55
Capitulo 55
"Una noche de amor"
⚠: Contenido +18. Si esto puede llegar a disgustarte te recomiendo que saltees este capitulo. Estás advertido/a.
—¡¿Qué... diablos?! —Se escuchaba la voz de Leannie entre la absoluta oscuridad. —¿Qué haces aquí, Ethan?
—Perdón, ¿te asuste?
—Ethan, ¿tú que crees? —Lo regañaba al Alpha mientras le da un golpe en su pecho. —¡Casi me matas del susto!
—Perdón, —este rodea la cintura de la pelinegra y se agacha hasta acercarse a su oído. —es que necesitaba verte y decirte algo.
—¿Qué paso? —Preguntaba la joven ruborizada mientras con sus manos tocaba el pecho de Ethan y se ruborizó más al sentir su pecho desnudo, no lo había notado.
—Ven, quiero darte tu regalo de cumpleaños. —Este tomó distancia para tomarla de la mano y guiarla hasta la cama donde ambos tomaron asiento.
Ethan sacó una vela ya gastada y la encendió, dando un poco de luz al cuarto y la apoyo sobre la mesita de luz que tenia la joven de ojos claros.
—Si sabia que era tu cumpleaños, hubiera hecho algo más... elaborado, —pronunciaba mientras de su pantalón sacaba una hoja doblada. —pero esto alcance a escribir hace un rato y quise dártelo.
Leannie tiende su mano y recibe aquel papel doblado por la mitad y lo lee en su mente:
Querida pulga:
Sé que si digo "querida Leannie" sonará muy formal pero "pulga" es más... nosotros. Si hubiese sabido de este día tan especial te aseguro que hubiera preparado algo mejor. Sin embargo, para disculparme la tardanza, comenzaré revelándote un secreto:
Jamás he escrito una carta.
Esta es la primera vez que escribo algo a una persona y me siento orgulloso de que tú seas a la persona la cual escribo por primera vez. Te he estado observando hace mucho tiempo y no puedo negar de que contigo traes una belleza cautivadora. A medida que pasábamos tiempo juntos, por las noches solo anhelaba besarte y saber porqué mi cuerpo se desesperaba en estar junto al tuyo.
Los días fueron pasando y continué experimentando más sentimientos como el de hacerte sonreír siempre y querer protegerte ante cualquier peligro. En esta oportunidad, puedo expresar que tengo en claro mis sentimientos:
Te quiero, pulga.
Leannie leía cada una de las palabras escritas por Ethan y fue imposible no permitir que esa lagrima de emoción cayera rodando por su mejilla. Una dulce mano se posó sobre su mejilla y ella levanto la mirada para notar como el Alpha la había estado observando.
—Gracias, Ethan. —Ella se acerca y lo abraza con muchas fuerzas ocultando su cabeza en el pecho de el Alpha. —Jamas me habían escrito algo tan lindo como esto. Gracias.
Ethan no formuló una palabra. Sin embargo, al tomar a la joven de los hombros para mirarla, se acercó a ella y la beso con cariño. Continuaron unos segundos más con unos besos delicados pero sus deseos aumentaban al desearse con más rudeza.
En ese momento, Ethan acariciaba los brazos desnudos de Leannie y sus piernas, acariciándolas con la punta de sus dedos como solía hacerlo, y ella se deleitaba al sentir no solo los perfectos besos sincronizados sino sus caricias que parecían darle descargas eléctricas mientras lo sujetaba de su ancha espalda.
Pasaron unos minutos, y algo nacía en el interior de ambos. La joven nunca estuvo tanto tiempo a solas con Ethan y de esa forma, y sus deseos de que con Ethan la situación pasara mas allá de unos besos y caricias, aumentaba.
Ethan la recostó en la cama y se permitió acomodarla bien mientras él estaba encima de ella sin dejar de besarla. Ella sujetaba la toalla que la envolvía ya que del movimiento, estaba a un paso de dejarle al Alpha una perfecta vista de su cuerpo completamente desnudo y aun húmedo.
El Alpha de ojos celestes se dio cuenta como ella sujetaba la toalla así que sujeto esa mano pero sin realizar fuerza alguna ni tampoco acotó una palabra. Solamente guardaron silencio y continuaban con sus besos que cada minuto, se recargaban de antojo e intensión.
Los minutos pasaron y sus cuerpos pedían estar más unidos. En un momento de improvisto, Ethan se separa un poco y pronuncia con su voz ronca y pausada:
—¿Quisieras seguir? —Ahora, se acerca hasta su oído y susurra —Si no me detienes ahora, ya no podré parar ni podré contenerme.
Él se levanta para ver sus celestinos ojos y una respuesta, a lo que ella murmura: —No te detengas, Ethan. —Ante esa respuesta, ambos sonríen y nuevamente se unen en un exquisito beso recargado de desesperación y anhelo.
Continuaron unos minutos más hasta que Ethan, guió sus manos hasta el nudo de la toalla que envolvía el cuerpo de la joven y con mucha lentitud lo fue quitando. Sus movimientos eran lentos para ver si ella se lo permitía pero el hecho de que lo haya dejado, significaba que sí. Sin embargo, ahora no podía controlar sus nervios de saber que Ethan la tenia bajo su merced.
Su mirada celestina fue a sus ojos y vio como Ethan la miraba con una mirada voraz, como una bestia mirando a su presa. Su mirada fue tan lujuriosa que desvió su mirada pero antes de hacerlo Ethan siguió besándola y ella, le correspondía gustosa.
Las caricias de Ethan recorriendo todo su cuerpo desnudo la hacían jadear de absoluta satisfacción y relajación. Ella cerraba sus ojos y se dejaba llevar por el hombre que estaba allí. Como tenia sus ojos cerrados, no pudo notar que Ethan llevo dos de sus dedos a su boca, lamiéndolos y llenándolos de saliva mientras la miraba con amor.
—¿Puedo? —Preguntó rozando sus dedos en los labios vaginales de Leannie.
Un asentimiento alcanzó para que realice leves masajeos en la joven quien dio un jadeo bastante sonoro y cerró con fuerzas sus ojos. Ethan no se perdía de ningún detalle de la muchacha y ahora, introdujo muy despacio uno de sus dedos, y luego dos, haciendo movimientos circulares.
La espalda de ella se arquea y lo toma suavemente de la anchura de su espalda.
—¿Estás bien? —Le preguntó mientras deposita unos dulces besos sobre la frente y las mejillas de ella.
—Sí, —asiente un tanto avergonzada. —se siente bien.
Se dejaba llevar de la sensación cerrando con fuerzas sus ojos, ya que evidentemente tenia vergüenza de lo que estaba sucediendo. Ahora Ethan besaba sutilmente el cuello de ella mientras que sus dos dedos se introducían con delicadeza, su pulgar masajeaba cerca de su zona más sensible, él estaba explorando.
Estuvo varios minutos hasta que quitó sus dedos de allí y comenzaba a desabrochar los botones de su pantalón. Se reincorporó para poder quitárselos junto su ropa interior y Leannie aprovecho para introducirse bajo las sabanas color carmesí.
Cuando Ethan estaba preparado, ella lo observa pero desvía rápidamente la mirada y su rostro se torna rojo de los nervios y ver un hombre desnudo, ya que nunca estuvo en una situación así.
—¿Puedo recostarme? —Ella asiente cabizbaja y él se acomoda también bajo las sabanas.
Él extendió sus fuertes brazos hacia ella para pegarla a su cuerpo y ambos sintieron como las puntas de su senos tocaron fuertemente el pecho de Ethan y ella podía sentir en su vientre el bulto endurecido del Alpha.
Sin embargo, continuaron besándose con mucho coraje, como si no hubiera un mañana pero a su vez, con una tranquilidad como si esa noche fuera eterna para ambos. Ethan sin previo aviso continuo masajeando la intimidad de la joven mientras ella jadeaba. Este intentaba humedecerla.
Al cabo de unos minutos, Ethan levanto a Leannie y la colocó encima de este mientras besaba su cuello con desesperación. Al mismo tiempo, el miembro de él acariciaba con delicadeza la entrada de la joven y cuando intentó presionar, no entraba.
Lo intentaron un poco más pero era complicado y él supo que tal vez esa no era la posición correcta así que la levanto y ahora, él estaba encima de ella.
—¿Lista? —Preguntó Ethan una vez mas. —Aun puedes detenerme, pulga.
—En este momento no quiero que lo hagas. —Confesó mientras lo abrazaba.
Ethan se acerco hasta su oído y murmuró: —Quiero que me abraces.
Obediente así ella lo hizo esperando el momento que continuaba. Ethan quería hacerla suya y sabia que esa noche, por fin sus deseos de unirse de forma carnal con la mujer que estaba comenzando a querer con fuerzas iban a ser realidad. Quería cuidarla, tenerla en sus brazos, que ella lo abrazara.
Su resbaladiza entrada le daban la bienvenida. Con mucho cuidado de no lastimarla, pues bien sabia que esta era la primera experiencia de la joven, comenzó a entrar. Entró suavemente pero fue, no obstante, un golpe duro.
Ella sintió una puntada en su vientre pero nada exagerado, aunque ante el primer contacto, cerró con fuerzas sus ojos, y fue inevitable que se le escapara un sonoro gemido. Sus piernas se enrollaron la cintura de Ethan con fuerzas.
Solo pasaron unos segundos cuando el comenzó a mover su cadera empujando, realizando movimientos circulares.
—Quiero que te liberes, quiero escucharte.
Esas palabras la sorprendieron y no pudo ruborizarse más debido a que su piel ya había llegado a un nivel completo de enrojecimiento. Los movimientos de él comenzaron a aumentar un poco más la velocidad y ella, lo deseaba gustosa.
Sus pieles chocaban, juntos se movían a la par hasta que el comenzó a ir mas rápido; la tomó de las nalgas mientras las apretaba con vigor y sus embestidas empezaban a ser más profundas. Ella podía sentir como su intimidad se humedecía más, como sí cada roce con Ethan provocaba que de su interior salieran fluidos calientes.
Él se sentía muy bien en el interior de ella y ahora, aumentaba más su rudeza. Leannie no podía contenerse y se acostumbró a gemir, aunque al principio se resistía al hecho de liberar de sus labios esos sonidos tan vergonzosos, ahora ya no podía contenerlos.
Ethan levanta una pierna de ella y la coloca encima de su hombro y ahora hacia una penetración en su interior con mas solidez y energía mientras se deleitaba a escuchar los gemidos que liberaba. Se sentía muy bien escucharla gritar de satisfacción.
El tiempo parecía eterno hasta que sus embestidas comenzaron a ser más profundas y terminó acabando en su interior.
—¿Estás bien? —Preguntó Ethan mientras recuperaba el aliento aunque quien verdaderamente jadeaba cansada, era ella.
—S..Sí. —Terminó respondiendo con dificultad mientras recuperaba el aliento. —Gracias.
—¿Por qué? —Le preguntaba al mismo tiempo que limpiaba el sudor de su frente y le daba un tierno beso allí.
—Por este momento tan... mágico.
—En realidad, —dice mientras sale de su interior y la recuesta apoyando su cabeza en una almohada. —yo debo estar agradecido por elegirme a mi para que sea tu primer hombre en esta experiencia. Valoro mucho la confianza que me has dado y prometo que no te vas a arrepentir.
—Estoy segura que no, pervertido.
Ambos sonrieron y se unieron en un cálido beso mientras se abrazaban y sentían sus pieles calientes y resbaladizas a causa del sudor. La vela termino por consumirse dejándolos en la oscuridad y dándoles una noche de amor.
Fin del capitulo 55
____________________________________
Quiero despedirme con este capitulo y aclararles que entre lobos, no es una atrocidad juntarse entre "primos". Es distinto a como lo vemos los humanos y las relaciones familiares.
¿Que les ha parecido este capitulo? ¡Me encantaría saber sus opiniones para ver si escribir o no mas escenas así a futuro!
—🐺
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top