09
Capítulo 09
"La despedida"
En el jardín, se encontraba Valerie que estaba platicando con los hombres, hasta que James aparece a la distancia. Ella nota su presencia.
—¿Me disculpan? —pregunta Valerie levantándose de su asiento y los hombres asintieron mientras comían unos tostados. Se acerca hasta quedar a unos centímetros de su esposo —Cariño, ¿sucede algo?
—Quisiera que hablemos de Ethan Griffin —murmura James.
—¿Qué pasó con él? —pregunta.
—En muy poco tiempo deberá volver a Tierra del Fuego. Por sus hombres, me pidió algo a cambio.
—¿Mucho dinero? —apoyando su mano sobre su pecho a modo de preocupación.
—No, no, lo contrario. Ha pedido una... persona, a Leannie.
—¿A Leannie? —pregunta sobresaltada —¿Nuestra Leannie?
—Sí, él quiere llevársela, y yo estoy de acuerdo. No podría desperdiciar una oportunidad como esta cuando sólo pide a cambio una Omega.
—¿Le... has ofrecido alguna otra Omega? ¿O alguna Betha? Capaz hay muchachas más... a su gusto.
—Créeme que lo intenté pero insistió en llevarse a Leannie. Esta noche.
—¿Leannie... se irá? —con un tono algo desanimada.
—Sé que la quieres, pero es mucho más necesario tener al Clan Griffin.
—¿Puedes quedarte aquí con aquellos señores?
—Conozco tus intenciones. ¿Hablarás con Ethan, verdad?
—Solamente... quédate aquí un rato. Ya regreso —sale corriendo con sus altos tacones y vestido negro.
Sin detenerse, se adentra en aquella enorme mansión, y, adentrándose en el comedor ve justo a Ethan, la persona a quien quería buscar.
—Disculpe, ¿Ethan? —tratando de captar su atención —¿Podríamos hablar?
—Por supuesto. ¿Necesita algo? —pregunta pacifico.
—Se trata de... Leannie. ¿Usted quiere llevársela?
—¿Te preocupa que le haga algo?
El silencio repentino de la mujer confirmó la pregunta de Ethan por lo que inmediatamente se justificó.
—No voy a tratarla mal —volviendo a hablar.
—Ella es como una hija para mí. Es ridículo, es una Omega y yo, la esposa de un Alpha diciendo estas cosas, es...
—No me parece ridículo —acota Ethan —, me parece valiente. Te prometo que estará bien.
—Gracias —con una mínima sonrisa.
La luna cayó. Era de noche.
Ethan y Gabriel estaban en la mesa junto con la familia Allem, era el momento de la cena. Leannie abre paso entrando con los aperitivos.
—Con su permiso.
Sirve su correspondido plato a cada integrante.
Narra Leannie
Esta será la última cena aquí... una vez terminada la comida, debo esperar a Arthur. Esta noche será nuestro momento. Esta noche.
Por la tarde, Leannie había ido a empacar sin ser vista todas sus pertenencias. Estaba más que lista para fugarse con su querido Arthur.
Una vez servida la cena para cada miembro que se hallaba en la mesa, decide irse pero es detenida por una voz masculina.
—¡Leannie! —ordenó James —¡Espera!
—¿Qué ocurre, señor? —ella se detuvo en su lugar sintiendo la mirada de todos los presentes.
—Ahora que estamos todos reunidos —hablando en general —, quiero comentar algo muy importante, que te involucra a ti, Leannie.
—¿A mí? —cuestiona sorprendida.
—Leannie, por favor siéntate.
Ella simplemente asiente y obedece esperando una respuesta a todas las dudas que se generaron por su mente.
Narra Leannie
¿Justo ahora James me tiene que regañar o algo por el estilo? En poco tiempo Arthur vendrá y debo estar lista.
—En unas horas Ethan y su Betha, Gabriel, junto con sus acompañantes partirán para Tierra del Fuego.
—¿Quiere qué prepare sus valijas? —pregunta ingenua.
Narra Leannie
¿Es enserio? ¿Ahora?
—No se trata de eso. Ethan... —interrumpido por Griffin.
—Antes de irme, le pedí algo a cambio al Alpha Allem por mis hombres. A ti.
Leannie se quedó en seco. Estaba petrificada en su asiento. No sabia si era un sueño o más bien una pesadilla. Como si el destino no quisiese que Arthur y ella escaparan juntos aquella noche. Pues era más que obvio que en pocas horas, deberá irse con Ethan a sus tierras y al parecer, James y Valerie estuvieron de acuerdo.
—¿Leannie? —pregunta Valerie preocupada.
—Perdón... quiero ir a mi cuarto —se levanta y camina lentamente hasta su habitación, dejando mudos a todos allí.
—Denle un tiempo para que pueda pensarlo. Yo hablaré con ella —intenta convencer el Alpha Griffin.
En la habitación, con Leannie
Narra Leannie
¿Qué haré ahora? ¿Acaso me iré con un completo desconocido? ¿Iré a otro lugar y dejaré de vivir aquí? ¿No veré más estas tierras, este hogar? ¿Qué será de mí? ¿Para qué me quiere ese hombre? ¿Para qué quiere una miserable Omega que ni siquiera es habilidosa o de buen cuerpo?
Leannie cayó rendida al suelo, sus lágrimas no cesaron y también cayeron de sus ojos cristalinos, bajando sin piedad por su pálida y suave mejilla. No podía contener sus sollozos, sin importar las estructuras de las paredes, su lamento podía ser escuchado.
Narra Leannie
A la mierda con todo esto. Yo no iré a ninguna parte con un hombre que de seguro me quiere como esclava sexual. Convenció a James y Valerie, pero antes muerta. Me escaparé por mi propia cuenta. Con él no me iré a ningún lado, a ninguno.
Decidida, toma su almohada y varias prendas y las coloca sobre la cama, tratando de aparentar que ella estaría acostada allí y no levantar sospechas de su fuga. Tomó sus dos bolsos y su mochila personal y, abriendo lentamente la ventana intentó tirar sus pertenencias. Tiró un bolso al suelo pero no escuchó el impacto de este, lo que fue un alivio para ella, cuanto menos ruido se haga, mucho mejor. Sin embargo, su plan se vería arruinado cuando alguien se posa a pocos metros de distancia sobre ella y murmura:
—¿A dónde crees que vas? —cuestiona Ethan detrás de ella.
Narra Leannie
Reconocería esa voz. Esa voz tan gruesa, tan varonil. Pero ya me da igual, no quiero irme con este hombre, no quiero estar con Ethan.
—No quiero ir contigo —acota Leannie.
—Tú no decides. Eres una Omega. Yo te escogí y vendrás conmigo —anuncio.
—¡No quiero! —exclama intentando mirarlo.
—¿Acaso te irás con ese tal Arthur?
Narra Leannie
¿Cómo es que...?
—Está bien, sí. Planeaba esta noche irme con él. Por favor, te lo suplico...
—¡Vienes conmigo! —con una tonalidad de superioridad.
—Pero yo...
—En una hora partimos —este se retira.
Leannie comienza a llorar desesperadamente, sus planes, sus esperanzas, incluso su amor y cariño hacia Arthur podía ver cómo se arruinaban y se iban por la borda. Tenia la oportunidad de dejar de ser una Omega y rehacer una nueva vida con la persona que compartió más de la mitad de su vida con ella. Con la persona que lo veía imposible, pero ahora lo ve aun más imposible. Sus lágrimas caían desconsoladamente sin parar. Le dolía demasiado partir en tan poco tiempo con un hombre que no conocía y tampoco sabía de sus intenciones. Fue un golpe muy duro para ella enterarse que dejara aquel hogar y, más saber que no sabía si algún día volvería. Sentía cómo su corazón se arruinaba con cada pensamiento que destruían su alma.
Narra Leannie
¿Qué será de mí ahora? ¿Qué me harán? ¿Sufriré? ¿Con quiénes estaré? ¿Cómo será mi nueva vida? ¿Acaso nunca volveré aquí? ¿Nunca veré a Valerie? ¿Arthur? ¿Cómo le diré que no puedo ir con él? ¿Cómo le diré que no lo veré nunca más y me voy de aquí sin él?
Pensar reiteradamente en esas cuestiones que se planteaba en su mente hacia que llorara aun con más fuerzas. Poco a poco asimilaba que debería dejar a la familia Allem y a quienes empezaba a amar, y, era momento de decir adiós.
¡Hola lobitos y lobitas lectores!
¿Cómo están?
Sí. Es muy triste pensar en que sucederá de ahora en más con Leannie.
¿Le pasarán cosas buenas? ¿Cosas malas? ¿Qué piensan ustedes? ¿Ethan será un caballero o una persona fría?
¿Qué opinan ustedes?
Saben que su comentario es muy muy muuuuy importante!
Esta vez les mando un saludo enorme, Leannie se encuentra muy deprimida, así que pasen un hermoso día.
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