Capítulo 2 - Conociendo a la Presa


El sol matutino se asomaba gradualmente sobre el horizonte en un cielo despejado; la hermosa aureola dorada del alba iluminaba las copas de los árboles levemente y tocaba apenas la tierra del camino, como una leve caricia.

Casey comenzaba su rutina de ejercicios matutinos como siempre; entre corriendo y trotando diez kilómetros aproximadamente.
Esta vez se había decidido a correr por los alrededores de la ciudad, en donde la naturaleza y los caminos que no estaban recubiertos de asfalto, le proporcionaban un lindo paisaje en su entrenamiento.

En este día, la adolescente se había levantado optimista, más que de costumbre. Generalmente solía aburrirse mucho; fuera de las peleas o algún que otro festejo, no tenía nada divertido qué hacer, pero ahora ya tenía su entretenimiento en la mira: el nuevo profesor de literatura.
Sería un desafío, por supuesto. Pero eso no haría más que emocionarla al saber que tendría que esforzarse.

Aclaración: Casey no era una vil rompe corazones. No planeaba enamorarlo y luego abandonarlo o algo así, su plan más bien era coquetear con él; tal vez acabar en una relación sexual profesor-alumna; tal vez al final le acabase gustando el tipo y se que quedaría con él más tiempo; o tal vez el atractivo profesor solo acababa siendo un tonto más del montón.

Y bueno, el cómo continuarían las cosas, ya se vería luego. En ese momento, lo que realmente importaba era el inicio, el cómo se acercaría a su presa.

Varios escenarios pasaron por la mente de la chica mientras pensaba. Su objetivo realmente parecía ser muy complejo, lo que indicaba que para acercarse a él, no podía usar sus encantos físicos, debía conquistarlo emocionalmente. O al menos así parecía funcionar la mente de aquel hombre.

La adolescente sabía muy bien que el reto no sería nada sencillo, y por esa misma razón la atraía tanto. Si algo la ponía tan eufórica como las peleas, eran los buenos desafíos, y aquel hombre prometía mucho.

Los pájaros ya comenzaban con sus cánticos matutinos y la natural frescura de la mañana formaban el ambiente perfecto para el entrenamiento.

Para el comienzo en su plan, empezaría conociendo a su presa.

Noah Hash...

Ya había probado en Internet pero al parecer, el tipo no tenía redes sociales, cosa que, aunque no era benefactora para su plan, si confirmaba aún más la teoría del "friki antisocial", por lo que era un punto a favor, viéndolo de ese modo.

Segunda opción: los papeles de registro en la oficina del director.
Al contratar docentes, los directivos pedían cierta información personal como documento, dirección, etc. Cuyas copias se encontraban bajo llave en la oficina del "gordo feliz".
Bueno, llegar hasta allí sería arriesgado, sí; podrían expulsarla si la descubrían, sí. Pero nada de eso importaba realmente.

Casey sabía que sería boxeadora, ¿de qué le servía ir a la escuela?. Solo iba por su trato con su padre, pero no le importaba. Y el riesgo, el peligro, era la emoción más excitante y llena de adrenalina que existía, sería divertido.
Además, sacar los papeles de la oficina sería como quitarle un dulce a un bebé, o en este caso, al director; solo lo atraería con un pastelito a otra aula como hacían Harry y Ron en "Harry Potter y la cámara de los secretos", y listo. Fácil.

Nah, hablando enserio, tenía un plan.
Activaría la alarma de incendios, el águila abandonaba el nido, Casey entraba y tomaba los expedientes, rápida y sigilosa como ninja.
Probablemente los papeles estarían bajo llave en un cajón o casillero, y, para abrirlo, había estado practicando abrir cerrojos toda la noche, guiándose con unos muy instructivos tutoriales de Youtube.
Realmente era increíble la facilidad con la que dos pasadores, algo de habilidad manual y un poco de práctica podían forzar un cerrojo.

En cuanto a cuando lo haría; esa misma mañana. Las clases comenzaban a las 08:00, y, siendo recién las 06:07, aún tenía tiempo para prepararse.

* * *

08:00

El timbre acababa de sonar, dando inicio a la jornada. Era hora de ejecutar el plan.

La primera hora era de inglés, con el profesor Royell, un hombre amable de mediana edad, castaño con gafas redondas cubriendo sus ojos café.

En sí, esta era su única oportunidad de ejecutar el plan; si no lo hacía hoy, debería esperar hasta el próximo martes, ¿por qué?, porque el profesor Royell era el único que tenía probabilidades de aceptar que sus estudiantes fueran al baño en hora de clases. Nadie más.

* * *

08:00

El timbre acababa de sonar, dando inicicio ala jornada. Era hora de ejecutar el plan.

La primera hora era de inglés, con el profesor Royell, un hombre amable de mediana edad, castaño con gafas redondas cubriendo sus ojos café.

En sí, esta era su única oportunidad de ejecutar el plan; si no lo hacía ese día, tendría que esperar hasta el próximo martes. ¿Por qué?, porque el profesor Royell era el único que tenía probabilidades de aceptar que sus estudiantes fueran al baño en hora de clases. Nadie más.

__ Hey, araña.

Una voz familiar sacó a Casey de sus planificaciones mentales.

__ ¿Qué tal, Ethan? - contestó con desgana, sin mirar siquiera al chico que tenía detrás -.

Inmediatamente, un pelirrojo chico robusto de ojos verde salmón apareció en el rango visual de la adolescente. Sus finos cabellos desordenados se entrelazaban entre sí y caían cual cascadas sangrientas sobre su pecoso rostro perfilado, mientras una leve y confiada sonrisa de autosuficiencia reflejaba su arrogancia.

__ Te vi en la pelea de práctica el otro día con Los Caimanes. Creí que los golpes rápidos eran tu especialidad... pero parecías más lenta que una tortuga en carrera.

Una casi indistinguible sonrisa se formó en los labios de la joven. Si alguien más le hubiese dicho eso con ese tono burlón y esa arrogante sonrisa de superioridad, probablemente se hubiera iniciado una pelea que acabaría muy rápidamente con su oponente tendido en el piso, sangrando con el labio o el tabique rotos, como mínimo. 

Pero si había solo dos estudiantes a los que soportaba en TODO el instituto, esos eran Ethan y Jonathan. Unos idiotas - cómo Casey los describiría -.

Pero sí debía admitir que ellos dos eran lo más cercanos a unos "amigos" que tenía en la escuela. O por lo menos lograba soportarlos.

__ Había estado tomando la noche anterior, idiota. Y para colmo me despertaron temprano a entrenar... no estaba en mi mejor momento - admitió indiferente, mientras se recostaba sobre la silla -.

__ Sí, lo noté...

__ Tampoco te pases de insolente, idiota. O verás que tan lento me muevo... 

Aunque el tono de la joven fue amenazador, una leve nota de diversión en su rostro dio a entender que solo bromeaba. Tal vez.

__ Qué miedo... si así le hablas a tu amigo, ¿Cómo tratarás a tus rivales?; ¿Y a tus enemigos?... realmente me alegra ser tu amigo.

__ Hmp mejor vete antes de que llegue el profesor, o decida golpearte. No se que sucederá primero... - dijo bajando la voz en la última frase -.

__ Bueno, sí. Mejor me voy - se "despidió" Ethan, dando la vuelta y caminando hacia su lugar-.

__ Buenos días, alumnos - la voz del profesor Royell resonó en el aula por sobre las habladurías estudiantiles cuando este atravesó la puerta, unos segundos después de que Ethan llegó a su asiento -.

Su vestimenta clásica usual, que consistía en unos zapatos bien lustrados, un pantalón holgado color café y un chaleco abrigo del mismo color sobre una impecable camisa blanca, y por supuesto, su característico maletín, le daba ese aspecto de viejo que lo caracterizaba. Anticuado, según muchos estudiantes que solían criticarlo con susurros en las mesas del fondo cada vez que entraba al aula, frente a sus narices; siendo perfectamente conscientes de la pobre capacidad auditiva del docente, que no captaría los insultos.

"Patéticos y cobardes" - pensó Laya con indignación - ¿Por qué no se lo dicen directamente, si tanto les molesta?.

__ Bueno, chicos. Hoy repasaremos los verbos regulares e irregulares y las conjugaciones - comentó mientras sacaba algunas hojas de su adorado maletín - vamos a hacer... unas actividades de repaso.

Pocos eran los que estaban escuchando. La mayoría por no decir casi todos sus alumnos, de todos los grados, le tenían un mínimo o inexistente respeto al mayor, cosa de cierto modo molestaba a Casey.

Si tenía algún problema con él, ¿Por qué no se lo decían a la cara, si tanto lo criticaban? Pensaba la chica que los consideraba unos cobardes.

__ Hey viejo - gritó una voz al fondo del aula -

"Ethan..." - pensó, reconociendo la voz - "seguro que ahora se acobarda..."

__ ¿Eh? ¿Quién gritó? - preguntó el anciano que ni siquiera se había molestado por el insulto.

Por supuesto, nadie habló.

__ Sé que estoy viejo pero bueno... - continuó en tono humorístico, y muchos rieron -.

"Pobre viejo bobo" - pensó Casey - "su actitud pasiva y bonachona lo hacen tan sumiso como para que sus propios alumnos pasen sobre él... patético".

Al transcurrir 11 minutos desde que ingresaron al aula, Casey estaba consumiéndose por dentro. La ansiedad por realizar ya mismo su "misión" estaba matándola, en términos dramáticos, por supuesto; ni siquiera había sido capaz de contestar una sola pregunta de las actividades asignadas debido a la des-concentración. Y eso que eran preguntas "para niños de primaria" como describía la joven a los trabajos de inglés.

__ Profesor, ¿puedo ir al baño? - preguntó la chica levantándose de su asiento, sin poder contenerse más tiempo -.

__ Eh... sí alumna... - dijo de manera lenta y torpe, como si le costara procesar la pregunta y aún más, a quien la realizaba -.

__ Casey. Casey Darney - le recordó la chica -.

__ "La Salvaje" - gritó una chica de los primeros asientos, y su grupo de amigos rió en apoyo.

Casey apretó los puños.

"Me vengaré... me vengaré, imbécil..." - se repitió mentalmente como hacía siempre, planeando una venganza divertida pero luego con pocas ganas para realizarla -.

Ignorando el tema, se propuso proseguir.

A paso firme y seguro, salió del salón y caminó por el pasillo en dirección no a los baños estudiantiles, sino al patio principal, dónde estaba la alarma de incendios.

Ya tenía todo planeado: primero lanzaría una bomba de humo que había comprado un una tienda de bromas, en el patio. Y luego, activaba la alarma gritando "desesperada" "¡humo, fuego, ayudaaa!", así en todo caso podía alegar que creyó que realmente algo estaba incendiándose y no la culparían a ella. Y por último, entre el disturbio, entraba a la oficina del director, abría el cajón con los papeles, les tomaba una fotografía a los de su profesor favorito, y voilá.

Level Acosadora : Completed.

Bien. A trabajar.

Mientras caminaba hacia el patio, repasando mentalmente el plan, un escalofrío recorrió su espina dorsal; la adrenalina que pasaba por su cuerpo al realizar este tipo de cosas que a Casey tanto le gustaban, solo podía ser definida, según ella, como uno de los mejores placeres de la vida (además de pelear y follar, obvio).

Si bien no era la típica adolescente que hace travesuras sin sentido a los demás solo para fastidiar como el ring raje, o andar pinchando ruedas de bicicletas, sí solía divertirse de manera arriesgada haciendo cosas de dudoso lícito para su beneficio o el de sus amigos. Y lo más divertido, por supuesto, era el riesgo.
"Sin riesgo, no hay diversión", decía Casey siempre. Y, demonios, era cierto.

Sus pasos la dirigieron automáticamente a la entrada del enorme patio, y se detuvo al llegar; observó a ambos lados del pasillo con discreción y al no notar a nadie, dio un vistazo algo más amplio.

"Sin testigos"- pensó aliviada - "perfecto".

Al quitar la envoltura esférica de su bolsillo derecho, dio un rápido vistazo a las instrucciones de uso.

"Advertencias:
  No utilizar en espacios cerrad...
. Mantener alejados de menores de 4 añ..."

"No me interesa"

Modo de uso:

1. Verificar que la zona en que el producto vaya a ser utilizado, se encuentre al aire libre y que esté despejado de personas y/o animales al menos a un radio de 5 metros cuadrados.

"Ajá"

2. Retirar el papel de aluminio de la punta de la cuerda detonadora.

3. Jalar de la cuerda detonadora y lanzar al espacio seleccionado; la bomba de humo surtirá efecto al cabo de unos pocos segundos.

"Bien. Hagámoslo, baby"

Luego de repasar en breve los alrededores nuevamente, quitó el papel aluminio de la punta del hilo, y luego jalo de él de un tirón antes de lanzar fuertemente la esfera al centro del patio escolar.

"Run, bitch. Run" - pensó mientras se alejaba a paso rápido hacia la alarma de incendios, a un lado del corredor un poco más adelante.

Dio un vistazo hacia atrás mientras aceleraba; la bomba había comenzado a hacer efecto y el humo comenzaba propagarse exponencial mente, infiltrándose ya por el pasillo.

"Bien. Sabía que valía el doble por algo"

Acelerando aún más, vio la alarma a unos metros de ella, un poco antes del final del pasillo, donde este se dividía en dos.

"Ya casi..."

Antes de llegar a su objetivo, frenó en seco. Alguien apareció por uno de los lados del corredor.

__ ¿Qué...? -- preguntó la mujer delante de ella

Casey sintió alivio, que inmediatamente se transformó en una especie de sentido de alarma al reconocer a la persona que la miraba estupefacta unos metros delante.

Ratchel Gringsgot; la maldita niña mimada que siempre molestaba a Casey.

__ Hay humo saliendo del pasillo; tal vez un incendio - explicó rápidamente mientras prácticamente se abalanzaba a la alarma y la activaba, sin darle tiempo a la rubia de replicar -.

Los bulliciosos y potentes sonidos de alarma resonaron por el pasillo mientras el  humo se hacía presente en el ambiente.

La rubia, que se había quedado petrificada observando la escena, posó su vista en Casey, abriendo los ojos como platos.

"Mierda" - pensó alarmada -

Sin dar tiempo a suposiciones, la castaña apartó la mirada y salió disparada pasando junto a la chica en dirección al sector de docentes, girando a la izquierda; las puertas de los salones comenzaron a abrirse de golpe y tanto estudiantes como curiosos alumnos salían a presenciar la ola de humo, mucho más leve que la anterior pero aún visible, que rodeaba a la jove mientras caminaba.

Los gritos de pánico y caos no se hicieron esperar por parte de los estudiantes, ni de los profesores que ordenaron a sus grupos permanecer quietos dentro de sus aulas al notar que, aunque sea de forma leve, el humo inundaba el ambiente, encubriendo convenientemente a la boxeadora mientras avanzaba al sector de docentes.

Al llegar al final del pasillo, había una puerta; la dirección. A la derecha de Casey se encontraba la sala de maestros y a la izquierda, el baño privado que estos poseían.

"Allí esperaré" -pensó -.

El humo dejaba de propagarse a mediada que se acercaba más y más al fin del pasaje, convirtiéndose lentamente en poco mas que una neblina matutina.

Pero al parecer, continuaba siendo lo bastante evasiva para la visión como para no distinguir la enorme figura del director hasta tenerla prácticamente en frente.

__ ¿qué dem... Casey? - preguntó sorprendido mientras la examinaba con la vista - ¿qué hace aquí?.

Oh, shit.

__ ¡director! - lo interrumpió Casey pensando rápido - hay humo por todas partes, venía a... avisarle; tal vez se trate de un incendio.

__ Sí, lo se; debería estar en su aula. Venga conmigo - dijo abriéndose paso entre el humo -

__ Pero... ¡director¡ no podemos ir al orígen del humo. ¡podría ser un incendio! Estaremos en peligro... - balbuceó la castaña mientras era arrastrada y alejada d ela dirección -.

__ El fuego no genera tanto humo; debe tratarse de una broma o un experimento que salió mal. He llamado a los bomberos por si acaso pero no creo que sea un incendio. Estará segura en su aula, con sus compañeros.

"Concha de dios..." - maldijo con rabia mientras se dejaba guiar de mala gana hacia su salón -.

El plan había fracasado rotundamente y no consiguió los papeles sobre Noah.

¿algo podría ir peor?

Ah, sí. Su peor enemiga escolar la vio fuera de su aula, huyendo del humo y activando la alarma, hechos que de seguro le habían dado una buena suposición para culparla de la bomba de humo cuando se supiera que fue una broma.

Hecho que el director no tendría problema en creer dado que no le agradaban los alumnos problemáticos como Casey (con quien ya había tenido algunos altercados) y de que la había visto con sus propios ojos en el pasillo humeante.

Level acosadora: fail.


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