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Capitulo 76
"Un encuentro conmovedor"
Los recuerdos de Ethan navegaban en su cabeza. Este, abre sus ojos y se reincorpora en su cama de forma torpe y acelerada. Observa su alrededor y todo está en calma, las cortinas entreabiertas impiden que los rayos del sol entren en toda la habitación en su máximo esplendor.
El Alpha se refriega los ojos e intentaba recordar todo lo que había sucedido. Recordaba a la perfección la aparición de Morgan en sus tierras y lo fuerte que se había vuelto. Luego, poco a poco escenas de lo último que recuerda venían en su mente, pero ni siquiera supo cuanto tiempo llevaba en esa cama, dormido.
En ese mismo instante, la imagen de Leannie estando desvanecida entre los brazos de Luca lo hizo poner en modo alerta, y aun más, cuando recordó la carta que ella le había dejado antes de partir para poder encontrarse con Arthur Morgan.
—¡Leannie! —promulgó al recordar aquellas escenas y se apresuró en ver sí se encontraba bien.
—Oh, ya despertaste, Ethan —murmuró Luca acercándose al Alpha —¿Cómo estás?
—¿Dónde está Leannie? ¿Ella está bien? —insistió preocupado levantándose de la cama —¡Necesito verla!
—Estás muy alterado, si me prometes quedarte tranquilo, te llevo con ella y te voy a contar todo lo qué pasó —anunció Luca apoyando sus manos en los hombros de Ethan para sentarlo en la cama —¿Estás de acuerdo?
—Pero, ¿ella está bien? —preguntó.
—Si, ella en estos momentos está con Emilia y Victoria.
—Mi tía de seguro me odia, peleamos fuerte antes de que pudiera ir en busca de Leannie.
—Vamos a comenzar a hablar desde el principio, ¿quieres?
Luca se encargó de mantener al Alpha al tanto de lo qué había pasado durante los tres días que Ethan durmió, pero también se recuperó. Las marcas de aquellos fierros clavados en su cuerpo por Arthur Morgan eran solamente más que cicatrices muy notables, pero no se notaban a la distancia por la cantidad de tinta que tenia en su espalda.
También, le comentó el acuerdo que acordaron con Morgan y que en ese momento, Leannie dio a luz a su único hijo varón, el cual no fue atacado en ningún momento por Arthur, todo lo contrario, él habría ayudado mucho en el parto de Leannie. No obstante, omitió el hecho de que en ese momento, aquella pelinegra haya tenido una niña más, de la cual se apoderó Arthur, pero estaba claro que no iba a contar ese detalle a nadie.
Al saber de que Leannie ya había dado a luz, se sorprendió tanto que dejó de escuchar el resto de las palabras de Luca. Comenzó a sentir a experimentar cómo su corazón latía de una manera desenfrenada, una completa locura. Unos nervios incontrolables inundaba todo su ser queriendo conocer a su pequeño hijo.
—Ethan —habló el rubio y captó la atención de su compañero —, el acuerdo entre Leannie y Arthur fue que durante un año, moveremos nuestras fichas.
—Ya lo he entendido, quiero que durante este tiempo, me prepares, ¿oíste? —demandó Ethan reincorporándose —Mientras tanto, quiero disfrutar de Leannie y de mi hijo, quiero que sepan que son mi familia, mi manada. Lo más preciado ahora.
—Entiendo —asiente y se levanta de su asiento —. Ven, te llevaré con ella, dice que duermes mucho. Tiene razón.
Salieron de la casa de Ethan y por fin él, después de haber dormido tanto tiempo, pude ver la luz del día. Quedó cegado unos segundos ante tanta luminosidad, y al poder recuperar un poco su visión, varios Bethas de la zona se acercaron a él para preguntar por su salud alegrándose de que el Alpha ya había despertado.
Las cosas estaban siendo totalmente normales en la ausencia de Ethan; muchas Omegas estaban sembrando y cuidando las huertas, cosechando una gran cantidad de frutas y verduras, y algunos Bethas, incluyendo hombres y mujeres, venían de cacería.
—Las cosas vienen bien —afirma Luca mientras siguen el camino —. Todos nos alegramos de que por fin hayas despertado.
—Quisiera hablar con Noah después.
Narra Ethan
Yo siempre supe que Noah era pariente de Arthur Morgan.
Cuando estas tierras renacían de las cenizas causadas en ese entonces por los Vurugahma, destruyendo todo a su paso, no sólo perdí a mis padres y a mi hermana, perdí a Leannie muchos años atrás. Fue en ese entonces cuando Noah se dispuso a ayudarme.
Todos desconfiaban de él por ser pariente de una familia que formó parte de nuestra destrucción. Sin embargo, yo confié totalmente en Noah porque sus ojos... eran sinceros. Cómo sea, tiene que explicarme qué pasó.
—Pienso que Noah es una perdida total de tiempo, él fue un traidor. Ayudó a Morgan a llegar a Leannie, fue una total amenaza para ti.
—Y no estas equivocado, pero todos cometemos errores. Quiero que me explique que fue lo qué pasó verdaderamente.
—Sigo pensando qué es una perdida de tiempo —dictó Luca con total desinterés.
—Aun así, insisto. Es parte de esta manada y nos brindó mucha ayuda durante años.
Por fin llegaron a las orillas del océano, y Ethan pudo no sólo olfatear a varias personas sino, divisar que rodeando a una mujer de cabello azabache se encontraba Emilia, Gabriel, Victoria y Samantha. Las frías olas se desvanecían al tocar la suave arena.
Aquellos no tardaron en voltearse al presentir que su Alpha estaba acercándose a ellos. Todos estaban sentados bajo una pequeña manta acompañados de varias galletas y el buen mate * . Emilia fue la primera en acercarse a Ethan a paso acelerado y al estar a pocos centímetros, le lanza una bofetada.
—Supongo que me lo merezco —asimiló Ethan agachando su mirada.
—Eres un maldito imbécil, Ethan —susurra Emilia para abrazar con vigor a su sobrino, el cual también le corresponde el abrazo.
Luego de separarse, estaba frente a ellos Gabriel, quien no dudó un segundo en abrazar con fuerzas a Ethan. Este se sorprendió, pero no pensó ni un segundo en corresponderle el abrazo con la misma fortaleza a su hermano del alma y su fiel compañero.
—Ay, bueno ya, que ustedes se abracen mucho tiempo es raro —bufó Emilia cruzándose de brazos —. Ni a mi me abrazas así, Gabriel.
—No te pongas celosa, amor —se separó de Ethan para rodear con sus brazos la cintura de la castaña.
—Ya se pusieron acaramelados —afirmó Luca mostrando una sonrisa y rodeando sus ojos en blanco.
La siguiente en acercarse fue Samantha, la cual sólo mostró una sonrisa sintiéndose completamente feliz de que Ethan estuviera mejor. Y ella también se encontraba bien, su fiebre al cabo de los días fue disminuyendo y Emilia se encargo de su salud.
Ethan le sonrió del mismo modo y se permitió ver a Leannie. Ella se encontraba realmente recuperada luego de su embarazo, vestía una calza negra acompañada de una camisa a cuadros.
Miraba a Ethan con un brillo inmenso sobre sus ojos y se acercaba lentamente a él con una sonrisa plasmada, dejando ver sus blancos dientes y sus labios rosados. El leve viento movía el cabello negro de Leannie cómo sí este tuviera vida propia y unas pequeñas manos, intentaba agarrarlo apenas.
Unas minúsculas manos, tiernas y pequeñas.
Ethan se quedó impresionado y tembló al dar dos pasos hacia delante. Estaba nervioso y emocionado al mismo tiempo de por fin poder ver a su hijo y permitirse asegurar que se encontraba sano y salvo. Esto no era un sueño, era real este momento. Cada paso que Leannie daba para llegar hasta él con ese pequeño bebé entre sus brazos aumentaba su vitalidad.
Ninguno de los que se encontraban alrededor murmuró una palabra, simplemente se encandilaron al ver tan esperado encuentro.
—Hola pervertido —saludó Leannie cuando se encontraba a unos centímetros del Alpha.
—Es tan... pequeño y hermoso —musitó Ethan sin dejar de mirar a ese inquieto bebé —. Me alegra demasiado verlos a ambos y bien.
—Me tenias muy preocupada, Ethan. Tuve que hacerlo.
—Lo importante es qué estás bien, eso es lo que más importa —pronunció él estirando su mano hacia la mejilla de aquella pelinegra —, y cuando te vayas no me dejes una nota, prefiero que me despiertes.
Ethan no se contuvo y besó con mucho amor a la pelinegra, abrazándola con cuidado, permitiéndose ser feliz con la mujer que poco a poco comenzó a conquistarlo sin desearlo y él, enamorándose de ella sin buscarlo. Y ahora, lo que más anhelaba se ha hecho realidad. Formar su tan deseada familia con la persona que él ha escogido.
Sólo un año. Un año para disfrutar juntos de aquella familia.
Fin del capitulo 76
* mate: es una típica costumbre que se adopta cada vez en mas países. El mate es la bebida predilecta de consumo entre los argentinos en ambientes grupales y de unión.
¡Buenas, buenas, lobitos lectores y lobitas lectoras! ¿Qué tal les va el día de hoy?
Feliz de actualizar nuevamente y ufff, también pensativa ya que muy pronto se viene el final de esta historia, lo que significa que si llegaste hasta este punto, te agradezco muchísimo por darle una oportunidad a esta lectura.
Pensaba hacer hasta el capitulo 80 (el ochenta vendría a ser el final definitivo) así que, falta muy poco para ese momento.
—🐺
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