Catorce

- ¡ Anna ! - Grito a fuera de su casa que esta ubicada en la manada.

Escucho pasos bajar la escalera de esta, para luego ver la puerta abierta mostrándome a una Anna agitada por correr.

- ¿ Qué pasa Nadir ? - Preguntó preocupada mirando para todos los lados.

- Tienes que decirme eso que tanto escondes - Le dije acercándome a ella con mi semblante serio.

Palideció y bajo la cabeza.

- Te lo diré Nadir, te lo juro, s, solo que ahorita no estoy lista - Subió la cabeza y pude ver tristeza en sus ojos.

- ¿ Aún ? - Grite desesperado - ¡ La manada de Aarón se esta haciendo fuerte en pocos meses ! ¡ Tengo que detenerlo !

- L, lo se Nadir - Tembló y se acercó a su casa - Lo siento, pero yo te lo diré, cuando la luna me lo permita - Cerro la puerta y yo me quede ahí estático.

Camine a mi casa entre furioso y frustrado.

- Nadir - Escucho la voz de mi hermana.

- ¿ Que pasa Amelia ? - Bufe.

- Jade - Dijo preocupada y yo voltee a verla - Despertó, gritando.

No termine de escuchar lo que le decía y salí corriendo hacia nuestro cuarto.

Conforme me acercaba, escuchaba leves gritos provenientes de ahí. Abrí la puerta y vi a dos de las cuidadoras reteniéndola.

- ¡ Nadir ! - Lagrimas caían de sus ojos y me acerque a ella, diciéndole a las dos chicas, que salieran.

Soltaron a Jade con cuidado para después salir, como les ordené.

Jade al ver que la habían soltado, me abrazo, haciendo que me callara con ella en la cama.

- Nadir - Susurraba, mientras lagrimas caían de sus hermosos ojos.

- Estoy aquí mi amor - Pase mi mano por su espalda intentando que se tranquilizaba - Ya, ya estamos bien, ya estas aquí conmigo - Negó.

- Tenias que ser mío desde el principio - Me tensé - Tu eres mi mate Nadir - Seguía llorando.

- Si lo soy nena, si lo soy - Le di un beso en su frente.

- No entiendes - Se separó de mi - Anna nunca fue tu mate - Abrí los ojos como plato.

- Jade, nena - Suspiré -  Ella si fue mi mate.

- ¡ No lo fue ! - Negaba - ¡ No lo fue !

Le iba a contestar, pero vi como sus ojos se ponían en blanco, y su cuerpo caía desmayado en mis manos.

- Jade - Le toque la mejilla - Nena, despierta - Empece a desesperarme y me pare saliendo con Jade en mis brazos - ¡ Llamen al doctor ! - Demande y todos se me quedaron mirando - ¡ Ahora !

Todos empezaron a correr afuera por el doctor de la familia.

Mientras todos salían y entraban, yo miraba a Jade.

- Nena - Volví a decirle - Despierta por favor, te amo, si si tu eres mi mate mi amor.

Lagrimas estaban saliendo de mis ojos y sentí que alguien me miraba. Alce la mirada y me encontré con Anna mirándome preocupada.

La señale.

- Tu, me tienes que dar una maldita explicación de por que mi mate, dijo que tu y yo nunca debimos ser algo - Dije furioso, mientras Anna palidecía y silenciosas lagrimas salían de sus ojos.

- Si, te diré - Me miro fijamente, hasta que visualice al doctor.

- ¿ Que pasa aquí Nadir ? - Me pregunto y yo miré a Jade.

- Mi mate se desmayo - Dije temblando con miedo.

- Llévenla  a la  habitación - La lleve y la recosté.

- Nadir, te pido que te muevas a un lado por favor - Pidió con amabilidad y yo solo di un paso atrás.

Vi que sacaba cosas de su mochila, y revisaba a mi mate.

Después de revisarla, se dio la vuelta y me miro.

- No te preocupes Nadir, ella solo tuvo un shock nervioso, después de estar dormida por meses - Asentí comprendiendo - Despertara en una hora como máximo y quiero que le des una pastilla de estas - Me dio un frasco y  yo lo agarre.

- Muchas gracias - Dije ya un poco mas tranquilo.

- ¿ Me acompañarías a la entrada Nadir ? - Yo asentí, antes de salir y mirar a Jade para ver si estaba bien.

Caminamos y lo lleve a la entrada de la casa. Ninguno decía nada, hasta que me volteo a ver y puso su mano en mi hombro.

- Nunca vi tanto miedo reflejado en tu mirada - Yo solo fruncí el ceño.

- ¿ De qué hablas ? - El solo suspiro.

- Cuando paso lo de Anna, tu  lloraste y sufriste Nadir - Asentí - Pero nunca te vi con tanto miedo y desesperación como hoy con el desmayo de Jade.

- N,no es cierto - El rió.

- No niegues lo obvio Nadir, tu la amas y se lo tienes que decir muchacho - Me apretó el hombro y me sonrió - No seas como este viejo hombre, que nunca pudo decirle a su mate que la amaba.

Vi tristeza en sus ojos y era por que a su mate la mataron y si no fuera por que no la marco antes, él ya estuviera muerto.

- Lo sé Jack y muchas gracias en serio - Me sonrió asintiendo.

- Cuídate muchacho, que tienes un muy buen futuro por delante, no lo desperdicies - Negué y el salió.

Regrese al cuarto y tome la mano de Jade.

- Vamos a estar bien - Besé su mano - Te lo prometo, no quiero perderte.

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