.
NamJoon bufó y rodó los ojos, acostumbrado a la difícil actitud del omega.
—Fue por eso que le pidió a GeumJae que fuera por él, más tarde me dijo que no se lo pidió a ninguno de nosotros porque sabía que lo regañaríamos.
JungKook no pudo evitar hacer una mueca al escuchar el nombre de Min.
—Como Jae fue en su auto, el de TaeHyung quedó en la universidad y le pidió a uno de mis hombres que por favor lo recogiera.
—Entiendo, entonces a quién terminaron capturando fue a tu hombre.
—Sí, los mal nacidos no le dieron una oportunidad, cuando se dieron cuenta que no era quién querían no dudaron en matarlo —NamJoon gruñó rabioso.
—Lo lamento —Kook dijo y NamJoon le dio un brusco asentimiento.
—A TaeHyung no le cayó bien la noticia, todavía se culpa por lo sucedido. —JungKook se sintió mal por ellos—. Desde entonces va de vez en cuando a visitar a la familia de él y cada mes también va a mostrar sus respetos a su tumba.
—Pobre Tae. —No pudo evitar expresar.
—Desde entonces le asignamos guardaespaldas a ambos, aunque lo odian y cada que pueden se escapan de ellos. —El mayor hizo una mueca de inconformidad—. Aunque a Tae últimamente le estuvimos dando más libertad desde que siempre pasas por él y lo llevas a casa.
—Entonces después de todo me han estado dando un voto de confianza. —Le arqueó una ceja.
—Mucho habías durado. —NamJoon giró los ojos—. Y no es como si al final nos quedará de otra, además de que está todo el tiempo en tu casa o en alguna salida contigo no muy lejos.
—Al final nos han estado vigilando de lejos, ¿verdad?
—Las primeras semanas lo hicimos, no puedo negarlo, pero ya luego lo dejamos.
—Fingiré que te creo —JungKook bufó—. Ahora, ¿me puedes decir cómo está Tae?
—¿No prefieres ir a verlo?
—¿Significa eso que puedo irme?
—Puedes, aunque tendrás una ficha por disturbios y asalto a mano armada en una institución privada.... Ah, y ya no se te permite entrar al lugar —el león respondió, poniéndose de pie e indicándole que lo siguiera—. Necesito que firmes unos papeles y... eres abogado, imagino que sabes todo lo demás.
—Lo sé.
—Maravilloso, eso me ahorra muchas cosas. —NamJoon lo guio hasta su oficina—. Espera aquí un momento, iré por todo para que podamos ir al hospital, SeokJin me está esperando allá.
—Hey Kim, ¿no me vas a decir lo que lograron averiguar de esos tipos? —Kook preguntó cuando NamJoon estuvo a punto de cerrar la puerta.
—Eso es... información confidencial —el Alfa líder respondió, finalmente dejándole solo.
—Esto apesta —Kook refunfuñó.
—¿Cómo está? —JungKook preguntó a SeokJin en cuanto llegó frente a la habitación en la que estaba TaeHyung.
—Mejor, ya lograron sacar la mayoría de la droga de su sistema —este respondió—. La cosa es que no ha hablado con nadie.
—¿Por qué? ¿Acaso...? —JungKook no fue capaz de terminar la frase.
—No es que la droga lo haya afectado más allá de inmovilizarlo, es que no ha querido hablar —Jin explicó, sacándole un suspiro de alivio a ambos alfas.
—¿Ya saben qué fue lo que usaron? ¿Qué efectos secundarios podría tener? —NamJoon cuestionó, acercándose a su pareja para envolverla entre sus brazos.
SeokJin se apoyo en él, tomando una profunda respiración para captar la mayor cantidad del aroma del Alfa que pudiera.
—Usaron Etorfina* en él.
—Esos hijos de puta —NamJoon gruñó.
—Lo sé, los doctores dijeron que no entendían como había sido capaz de mantenerse consciente. Tal parece que utilizaron una dosis más que moderadamente concentrada.
—No entiendo, ¿trataban de secuestrarlo o de matarlo?
—No seas idiota, Jeon —el omega le gruñó.
—Lo siento cariño, pero ahora mismo incluso yo me lo estoy preguntando. —El león miró la puerta de la habitación con preocupación.
—No tiene sentido, ¿por qué intentarían llevárselo de ser así? —Jin refutó.
—Podrían haber querido utilizarlo de todos modos para chantajear a Kim. —JungKook se rascó la barbilla pensativo—. No es seguro, pero podría ser una gran posibilidad. Si se deshacían de él desde un principio, no tendrían que preocuparse porque escapara o algo por el estilo, sin embargo, todavía serían capaz de utilizarlo en su contra, después de todo no es como si Kim lo sabría.
—¿Cómo puedes decir eso de forma tan fría? Estás hablando de tu compañero.
—Sé eso, pero que sea mi compañero no quita que eso podría ser una posibilidad y también puede que mi oficio me ayude a ser más neutral en ciertos casos. —Se encogió de hombros, no pudiendo evitar recordar lo que pasó con SikHyun.
—De cualquier forma, ya pasó y por suerte no fueron capaces de llevar a cabo cualquier plan que tuvieran. —NamJoon le dio una significativa mirada que JungKook entendió como "tenemos que hablar más tarde"—. Por ahora tenemos que reforzar la seguridad y estar más atentos a los alrededores.
—¿Tendrás más hombres tras mí?—SeokJin gimió.
—Es necesario.
—Bien, en lo que ustedes resuelven eso, yo entraré a ver a TaeHyung —Kook dijo, no dándole oportunidad a replicar cuando ya se encontraba entrando a la habitación.
Sus ojos dieron directamente con los de TaeHyung, mismo que se encontraba semi recostado en la cama. Cerrando la puerta, JungKook se acercó a éste, envolviéndolo en sus brazos cuando éste levantó los suyos pidiendo un abrazo.
El menor comenzó a temblar nada más lo abrazó y pequeños sollozos comenzaron a escaparse de sus labios.
—Oh, dulce, por favor no llores. —El mayor se alejó lo suficiente para poder levantarle el rostro, limpiando las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas con sus pulgares—. Ya pasó, estás bien —murmuró con voz suave.
—E-Estoy tan, pero tan furioso —TaeHyung gruñó con voz amarga—. No puedo dejar de pensar en lo estúpido que fui, en cómo fui capaz de bajar tanto la guardia como para permitirme ser sorprendido por la espalda.
—TaeHyung, no digas eso. Como tú mismo a has dicho, fuiste sorprendido por la espalda.
—No entiendes, yo sabía que algo no andaba bien. —TaeHyung le alejó las manos de su rostro y lo guió para que se sentará en la cama con él—. Desde temprano de alguna forma me sentía acechado, pero tontamente lo descarté pensando que era solo mi imaginación —agregó, limpiándose el resto de lágrimas de las mejillas.
JungKook guardó silencio, dispuesto a dejarlo hablar, sabiendo que en ese momento lo que él más necesitaba era desahogarse.
—Supongo que mi tigre lo sintió antes que yo, pero como no vi nada raro lo descarté. Estaba en la biblioteca cuando recibí tu mensaje pero necesitaba ir al baño antes, uno de ellos entró prácticamente después de mí y se metió a uno de los cubículos —relató—, oriné y cuando me estaba lavando las manos, el otro entró.
TaeHyung arrugó el ceño, quizás recordando lo que sucedió.
—En cuanto terminé cogí mi celular para responderte que ya iba, estaba a punto de salir cuando me embistieron desde atrás e hicieron que me golpeara con la pared. —JungKook le dio un ligero apretón a la mano del omega—. Forcejeé con él, pero el otro llegó y me clavó algo en el cuello, ahora sé que fue una jeringa, comencé a sentirme mareado al poco tiempo y no mucho después apenas y podía mantenerme en pie por mí mismo.
—Te inyectaron etorfina.
—Lo sé, el doctor me lo dijo. —Asintió—. Según me explicó, con la suficiente concentración como para matarme en un par de horas o menos.
—Pero gracias a la diosa y a lo fuerte que eres, estás bien.
—Supongo que solo me negué a dejarme ir. Podía sentir que en cualquier momento me desmayaría, todo daba vueltas y era borroso, pero me rehusaba a quedar inconsciente a merced de esos tipos. De alguna forma tenía la esperanza de que si permanecía despierto, en algún momento podría hacer algo para escapar o hacerle saber a alguien lo que me pasaba.
—Fuiste muy valiente y fuerte, dulce.
—Tú me ayudaste.
—¿Yo?
—Sí, tú. En cuanto te sentí, fue como si sacara fuerzas de donde no sabía que me quedaban y en cuanto me sostuviste, sentí que todo estaría bien. —TaeHyung se sonrojó un poco—. Ni siquiera sé si puedo explicar exactamente el cómo me percaté de que eras tú, pero todo mi ser te sintió, mi tigre reconoció tu presencia incluso antes de que te acercaras.
—¿Crees que fue porque somos destinados?
—Es lo más probable, además según Nana me dijo, mientras más tiempo pasemos juntos, más se irá fortaleciendo nuestro vínculo.
—Hablando del vínculo —JungKook arrugó el ceño, recordando la pregunta que estuvo haciéndose desde que estuvo en la estación de policía—, ¿por qué no me llamaste?
—¿Llamarte? —TaeHyung cuestionó, mirándolo como si hubiera perdido su mente.
—Quiero decir, tu omega. No sentí el llamado de tu omega en peligro
—aclaró—. Recuerdo que mi madre me decía que los destinados, alfas y omegas, pueden llamar a sus parejas sin importar dónde estén y los omega lo hacían especialmente cuando estaban en peligro.
—Yo... uh, no lo sé. —Por la mirada que le dio, JungKook supo que era sincero—. Realmente nunca se me pasó por la cabeza.
JungKook no pudo evitar la mueca inconforme que se formó en sus labios, no estaba para nada satisfecho de que TaeHyung no pensara en pedir su ayuda en ese tipo de momento.
—No te enojes. —Bostezó, disculpándose por ello inmediatamente después—. Prometo que lo tendré en cuenta a partir de ahora.
—Realmente lo espero —el Alfa contestó, haciendo que el menor se acostara cuando lo vio bostezar nuevamente—. Finalmente has llegado a tu límite, será mejor que descanses. Duerme un poco, prometo estar aquí cuando despiertes.
—Estoy bien —TaeHyung contradijo, a pesar de que sus párpados comenzaban a cerrarse—. No tengo sueño —agregó en medio de un gran bostezo.
—Ten dulces sueños, Tae —murmuró, acariciando su cabello y mejilla.
Después de luchar un poco más, finalmente TaeHyung se durmió. JungKook lo observó por unos momentos antes de pararse e ir a sentarse en una de las sillas que había cerca de la ventana, dispuesto a velar el sueño del omega.
Después de horas, su corazón volvía a estabilizarse. Quizás fue capaz de mantenerse firme, pero la verdad es que estuvo profundamente asustado de lo que pudo haberle pasado a su omega.
En adelante, se aseguraría de tener un ojo en todos lados. No dispuesto a permitir que algo como eso volviera a suceder.
Kook estaba comenzando a quedarse dormido cuando los Kim finalmente entraron. Enderezándose en su lugar, vio como la pareja se acercó silenciosamente a comprobarlos, dirigiéndose hasta donde él estaba para tomar asiento en el mueble restante, el omega sentándose en las piernas del Alfa.
—Puedes irte en cuanto quieras, Jeon. Nosotros nos quedaremos con él —NamJoon dijo en voz baja para no perturbar el suelo del omega menor.
—¿Cuándo en el infierno pensaste que me movería de aquí?
NamJoon asintió, al parecer intuyendo su respuesta. —Al menos deberías avisarle a tu hermano lo sucedido, podría preocuparse.
—Mierda, JiMin —maldijo por lo bajo, poniéndose de pie para salir de la habitación y llamar a su hermano.
—JungKook, ¿qué demonios? ¡¿Me explicas por qué infiernos estás en todas las noticias siendo acusado de irrumpir en la universidad de TaeHyung y tomar a cuatro personas de rehenes?!
JungKook alejó el celular de su oreja un momento ante los gritos histéricos de su hermano.
—Primero cálmate, por favor.
—¡¿Cómo infiernos quieres que me calme?! ¡Estás en todos los putos noticieros, Kook! ¡¿Sabes lo que eso significa?!
—Lo sé, lo siento. En ese momento no tuve más opción, estaban intentando secuestrar a TaeHyung y...
—¡¿Intentaron secuestrar a TaeHyung?! —La voz de JiMin estaba teñida de pánico.
—Sí, uno de mis supuestos rehenes era uno de los mal nacidos que lo intentaron, los otros eran Tae y dos de sus amigas.
—Querida diosa, ¿está él bien? ¿No le sucedió nada?
—Ahora mismo está durmiendo, los hijos de puta lo drogaron para poder someterlo. —JungKook se apretó la palma en la frente, un dolor de cabeza comenzando a atacarle de repente—. Está bien dentro de lo que cabe, estoy con él en el hospital central.
—¿Necesitas que vaya hasta allí?
—No, quédate donde estás... No salgas a menos que sea sumamente necesario —indicó, aunque realmente no necesitaba hacerlo, después de todo JiMin no salía a ningún lado si podía evitarlo, demasiado incómodo por estar rodeado de depredadores—. Si mi rostro está en todos los noticieros como dices, es cuestión de tiempo para que él de con nosotros.
JungKook escuchó perfectamente la brusca respiración que JiMin tomó. Kook sabía que debía estar más aterrado que nunca.
—Tal vez... tal vez no te reconozcan, quiero decir, tu rostro no se ve bien por la capucha, yo te reconocí p-porque eres mi hermano y... Y sabía que ropas estás usando y... Y es la universidad de TaeHyung y... Y... Y...
—Respira JiMinnie, tranquilo —instruyó, intentando guiarle, dando profundas respiraciones al compás del mayor, tratando de evitar que sucumbiera al ataque de pánico que quería embargarlo—. Prometo que iré a casa en cuanto pueda, ahora mismo yo solo... No puedo dejar a Tae. Regresare más tarde.
—JungKook... no van a encontrarnos, ¿v-verdad?
—Yo... no lo sé, Minnie. Por ahora preocupemos prepararnos para cualquier imprevisto, ¿está bien? —Murmuró, mirando fijamente los números frente a la puerta de la habitación de TaeHyung—. Cierra bien todo, si no puedo volver, le pediré a Kim que envíe a alguien de confianza contigo.
—Prefería que no, solo me pondría más nervioso saber que hay algún depredador tan cerca mío.
—Entonces solo... quédate allí y no le abras a nadie más que a mí, ¿ok? —JiMin murmuró una afirmación—. Nos vemos más tarde.
—Nos vemos y cuídate por favor.
—Lo haré —respondió antes de colgar.
Agachando la cabeza y pegando la mirada al piso, JungKook medito toda la mierda que podría estar por írsele encima. Negando con la cabeza después de un largo rato, decidió que tomaría ese tren cuando llegara, por ahora solo debía preocuparse por TaeHyung.
—En este mundo hay gente cada vez más estúpida. —El Alfa Dong SeoHyuk negó con la cabeza, apagando la televisión donde presentaban como un idiota había hecho un asalto en una Universidad de Daegu, cuando tocaron la puerta de su estudio.
—. Pase.
—Con su permiso, señor.
—ChanSook. —Dong dio un asentimiento hacia el lobo—. ¿Ya tienes nuevas noticias de los Jeon?
—Señor, según los informes de nuestros hombres, solo pudieron seguir el rastro de los Jeon hasta un poco más allá de la salida al oeste de Ulsan, no estamos seguros hacia donde pudieron haber ido —Sook anunció con cautela, viendo con ojos ligeramente preocupados como la ira comenzaba a invadir al alfa líder—. No sabemos con certeza si estos pudieron dirigirse hacia GyongSang del norte o del sur, o quizás hacia Daegu.
—¿Por qué infiernos estás diciéndome esto en vez de enviar hombres hacia allí en su búsqueda?
—Ya lo hice, señor. —El lobo cuadró los hombros, sus manos a sus espaldas como un soldado hacia su general—. Sin embargo, las ciudades de GyeongSang son extremadamente grandes señor, por lo que ubicarlos podría llevarnos más tiempo del pensado.
—¡Me importa un carajo cuán grandes sean! —SeoHyuk golpeó las palmas en su escritorio con fuerza—. ¡Quiero que me traigan a los Jeon ante mí! ¡Moviliza a cuantos hombres sean necesarios, informen a los alfas de las manadas allí de que los buscamos!
ChanSook asentía a casa palabra del alfa, comenzando a organizar en su mente todos los preparativos.
—Aunque tengan que buscarlos debajo de cada piedra de toda corea del sur ¡Quiero que los encuentren! ¡Y por su bien espero que sea rápido! ¡¿Quién infiernos está molestando?!—Dong gritó en dirección a la puerta cuando escuchó como la tocaban.
—Disculpe que lo moleste padre.
—SeoMin entra. —Dong dio el pasó a su único hijo—. ¿Qué ha pasado? ¿Necesitas algo?
—Nada en particular padre. He venido a avisarle que el Alfa de Seúl está aquí.
—¿Qué hace Park ChanYeol apareciendo tan repentinamente aquí?
—Según dijo, junto con su luna, han venido a visitar al viejo Park, pero querían anunciarse antes.
—Lo que me faltaba, tener al alfa de Seúl metiendo sus narices en mi manada —Dong gruñó—. ¿Donde está DakHo? —Preguntó por su beta.
—Ha salido desde temprano a resolver el asunto que le encomendó hace dos días. —SeoMin le dio una concienzuda mirada y Don asintió.
—Lo había olvidado. Bien, por favor haz que pasen —indicó y con un asentimiento de cabeza su hijo salió de la oficina—. Tú, encárgate de hacer lo que ya te he dicho. Puedes retirarte.
—Sí, señor. —El lobo hizo una leve reverencia, saliendo de la oficina, parando unos segundos en la puerta solo para escuchar la amenaza del Alfa.
—Y será mejor que tenga avances rápido. No puede ser que los Jeon se escabullan como cucarachas.
Dos minutos después, Park ChanYeol y su luna Park BaekHyun entraban en su oficina. Dong se puso de pie para recibirlos, fingiendo una agradable sonrisa y jocosa actitud.
—Es una sorpresa tenerlos por aquí —comentó, ocultando su reproche mientras le ofrecía asiento.
—Lamento aparecer sin previo aviso, es por eso que hemos decidido venir directamente a anunciarnos —el Alfa Park contestó.
—Oh, no se preocupe, siempre es grato tenerlos por aquí —mintió, tomando asiento frente a ellos—. ¿Puedo ofrecerles algo de comer o beber?
—No es necesario, sólo estamos de paso. Iremos a encontrarnos con mi tío.
—El viejo Park ChungHee, desde que se júbilo han sido pocas las veces en que he tenido la oportunidad de verlo. —"Ese viejo metiche" No veía la hora en que por fin muriera.
—Al tío no le gusta socializar demasiado. —Dong le dio una apreciativa mirada al omega de Park, debía aceptar que el imbécil tenía buen gusto.
Sonriendo hacia este asintió, suspirando como si aquello le pareciera una pena.
—Desde la muerte de su esposa, casi nunca participa en las actividades de la manada. Recuerdo que muchos llegaron a pensar que no lo resistiría.
—El tío es fuerte, además siempre dice que su hijo y los hermanos Jeon los motivaban a seguir adelante.
—Es una pena que los Jeon se hayan mudado y tengo entendido que JaeMin aun no regresa de su viaje.
—JaeMin es... Un alma libre. —Siempre había sido obvio que Park no apreciaba demasiado a su primo—. En cuanto a los Jeon, no sabía que se habían mudado, ¿tal vez eso el tío nos llamó por eso? ¿Quizás quiera volver a casa? —Lo último Park se lo preguntó a su luna quien se encogió levemente de hombros.
Por su parte, SeoHyuk se había tensado, ¿Park había llamado a su sobrino? ¿Sabría el viejo lobo algo de su paradero y quería comentárselo a este? ¿Estaba el viejo decrépito cubriéndole la espalda a los Jeon? Debía mantener un ojo en ChungHee a partir de ese momento.
—¿El señor ChungHee desea irse de la manada? —Preguntó, siempre había querido que este la abandonará y dejará de interponerse en su camino, pero justo ahora no le molestaría si de quedará un poco más, el imbécil podría guiarlo hasta las cucarachas de los Jeon.
—Oh no, solo son suposiciones mías, el tío siempre ha sido reacio a abandonar el lugar donde vivió toda su vida su difunta esposa —ChanYeol respondió.
—Veo, de ser así habría sido una pena. —Fingió una mirada condescendiente.
—Dudo que el tío quiera irse, aunque le he insistido que vuelva a casa. —Park suspiró—. En todo caso deberíamos irnos. Tío Hee debe estar esperándonos desde temprano.
—¿Realmente se irán tan rápido? ¿De verdad no pueden quedarse aunque sea a tomar algo?
—Lo sentimos, en otra ocasión será. —Ambos Park se pusieron de pie, haciendo unas muy leves reverencias que se vio obligado a responder correctamente.
—Tomaré su palabra Alfa Park, ¿cuánto tiempo planean quedarse? Me gustaría organizar alguna cena o comida de bienvenida.
—No por mucho tiempo. Realmente estaremos partiendo nuevamente mañana, tengo muchos asuntos que atender en Seúl, sé que usted entiende.
—Perfectamente. —Dong asintió, ofreciéndose a llevarlos por sí mismo hasta la salida.
Park posó una mano en la espalda baja de su pareja y lo guio a su lado. Al salir de la oficina, SeoHyuk se encontró con el beta de Park esperando frente a la pared opuesta, este mostró sus respetos y Dong asintió hacia él.
Los lobos, a excepción de la Luna Park que sabía era un leopardo, pronto estuvieron en sus vehículos alejándose de su propiedad. Una vez no hubo rastro de ellos, SeoHyuk marchó con largos y furiosos pasos a su oficina, siendo seguido por su hijo.
—Contacta a ChanSook, dile que quiero que vigile a Park ChungHee, pero eso sí, que sea sumamente discreto. Bajo ningún concepto quiero que Park ChanYeol se enteré de que lo estamos haciendo.
—Como usted ordene, padre —SeoMin respondió, alejándose para cumplir lo mandado.
—Estúpidos Park. Siempre arruinando todo —gruñó, azotando la puerta de su oficina en cuanto entró en ella—. Juro, Park ChungHee, que si me entero de que sabes algo, me las ingeniaré para mandarte a mejor vida.
Etorfina: Derivado sintético de la morfina con un potentísimo poder analgésico e hipnótico, siendo una de sus aplicaciones inmovilizar a grandes animales como elefantes, leones, etc.
Stars_Of_Saturn.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top