05
Capitulo 05
"El primer encuentro de los descendientes"
NARRA ELLIE
¿Mi nombre? Mi nombre es Ellie Morgan. Soy una aficionada con la literatura medieval, la filosofía y escribir historias fantásticas en mi laptop, encerrada en mi cuarto. Mi madre siempre me ha contado historias y leyendas sobre nuestra raza y eso me ha llevado a querer estudiar antropología, caracterizar los rasgos humanos desde un punto más critico: la ciencia.
Estaba recostada en mi cama, uno de mis pies sobresalía del colchón. Sobre mi abdomen tenia mi laptop la cual últimamente usaba constante, siempre que estaba aburrida escribía. Incluso he pensado escribir un libro hablando sobre nuestra cultura.
Los ladridos de Coco Chanel, sí, como el nombre de la diseñadora que fundó una casa de modas francesa en París, traspasaba la ventana de mi cuarto que daba al patio de la casa. Seguramente Hellen, mi hermana, debe estar jugando con ella. Y con ella me refiero a Coco, una Husky siberiano color blanca y negro sobre su cabeza.
—¡Vamos Coco, más alto! —escuchaba los gritos de mi hermana y decidí acercarme a husmear por la ventana.
Mi hermana era todo lo opuesto a mí. Ella es una persona de carácter fuerte, sobre todo cuando se enoja, es deportista, ya que realizó fútbol femenino cuando vivíamos en Argentina, luego pasó a hacer natación y ahora practica artes marciales y le apasionan profundamente los deportes extremos.
—¡Ellie! —saludó mi hermana despertándome de mis pensamientos —¿No quieres acompañarnos? ¡El día está hermoso hoy!
—No, gracias —ladeo mi cabeza hacia los costados con una sonrisa —, estaba por armar mi ropa para la universidad. Ademas, cuento con la compañía de Ruben.
Ruben se trata de mi pequeño gordo Bulldog francés, una raza canina originaria en Francia. Su preciosa cara arrugada y esos ojos enormes me hacen estallar de amor por él. No es tan alterado cómo Coco, todo lo opuesto. Ruben sólo ama dormir y estar sobre mis brazos.
—¿Estás emocionada por empezar la universidad? —agregó mi hermana y volteé a mirarla.
—¡Claro! —contesté entusiasmada mientras apoyaba mis manos sobre la ventana —Estoy ansiosa en querer estudiar algo que me fascina.
—No hablaba de eso —platicó teniendo en sus brazos a Coco que intentaba mantenerse en dos patas —, ¿no te emociona conocer nuevas personas?
—Sí, también —respondí rodeando mis ojos —. Sabes que no se me da muy bien por socializar.
—Estoy segura que vas a conocer muchas personas, y quien sabe si también un chico apuesto —me guiñó el ojo a lo que le saqué la lengua asqueada y ella continuó jugando con Coco.
A pesar de ser muy distintas, tener personalidades, gustos y aficiones diferentes, siempre hemos sido muy unidas y compañeras. Mi madre nos ha enseñado a respetarnos y querernos por sobre todas las cosas, porque al fin y al cabo, nos tenemos la una a la otra y estoy de acuerdo con ella. Hellen es una compañera incondicional para mí.
—¿Quieres ir a pasear? —pregunté sonriendo a mi pequeño Ruben.
Las veces que salia de casa era para pasear a Ruben. Siempre lo llevaba a dar una vuelta por el parque y pueda hacer de sus necesidades. Además, los momentos en los que camino me permito pensar y mi mente siempre analiza nuevas ideas para mi libro o teorías de nuestra raza.
Sí, de eso constan mis pensamientos.
Tomé del armario un short de jean color claro y lo convine con una musculosa color gris. Encima agregué un fino abrigo por el viento que se podía apreciar, hoy era una mañana nublada. Estaba a punto de salir de mi cuarto cuando olvidaba colocarme mis lentillas.
Siempre que intentábamos salir a las afueras de la casa, mamá nos decía que no olvidemos llevar nuestras lentillas para intentar pasar desapercibidos nuestros ojos que nos delata cómo lobo. Sobre todo por mí. Yo he nacido con unos brillantes ojos dorados que se llegan a apreciar mucho más en la oscuridad, mientras que Hellen tiene los ojos de mamá, una Betha.
Aunque pienso que a ella se le da mucho mejor el liderazgo que a mí.
Salí al patio y quise invitar a mi hermana pero no la encontré por ninguna parte. Con ella acostumbramos a pasear juntas a nuestros compañeros perrunos. Quizá este ocupada o se le presentó una llamada de Raymond Lookward.
No, no es la pareja de Hellen, se trata de su mejor amigo. Es una buena persona, tiene gran sentido del humor, es agradable y educado, aunque no coincidí mucho con él, sólo sé que asistirá a nuestra universidad.
Encontré varias personas realizando compras e incluso salían a correr o pasear a sus mascotas trotando, y me encantaría hacer eso pero Ruben sólo está conforme con caminar, no puedo exigirle más. Él me guió hasta un pequeño arbusto mientras lo olfateaba, supuse que quería hacer alguna necesidad pero no, se trataba de una cucaracha voladora.
—¡Ruben! —lo regañé tirando con fuerzas de la correa para alejarlo del insecto —¡Eso no se come, no es comida!
Seguí tirando de la correa pero enserio está muy pesado y no quiero llamar la atención de los vecinos. Tiré con un poco más de fuerza hasta que él muy cómodo se dispuso a caminar tranquilamente, por lo que perdí mi estabilidad y caí.
Pero no caí al suelo. Caí encima de un muchacho que tiene unos atrapantes ojos celestes.
¡Buenas, lobitos lectores y lobitas lectoras! ¿Cómo están?
Sí, cómo habrán notado, Ellie se topó por accidente con Ethan. ¿Piensan que hay una posibilidad de que ellos se enamoren? ¿O una probabilidad de que haya un triángulo amoroso? Vamos a darle una oportunidad a todo.
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