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Capitulo 69
"Ethan"
Los rayos solares iluminando el rostro de Leannie hicieron que sus ojos se abrieran lentamente, y al recordar lo sucedido por la noche, se sobresaltó y quiso averiguar inmediatamente más sobre el asunto pero unas manos se posaron sobre sus hombros y la detuvieron.
—¡Leannie! —indicó Emilia intentando tranquilizarla —¡Tranquila!
—¿Qué pasó? ¿Cómo está Samantha? —preguntó Leannie mirando todo a su alrededor y sobre el marco de la puerta estaba Victoria, derramando unas lagrimas —¿Qué pasa? ¿Qué...?
—Victoria tiene algo importante que decirte —dijo la Betha mientras Victoria se acercaba hasta Leannie.
—¿Qué pasa...? —era inevitable que su corazón se sobresaltara al igual que todo su ser, comenzaba a angustiarse.
Emilia le dedicó un abrazo de aliento a Victoria para dejarlas a solas en la habitación. Leannie, expectante de todo lo sucedido previamente por la noche, sentía un manojo de nervios. Ella intentaba mantenerse tranquila pero era imposible en ese momento, no podía evitar sentirse angustiada sobre todo ver cómo sus amigas actuaban de forma sospechosa.
Leannie se sienta sobre la cama para acompañar a Victoria, quien todavía no se animaba a mostrar su rostro cubierto de lagrimas.
—¿Qué pasa? —preguntó una vez más Leannie casi en un susurro.
—S...Se trata de Arthur Morgan, Leannie —dijo en un sollozo —. Anoche, él estuvo aquí, y todo esto era un maldito plan. Noah estuvo ayudando a Arthur para que pudiera verte una vez más.
—No... puedo creerlo —pronunció Leannie llevando una mano en su pecho —¿Arthur aquí?
Narra Leannie
Ese perfume, esa dulce fragancia masculina la olí cuando él me tenia en esa prisión. ¿Cómo no me he dado cuenta antes de eso?
—Ey, Victoria —Leannie apoyó su mano sobre la de Victoria y sus miradas se encontraron —, ¿cómo es qué Noah lo ayudó?
—Es...Esta mañana me desperté y Noah estaba sobre la cama, no paraba de llorar y me dolía Leannie, me dolía verlo así, me dolía —respiró profundamente —, él me contó todo, me dijo qué traerte aquí era un plan desde el principio, nadie iba a sospechar.
—¿Cómo está Noah? —se dio cuenta que no debió decir eso cuando Victoria no contuvo sus lagrimas y rompió en llanto —. Perdón, perdón, no debí preguntar.
Leannie intentó levantarse de la cama y con muchas dificultades, se agachó, apoyando sus rodillas sobre el suelo frío e intentando rodear con sus brazos a Victoria, quien también le correspondió el abrazo, cayendo al piso. Ocultaba su rostro en el pecho de aquella pelinegra buscando un poco de consuelo, un poco de paz.
—Noah... ayudó a Arthur a verte, ha traicionado a... Ethan —formulaba entre llantos —, Gabriel y Luca lo han golpeado hasta dejarlo inconsciente llamándolo traidor. No puedo, quiero... quiero borrar esas imágenes de mi cabeza. Era mucha sangre.
Narra Leannie
Con lo dicho por Victoria mi piel se ha puesto de gallina. Me he imaginado el estado físico de Noah, y me preocupa, me preocupa mucho por él, porque sé qué no es una mala persona, y me preocupa Victoria.
Ella está muy afectada, sé el cariño que le tenia. No puedo seguir hablando con ella.
—Vi, me gustaría hablar con Noah, ¿sabes dónde está?
—Él... Él está con ellos —fue lo único que pudo responder —. ¿Puedo descansar?
—Ven conmigo —Leannie intentó ofrecerle su mano y la llevó a la cama, y juntas se acostaron, abrazadas mutuamente.
Narra Leannie
No te voy a dejar sola ahora.
En la habitación de Noah y Victoria, con Noah, Gabriel y Emilia
Noah estaba atado de manos y piernas tendido boca abajo en un charco minúsculo de sangre. Gabriel estaba sentado cerca, sobre el suelo, poniéndose un vendaje en sus nudillos, los cuales estaban lastimados y ensangrentados. Emilia estaba mirando sobre la ventana, ninguno hablaba, solo se escuchaba la agitada respiración de Noah.
—¿Por qué, Noah? —susurró Emilia apretando sus dientes con fuerzas —¿Por qué le cumpliste ese capricho a Arthur?
—Emi, ya déjalo —aclaró Gabriel con su mirada oscura y perdida, concentrado en su vendaje.
—¡No! ¡Se trata de mi sobrino, Gabriel! —la castaña se da vuelta y sus labios temblaban de la furia —¡Pusiste en peligro la vida de Leannie! ¡Ella está embarazada esperando un hijo de Ethan!
Emilia avanza hasta Noah y de una patada lo tumba boca arriba, su rostro emanaba demasiada sangre, tenia un ojo morado y su labio estaba cortado, sin contar las hematomas de sus mejillas. Ella estaba completamente enfurecida, se sube encima de él y le avienta un golpe en el rostro.
—¡EMILIA! —gritó Gabriel haciendo que ella se detuviera.
Este se levantó y se acercó a ella con cautela para alejarla de él y abrazarla. Ella le corresponde el abrazo y se permite llorar mientras Gabriel le acaricia el cabello suavemente, intentando tranquilizarla. Con la confesión de Noah y las revelaciones de Samantha, estaban todos pasando por una crisis nerviosa.
Sus intenciones eran volver esa misma noche a las tierras de Ethan, pero primero debían asegurarse de que Leannie estuviera bien respecto a su embarazo, Samantha pudiera estar mucho mejor luego de su episodio y tener en claro que hacer con Noah.
—Tengo miedo, amor —dijo Emilia aferrándose a su pareja —, es que tengo miedo que le pase algo a Leannie, al bebé, a Ethan, a ti incluso.
—Ey, cariño —Gabriel la distanció y la tomó de las mejillas haciendo que ella lo mirara —, nada va a pasar, yo voy a cuidarte.
—No quiero que me cuides, Gabriel —habló con sus ojos inundados de lagrimas —. Soy capaz de sacrificar mi vida por ustedes, son mi manada.
—¡Y tú eres mi manada, mi nueva familia! —respondió el rubio —¡Basta de decir estupideces!
—Permiso —entró a la habitación Luca —, perdón por interrumpir pero se trata de Samantha.
—¿Qué pasó con ella? —preguntó Gabriel apegando a su cuerpo a la Betha.
—Miren —habló Luca mientras se sentaba al lado de ellos —, Samantha esta presentando fiebre alta y tuve que sedarla. No se calmaba y no sé qué sugieren que hagamos.
Hubo un silencio por parte de todos, a excepción de los sollozos de Emilia y la respiración de Noah. Estaban pensando en tomar la mejor decisión que implicaría que nadie salga mas perjudicado ya sea física o mentalmente, debido a que se trataba de un viaje de varias horas y todo podía ocurrir.
Ademas, pensaban en que incluso podían recibir un ataque de Arthur Morgan y no era lo que mas querían: los únicos disponibles para luchar eran Luca y Gabriel ya que no permitirían que Victoria o Emilia se involucren en una batalla y Noah estaba casi inconsciente, Leannie embarazada y Samantha con fiebre.
—T...Tenemos... que volver —pronunció Noah escupiendo un poco de sangre.
—¿Por qué? —interrogó Luca cortante y serio —¿Hay algo mas ademas de tu traición que no nos hayas contado?
—E...Ethan está —tosió escupiendo sangre y Luca lo ayudó a reincorporarse — está en peligro.
—¿Cómo qué en peligro? —preguntó Emilia alejándose de los brazos de Gabriel —¿Cómo qué en peligro?
—Gabriel, quiero que te encargues de Noah, amárralo y súbelo rápido a la camioneta. Emilia, guarda las pertenencias de Leannie, que Victoria te ayude y súbanse a la camioneta —ordenó Luca aun sosteniendo a Noah.
—¿Y Samantha? —preguntó Gabriel un tanto desorientado.
—De eso me encargo yo, escúchame bien. Escúchenme ambos, hagan lo que les digo y nos vamos en una hora, no me importa si llegamos de noche. En una hora partimos.
Cada uno intentó proseguir con las indicaciones de Luca. Gabriel amarró bien a Noah, aunque ya lo estaba anteriormente y apiadándose de él, limpió con una toalla blanca empapada de agua toda su cara que pronto, la toalla se tiñó de rojo.
Emilia secó sus lagrimas y no quiso decirle a Leannie que Ethan podía estar en peligro para que no se preocupara, pero si les advirtió tanto a ella como a Victoria que por varias cuestiones estar ahí no era seguro y que debían estar junto a Ethan y su manada.
Juntas, se dedicaron a empacar y guardar todas las cosas y sus pertenencias, aunque no se dijo ni una palabra. Sólo se escuchaban de vez en cuando los sollozos de Victoria, ya que por momentos, recordaba los golpes que le habían dado a Noah.
Durante el tiempo que todos se ocupaban de sus labores, Luca atendía atento a Samantha, que como estaba sedada, se encontraba relajada pero eso no quitaba que tuviera fiebre.
Una vez listos, Leannie se ubicó en el asiento de atrás y a su lado pusieron a Samantha. Gabriel conducía, Emilia se sentó atrás junto a las dos muchachas y Luca adelante, para intercambiar el volante con Gabriel cuando este estuviera cansado. En la parte trasera de la camioneta, dejaron a Noah y Victoria se dispuso a acompañarlo.
El viaje fue tranquilo, Luca y Gabriel estaban atentos de un posible ataque, mas porque comenzaba a oscurecer pero no ha sucedido nada por el momento. Leannie, rendida por el cansancio, se hecha a dormir en el hombro de Samantha y Emilia solo miraba la ventanilla, concentrándose en el paisaje y ocultando que el resto viera cómo lloraba de la preocupación. De igual forma, Victoria estaba envuelta en una frazada junto a Noah, cubriéndolo para que no tuviera frío.
Debido al largo viaje, ninguno de ellos había comido mas que sólo consumir agua cómo bebida y los rugidos de los estómagos pasando hambre estaban presentes, a excepción de Leannie que se devoró un paquete de galletas dulces.
Eran aproximadamente las tres de la mañana, y estacionaron frente la casa de Ethan, la cual estaba muy oscura y curiosamente, los Bethas que siempre hacían guardia, esta vez no estaban merodeando.
—Silencio —acota Luca —. Vayan adentrándose, voy a bajar a Samantha del asiento.
Ni siquiera se molestaron en bajar sus equipajes y pertenencias. Simplemente bajaron todos del vehículo y con mucho cuidado debido a la inmensa oscuridad que reinaba. Gabriel se adelantaba con cuidado, detrás de el iban Leannie aferrada de Emilia y Victoria ayudando a Noah a caminar.
Gabriel se sorprendió al encontrar la puerta sin seguro, de hecho, estaba entremedio abierta y eso alerto todos sus sentidos. Al abrirla, caminó unos pasos por el salón principal y había una inmensa oscuridad, así como también un cautivador aroma a sangre.
Narra Leannie
Sangre. Huelo sangre, y es un aroma muy fuerte. Demasiado.
Gabriel se detuvo, y Emilia se alejó de Leannie para buscar el interruptor de la luz del salón principal y la imagen que todos tuvieron, fue desgarradora. Gabriel se quedo inmóvil, desde un principio, mucho antes de que la luz revelara aquella imagen, lo sospechaba.
Ethan estaba arrodillado sobre el suelo y tenia cinco garrotes de metal clavados sobre su espalda. Era inmensa la cantidad de sangre oscura que estaba siendo derramada sobre aquel frío suelo empapando a un Alpha que sólo unos pantalones de cuero lo cubrían ya que no tenia mas prendas.
Gabriel continuaba petrificado en su lugar, sus manos y piernas temblaban y ni siquiera pestañeaba. Emilia, al ver a su querido sobrino en ese estado, corrió rápidamente hacia el sin importarle que la sangre la ensuciara.
El corazón de Leannie bombeaba con tanta rudeza, cómo nunca lo había sentido. Y fue imposible caer de rodillas al suelo y que unas lagrimas rodearan su rostro pálido.
Narra Leannie
¿Por... qué? ¿Por qué no siento latir su corazón?
Fin del capitulo 69
¡Buenas!
Espero que estén cuidándose en esta complicada cuarentena. Hay países donde es obligatorio y otros que no, espero que aun así, estén todos cuidándose y cuidándonos mutuamente.
Disculpen, Leannie no esta para hablar pero si les desea una hermosa semana, y yo también.
PD: Soy consciente de que faltan algunas tildes en algunas palabras, sepan disculpar, pero por favor, cualquier falta de ortografía háganla saber, he estado editando este capitulo con mucho sueño y puede que unas palabras se me hayan pasado por alto.
—🐺
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