84


Capítulo 84

"La forma inhumana de Ellie"



En una plaza de Columbus, con Ellie Schneider y Michael Olivares

NARRA ELLIE 


En el camino, compramos unas donas para ir comiendo y Michael compró dos malteadas para acompañarlas. Hasta el momento todo era tranquilo, al igual que nuestra charla. Nos sentamos en unos bancos de madera barnizada, al lado de unos arbustos floreados y comenzamos a hablar sobre nuestra niñez, cuando solíamos vernos seguido y él me visitaba en casa de los abuelos.


—¿Aún te acuerdas de todo eso? —pregunta y sonrío —¡Es una locura! Todavía no creo qué tan chico debe ser el mundo para encontrarnos después de casi quince años.

—Sí, la verdad que todavía no salgo de ese asombro —inquiero probando la malteada —, me alegra saber que estás bien y has competido en varios países. Imagino que esa fue una oportunidad sumamente enorme para conocer varias culturas.

—Totalmente —agrega Michael —, he conocido muchos lugares y siento que eso, en cierto modo me ha enriquecido. ¿Y tú? ¿No has conocido otros países ademas de Argentina y Estados Unidos?

—La verdad que no pero estoy conforme a eso, digo, ahora estoy estudiando y el entorno no es tan malo después de todo. Estoy en la misma universidad que Hellen, su amigo y mi novio.

—¿Novio, eh? —recalca pensativo —¿Cómo fue que se conocieron?

—Nos conocimos de casualidad —se me escapa una sonrisa de tan solo recordar cómo fue el momento que chocamos —, después por casualidades de la vida no solamente asistía a mi universidad sino que cursábamos exactamente la misma carrera. Pasaron varias cosas antes de que fuéramos una pareja oficial pero, aquí estamos.

—Me alegro mucho por ustedes, parece un buen chico —indica.


A pesar de estar bien con Michael, estaba un poco preocupada por el horario.

Se suponía que la salida de la universidad iba a ir a Starbucks para retirar dos malteadas y pasar para la clínica donde está Damian, asi también poder repasar todos los apuntes del día de hoy. Pero no, sin embargo estoy aquí con otra persona y sigo pensando si está bien o mal. Nos quedamos en silencio y de un momento a otro, una brisa me brinda un aire fresco y un aroma muy conocido. Michael me ofrece su campera. 


—Gracias —digo en el momento que él me rodea con su ancha campera deportiva Nike color negra —, no hacia falta.

—Tómalo como un agradecimiento, —expone tranquilo sentándose más a mi lado, mucho más y eso me estaba pareciendo incómodo —por lo de hoy, al ayudarme con esa multitud.


Asiento.

No sé cómo sucedió esto pero él me toma de la mano. Esto se estaba tornando muy extraño; esta muy cerca mio y ahora me toma la mano. Okay, definitivamente algo está pasando aquí y antes de que el asunto se agrande tengo que ser clara.


—¿No te parece que estás muy cerca? —le hago saber alejando un poco mi cabeza a lo que ahora, me abraza totalmente. 

—Vamos, ¿acaso no te gustaría revivir un viejo recuerdo? —cuestiona a modo juguetón y sé a qué se está refiriendo.

—Michael, creo que te estás confundiendo —reclamo levantándome, saliendo de su abrazo y él procede a hacer lo mismo.


Una de sus manos me toman de la cintura y la otra de mi espalda, para tenerme más sujeta a sus intenciones pretenciosas. Mis manos quedaron encerradas en su pecho y él me presiona, intentando dejarme sin escapatoria. Le pido que me suelte y una vez mas, siento un aroma muy peculiar a nuestro alrededor. Ahora hago fuerzas pero se acerca a mí y me besa.

No lo soporté. 

Algo en mí se salió de control. Como si una furia me estuviera poseyendo, las manos que estaban sobre su pecho emplearon una fuerza descomunal que lo empujó breve, para tomar una distancia. Ahora, tomo su mano derecha y se la tuerzo, pude escuchar cómo la muñeca sonó indicando la rotura del hueso. ¿Estaba disfrutando esto? Hay algo muy dentro mío que quería hacerle de todo a Michael. Una voz interior me está ordenando que le haga muchas cosas mas. 

No.

¿Quién me está diciendo estas cosas de forma interna?

Al bajar mi vista, Michael estaba arrodillado en el suelo y tenía una fractura expuesta. El hecho de ver un hueso salido de lugar me aterró tanto que salí corriendo. Hui. Tenía miedo. Apreté mi mochila y corrí lejos de Michael, lejos de esa plaza, lejos de todo. Estoy agradecida de que estabamos solos. O eso quería pensar.

¿Le rompí un hueso a Michael?

Corrí apenas quince cuadras sin detenerme hasta esconderme en un callejón, me adentré en este y me oculté detrás de unos contenedores de basura, para arrodillarme y largarme a llorar. Llorar todo lo que estaba aguantado este pésimo día. En estos momentos debería estar con Damian, haciéndole compañia, compartiendo juntos una tarde. Siento que esto es culpa mía.


—¿Acaso todo es mi culpa? —susurro para mí misma y nuevamente, ese aroma peculiar se acercaba mas a mí, ahora en forma de parloteos. 

—¡Ellie Schneider! —grita una voz muy conocida: se trata de Nicole, aquella pelinegra que hoy me ametralló con tantas palabras. Camina, y a su lado, viene acompañada de tres chicas más. No conozco sus aromas.

—¡Eres un monstruo! —grita una de ellas de forma agresiva al encontrarme, yo solamente me limito a observarlas con mis ojos llenos de llanto.

—¿No te das cuenta lo que le hiciste a Michael? ¿Cómo pudiste generarle una fractura expuesta? —expulsa otra de ellas pegándome un cachetazo en la cabeza —¡Eres más desquiciada de lo que pensamos!

—Por favor, no quiero hablar —supliqué. 

—¿Sabes por qué Michael te besó? Porque nosotras se lo pedimos —informa Nicole, mi compañera de curso acercándose con sus tres acompañantes, una de ellas tenía una rama gruesa entre sus manos.

—Tenemos fotos y hasta un video de eso, ¿qué crees que hara tu noviecito al enterarse de tu infidelidad? 

—Sin mencionar el video que tenemos de esta loca haciéndole daño a Michael —dice la que sostenía la rama rodeando sus ojos.


Estoy viviendo una pesadilla. No puedo parar de llorar. Estoy muy asustada.


—Le pedimos a Michael que te bese a cambio de una orgía con todas nosotras —explica Nicole —, ¿te imaginas si Damian se juntara con nosotras? Dios mío, ¿qué se sentirá sentir que Damian te coja fuerte?


Cuando escuché esas palabras, me levanté. Sé que mis ojos estan rojizos e hinchados por mi llanto, al igual que mi rostro, pero también sus palabras me enloquecieron. Las cuatro chicas me intentaron violentar; una de ellas me empujó, y como no caí, otra de ellas me toma con fuerzas de los hombros para que caiga. Nicole saca su celular, toma una distancia y comienza a apuntarnos como si sacara fotos o grabara un video.


—¿Listas chicas? —pregunta Nicole sonriendo y apenas terminó de formular su pregunta, la que sostenía la rama me la impacta en la cabeza.

—¡Esto es para que tengas, fenómeno! —grita una de ellas, no sé quién, me encontraba arrodillada tumbada en el suelo.

—¿Y este monstruo va a tu clase, Nicky? ¡Que horror!

—¿Te imaginas tener un monstruo en tu escuela? Puede no solamente fracturarte, creo que hasta puede matarte. Me da asco.


Continuaban con su agresión.

Sentí aquella rama afectando mi espalda, mientras que el resto de mi cuerpo sufría una seria de patadas y otra de ellas, se atrevió a ponerse a mi altura para pegarme con su mano cerrada puños en mi cara. Yo solamente estoy llorando. Me tapo la cara continuando en el suelo humedecido y mugriento. Puedo sentir cada una de sus malditas agresiones y golpes. 

¿Por qué me está pasando esto a mí? 

¿Quiero seguir así?

¡Basta de esta porquería!

Tomo la rama (que era el elemento mas dañino) y a la muchacha que lo sostenía la sujeto del cuello clavando mis uñas en este. Otras dos intentaron tomarme de los brazos pero solamente consiguieron que a la que tenía en mi poder, la empuje con fuerzas revoleándola sobre la pared de ladrillos que estaba en frente del angosto callejón. Sé que Nicole seguía grabando pero su rostro mostraba terror. Estaba contenta de que ahora me tuvieran miedo. 

Cierro mis ojos. El hecho de sentir cómo sus corazones temblaban al mismo tiempo excitaban algo en mi interior. Como si realmente tuviera un monstruo dentro mío.


—¿Jugamos? —musito entre lágrimas y risas que, no son mías. 






¡Buenas, lobitos lectores y lobitas lectoras! ¿Cómo están?

¿Imaginaban que Ellie tenia el mismo problema que Leannie? Ambas dejan que su lobo interior las dominen antes que ellas dominen a su lobo interior. Esto se va a descontrolar *risa malvada*. Recuerden que estamos muy cerca del final.

Capítulo para: lunitayartemys577 

¡Gracias por ser fiel a esta historia!

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