18
Hoy es mi cumpleaños yeih, así que aquí tienen hermosas lectoras. Lamento por tardar tanto:(
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- ¡Imposible! - Gruñí al leer casi todos los rechazos de las manadas vecinas. Nadie quiere pelear a mi lado y todo por Aaron.
Su manada se ha convertido en la segunda más fuerte casi a la par de la nuestra, lo cual me tiene de todo menos contento. No he tenido noticias de Jade y eso me tiene hasta la coronilla. Quiero verla, quiero sentirla, quiero que este conmigo.
- ¿Puedo pasar Nadir? - Anna entró a la invitación y se detuvo en el marco de la puerta - Haz estado encerrado aquí desde hace una semana, tienes que salir, hazlo por tu pueblo, hazlo por mí.
- Anna - Respiré pesado y me toqué el rostro estresado - No saldré hasta que vaya por Jade. Las cosas de la manada yo las manejo desde aquí sin ningún problema y llegando a ti, no lo haría por ti.
- No me digas eso Nadir, háblame bien por favor no quiero que estemos así - Anna empezó a acercarse a mí de forma inocente, cosa que yo no noté nada de eso.
- Tú misma hiciste que te hablará así Anna - Me paré de mi lugar cerrando los libros que anteriormente tenía en la mesa - Tú misma lograste esto y la verdad me enfurece que me hables normal, cuando sabes lo que hiciste - La miré serio - Eres una descarada Anna.
- No te permito que me digas así Nadir, no soy una descarada, en todo caso eres tú. Tu trataste mal a Jade, no fui yo - Se acercó aún más a mí - Tú le pegaste - Escupió - Tú le gritabas, solo tú, nadie más - Alcé la mano furioso, pero me detuve - Anda pégame, total, tu desprecio me duele más que un golpe tuyo.
- Yo no le pegaría a una mujer Anna y menos a una a la cuál amé - Suspiré y vi un destello de dolor cruzar sus ojos - Sal de mi despacho Anna, tengo que terminar con los pendientes - Vi su mirada de seguridad al querer quedarse, pero yo la miré aún más furioso - Sal de aquí Anna, ¡AHORA! - Rugí, causando en ella un pequeño brinco.
- Estás eligiendo mal - Salió furiosa dando un portazo.
Oh mi amor, ven a mí.
Jade P.O.V
Aaron se ha vuelto un poco más seco conforme pasan los días, ya no viene a preguntar por mí o le interesa lo que hago en el día. Él solo se mete a su despacho y se queda por horas o peor aún... por días.
Me abrazo a mi misma mirando afuera de el umbral del jardín principal respirando hondo. Mi mente está tranquila, todo alrededor mío tiene una gran paz, solo que en mi interior eso no se puede.
Una parte de mi extraña a Nadir y eso me duele y enoja, ya que el no piensa lo mismo, el está con Anna, disfrutando de ella, cuando yo estoy aquí sola.
Siento unas manos alrededor de mis brazos moviéndose de arriba a abajo.
- Jade querida - Su voz ronca se acercó a mi oreja - Ven adentro, ya está cayendo la noche y no quiero que te pase nada. Suspiré y me voltee a verlo.
- Aaron, ¿cómo estás? - Me sonrió - No te veía en días.
- Nena lo siento mucho, pero tenía cosas que hacer, ¿lo entiendes cierto? - Yo asentí y el me dio un beso en la frente - Ahora entra bebé, yo regreso en un rato.
Me metí no sin antes darle una mirada de despedida.
Lo vi darme una última mirada para luego poner su semblante serio e irse hacia el bosque seguido de tres de sus hombres.
¿Qué estarás haciendo Aaron?
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