EPILOGO


EPILOGO 



La luz de un nuevo día alumbraba los escombros de algunas casas que se encontraban en destrucción, la húmeda tierra de la tarde anterior se mezclaba con la sangre espesa de varios cuerpos sin vida, los cuales estaban esparcidos en cantidad. Incluso mujeres que sólo intentaban protegerse.

Los claros ojos verdes de un rubio muy malherido se abren de forma lenta, cómo si le costara hacerlo. Al reincorporarse, puede apreciar aquellos cuerpos de sus compañeros que no eran más que sólo cadáveres.


—Ethan —susurra Gabriel intentando caminar hasta llegar a dónde lo había visto por última vez: la zona montañosa.


Con mucha dificultad llegó a poder bajar y se encontró con el cuerpo de Noah, este tenia una mordida sobre su cuello en gravedad y la sangre parecía mostrar que eso ha pasado hace ya mucho tiempo, él estaba muerto. Gabriel guió sus dedos para cerrar sus ojos y a unos pasos más adelante, recostado sobre una roca, estaba Arthur Morgan.


—¿Morgan? —dijo indignado al no encontrarlo con vida también, los nervios y el miedo se estaban apoderando de Gabriel llevándolo a la locura, no soportaba ver tanta cantidad de muertos.


El Betha se encontraba confundido. Con Arthur muerto y al no haber más descendientes de su parte, esta guerra se había acabado definitivamente, aunque eso haya cobrado muchas vidas, y entre ellos, casi todo el Clan de las tinieblas.

Gabriel se levanta teniendo esperanzas en encontrar con vida a varios de sus compañeros e intentar curar sus heridas, y por sobre todas las cosas, encontrar a Ethan y su familia y a Emilia. Sin embargo, sus esperanzas se desvanecieron al igual que sentía cómo su cuerpo se desvanecía al ver a la distancia a Leannie cargando a Emilia.

No importaba que su cuerpo dolía, junto todas sus fuerzas posible para correr hasta una pelinegra que se derrumbó del cansancio mientras cargaba a su compañera.


—¿Ella...? —sólo esas palabras pudo pronunciar Gabriel antes de que un nudo invada su garganta permitiendo el no hablar.

—Lo siento mucho —susurró por lo bajo —, lo siento mucho, Gabriel. 


Gabriel cae de rodillas y recibe el cuerpo de su amada, su piel estaba fría y pálida y su cuerpo endurecido. El hecho de tenerla en sus brazos de ese modo le recorrió un escalofrío por todo su ser y un dolor punzante sentía en su interior. 

Acarició su mejilla y sus ojos humedecidos no le permitían ya poder mirarla. La abrazó con todas sus fuerzas y se permitió llorar y gritar con solidez desahogando sus penas y el terrible tormento que lo estaba atacando.

Se sentía destrozado y no podía dejar de apegar el cuerpo ya sin vida de esa castaña, no se resignaba a dejarla ir, simplemente no podía. Leannie sólo estaba cabizbaja intentando recordar qué era lo que pasó antes de despertarse.

Una mano cálida se acercó a la pelinegra que la tomó de improvisto.

Samantha la envolvió con una sábana que tomó de la casa de Luca y le devolvió a su bebé. Luego de unos minutos se presentó Luca junto con Victoria. Todos se permitieron llorar por la falta de sus seres queridos, por la muerte de aquellos que ya no estaban en vida compartiendo a su lado, por la falta de la calidez de tener a su lado a una persona que los completaba.


Los pocos sobrevivientes se juntaron esa tarde para juntar a todos sus compañeros caídos en batalla y después de dedicarle unas palabras de honor, los incineraron, cómo ellos pensaban que era debido para que su alma pueda volar y descansar en paz.


Los días pasaron y Ethan jamás se presentó: vivo o muerto. Leannie buscó a Ethan por cinco días durante todo el bosque con ayuda de Gabriel, pero no sentían su presencia. La mayoría de ellos habían perdido las esperanzas y deducían que Ethan ha sido capturado por los custodias de Arthur pero Leannie y Gabriel se negaban a aceptarlo.

Se cumplió una semana.


—Leannie —llamó Victoria —¿Estás segura qué Ethan va a venir?

—Él me lo prometió, él me prometió que iba a volver a mi lado y yo voy a esperarlo.

—Leannie, pienso que será mejor que nos vayamos y hagamos nuestra vida a otra parte. Tenemos la oportunidad de volver a comenzar una vez más, tú cómo nuestra Alpha.

—¡Eso lo sé! —bufó Leannie —Sé que Ethan no está muerto, yo sé que aunque pasen años, él va a venir.

—Pero nosotros no podemos quedarnos años aquí, estas tierras se han convertido en un lugar que nos causa dolor a todos. Considero que cómo Alpha, ahora tú debes llevar la manada adelante. Ethan estaría orgulloso de ti.


Victoria se retiró dejando a Leannie a solas, y aunque quería esperar a Ethan, ella tenia razón. En estos momentos, era ella quien estaba a cargo de esos sobrevivientes, era ella quien debía guiarlos a un nuevo camino, una nueva vida y darles la oportunidad de un nuevo comienzo.

Esa misma tarde, Leannie ordenó que buscaran entre todas las casas y hogares las cosas fundamentales para emprender su nuevo viaje, estaba decidida. Y así, todos lo hicieron. Buscaron mantas para pasar los fríos, vestimenta, objetos necesarios y alimentos que aun estaban en buen estado.

Leannie les dijo que se prepararan y descansaran para así poder partir a la mañana temprano. Ella entró al escritorio personal de Ethan acompañada de su pequeño bebe en brazos y guardó en una caja todos los libros de aquel hombre, sus pergaminos y sobre el suelo, descubrió la llave del cajón privado de su escritorio.

Al abrirlo, lo único que había eran unas fotos; él teniendo en brazos a su pequeña hermana, Leannie y Ethan cuando ella estaba embarazada y su pequeño hijo durmiendo sobre la cama. Acompañado de esas fotografías, estaban todas las escrituras de esas tierras y un sobre blanco. Al romperlo, leyó la carta con atención:


Leannie de Griffin:

Quiero ofrecerte mi apellido, el apellido del Clan de mi madre. Quiero darte todo el dinero y los bienes de mi familia, absolutamente todas mis reliquias, objetos de valor y estas tierras. Todo te pertenece, mi querida. Quiero que prosperes cómo persona, que te transformes en una mujer de la cuál tú te sientas orgullosa. Realiza metas y complétalas. Estoy dispuesto a darte todas mis pertenencias para que puedas avanzar en esta complicada vida.

Quiero disculparme con mi hijo, no me permití seguir con vida para guiarlo. Cómo me encantaría poder seguir abrazándolo, cómo cada mañana que se aferraba a mi. Lo que más deseé fue formar mi propia manada y así fue. Gracias Leannie, por aceptar mi cariño y darme la oportunidad de ser padre. Sé que todo transcurrió en poco tiempo, no hemos tenido nuestra Ceremonia de Unión, pero sé que fui feliz todo este tiempo.

Para ti, hijo, mi mayor deseo es que venzas cualquier adversidad. Completa tus estudios y convive con los seres humanos, te darás cuenta que no somos muy distintos a ellos. Si hay una carrera que te guste, por mas absurda que sea, hazla y siempre se feliz. Muchas personas se cruzaran en tu camino, y la mayoría son pasajeras, pero puedo asegurarte que conocerás compañeros fieles y un amor, no importa quien sea, observa mas allá de su físico, mira su alma y permítete amar sin que nadie te juzgue.


Te amo Leannie. Te amo hijo.


—Ethan —masculló en lágrimas —, si esta es tu última voluntad, te prometo cumplirla. Estarás orgulloso de tu familia, de nuestra manada. Voy a esperarte.



La mañana se presentó y todos estaban listos. Cargaban mochilas, bolsos y valijas y muchas cajas, pero quien llevaba más era Leannie, quien no dejó las pertenencias de Ethan e intentó tomar absolutamente todo. 


—Estamos listos, Leannie —agregó Gabriel después de haber reunido a todos —¿Qué ordenas?

—Tomemos todos los vehículos disponibles, ¡Marchemos rumbo a unas nuevas tierras que nos den la oportunidad que nos merecemos! —gritó —¡Hagamos que nuestro Alpha se sienta orgulloso de nosotros! 

—¡Ethan está con nosotros! —dictó Gabriel y todos gritaron frases similares.

—Les deseamos un buen viaje y que prosperen en su nuevo camino —promulgó Luca —Yo tengo que regresar a mis viajes. 

—Yo voy a acompañarlo —manifestó Samantha acercándose a Leannie —. Te deseo un buen camino, cielo.

—Sé siempre feliz —agradeció Leannie.


Luca y Samantha tomaron un rumbo distinto, mientras que Leannie, acompañada de Gabriel y Victoria y el reducido grupo de Bethas, encaminaron a una nueva vida. 

Un nuevo comienzo.





¡Buenas, hermosas personas!

Con esto, le damos paso a: EL ALPHA DE LAS TINIEBLAS (2da PARTE). Sí, estoy trabajando en los capítulos así que dentro de muy poco podría subir la sinopsis, el reparto y el capitulo 1. 

¡Les recomiendo que guarden esta historia en sus bibliotecas porque por este medio voy a anunciar cuando subí la nueva historia que le sigue a esta!


—🐺

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