54
Capitulo 54
"Una tormenta de terror"
Los golpes en la puerta no cesaron. Ethan y Leannie se miraban e intercambiaban miradas ya que no sentían un aroma conocido a quienes esperaban.
—Voy a abrir. —Anunció Ethan mientras se levantaba del sillón pero Leannie lo detuvo.
—Te acompaño. —También se levanto encima del sillón para pegarse a la espalda de Ethan, enrollando sus manos sobre su pecho rodeando su espalda y con sus piernas mas arriba de la cintura.
—No era la forma en la que pensé que me acompañarías. —Sonrió.
—Ey, es solo por precaución. —Murmuró la jovencita de pelo azabache.
Ethan avanzó con pasos lentos pero los golpes ya se habían detenido hace ya aproximadamente un minuto. Un aroma a colonia de mujer inundó las narices de ambos el cual, Ethan se expresó con una mueca de asco y Leannie directamente se tapo la nariz. Quien sea él o la que quería cubrir su aroma, lo logró.
El Alpha toma la perilla de la puerta principal pero estaba cerrada. Leannie visualiza las llaves colgadas así que las toma y se las ofrece a Ethan quien abre la puerta y ambos se encontraron con la sorpresa de que nadie estaba allí de pie.
Se quedaron unos segundos inmóviles observando detenidamente cada rincón oscuro de afuera y no vieron a nadie ni tampoco sentían la presencia de alguna persona que no sean unos Bethas a la distancia.
Narra Leannie
¿Y si fue... un fantasma? Ay, ¿qué cosas dices Leannie?
Un golpe seco y fuerte repetidas veces se escucho de la parte de arriba, y estos, al escuchar el primer ruido bastante sonoro, temblaron en el lugar. Ethan junto con Leannie se dan vuelta y se encuentran con una dura pelota cayendo por las escaleras.
Él cerró la puerta y se encontró con la pelota que tocaba sus pies. Este objeto se encontraba húmedo, como si hubiera estado mojado anteriormente. Leannie aprieta con fuerzas de Ethan sin notarlo.
Y si nosotros existimos, ¿por qué los fantasmas no podrían?
—Mira. —Ethan se agacha con dificultad a levantar la bola pesada ya que la tenia a Leannie encima y esta tenia pegada una nota también húmeda.
—¿Qué es eso?
—Parece ser un papel o una especie de nota, tiene ese aroma horripilante. —El hombre lee en voz alta la nota. —"Suban las escaleras".
—No subamos. —Reprimió Leannie un tanto nerviosa mientras sujetaba al Alpha. —¿Y.. si son fantasmas?
—¿Y si lo averiguamos? —Contestó con una calma interior que en cierto modo, relajó a la muchacha obligándola a bajar de su espalda y tendiéndole su mano. —¿Vamos?
Narra Leannie
Pongamos las cosas en orden:
Uno: no negó que podría tratarse de fantasmas. Dos: esta tan tranquilo que su paz me relaja. Tres: INSISTO EN QUE NO NEGÓ QUE SE PODRÍA TRATAR DE FANTASMAS.
Ella solamente aceptó sutilmente de su mano sujetándola con fuerzas mientras que con sus manos libres, llevaban una vela cada uno para alumbrar. Ethan iba un paso delante de ella y caminaban a la par. Al toparse con las escaleras, subieron una por una a paso lento.
A donde se acercaban era a un pasillo medianamente largo y la ultima habitación era la de Leannie. Lo que fue curioso para ambos era ese aroma agrio y penetrante, pero no tenían dudas de que era un perfume femenino.
Sobre el suelo, al terminar de subir el ultimo escalón, Leannie se percató de que había otra nota.
—Hay otra nota. —Dijo mientras la levantaba y leía en voz alta lo que estaba escrito allí, estaba también húmeda: —"Ultimo cuarto". —Susurró. —¿Se trata de mi cuarto?
—Así parece. —Afirmó Ethan sujetando la mano de la pelinegra sin intenciones de soltarla. —¿Vamos?
Ella asintió pero dudosa, aunque este le hablara con mucha tranquilidad ella se encontraba un tanto aterrada. Pensaba a que se debía porque Ethan es un Alpha muy fuerte y aprendió a enfrentarse a muchas situaciones, se lo podía imaginar. No obstante, esa autoestima aun no se aplicaba en ella, aun conservaba su timidez.
Cada paso que daban aumentaba la tensión que se acumulaba en el cuerpo de la joven. Sentía miedo de lo que podrían hallar detrás de la puerta, temía que se tratara de una trampa aprovechando que estarían ellos solos en una noche oscura como esta.
También, su mente proyectaba las palabras de Ethan presintiendo un mal presagio y que eso, podría hacerse realidad. ¿Y si detrás de aquella puerta se encontraban con...?
Por fin llegaron a su destino, la puerta no tenia seguro y ese aroma era demasiado fuerte. Ethan tomó con su palma la puerta para empujarla suavemente y abrirla pero una voz lo detuvo.
—Espera, —ella lo abrazo por la espalda. —¿qué pasa si algo malo hay?
Ethan dejo su vela sobre el suelo y soltó la mano de Leannie para darse vuelta y verle su rostro, que era alumbrado gracias a la vela que ella sostenía. Sonrió con una sonrisa de boca cerrada, una sonrisa que tranquilizaba a cualquier persona que lo viera así.
—¿Y si algo bueno pasa? —Sin dejar que ella diera una respuesta, la tomo de los cachetes y la beso tiernamente, seguido de eso, la abraza y después le susurra en su oído: —Yo voy a estar siempre para cuidarte.
Narra Leannie
Ethan esta aquí. Está dispuesto a cuidarme y yo también lo estoy. Sin importar lo que haya dentro, lo importante es que estamos juntos. Cuento con su apoyo.
—¡Entremos!
El Alpha antes de abrir, levantó su vela y dio cinco golpecitos sobre la puerta, espero unos segundos y la abrió lentamente y...
—¡FELIZ CUMPLEAÑOS, LEANNIE! —Exclamaron al mismo tiempo Emilia, Gabriel, Victoria, Luca y Samantha.
—Feliz cumpleaños, pulga. —Ethan le susurra al oído y besa la mejilla dejándola atónita por que ni ella misma había recordado que era su cumpleaños.
Narra Leannie
Con este día ni siquiera podría haber recordado que hoy era mi cumpleaños. Que afortunada me siento de saber que ellos sí lo supieron pero... ¿cómo?
—¿Cómo supieron que hoy era mi cumpleaños? —Preguntó Leannie acomodando un mechón de su cabello mientras los veía a todos reunidos.
—Yo se los dije. —Respondió Samantha a lo que Leannie la miró confundida y continuo explicando. —Puedo saber mucho de muchas personas con solo tocarlas, sentirlas o mirarlas.
—Gra..Gracias. —Pronunció tímida Leannie mientras ahora, miraba al resto. —Muchas gracias a todos.
Juntos bajaron a la cocina y encendieron mas velas; Emilia y Victoria estaban sobre Leannie, estas tuvieron que deshacerse de las prendas repletas de perfume para no ser descubiertas. Samantha estaba apartada bebiendo una copa de vino, y los tres hombres estaban alejados de las mujeres conversando.
Faltaba poco para un nuevo día entonces pensaron en cantarle el feliz cumpleaños. Leannie cumplía ya sus diecinueve años de edad, la misma edad que tenia Adam Allem y lo primero que pensó fue en él. Pensaba que pronto se aproximaría su cumpleaños pero él ya no estaba en vida para disfrutar de ese acontecimiento. Eso la entristecía.
Una vez terminado de desearle todos juntos un final de feliz cumpleaños, con esta tormenta, Gabriel y Emilia pensaron en retirarse y aunque Leannie insistió en que se quedaran en uno de los cuartos inhabitados, ellos negaron. Victoria también pensó en irse a su pequeña casa.
Leannie fue a despedir a sus compañeros y advertirles que tengan mucho cuidado. En cuanto cerró la puerta de entrada, Samantha apareció detrás de ella con una expresión pacifica sobre su rostro.
—Tú le haces bien a Ethan. —Aclaró la castaña. —Anteriormente te había mencionado que puedo saber mucho sobre las personas al momento de tocarlas, sentirlas o incluso mirarlas, y como un don que tengo desde que nací, puedo ver el futuro.
—¿El futuro?
—Así es, pero es algo que reservo mucho y pocos lo saben. —Sonrió sin ninguna expresión a medio lado. —He... visto algo la noche anterior a través de un sueño. Estabas tú y Ethan.
—¿Qué... viste en tus sueños? —Comenzó a preocuparse al notar la tensión de Samantha pero esta cambio su tensión al mostrar una cálida sonrisa.
—No puedo decirte pero te pido disculpas por mi mala presencia. No puedo luchar contra los sentimientos que Ethan siente por ti y me costaba mucho aceptarlo, y aun sigo sin hacerlo pero no puedo oponerme, es... complicado.
Leannie se quedó impactada ante el cambio drástico de Samantha, le parecía una locura que días atrás o incluso hace unas horas ella no renunciara a él y ahora, poco a poco lo acepte lentamente. La castaña continuo hablando:
—Mañana mismo dejaré de estar en el cuarto de Ethan, y, me gustaría que me ayudaras con mi cuarto nuevo. —Sonrió y sin dejarle a Leannie contestar, se retiró.
Mientras tanto, en el despacho con Ethan y Luca
—¿Conseguiste los pergaminos? —Preguntó Ethan mientras se servia en un vaso un poco de whisky. —Por cierto, ¿qué son esos pergaminos?
—Cuando iba a buscarlos justo se largo así que me quede amparado bajo la lluvia un poco. —Se acomodaba su cabello rubio. —Los pergaminos son un complemento de esta historia. Nuestra historia.
Ethan asiente y pregunta: —¿Por qué no te apareciste antes, sabandija?
—En cuanto supe los planes de Morgan, vine lo mas pronto posible pero no quería venir aun, hasta que me tope una mañana con Leannie y al ver sus ojos supe que era de tu sangre.
—Gracias por el entrenamiento que le has dado, incluso sacaste un carácter de ella que ni yo sabia. —Cuestionó con una sonrisa mientras recordaba cuando la joven estaba enfadada por el inoportuno momento entre este y Samantha.
—De eso quiero hablarte, quiero que me des el permiso de continuar entrenándola.
—Ella aprenderá mucho contigo, de eso estoy seguro, sabandija. —Este le ofrece su vaso a Luca ya que el no tomó y cuestiona: —¿Es importante que Leannie aprenda a protegerse?
—Muchos peligros se aproximan.
La conversación entre ambos se dio por terminada. Las luces seguían apagadas y la tormenta no cesaba. Todo era un completo silencio en la mansión de Ethan Griffin salvo que unos pasos en la delicada y fría madera era lo único que se escuchaba.
Estos pasos eran sigilosos y pesados. Subían lentamente las escaleras, sin el más mínimo apuro. Caminaba este extraño por el pasillo encaminando hacia una dirección en especifico: el cuarto de una joven de piel pálida y hermosos ojos celestinos, Leannie.
Este, abre la puerta sin golpear y la habitación de Leannie estaba completamente oscura a excepción de una pequeña luz que salia debajo de la puerta del baño, y al parecer, Leannie estaba allí.
El extraño abre la puerta del baño y su figura era enorme. Allí estaba ella. Leannie había salido de ducharse y estaba envuelta con una toalla. Aun su cuerpo estaba completamente mojado dejando caer unas resbaladizas gotas húmedas recorriendo su ser.
Leannie toma la vela para encaminar a su cuarto pero al voltearse y notar que no estaba sola, sus ojos se abren dejando escapar un pequeño grito ahogado y del susto, tira la vela dejando la habitación completamente oscura y con dos personas dentro.
Fin del capitulo 54
____________________________________
Buenas, pequeños lobizones lectores y lectoras, ¿que tal están el día de hoy? Estuve pensando que cada vez que tenga un capitulo nuevo voy a subirlo, falta un par de acontecimientos más para que esta historia termine... 😨
¿Les gustaría un momento intimo entre Ethan y Leannie? ¿Si? ¿No? Pues da igual, ya tengo el capitulo armado y lo subiré... ¿cuándo dicen que lo suba?
Con Leannie les deseamos un precioso y bello día.
—🐺
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top