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Capitulo 33 

"Una noche para el desfile de máscaras"




Victoria se encontraba parada intentando mantenerse en pie y no perder su estabilidad, pero era imposible, tenia varias heridas sobre su espalda y al perder el equilibro fue tomada por Emilia, quien la ayudó a sentarse en el borde de los asientos traseros. 


—¿Qué fue lo que pasó y de qué joven hablas? —Preguntó Ethan esperando una pronta respuesta. 

—Hace pocos días... —Comenzó a hablar la Omega. —Hace pocos días trajeron una nueva rehén la cual me encomendaron pronto que debería llevarle comida. 

—¿Cómo lucia ella? —Pregunta la castaña teniendo esperanzas de que se tratara de Leannie. 

—Ella era joven, tenia un cabello negro y casi lacio, su piel es tan blanca como las nubes que rodean el cielo. —Intentaba recordar mas mientras cerraba sus ojos para no concentrarse en el dolor que sentía. —También tenia un vestido rojo vino, lo lleva hace mucho.


Ambos suspiraron de alivio al saber que por el momento, la mantenían con vida. 


—¿Ella dónde está? —Interroga Ethan al presentir que los Bethas enviados por él no dieron con la pelinegra en la mansión de los Allem. 

—Está custodiada por Arthur Morgan, él fue quien la mandó a buscar desde que.. cambió. Esto es algo que no debería contar pero, sé todo sobre los Gul'kah y puedo asegurar que los abuelos de Arthur estuvieron involucrados en que él, ahora quiera volver a la cacería de... —Pronunció temblorosa Victoria. 

—¿Cómo sabes todo eso? —Curiosa mientras arquea una ceja. —¿Arthur te contó o...?

—No, yo robé una llave de la biblioteca privada de los Morgan y leía por las noches acontecimientos históricos de nuestra raza. Mi curiosidad me llevó a saber más hasta que descubrí las atrocidades de la familia de Arthur, hasta que comencé a querer saber a quienes cazaban y porqué. Jamas pensé ver una descendiente de Arsenio, pensé que era un mito.

—¿Cómo es tu nombre? —Preguntó Ethan mientras se acerca a ella y se arrodilla delante para quedar a su altura.

—Mi nombre es Victoria, señor.

—Mi nombre es Ethan, y ella es mi tía. —Se quita los lentes de contacto mostrando sus celestinos ojos. —Ahora, has conocido a los dos descendientes de Arsenio. 

—Usted... —La Omega se quedó sin poder hablar, siempre pensó que la raza de Ethan o la de Leannie era un mito o como muchos creían, ya estaban extintos a causa de los Gul'kah: una asociación de lobos liderados por la familia Morgan para darles fin a esta especie.

—Junto a Ethan, estamos buscando a Leannie. —Se acerca Emilia también arrodillándose y quedando a la altura de la morocha. —Y no sabemos que ha ocurrido y no preguntaremos, pero puedes ayudarnos a salvarla. Ella no pertenece allí, y tú tampoco, eres bienvenida al Clan de las tinieblas.

—Yo... —Una lágrima se escapa de los ojos de Victoria haciendo que rodara por su mejilla seguido de un sollozo. —Será un placer ayudarles. 

—Necesitamos de tu información para saber más de esa casa y cómo entrar, con eso estaríamos muy agradecidos contigo. —Informa Ethan.

—¿No sabes si tenemos una oportunidad de entrar? —Aclaró Emilia.

—Lo último que sé es que la familia Morgan mañana por la noche celebrara la Ceremonia de Unión de Arthur Morgan. Puede ser una gran oportunidad para poder entrar en la mansión.

—¿Ceremonia de Unión? 

—Sí, señorita. El señor Morgan se encargó de juntar a su hijo con una prestigiosa Betha venida de Alemania, es lo poco que sé. —Informaba Victoria. 

—En fin, será mejor que tengamos ideado un buen plan para poder estar en esa fiesta. 

—Señor. —Comienza a hablar la Omega. —La fiesta tendrá la temática de mascaras y antifaces. 


Narra Ethan

¿Máscaras y antifaces? Esto no podía resultar ser más interesante. Puede que tengamos una oportunidad de entrar.


—Bien, creo que Arthur Morgan y su asquerosa familia tendrán unos invitados muy especiales. —Dirige su mirada hacia su tía. —¿Tienes por casualidad ropa de gala? 

—Déjame eso a mí, querido sobrino. —Le dedica una sonrisa. 


En algún lugar subterráneo de la casa Morgan, con los prisioneros Leannie y Gabriel


Leannie estaba descansando sentada y apoyada contra la fría pared, ocultando su cabeza entre sus piernas mientras que Gabriel estaba emitiendo ronquidos extendido sobre el suelo. 


Una pequeña, de cabello negro azabache se encontraba tumbada entre la nieve que se hallaba en el suelo. Su piel pálida competía con la nieve para ver cual era más blanca. Temblaba de miedo, su temor era aun más grande que el frío que estaba sintiendo. Tenia la sensación de estar siendo observada y no se encontraba muy equivocada. Sus sentidos auditivos captaron el sonido de alguien acercarse a ella, pero estaba petrificada para voltearse a ver de qué se trataba.

Un hombre...

Aquel hombre se acerca a ella, a su oído para respirar sobre este y pronunciar: "Eres mía, pequeña. Vendré por ti". En ese instante, cuando la pequeña quiere ver el rostro de aquella figura, al voltearse se encuentra con Ethan.. Ethan Griffin.


Aquella pesadilla logró que se levantara sobresaltada y apenas, una fina gota de sudor que se escapaba por su frente. Intentaba conectar esa imagen que siempre soñó durante toda su infancia con la reciente imagen.


Narra Leannie

¿Qué..? ¿Qué hacia Ethan? 

¿Será qué lo estoy extrañando demasiado y ya hasta me lo imagino en el único sueño que siempre tengo? ¿Cómo estará él? ¿Pensará en mi como yo en él..?


Ella voltea a ver su vista a Gabriel y lo vio durmiendo en una extraña posición tumbado sobre el suelo y con la boca abierta, una línea de saliva recorría por su boca bajando hasta su mentón. Sin dudas, ver aquella escena tan chistosa provocó que por instinto, diera una minúscula carcajada poco sonora.

En ese instante, sintió los pasos de una persona que se estaba acercando acompañado de un dulce aroma a lo que comprendió de que de Victoria no se trataba. Esto, hizo que Gabriel se despertara al presentir que solos, ya no estarían.


—Buenas tardes, pequeños perros de Griffin. —Se asoma Arthur mientras sonríe de forma arrogante. —¿Cómo están?

—¿Qué quieres? —Escupe Leannie intentando no cruzar miradas con Morgan.

—Traerles yo mismo sus miserables alimentos. 

—¿Y por qué no has mandado a Victoria? —Pregunta al ver que estaba haciendo el trabajo asignado a la Omega. A pesar de que por su culpa ahora no solo Leannie, sino Gabriel estaban encerrados, le pareció curioso no verla y eso le preocupó.

—¿Victoria? —Colocando sus dedos sobre su barbilla a modo pensativo, claramente fingiendo recordarla. —Oh, sí, ya lo recuerdo, cierto que no has estado presente para ver su terrible destino.

—¿Qué hiciste con ella? —Preguntó Leannie mientras se ponía de pie. 

—¿Crees que no me iba a dar cuenta que ella te contó cosas que ni debería saber? —Se acerca hasta la celda. —Se la entregué a los hermanos Vurugahma para que hicieran con ella lo que quisieran, ah... —Suspira. —Tendrías que haber escuchado sus gritos cuando el látigo tocaba su espalda. 


Leannie se abalanza sobre Arthur con una mirada que emanaba ira en un rápido movimiento, tomándolo al futuro Alpha por sus ropas, casi sus respiraciones chocaban de lo cerca que estaban. 

Este quitó su sonrisa para devolverle la misma expresión a Leannie. Ambos se miraban con odio y él no se quedo atrás. Tomó a Leannie del cuello apretándola con fuerza hasta asfixiarla. 


—No vas a querer jugar conmigo, pequeña descendiente de Arsenio. —Sus ojos no solamente eran dorados sino que ahora, brillaron. Un brillo de furia. 

—¡Suéltala! —Intentaba Gabriel hacer que la soltara pero no fue necesario ya que Arthur la lanzó con fuerzas hasta que Leannie chocó contra la pared. —¡Leannie! 

—Mañana sera un día especial, espero que ambos se comporten o serán castigados. —Arthur se acomoda las ropas que Leannie arrugó al momento de tomarlo y se marchó. 

—¿Leannie, estás bien? —Pregunta preocupado acercándose a ella e intentando que pudiera recomponerse.


Narra Leannie

¿Qué demonios..? ¿Qué es lo que acaba de ocurrir? 

Arthur desarrollo mucha más fuerza, casi similar a la que presentí cuando vi a Ethan por primera vez. Esta fuerza sobrepasa los limites de cualquier lobo pero, ¿cómo es posible? 

Casi fue como si el mismísimo Ethan me estuviera tomando del cuello y lo presentí desde el momento que me lanzó. No solamente eso, sus ojos... sus ojos cambiaron. Es como si algo lo estuviera dominando, como si una maldad enorme se apoderó de él.

Maldición, ojalá estés bien, Ethan.


Por la noche, en el coche estacionado con Ethan, Emilia y Victoria


—¿Tienes todo listo? —Preguntó Ethan a Emilia.

—Sí, esta sera tu ropa, la mía y estos son nuestros antifaces, aunque para ti tengo una máscara. —Pronuncia Emilia. 

—Perfecto, será una noche para no olvidar. 


Fin del capitulo 33






¡Buenas noches/días, lobitos y lobitas traviesos/as! ¿Cómo se encuentra el día de hoy?

Feliz de actualizar una vez mas con un nuevo capítulo donde espero que avancemos rápidamente al rescate de Leannie (si se es que sale todo bien...) ¡No hablo mas, descubran lo que pasara en los próximos capítulos! 

Con Leannie les enviamos muchísimos saludos y ella les desea que pasen un hermoso día❤


—🐺

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