27
Capitulo 27
"Gabriel al rescate"
Ethan se encontraba tendido en la cama. Su brazo, donde había recibido el flechazo, no tenia buen aspecto, se encontraba inflamado y su color era morado. El Alpha tenia un poco de fiebre, y era atendido y cuidado por Emilia.
—¿Cómo está Ethan? —Entrando Gabriel y preguntando por su amigo.
—Estará bien. Pude extraer todo el veneno que esa flecha emanaba, gracias a Dios, sólo eran unas gotas.
—¿Cuánto tardará en recuperarse?
—No lo sé, espero que descanse, lo importante es que Ethan se recupere para volver a comandar esta manada. ¿Sabes algo sobre Leannie?
—Aun nada. Un grupo de Bethas volvieron a la casa de los Allem pero no la vieron allí.
—Eso me está preocupando mucho. —Se reincorpora, ella estaba sentada a un extremo de la cama junto a su sobrino. —Iré a buscar a Leannie.
—¿Estás loca? —Pregunta sobresaltado. —¡Es muy peligroso que te acerques a esa familia, sobre todo a la familia Morgan!
—No me importa, Leannie puede estar en peligro y Ethan la necesita aquí, con él. —Intenta salir pero es detenida por Gabriel, quien la tomó del antebrazo. —¡Déjame ir! —Le ordenó.
—Perdóname. —Pronuncia Gabriel.
Gabriel la toma con fuerzas del antebrazo, acercándola a su cuerpo. Ambos se encontraban muy cerca, tanto que podían sentir los latidos de su corazón y sus mutuas respiraciones que se mezclaban cada segundo que pasaba.
No perdió más tiempo. Gabriel la tomó a Emilia de sus mejillas para besarla con fuerzas, como si se tratara del último beso que sus bocas podrían ofrecerse. Emilia correspondió tal esperado beso mientras cerraba sus ojos con fuerzas y tomaba al rubio del cuello.
Gabriel, con el canto de su mano, golpea el cuello de Emilia dejándola inconsciente. No iba a permitir que ella se fuera en busca de Leannie a un lugar tan peligroso.
Recostó a la castaña junto a Ethan y de un cajón saca unos lentes de contacto color celestes, sabia que los iba a utilizar para infiltrarse. Ethan siempre tenia lentes de contacto por si ocurría algún improvisto.
En la prisión en la que se encontraba Leannie
—¡Buenas, buenas! —Anuncia Arthur mientras entra al lugar con el bolso de Leannie. —¿Cómo has amanecido?
Leannie se encontraba tumbada adormecida sobre el suelo, acurrucada, apenas tenia unas hojas de diario para recostarse.
—¿Y? —Se acerca hasta los barrotes. —¿Cómo durmió la bella durmiente?
La pelinegra se sienta y comienza a refregar sus ojos. Estaba acostumbrada a que Emilia la levantara de sorpresa acompañada de una enorme sonrisa de oreja a oreja. Aun no se acostumbraba al nuevo Arthur que tenia en frente.
—¡Te propongo un trato! —Ofrece el futuro Alpha mientras nota cómo Leannie poco a poco se iba despertando. —¿Aceptas?
—¿Y de qué trata? —Pregunta ella.
—Por cada pregunta respondida, te devolveré una prenda de tu ropa.
Narra Leannie
¿Mi bolso? ¡Mierda! Me había olvidado por completo de mi bolso. ¿Qué es lo que guarde en ese bolso?
¡Mis escritos, la información que escribí no puede leerla!
—¿Y bien? —Insiste Arthur. —No me hagas esperar, Lennie.
—¡No me llames de ese modo! —Pronuncia con desprecio, no quería que esa persona fría y malévola que se encontraba frente la llamase así.
—Bueno, cómo tú quieras. —Alza sus manos en sinónimo de paz mientras sonríe burlón. —¿Cedes a responder mis preguntas?
—¿Por qué debería ayudarte a destruir a Ethan? ¿No es eso lo qué me habías dicho?
—Ethan, un Alpha de categoría alta por lo que pude averiguar de los Allem, te llevó a su lado para protegerte. —Demandaba. —¡Una atrocidad!
—¿Cómo qué para protegerme? —Pregunta sin comprender con claridad, desde que llegó allí nada de las palabras de Arthur cobraban sentido para ella, es como si desconociera la razón de todo. —¿De quién me iba a proteger?
—¿Enserio no te das cuenta?
Narra Leannie
Claro que no, idiota.
Leannie ya se estaba cansando de tanta intriga. No comprendía bien los cambios de Arthur y su mal temperamento, ni tampoco explicaba el odio que se generó él hacia ella en tan sólo el pasar de unos días.
—¡No sé absolutamente nada de esto! —Exclamaba la pelinegra. —No entiendo porqué estoy aquí, porqué me odias...
—Recuerda que aun tienes dos preguntas para usar, si me respondes, con gusto también responderé.
Narra Leannie
Creo que no pierdo nada en intentar fingir o modificar las respuestas para saber qué es lo que está pasando aquí.
—Está bien, ¿qué es lo que quieres saber? —Pronuncia Leannie.
—Quiero saber más sobre el lugar donde has estado.
—¿Acaso tu amigo no puede decírtelo? —Refiriéndose al Betha que la secuestró aquella noche.
—Podría, pero los Vurugahma no saben mucho con respecto a las tierras de Griffin, lamentablemente. Pero tú si has estado allí.
Narra Leannie
¿Vurugahma? ¿Arthur conoce a los Vurugahma? ¿Desde cuándo? Vamos Leannie, piensa en qué decirle a Arthur para que luego él responda tus preguntas.
—Las tierras de Ethan se ocultan en las tinieblas, pero son pocos en números, y la mayoría de ellos se compone en Omegas que sirven a Ethan, yo fui una de ellas. —Mintió. —Solo hay una poca cantidad de Bethas que se cuidaban de los Vurugahma, pero es todo lo que sé.
Narra Leannie
Espero que se crea esta mentira tan arriesgada, por que en realidad no hay Omegas sino Bethas.
—Ya veo. —Murmura pensativo mientras miraba el suelo por unos segundos. —¡Bien, te ganaste algo de tu ropa!
—¡No! —Exclama Leannie sin pensarlo, se apresuró al responder de forma sobresaltada. —¡Prefiero que me respondas una pregunta! —Sugiere.
—¿Segura? —Casi con su mano en el cierre de aquel bolso.
—Quiero que me cuentes porqué me odias, porqué estoy aquí y qué tienes con Ethan.
—¡Ja! —Este dio una risilla mientras acomodaba su cabello. —Eso te costará mucho, aunque ya en nada modificaría que te diga la verdad, si Griffin no se atrevió a contarte para que no me odiaras, de nada sirvió.
—¿Por qué te odiaría, Arthur? —Levantando su tono de voz.
—¡Porque no eres una Omega! —Le recrimina. —¡No eres una Omega!
—¿Qué dices? —Sin comprender ninguna de sus palabras.
—Veamos... —Este suspira y se deja caer, sentándose sobre el suelo, Leannie hace lo mismo esperando una respuesta más especifica. —En pocas palabras, mi descendencia es distinta a la tuya y estos siempre han estado en guerra, es por eso. Tú no eres una Omega, eres descendiente de un bastardo, y Ethan lo que hizo es protegerte.
Narra Leannie
¿Descendiente...? Si no soy una Omega y lo que Arthur me acaba de decir es cierto, significa que... los ojos de Ethan, Ethan...
¿Ethan es mi hermano? ¿Acaso la hermana asesinada de Ethan soy.. yo?
—¿Qué ocurre? Te quedaste muda por un momento.
—Es tan... extraño. —Intentaba procesar toda la información en su cabeza, había cosas que cuestionaba e intentaba unir.
—Griffin enserio no te ha dicho nada. —Cerraba sus ojos y negaba con la cabeza hacia los costados.
Leannie se detiene a verlo y se dio cuenta que las prendas que usaba eran mas formales y costosas de las que usaba habitualmente cuando ella estaba a su lado. Su ropa sin dudas lo hacían ver una persona mas adulta.
Pero es verdad, Arthur había cambiado y Leannie, al mirarlo, por fin lo aceptó. Su postura ya no era la misma, la expresión tierna que siempre traía ahora se transformó en una expresión seria, agotada y de repulsión. Su mirada, que anteriormente trasmitía felicidad y despreocupación ahora era todo lo opuesto, su brillo había desaparecido.
El antiguo Arthur había sido sustituido por una nueva persona renovada. Leannie por fin lo comprendió, su lugar nunca perteneció allí, su lugar era con Ethan.
Narra Leannie
Ethan...
Inconscientemente, al pensar en los cambios de Arthur y sentir que extrañaba por primera vez sentir la cercanía de Ethan, hizo que una lágrima rodara por su delicado rostro, una lágrima de tristeza.
En el jardín de la casa Morgan
—Disculpe Omega, ¿qué hace allí parado mirando el arbusto? —Pronunció una elegante mujer, cabello castaño y recogido en una trenza, poco maquillaje y un vestido que llegaba hasta sus rodillas.
—Le ruego que me disculpe, señora Morgan. —Pronuncia el Omega sin darse la vuelta. Este tenia una gorra que cubría su cabello y una vestimenta desgastada.
—Necesito que lleve una entrega a un rehén y que retire a mi hijo de ese asqueroso lugar, venga conmigo. —Le ordena mientras se va para ser seguida por el sirviente.
—¡Como ordene! —Al darse vuelta, se aprecia el rostro de Gabriel. Él seria el infiltrado.
Fin del capitulo 27
¡Buenas, lobitos y lobitas lectores y lectoras! ¿Cómo están? ¿Cómo recibieron este nuevo año?
Si, quiero comentarles que tenia en mente subir los nuevos capítulos el 7 de enero del 2020, pero no puedo estar tanto sin actualizar y dejarlos con la duda. Así que PUM, nuevo capitulo.
Con Leannie les enviamos muchos saludos y deseamos que hayan disfrutado, ella no mucho, Arthur la tiene encerrada.
—🐺
Presentación de un personaje muy especial:
¿No es hermosa?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top