60


Capítulo 60 

"La sinceridad de Ellie y mini Ethan I"



NARRA ELLIE 


Estoy en camino a casa de Damian, ya han pasado dos semanas y un día desde que no volvimos a besarnos debido a nuestra promesa: nos volveríamos a besar cuando no le hagamos más daño a nadie con lo que estamos comenzando a sentir. El tema de Hellen está más que solucionado, y Raymond poco a poco también se va aclarando. 

Ellos están bien. Yo no lo estoy.

Damian me encanta, y nunca imaginé que un chico asi quisiera conocerme a mí. ¿Por qué no iba a ser posible? Lo que me preocupa es todo lo que yo sé de él, y me costó tiempo asimilarlo pero hoy me decidí: ¡Ethan va a tener que escucharme! Sé que no reuní una cantidad precisa de información pero necesito que sea sincero conmigo, y si él me confirma lo que es, prometo que sabrá de mí. Sabremos lo que somos y ya no habrá más mentiras de por medio. 

Por fin llegué. Toqué el timbre de su casa y esperé a ser atendida.


—¡Ellie! —anuncia Damian para abrirme la puerta —¡Pasa! Hoy mi hermano no está en casa.

—Supongo que debe de estar en una sesión con Hellen —doy una pequeña sonrisa —¿Quién diria que ellos tomarían sesiones juntos?

—Es una locura, cuando Gabriel me lo contó quede en shock —comenta.

—No sabía que tu hermano se dedicaba a la terapia de las personas —informé tomando asiento.

—Sí, es que no suelo hablar mucho de él, bueno, Hellen sí me ha preguntado cosas de Gabriel pero no de su trabajo si no más bien nuestra relación como familia —recalca Damian tomando asiento a mi lado con dos tazas de chocolatada.

—¡Gracias! —dije gustosa —¿Esta vez es tu turno de escoger una película? 

—Sí, y vamos a ver algunas del Studio Ghibli —espetó ansioso —. Uff, tengo tantas en mi lista, no sé por cuál podríamos comenzar a ver, estoy seguro de que van a encantarte. 


Él estaba buscando películas en Netflix. Yo, por otra parte, hacia el intento de encontrar una oportunidad para encarar la situación que nos rodea, no puedo ignorar todo lo que  vi en aquella cámara y menos puedo ignorar lo que somos fingiendo que somos simples humanos. 

Tomé su mano, la que sostenía el control y me miró con sus bonitos ojos, me acerco a él con lentitud, esquivando su mirada hasta tenerlo cerca mío, claramente no estaba comprendiendo mis movimientos ni mis intenciones, ni yo tampoco, pero sí sabía lo que quería intentar ahora mismo. Levanté mi mirada hasta que nuestras narices chocaron y tomé yo misma la iniciativa: lo besé. Nos besamos una vez más, y sí, estoy enamorada de Damian. Ansiaba poder besarlo una vez más de esta forma, pero sin presiones, donde nadie estuviera a nuestro alrededor. 

Nos separamos por falta de aire. 


—Si tuviera tu permiso lo habría hecho muchos días atrás —susurra en mi oído acomodando mi cabello detras de mi oreja.

—Estaba extrañando esta sensación... la de besarte —musité recostándome en su pecho y él me envolvió con sus brazos.

—Hace un tiempo atrás no estaba seguro de lo que sentía. Ahora todo está más que claro para mí y quisiera saber si, ya sabes, piensas lo mismo —pronunció nervioso acariciando mi cabello.

 —¿Qué quieres decir? —pregunté ocultando mi rostro en su pecho, sintiendo los latidos de su corazón. 

—Ahora que las cosas están más claras, ¿quisieras ser mi novia? 


Estaba sorprendida ante su propuesta. Esto es un sueño para mí, es lo que estaba esperando desde hace tanto tiempo, pero.. no quiero seguir con una venda entre mis ojos. Quiero de su sinceridad y prometo que él, tendrá de la mía. 


—Damian, antes de comenzar con algo oficial quisiera que hablemos de un tema importante. Necesito que me prometas algo —sugerí angustiada, sabía dónde me estaba metiendo.

—¿Qué es? —planteó tomando mis manos en un apretón suave.

—Necesito que no te asustes ante lo que quiero revelarte. Por favor, quisiera que seas sincero conmigo —inquirí —¿Serás totalmente sincero?

—Está bien —se acercó a mí para dejarme un tierno beso sobre mi frente, es tan dulce. 


Hora de la verdad.


—Hay cosas que sé, y, uff —resoplo —, esto es más complicado de lo que pensaba. 

—No hace falta que seas directa, puedes empezar con detalles y del comienzo, así poco a poco puedes ir hablando de lo que te preocupa —me aconsejó. 

—¿Recuerdas cuándo nos conocimos por primera vez? Okay, lo primero que he visto en ti fue en el color de tus ojos, y estos, desde aquel día, no los he visto mas. 

—El color de mis ojos deriva del clima, es algo genético por parte de mamá —informó —, ¿eso era lo qué más te preocupaba?

—No, eso es sólo el comienzo. 


Del bolcillo tomé algo y se lo mostré. 


—¿Recuerdas esto? —interpelé tendiendo aquella minúscula cámara pequeña —He... visto su contenido.

—¡¿Qué...?! —Damian se alarmó —¿Y qué viste o qué? 

—Sé que tu verdadero nombre es Ethan Griffin, lo mencionas explícitamente aquí. Y sé, que eres un lobo —temblé al decir aquella última frase.

—Realmente no me esperaba esto, no esperaba que supieras de mí así. 

—Damian —susurré con cariño tomando su rostro y depositando un beso en su mejilla —, quisiera que seas sincero conmigo, por favor. 

—Supongo que te lo prometí —da una media sonrisa de boca cerrada no muy convencido.


Lentamente se separa de mí para quitarse sus lentillas y demuestra aquellos ojos que vi cuando lo conocí por primera vez. A partir de este momento, mis sospechas se están confirmando. Él me observa preocupado, temía que me asustara por lo que en realidad ambos somos, aún así, sus ojos mantienen esa expresión cautivadora y vivaz. No importa quien sea, Damian o Ethan. Para mí, él siempre será aquel muchacho tierno que me trata con dulzura.  

Es mi momento de ser sincera también. 


—Prometí ser sincera también, en mi mente —sonrío para aliviar el momento, no estaba asustada, estaba segura.


Asi mismo, procedo a quitarme mis lentes de contacto y dejo al descubierto de su mirada, mis penetrantes ojos dorados, los cuales, de día parecieran ser amarillos, y de noche brillantes. El rostro de Damian se palideció, no ocultó ninguna expresión de asombro, podía sentir cómo se perdía en mis ojos.


—No somos tan distintos como pensabas —realizo una mueca y quedamos en silencio, mirándonos. 






¡Buenas, pelusas de ombligo! ¿Cómo estan?

Espero que se encuentren muy bien y poco a poco muchas cosas van saliendo a luz. Suerte que nuestro mini Ethan cuenta con Ellie, que es comprensiva y sabe escuchar, Hellen es otra personalidad y recemos para que no supiera que Damian es un Griffin. 

¡Espero que les haya gustado! 



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top