10
Capítulo 10
"Cartas y papeles"
Pasó exactamente una hora. Leannie continuaba tendida en el suelo, como si su cuerpo estaba allí, pero su alma no. Su rostro estaba rojo de tantas lágrimas que rodaron por este. Sentía muchas sensaciones dentro suyo; miedo, impotencia, odio, decepción.
Lentamente, se reincorpora y toma absolutamente todas sus hojas blancas. Agarra de su mesita de luz un lápiz negro y comienza a escribir:
Querido Arthur:
Te pido perdón. El destino, a veces nos lleva por caminos diferentes pero si nuestro destino es estar juntos, unirá nuestros caminos. No importa lo que me cueste, te prometo que voy a volver. Te prometo que pase lo que pase volveré y estaré contigo, lo prometo. Por favor, espérame.
Gracias por regalarme todos estos años junto a ti, te quiero, Arthur.
Una vez terminada su preciada carta, la dobla y la guarda en un sobre blanco. Otra vez, toma un papel blanco y empieza a componer una nueva carta:
Querida familia Allem:
Gracias por todos sus cuidados durante estos años, en especial a ti, Valerie. Fuiste una madre para mí, la madre que nunca tuve en mi vida. James, Adam... perdón si en algún momento de sus vidas le hes sido una molestia, nunca fueron mis intenciones. Quiero agradecer por abrirme paso a esta casa y dejarme ser bienvenida.
Leannie.
Terminada su escritura, pliega el papel por la mitad y lo guarda en otro sobre, pero este, lo deja encima de su cama con la intención de que algún integrante de la familia Allem pueda leerlo.
Por último, respira profundamente y sabía que en cualquier momento podría llegar Ethan a buscarla, así que, una vez más, toma un papel limpio y nuevamente, escribe:
¿Qué siento en estos momentos?
Siento miedo del qué pasará conmigo. Curiosidad de saber a dónde iré. Tristeza de irme y estar lejos de las tierras que son mi hogar. Odio... odio de que la única esperanza que tenia de sobrevivir, ser libre y feliz se desvanecieran por culpa de ese hombre... Ethan Griffin.
Quería continuar escribiendo de no ser por la llegada de Gabriel.
—¿Estás lista? —pregunta Gabriel.
—No —murmura por lo bajo —, no estoy lista.
—Sé que ha sido un golpe muy duro y que debes preguntarte muchas cosas. Tendrás tus dudas y cuestiones.
—¿Por qué a mí? —pregunta desanimada y confundida.
—A Ethan... le has parecido una muchacha muy bonita y agradable.
Como sospechaba... seré la esclava sexual de un pervertido.
—Yo quisiera hacer algo antes de irme...
—¿Qué es?
—Necesito entregar esta carta a Arthur. Él ha sido mi único amigo desde que era pequeña, por favor...
—Ethan te solicita con tus pertenencias pero yo podría dársela.
—Es que... —es interrumpida por Gabriel.
—Te prometo que lo haré.
—E-Esta bien. ¿Puedo tomar mis últimas cosas?
—Por supuesto. Te espero abajo.
—Gracias —le entrega el sobre y este, se retira.
La joven de ojos azulados quería tomar absolutamente todas sus cartas y llevarlas con ella. Sus cartas y escritos hablando de sus sentimientos, lo que hacia durante el día o describiendo las personas que la rodeaban eran su vida escrita en papeles y era muy valioso para ella.
En la sala de estar, con Gabriel y Ethan Griffin
—Ella quiere que le entregue este sobre a Arthur, el hijo de la familia Morgan —dice el Betha.
—Esa familia me da tanta repugnancia. ¿Qué dice el sobre?
—No lo sé. Pero sospecho que dice algo respecto a su supuesta fuga.
—Puede ser posible. Ese mocoso hijo de los Morgan está llegando, puedo oler su asqueroso olor desde aquí.
—¿y qué hacemos? —pregunta el rubio.
—Vamos a anunciarle la noticia de su querida "Lennie" —Sonríe con arrogancia.
Estos se incorporan y se dirigen a las afueras de la mansión de los Allem, donde a la distancia ven al joven Arthur pero dudan que él los sienta o vea de la misma forma, tanto Ethan como Gabriel tienen sus habilidades mejor desarrolladas.
Cada paso, más tensión había, pero sin embargo, había un Ethan seguro de sí mismo. Los dos hombres observan a unos varios metros al castaño y notan cómo este, ya se ha percatado de su presencia. Arthur camina poco a poco, hasta quedar a unos pocos pasos de estos.
—¿Vienes por Leannie? —pregunta Ethan. Claramente sabia las intenciones del muchacho.
—No... yo venía por... —con una tonalidad nerviosa.
—Sabemos que vienes por Leannie, yo mismo te oí cuando se encontraron anoche en el bosque —le responde rápidamente el Betha.
—¿Le dirán a los Allem? —aun nervioso.
—No. Hay cambios de planes —acota el Alpha Griffin.
—¿A qué se refieren? —pregunta Arthur un tanto confuso.
—Esta misma noche, Leannie se viene conmigo.
—Imposible. ¿Cómo...?
—Negocios del Clan Griffin y el Clan Allem —aclara Gabriel.
—Entonces...
—¡Ten! —Gabriel le extiende aquella carta —Leannie quería que la leyeras. Adiós, pequeño Morgan.
Arthur se queda extrañado ante la situación. Jamás se imaginaría cruzarse con una escena así ni en un millón de vidas, y mucho menos con esta noticia. Abre la carta y la lee.
—Lennie... —susurra Arthur sin creer que no vería jamas a Leannie.
Al entrar a la mansión, tanto Ethan como Gabriel, se encuentran justo con Leannie, quien bajaba las escaleras con un bolso y su mochila. Ella aun se preguntaba que ha sido del bolso que arrojó por su ventana en el intento de escapar.
—¿Eso es todo? —pregunta Griffin serio.
Narra Leannie
¿Cómo le explico que tiré un bolso y ahora no sé dónde está?
—N-No, había otro bolso con ropa pero no... yo no lo encuentro.
—No te preocupes. Ese bolso ya está guardado en el auto, lo tomé justo a tiempo cuando lo lanzaste por la ventana —responde Gabriel con una sonrisa.
Narra Leannie
Eso explica porqué no escuché ningún sonido de impacto. Ellos sabían de mi plan o mis intenciones. Será muy difícil si quiero escaparme para volver aquí y estar con Arthur.
—Gabriel, toma las pertenencias restantes de la señorita.
—¡Si! —este, recoge el bolso y las mochilas de Leannie.
—Vamos. Ya está todo listo —ordena Ethan.
—¿Y Valerie? ¿La familia Allem?
Narra Leannie
Quisiera despedirme de ellos...
—Me dijeron que odian las despedidas.
—Comprendo... —su mirada se desvaneció en la tristeza.
Con todo el dolor que la situación le provocaba, junta todas sus fuerzas para no derrumbarse en lágrimas y caminar hacia el vehículo que la llevará a su nueva vida. Una vez saliendo a las afueras de la casa, la observa y suspira.
Era el momento. Las puertas abiertas de aquel auto la incitaban a entrar. Con todo el terror entra y Ethan, le cierra la puerta. Ya no podía más, ni siquiera pudo ver a los ojos a Valerie o Arthur para despedirse. Una miserable lágrima recorre su mejilla y rendida, apoya su cabeza sobre el vidrio de la ventana.
Ethan entra y cierra la puerta. El motor se enciende. Era conducido por Gabriel. El auto comienza a marchar y da inicio a un nuevo camino. Leannie, entre su lamento silencioso lo observa a Arthur, quien no podía verla ya que esos vidrios estaban polarizados. Fue en ese momento dónde sintió tanta impotencia de no poder abrazarlo por una vez más.
Narra Leannie
Tan solo... espérame. Te prometo que esta no será la última vez que me veas. Volveré por ti y estaremos juntos.
¡Holaaaaaa!
¿Cómo andan, lobitos y lobitas lectorxs?
Más que feliz de por fin tener un nuevo capítulo. Nuestra Leannie está devastada pero la pregunta es...
¿Podrá volver? ¿O se encariñará con Ethan? ¿Podrá escaparse? ¿O cumplirá la promesa a Arthur?
¿Qué piensan ustedes?
Con Leannie les enviamos mil saluditos.
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