Siete
- Déjenla reposar - Una voz lejana se hacia escuchar - Su marca le quemo al grado de dejarla inconsciente.
- ¿ Se le puede quitar ? - Una voz le pregunto.
- ¿ La marca ? - Guardo silencio para luego proseguir - Tiene que ser alguien importante de ella, como su mate.
Volví a inundarme en la oscuridad y no escuchar nada.
Sentía impotencia por saber que me pasaba, no podía abrir mis ojo, ni moverme, solo escuchar.
- Vas a estar bien Jade - Una voz cansada me susurraba - Perdóname, no quiero alejarme de ti, y no podría, tu ya tienes mi marca y te necesito aquí, conmigo, ¿ sabes ? Te imagine a ti con tu pancita ya crecida, con nuestro cachorro adentro y tu cuidándolo de el - Sentí caricias en mi cabello - Despierta perdóname por todo lo que te eh hecho, te necesito Jade.
Abrí los ojos y note que estaba en un cuarto, con cables conectados a mi, no había nadie aquí dentro y pude notar que seguíamos en el castillo.
- Luna - Un señor un tanto grande apareció por la puerta - Despertó - Suspiro de alegría - no sabe que preocupados tenía a los Alphas Nadir y Aarón.
- ¿ Cuanto estuve aquí ? - Dije un poco cansada de mi voz.
- Estuvo tres semanas luna, la boda se pospuso por mientras que usted estaba en un estado de coma.
Asentí y vi a Nadir y a Aarón enfrente de mi.
Muchos sentimientos frotaron : Amor, furia, cariño y tristeza.
- Jade - Aarón fue el primero en hablar y acercarse a mi - Nena - Me dio un beso en la frente - Me tenias a morir, pensé que te perdía amor mío.
Le sonreí y vi cómo Nadir nos veía.
- Jade - Dijo acercándose a nosotros - Que bueno que estés bien - Su voz seca de siempre regreso - Pero tenemos que casarnos - Una ola de furia recorrió todo mi cuerpo.
- Con todo respeto Alpha Nadir, pero yo no me casaré con usted - Aarón me miró sorprendido con una gran sonrisa de satisfacción en su rostro.
- Eres mía Jade, te guste o no - Apretó los dientes - Ahora - Alzo su mirada hacia Aarón - Vete y déjanos solos a mi mate y a mí - Con un gruñido de advertencia Aarón se salió dejándome sola con Nadir.
- Quiero irme con el - Susurre con un hilo de voz.
- No - Lo dijo seguro sin titubear mirando a un punto fijo en la habitación - No te voy a dejar irte con el, perdóname Jade.
- ¡ Tú no me quieres, me odias ! - Le grite - Déjame ir, por favor serás feliz y no te molestaré más.
- Ese es el punto - Ahora me miraba a los ojos - No quiero que me dejes.
Salió antes de dejarme decir una palabra.
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