41

Capitulo 41

"De regreso al Clan de las tinieblas"


Ethan cerró la puerta de Leannie dejándola con su espacio personal y pueda pensar mejor la situación, aunque aun faltaba muchas cosas de que hablar y aclarar. 

Al salir, estaba Emilia recostada en un sillón de la sala de estar leyendo una revista con sus auriculares puestos. Ethan toma una almohada y se la revolea a su tía.

—¡Oye! —Se queja Emilia. 

—¿Cómo se encuentra Gabriel? —Preguntó Ethan. —¿Está mejor?

—Sí, en estos momentos lo están atendiendo así que vine a ver a Leannie un ratito. —Se reincorpora quedando sentada. —¿Hablaron? 

—Faltan varias cosas por aclarar, pero dejare que ella me pregunte y le contestare poco a poco. 

—¿Estás feliz de tenerla contigo de nuevo? 

Ethan se silenció unos momentos. Fueron los segundos más largos de su vida, pero justo la puerta de la habitación de Ethan se abre y sale Leannie de allí. 

—¡Leannie! —Emilia corre a abrazarla con fuerzas. 

Narra Ethan

¿Si estoy feliz de tenerla a ella conmigo?

Ethan observaba como las muchachas se abrazaban y esbozó una pequeña sonrisa disimulada. Por fin, su familia estaba sana y salva y Gabriel estaba recuperándose, estando fuera de peligro y eso lo mantenía tranquilo.

Claro que estoy feliz. Ellas y Gabriel son la única familia que tengo

—Ethan, ¿crees que con Leannie podemos ir de compras? —Preguntó Emilia separándose de Leannie.

—Prefiero que hoy ambas se queden cerca, la semana que viene quizás puedan ir a donde quieran y a hacer eso que hacen las chicas.

—¿Y qué se supone que vamos a hacer? —Rodea sus ojos la castaña.

—¿No es obvio? —Preguntó Ethan. —Tienes miles de libros y elementos para hacer ejercicios, pueden leer o entrenar, o puedes hacer algo mucho mas productivo.

—¿Qué? —Interrogó.

—Ordenar toda tu ropa. —Mascullo el Alpha. 

Narra Leannie

Extrañaba mucho estas discusiones entre ellos. Son muy adorables peleando juntos y discutiendo por cosas insignificantes, siempre logran que me ria de estas cosas

A pesar de que al principio me costaba darle una oportunidad a este lugar, a esta familia, ahora siento que soy parte de aquí, y disfruto tanto al estar con ellos.

Leannie continuaba hundida en sus pensamientos de satisfacción cuando de repente despertó de su trance cuando Ethan y Emilia estaban en una guerra de almohadas. 

—Estos dos nunca cambiaran. —Susurró entre risas. 

Aquella mañana transcurrió tranquila. Leannie se instaló en su cuarto y estaba muy contenta de volver a las tierras de Ethan. Antes de que sea el mediodía, vistió unas prendas sencillas para ir a visitar a Gabriel, quien estaba al cuidado de Emilia y pensó en pasar tiempo con ellos en lo que Ethan estaba hablando con los Bethas de lo que pasó en su ausencia.

En la casa de Gabriel Miller, junto con Emilia y Leannie

Gabriel estaba acostado con varios vendajes sobre su pecho, y las heridas de su rostro ya habían desaparecido dejando solamente unas marcas coloradas poco notable. Los hombres lobo tienen la capacidad de curar sus heridas de forma rápida pero no como lo cuentan en los libros, lleva un lazo de tiempo y un proceso, según la gravedad de la herida.

—¿Y cómo te sientes ahora? —Preguntó Leannie mientras se sentaba en un sillón puff sobre el suelo.

—Casi que me siento recuperado, pero Emi no quiere que me levante de esta cama. —Sonríe. —¿Y tú cómo estás? 

—Bien. —Contestó rápido con una sonrisa pero esa sonrisa desapareció cuando recordó la muerte de Adam. —Casi bien. —Formuló mejor su respuesta. 

—Gracias a Adam estoy aquí, y le prometí que te cuidaría con la vida. Eso haré. 

Hubo un pequeño silencio pero no era incomodo, era cálido. Leannie intentaba forzar una sonrisa pero de igual manera era inevitable pensar en como Arthur hundía reiteradas veces aquella espada en el cuerpo de Adam. 

—Bien. —Se apareció Emilia con una bandeja y varios sanguches de jamón, queso y otros fiambres más una jarra de agua. —Por fin traigo todo para que comamos. 

—Eso se ve delicioso. Hace mucho no probaba tus simples rodajas de pan con fiambre. —Murmuraba Gabriel mientras se sentaba en la cama apoyando su espalda en el respaldo.

—Por ese comentario, solamente vas a comer la mitad de uno. —Se sienta en otro sillón puff que estaba en el suelo, al lado de la pelinegra. —El resto será para Leannie y para mi. 

—¡Que aguafiestas eres! —Se quejó Gabriel mientras sonreía. 

Las horas parecieron haber volado para aquellos tres. Se la han pasado comentando que es lo que sucedió en los peores momentos; cómo Emilia se encontró con su sobrino y juntos hallaron a Victoria, Gabriel contó cómo se hizo pasar por un Omega infiltrado y juntos llamarían esa secuencia "El Gran Rescate" con letras mayúsculas.

Mientras tanto, Victoria se instalaría por un tiempo en las tierras de Ethan y ayudaría en todo lo que pudiera. En estos momentos, ella estaba siendo hospedada por unas Omegas del lugar que le ofrecieron una cómoda habitación.

Los tres jóvenes seguían conversando pero Leannie quería salir y caminar, aunque le apenaba mucho tener que dejarlos pero era mejor si les daba un poco de tiempo a solas. 

—Chicos, saldré un rato a caminar. —Interrumpió Leannie. —¿No les molesta? 

—Para nada, tú ve pero... ¿está todo bien? —Preguntó Emilia un poco preocupada. 

—S..Si, es solo que pensé en caminar o salir a correr a las orillas del Océano. —Respondió.

—Claro, ve tranquila, y cualquier cosa puedes venir aquí con nosotros. —Acotó Gabriel. —Y te prometo que esta noche cocinaré yo en lugar de Emi y esos sanguches simplones. 

—Sí, bien que te has comido ocho. —Regañó la castaña. 

Leannie les dedica una risa y asiente. Ella comenzó a caminar hasta llegar a las orillas del Océano, a paso lento iba pensando centrada en su mundo.

Narra Leannie

No puedo olvidarme de los ojos de Adam, mostraban tanta sinceridad. Desde que me he levantado tengo la misma inquietud. ¿Cómo estarán los padres de Adam? ¿Cómo estará la familia Allem al enterarse de lo de su hijo? Como si fuera poco, no los he visto en aquella fiesta.

Más allá de eso...

Ethan es mi primo. ¿Qué va a pasar con nosotros ahora en adelante? Quiero decir, estos días que no estuve a su lado pude confirmar que lo he extrañado. Y mucho. ¿Pero qué se supone que va a pasar entre nosotros? 

¿O qué siente él por... mi? 

—¡Te tengo! —Anunció Ethan mientras sus fuertes brazos rodearon por completo a la pelinegra casi levantándola, haciendo que sus pies no tocaran la arena.

—¡Bájame ya! —Ordenó Leannie. —¡Pervertido! 

—¿Enserio quieres que te baje? —Susurró Ethan en el oído de Leannie haciendo que su piel se erizara como cada uno de sus vellos. 

Fin del capitulo 41

____________________________________

¡Buenas buenas, pequeñas y pequeños lobizones bien zukulentos! ¿Como están el dia/tarde/noche de hoy? 

Quiero decirles que cuando esta historia termine ¡HABRÁ UNA SEGUNDA PARTE! Y también cuando esta historia termine, todos los que han votado y comentado serán parte de esta familia de lobitas y lobitos lectores y habrá una SORPRESA !!! 

Si de verdad les gusta esta novela, me ayudarían muchísimo recomendando a quienes les puede llegar a interesar, votando o comentando sus opiniones. Leo y contesto sus bellos comentarios !!!

—🐺

Así se ve el adorable sillón puff que Gabriel tiene en su habitación. ¡Quisiera tener miles y miles!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top