Las piezas se disponen

Saki había llegado a un lugar similar a la finca de las mariposas pero más pequeño, preguntó por un joven llamado Taiki describiendo sus heridas, este era el tercer lugar que consultaba. La enfermera pensó un momento y le preguntó cuál era su relación con él.

- Se quien lo dejo así y somos compañeros en el mismo trabajo.

Caminaron hasta estar frente a una de las puertas, la chica la abrió y encontró al chico sentado en la cama.

- Debió pegarte muy enfadado si los moretones siguen ahí. - Comentó Saki mientras cerraba la puerta.

Taiki se sorprendió ya que no esperaba visitas pero la sorpresa no le duró mucho, estaba enfadado por aquellas palabras y lo demostró verbalmente.

- ¿Quién coño eres tú?

- Soy una cazadora de demonios, sé lo que pasó y quiero continuar lo que tú empezaste, pero para eso necesito información, sabes de lo que hablo. Además estás totalmente solo, todo el mundo te ha abandonado, la compañía te vendrá bien. - Explicó mientras se sentaba en el borde de la cama.

Aquellas palabras arrastraron su mirada pensativa hacia sus manos pero fue rápidamente sustituida por una de resentimiento.

- ¿Qué necesitas?

- Lo primero de todo saber lo que pasó para ser consciente de qué errores no cometer esta vez, no te saltes ningún detalle, si te measte de miedo quiero saberlo.

- Yo no lo hice, sabía a lo que me enfrentaba y lo volvería a hacer.

La chica le miró expectante y él comenzó a hablar.

- Descubrimos que el pilar de agua tenía una hija medio demonio -lo dijo como si solo mencionarlo le quemara las entrañas. - eso era imposible, desagradable, un completo error teniendo en cuenta como había sucedido, varios se limitaron a hacer la vista gorda porque al patrón no le importaba pero nosotros sabíamos la verdad, esa cosa era un monstruo, una bomba de relojería a punto de explotar. ¿Tienes idea de cuántos compañeros hemos visto morir a pesar de que sólo éramos del rango más bajo? Afortunadamente, muchos más pensaban como yo, nos sentíamos traicionados y no íbamos a permitir esta injusticia. Estábamos armando un plan para llevarnos a la niña y devolverla a quien debía estar, con su calaña, no sabíamos cómo encontraríamos a la luna superior tres pero le seguíamos la pista.

No fue hasta que nos enteramos de que Tomioka-san estaba esperando un cachorro de nuevo cuando atamos cabos y nos dimos cuenta de que había otro error a pocos meses vista. Ya era difícil encontrar una solución que no implicara derramar sangre pero nos dimos cuenta de que no había otra manera, además Tomioka-san y Rengoku-san eran pareja lo que indicaba que si nos deshacíamos de ellos no volvería a haber una alimaña así nunca más.

La suerte pareció sonreírnos cuando nos enteramos por un rango muy superior al nuestro que el maestro había asignado a los pilares misiones diferentes y lo mejor de todo es que el pilar del agua tardaría mucho más que el pilar de la llama. Sabíamos que era el más peligroso en esta situación, es la madre de esos monstruos por lo que su instinto omega podría activarse en un radio cercano e incluso podría matarnos con tal de protegerlos. No teníamos mucho tiempo para prepararnos así que nos movíamos rápido y constantemente, mi mejor amiga parecía desconfiar de mí después de verme informando a mis compañeros de quién y qué días cuidarían de los cachorros, le di una excusa pero enseguida supe que no me creía, así que tuvimos que empezar antes el ataque. 

Entramos en la finca del agua sin mucha dificultad tras recibir su localización a través de ese mismo contacto y mis compañeros se disponían a matar a los cachorros que dormían en una de las habitaciones del pilar de agua cuando se dieron cuenta de que en realidad eran dos niños humanos. Estábamos conmocionados y nerviosos hasta que oímos voces en el jardín y vimos a nuestros objetivos jugando juntos despreocupadamente.

Salimos fuera y nos encontramos con Senjuro junto a un hombre que llevaba una máscara de Tengu. Nos preguntaron que hacíamos allí pero no podíamos perder el tiempo con ellos, algunos empezaron a distraerlos mientras otros se dirigían a los bastardos que nos miraban con curiosidad. Si no fuera por el arte de demonio de sangre de la asquerosa chica, ya no existirían, no sé cómo pero de alguna manera ella sabía lo que intentábamos hacer, creció hasta nuestra altura, sus pupilas se alargaron, sus colmillos se hicieron mucho más grandes, sus uñas se habían convertido en garras y su ropa se había rasgado un poco. Les gruñó protegiendo al cachorro que se había acobardado y colocado detrás de ella, no intentó atacarles de ninguna manera, solo se defendió y yo aproveché la confusión para acercarme a ellos por otro camino. El de la máscara desarmó a los que tenía delante y corrió a proteger a los bastardos, era muy fuerte y ágil para su edad, Senjuro también es muy bueno, se encargó de los demás y en poco tiempo no había nadie disponible para matarlos.

Me di cuenta de que era el único que no tenía obstáculos y ataqué a la medio demonio, he de reconocer que luchó muy bien, no pude hacerle ni un solo corte con mi espada, el otro cachorro no hizo nada más que quedarse muy quieto mirándonos luchar, tenía miedo y yo me alegré por ello. En un descuido de ella, conseguí agarrarle del pelo y en defensa el maldito me mordió con sus colmillos. Le solté e intenté cortarle la cabeza pero su hermana saltó sobre mí y me inmovilizó contra el suelo. Me bastó ver sus ojos para saber que teníamos razón, aquellos ojos eran horribles con la pupila vertical en medio del iris azul, la verdadera forma de la bestia estaba frente a mí. Uno de mis compañeros que Senjuro estaba bloqueando le lanzó su espada en un golpe perfecto, de no ser porque ella reaccionó demasiado rápido y la bloqueó instintivamente con su brazo la espada le habría atravesado el cuello. Era extraño, ella no se dio cuenta del lanzamiento del arma hasta que yo lo hice, en ese preciso momento fue cuando su cuerpo reaccionó por sí solo. Me tapé los oídos cuando ella gritó de dolor.

Se detuvo en su versión meditabunda por un momento.

- ... pensándolo bien fue entre un gruñido y un grito. Empezó a llorar al ver la sangre que salía en grandes cantidades mientras hacía esfuerzos por sacar la nichirin de su carne, vi mi oportunidad y apunté de nuevo a su cuello pero el otro niño se me había acercado sin darme cuenta y me había vuelto a morder esta vez en la pierna, haciéndome fallar. Le di una patada y le dije sus verdades a la cara, mis compañeros llevaban tiempo diciendo lo mismo pero yo no había dicho nada porque podía delatar mi posición. Los mocosos no dejaban de vigilar sus espaldas, a pesar de seguir con la katana atravesándole el brazo, la medio demonio protegía al otro aunque no podía evitar recubrirlo con la sangre que goteaba de su brazo. Por suerte los demás no paraban de retrasar a Senjuro y al viejo, les estaba costando mucho trabajo mantenerlos ocupados, en un momento ya no pudieron detener al hombre y se apresuró a llegar hasta donde estábamos. 

Estuve a punto de poder matarlos y él de impedirlo, pero recibí un puñetazo en la cara que me dolió en la mandíbula, sentí una presencia intimidante y antes de que pudiera ponerme en pie alguien empezó a golpearme y patearme con gruñidos furiosos, supe que era el pilar de agua y me di por muerto. Se suponía que no volvería hasta dentro de dos días pero debió acabar antes, pareció recordar que tenía una espada porque oí el sonido del arma al ser desenvainada sin importarle que siguiera golpeándome, si no fuera porque el hombre de la máscara Tengu lo sujetaba fuertemente lejos de mí y Rengoku-san se acercó rápidamente a él poco después, rodeándolo con sus brazos, aprisionando a Tomioka-san mientras probablemente liberaba feromonas, me habría matado allí mismo.

Saki había palidecido ante la descripción del brutal ataque del pilar de agua y empezaba a sudar nerviosamente. Douma-sama había dicho que se trataba de una misión suicida y no parecía haberse equivocado después de todo.

- Sentí el agudo dolor de mis costillas rotas y también me di cuenta de que Tomioka-san me había fracturado la muñeca izquierda. Rengoku-san estaba intentando calmarlo pero nada parecía funcionar, se estaba comportando como una bestia salvaje así que con cuidado le mordió con fuerza en el cuello.

- ¿Una marca? - Preguntó la chica.

- No, creo que cuando un omega está completamente fuera de control, si tiene un alfa, puede recurrir a establecer el dominio sobre el omega. De todos modos, Tomioka-san se calmó un poco, pero derramaba lágrimas de rabia y no dejaba de mirarme con odio mientras gruñía. Algunos pilares aparecieron más tarde junto con los de rango Kinoe y los Kakushi, que nos detuvieron como esperábamos. Lo último que vi antes de desmayarme del dolor fue que la medio demonio había vuelto a la normalidad después de que el pilar insecto le quitara la espada del brazo, ella seguía llorando en los brazos del pilar agua mientras Shinobu-san le curaba la herida y el otro bastardo tenía la mirada perdida siendo llevado por los brazos del hombre de la máscara, estaba cubierto de sangre pero lamentablemente no era suya, mis ojos comenzaron a cerrarse pero creo que el cachorro estaba temblando y parecía paranoico de los cazadores Kinoe que pasaban cerca.

- Agradece que no se hayan enterado de que por error casi matas a los otros dos niños. - Añadió la niña, analizando los peligros en los que estaba inmersa.

Taiki rió negando con la cabeza.

- Dudo que se dieran cuenta siquiera de que estábamos dentro, antes del juicio mis compañeros me dijeron que Senjuro había corrido hacia la finca del agua y que cuando salió parecía aliviado.

- Así que, en resumen... ¿fue todo este plan salido de la mierda de un perro realmente la única opción que encontraron ustedes idiotas?

- Lo entenderás a medida que pases más tiempo con ellos, la organización es increíble, el patrón sabe dirigirlos y coordinarlos a la perfección. Y los pilares actuales están realmente a otro nivel, son los únicos capaces de siquiera suponer un riesgo para las lunas superiores; tengo la sospecha de que el viejo de la máscara era un antiguo pilar pero no tenía su katana a mano por alguna razón, así que no estoy seguro... aunque por la forma en que logró contener a los demás sin una espada nichirin supongo que es cierto.

- Ya veo.

- Si vas a intentar algo asegúrate de tener gente fuerte y un plan aún mejor.

"Mis aliados son poderosos, tenemos más posibilidades de capturar el pilar de agua y a esos niños pero después de todo esto creo que no puedo hacer nada más que reunir datos y pasárselos a otros".

- Entendido, gracias por la información.

Salió del lugar y sintió irritación al ver que el cuervo volaba sobre ella gritando que tenía que ir a una misión asustando a los que pasaban.

"Cuanto antes los secuestremos antes podré dejar esta farsa y disfrutar del paraíso". Se puso en marcha hacia su siguiente trabajo mientras repasaba sus opciones sobre qué hacer a continuación.

"Atraparé al niño cuando hayan capturado el pilar de agua y el pilar de llamas ya no sea una amenaza, si quitamos a esos dos de en medio solo es cuestión de tener paciencia hasta que la niña sea dominada para poder hacer mi parte. Mientras tanto veré si puedo ser útil cuando la acción haya comenzado" Dijo decidida acelerando el paso.

Al cabo de una media hora llegó a la aldea que necesitaba a los cazadores y para su sorpresa se encontró ni más ni menos que con el hijo menor de los Rengoku y su amiga.

"No es posible, parecen chicles. Están juntos todo el tiempo" la saludó Mia desde lejos y Senjuro le sonrió cálidamente.

- Saki, ¡quién diría que estamos en la misma misión! ¿No es genial?

- Sí... genial- Pronunció exhibiendo una sonrisa falsa que no pasó desapercibida para el rubio.

- ¿Ocurre algo? - Preguntó inquieto.

- En absoluto. Hay mucho que hacer y he estado todo el día de aquí para allá. - Aclaró con una sonrisa más falsa que la de Shinobu.

- Así es la vida de los cazadores de demonios. - Comentó Mia mientras comía unas bayas que había encontrado por el camino, se dio cuenta de sus modales y se las ofreció. La chica las rechazó y Senjuro cogió unas cuantas.

- ¡Mhhhhh! Están deliciosas, seguro que les encantarían.

- Lástima que no pueda guardarles algunas, las bayas se estropearían con el calor. Ah vale, ¡tengo un regalo para él! - Metió la mano en el bolsillo y sacó un pequeño peluche del tamaño de una mano. Era un búho de color amarillo con crestas rojas y gruesas cejas negras.

Senjuro no pudo reprimir una risa y rió a carcajadas ante el tremendo parecido con los Rengoku.

- ¡Pffff! ¿Cómo es posible que exista un juguete así? - volvió a interrumpir entre pequeñas carcajadas mientras cogía el peluche de las manos de Mia.

- Al principio era con una coloración normal pero sus ojos me recordaron a los de Rengoku-san porque son amarillos con rojo y lo rediseñé, ahora es otro miembro de tu familia. - Dijo con orgullo.

Los dos rieron emanando un aura de felicidad y estrellitas, la chica que estaba a su lado recibió todo el brillo que desprendía aquella amistad con expresión hastiada mientras las estrellitas rebotaban en ella. Carraspeó para recordarles que seguía allí y Senjuro se avergonzó por haberla excluido.

- Etto... Muchas gracias Mia, seguro que le encantará.

- De todas formas, ¿de quién demonios están hablando?

Sus expresiones se volvieron serias y se arreglaron con una mirada pero su actitud ya había respondido a su pregunta.

"Los niños. Excelente, me retracto, que buena suerte fue encontrarlos, ni siquiera tuve que indagar sobre el tema"

- Estábamos hablando de los cachorros de mi hermano.

- ¿De verdad? No sabía que tu hermano tuviera familia propia. - Mintió profesionalmente, tanto que su cara parecía sorprendida.

- Los pequeños son encantadores, siento si hablamos mucho de ellos pero es muy difícil no hacerlo. - añadió Mia.

- ¡Me encantaría conocerlos!

Los adolescentes se incomodaron con la situación que habían provocado accidentalmente y Mia le dio un codazo a Senjuro para que le contara la situación.

- Lo siento Saki, me temo que no es posible.

- ¿Ehh? ¿Por qué no?

- Para empezar, Oyakata-sama prohibió completamente cualquier tipo de interacción de los cazadores, la única excepción es que los pilares aprueben tu presencia cerca de ellos.

"Ha, definitivamente no haré eso" pensó mostrando su mejor cara de inocente confundida.

- Para seguir, mi hermano y Tomioka-san se comportan un poco agresivos con los cazadores de otros rangos, especialmente si están cerca de uno de los niños.

- ¿Tan mal están las cosas que ni siquiera puedes decirme sus nombres Senjuro? Eso es muy cruel.

- Lo siento mucho Saki pero no podemos arriesgarnos.

La chica suspiró fingiendo sentirse dolida.

- Está bien, lo entiendo. Estás cuidando de tu familia, pero ¿por qué se le permite a Mia verlos? ¿Es tu novia o algo así?

Mia estaba centrando su atención en su cuervo para salir de la conversación y accidentalmente golpeó a su pájaro con la coleta en la que solía peinar su pelo negro mientras se giraba apresuradamente.

- ¡¿Eh?!

Senjuro sintió vergüenza cubriendo su sonrojado rostro y negó repetidamente con la cabeza.

- ¡No! Sólo somos amigos. Mi hermano confía en ella y Ha... quiero decir uno de los pequeños ya le tiene mucho cariño así que se ganó la aceptación de Tomioka-san.

"Dijo Ha ... ¿El nombre será Haru, Haku? ¿Cuál de los tres mocosos es?"

- Oh ya veo, lo siento Senjuro-kun, Mia-chan. No quería molestarlos pero... 

"Con esto dejarán de hablar desde este momento hasta que terminemos esto" 

- Ustedes están tan unidos y se ven tan bien juntos que pensé que ya eran novios, ya saben como esos tortolitos que se dicen cosas lindas, se besan y...

Los chicos recordaron una escena que había ocurrido recientemente en la finca del agua en una de las visitas de Mia. La imagen de Tomioka acercando el cuerpo de Rengoku al suyo para darle un beso muy profundo (en su inexperta opinión) pensando que nadie los observaba, derribó la puerta de su comodidad y se mostró con todo su esplendor en sus mentes.

- NO, ¡NO SOMOS NOVIOS! - Gritaron completamente rojos, atrayendo las miradas de una familia que pasaba por allí.

Mia se mordió el labio profundamente avergonzada y Senjuro se tapó la cara sin atreverse a verla por el momento.

- Será mejor que nos dividamos y busquemos posibles pistas de dónde puede aparecer el demonio cuando llegue la noche, ¿no crees? - Dijo finalmente la chica de pelo negro aún incómoda.

- Sí, revisaré cerca de las casas más lejanas. - Respondió el rubio, dirigiéndose.

- Yo me quedaré cerca ya sabes por si pasa algo. Nos podemos encontrar aquí. - Dijo Saki, realmente contenta por lo que había provocado.

En cuanto se fueron resopló sumamente harta de todo, sintió un escalofrío cuando alguien se detuvo a su lado y escuchó una voz conocida.

- Vaya, vaya, vaya. ¿No es esa la inútil de Saki Sutoraiku? ¿Está leyendo la tierra para encontrar señales divinas de lo que debe hacer?

- No es asunto tuyo, Taro. - Gruñó ella, poniéndose a la defensiva.

Un chico la miró con sorna, parecía una persona normal pero por su forma de hablar era obvio que trabajaban juntos.

- ¿Cómo te va entre los idiotas? ¿Cuántos demonios has matado, pequeña cazadora?

- Para tu información, me asignaron la tarea de capturar y no de encontrar información, así que no soy tan inútil.

El chico sonrió y sus palabras pegaron feo en ella.

- ¿A quién te enviaron a capturar? ¿A un niño indefenso que ni siquiera sabe luchar? Vaya, la cazadora que torturamos hasta la muerte para encontrar el lugar de la selección final debe de estar muy decepcionada porque ocupaste su lugar en el examen. ¿Cómo es que aprobaste?

- Cállate, no es culpa mía que todos vosotros seáis unos malditos genios y que faltara un voluntario para la misión.

- Y tu hermana es uno de ellos. - Bromeó, disfrutando de su mirada irritada.

- Cierra tu asqueroso hocico antes de que lo haga yo sola. - Espetó con odio.

- Tranquiliza a tus demonios internos, no deberías enfadarte, ambos sabemos que cuidar de las llamas o de un río es mucho más de lo que puedes masticar, deberías agradecer que sea yo quien tenga una de esas tareas.

- Es peligroso que nos vean juntos aunque hables sin decir sus nombres directamente, dime que quieres y vete.

- Ara Ara, no deberías tratar así a alguien que desinteresadamente te ofrece su ayuda Sa-ki-chan - dijo este último con tono burlón y deslizó una hoja que hizo que Saki abriera los ojos sorprendida. 

- No es posible, ¿Ya tan rápido lo consiguieron?

- Si con eso quieres decir que gracias al trabajo de gente capaz veremos pronto el paraíso, entonces sí, así de rápido pequeña bola de inutilidad. Ya sabrás qué hacer con lo que te he dado. - declaró antes de marcharse tranquilamente calle abajo.

La chica analizó el papel que contenía la información recopilada junto con un rápido boceto a tinta.

"Haruki Rengoku, uno de los trillizos, su habilidad curativa actúa como la regeneración de los demonios a excepción de recuperar miembros u órganos perdidos. Si todavía tienes lo que quieres curar, él puede fácilmente reparar o reconectar tejidos. Se sabe que aún no han descubierto la siguiente información, pero a juzgar por el tipo de arte del demonio de sangre, M. dice que es posible la opción de que en el futuro sea capaz de producir veneno". Había algo al final y lo último que leyeron sus ojos la angustió a niveles más allá de lo que consideraba posible.

"La extracción será dentro de tres meses, se te dirá el lugar y la hora, NO INTERVENGAS EN LAS OTRAS OPERACIONES O TERMINARÁS SIENDO UNA MOLESTIA, solo vigila al niño medio demonio".

"Mierda, ¿y ahora qué? Tres meses es demasiado tiempo". Se dijo a sí misma mientras echaba un último vistazo al boceto de su objetivo llamado Haruki antes de meterse el trozo de papel en la boca y tragárselo para destruir las pruebas.


Kyojuro abrazó a Giyuu, sus cuerpos compartiendo el calor del otro mientras sus rostros se encaraban. De repente, unas voces les despertaron, procedían de la habitación de los niños y empezaron a arrepentirse de haberles dado camas separadas, lejos de la suya.

- Ryu dame eso, es mío.

- No es verdad.

- Si lo es.

- Hey los vas a despertar. - Se escuchó la suave voz de Haruki pero lo ignoraron.

- Dámelo.

- Oblígame.

- Voy a llamar a mamá. ¡MAMÁ!

Giyuu al oír que le mencionaban, escondió la cabeza bajo la manta y ya no salió de allí.

- Yuu, te hablan. - Murmuró Rengoku aún con los ojos cerrados.

- Ve tú.

- No oigo mi nombre, sólo el tuyo.

Como si lo hubiera invocado, sonó la voz de Ryu.

- Te digo que es el mío, ya verás. ¡PAPÁ!

Se quedaron en silencio mientras los niños seguían gritando por su presencia y lentamente Kyojuro se subió la manta para cubrirse también, uniéndose al de pelo negro.

- ¿Y bien?

- Ignora eso.

- ¿Quién va?

- Son Tyojuro y Ryu, encárgate tú.

- Precisamente, tu copia te llama, por lo tanto debes ir.

- ¿Desde cuándo tengo los ojos azules?

- ¡MAMÁ!

- ¡PAPA!

- Yo me encargué de su última pelea.

- Todavía tengo las heridas de la última batalla.

- Excusas, eso nunca te ha detenido Kyo.

- ¿No podemos dejar que ellos mismos arreglen el asunto? - Suplicó el rubio quedándose sin ideas haciendo un leve puchero mientras el moreno suspiraba cansado.

Pequeños gritos y sonidos comenzaron a escucharse.

- ¡Ay! Tyojuro eso duele.

- Te dije que me lo dieras. ¡Ay!

- Ahora estamos iguales ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!

- ¡Ouch, hey! ¿Y por qué yo? - se quejó Haruki.

- ¡NEE-SAN! - Llamaron los tres, pensando que sus padres aún dormían.

Giyuu y Kyojuro sonrieron esperanzados, Tsutako siempre era capaz de poner orden entre sus hermanos con unas pocas palabras. Por desgracia se había acostado sin cenar y se había despertado de mal humor, se levantó en cuanto los oyó pero en lugar de ir directamente a su encuentro abrió la puerta de la habitación de los pilares y se dio cuenta de que estaban bien despiertos. La chica contemplaba a sus padres refugiándose de sus responsabilidades viéndolos con la misma cara que Tanjiro la primera vez que conoció a Zenitsu.

- Papá, mamá, qué bien que se hayan despertado. Mis hermanitos los llaman. - Notificó antes de dirigirse a asaltar la cocina, después de todo si ya estaban despiertos eso ya no era su problema.

"Maldición" Pensaron ambos antes de tomar aire al mismo tiempo, levantándose para comenzar su día y separar una de las ocasionales peleas en las que se metían sus pequeños.

Senjuro y Mia masticaban el mochi de sakura junto con Kanroji viendo como todos hacían algo mucho más productivo que ellos. Ryu se esforzaba por demostrar que ya podía portar una espada de entrenamiento ante la atenta mirada de su padre que le animaba aunque sabía que tendrían que seguir con las lecciones de respiración durante un tiempo, Tomioka corregía pacientemente a Tyojuro en la forma correcta de respirar para ejecutar la respiración de agua, como el pequeño aún no sabía lo que quería aprender, decidieron intentar descubrir que respiración se adaptaba mejor a su cuerpo, sobre todo, ambos pequeños eran aún demasiado jóvenes para aprender otra cosa. Mientras tanto en un lugar más apartado Shinobu supervisaba a Tanjiro que entrenaba con Tsutako transformada en demonio.

- ¿Quieres usar la habilidad de Tsutako-chan para practicar? - preguntó Rengoku intrigado.

- Sí, estuve pensando y me di cuenta de que para vencer a Muzan necesito mucha más experiencia. ¡No es que tu entrenamiento no me haya ayudado, Rengoku-san! - Se apresuró a aclarar el chico de pelo burdeos.

Estaban dibujando con los niños, era extraño ver a Tomioka tirado en el suelo con su propia hoja y tinta escuchando atentamente a Tyojuro mientras explicaba meticulosamente su dibujo señalando todos los detalles. Haruki estaba con Ryu trabajando en la misma hoja, pintaron juntos un dragón con el pequeño de pelo negro haciendo las llamas y la forma de la bestia que escupía fuego mientras el niño de pelo rosa se encargaba pacientemente de hacer el resto de detalles como montones de monedas, las escamas de la criatura e incluso sus ojos, Tsutako estaba pintando un árbol con flores púrpuras que veía a menudo en la finca de las mariposas, las flores le parecían extremadamente hermosas pero Shinobu seguía diciéndole que no se acercara a ellas, Kyojuro estaba pintando con Senjuro un simple paisaje de montaña y Tanjiro estaba a su lado admirando el trabajo mientras hablaban.

- Supongo que quieres practicar con su segundo arte de sangre.

- Lo siento si es mucho pedir pero si realmente resulta ser similar al de Akaza, podríamos derrotar uno de los movimientos más fuertes de la luna superior tres de Kibutsuji.

- En eso tienes razón mi muchacho pero sería peligroso para mi hija, estoy en contra de la idea.

- Oh... ¿Cambiarías de opinión si te dijera que sería con espadas de entrenamiento y Shinobu-san nos supervisaría, Rengoku-san? - Preguntó tímida y esperanzadamente.

El pilar de llamas buscó a Tsutako y la encontró tranquila pintando los pétalos de las flores de glicina.

"Sé que es muy fuerte, incluso con esa apariencia tan mona y frágil, puede transformarse en demonio, sabe usar el aliento de agua y tiene una técnica parecida a la de Akaza. Pero no quiero que se involucre como tal en este mundo donde hay que luchar para sobrevivir o morir... hace poco cumplió tres años, no importa si aparenta otra cosa, esa es su edad". 

Tanjiro no iba a insistir si volvía a decirle que no, para su fortuna Rengoku pareció recapacitar y le pidió a Tomioka su decisión al respecto.

- Creo que sería algo bueno. Tanjiro tiene un buen argumento, en algún momento tendremos que enfrentarnos a las lunas superiores para llegar a Muzan y frente a nosotros tenemos una pequeña muestra del poder de Akaza... incluso podríamos por fin descifrar cómo funciona ya que ni la propia Tsutako nos lo puede explicar.

La niña les prestó atención pero enseguida se distrajo aplaudiendo orgullosa cuando sus hermanos le mostraron emocionados el dibujo que casi habían terminado. Tomioka noto las mejillas infladas de su mini Kyojuro porque le habían robado la atención y las apretó con cuidado para quitarle el aire lo que hizo que sonriera de nuevo acercándose completamente a él para recibir cariño.

- Después de todo Akaza sigue siendo uno de los subordinados más letales de Muzan y tú lo sabes mejor que nadie, Kyo. - Continuó, delineando varias veces la ceja de Tyojuro con el dedo índice. - Si podemos evitar que muera más gente a sus manos, deberíamos intentarlo.

Rengoku frunció las cejas, preocupado, pero acabó rindiéndose al darle permiso a Tanjiro.

"Lo bueno es que desde el primer entrenamiento mi hermano dejó de preocuparse, Shinobu-san está muy atenta y Tsutako-chan ha mejorado tanto en velocidad como en reflejos". Se dijo Senjuro masticando su comida.

- ¡Puedesh hacerlo, Tshutako-chwan! - exclamó Mia entusiasmada con las mejillas llenas de mochi.

- ¡Mhhhhh! Tshutako-shan, Twanjiro, ¡Den shu mwaximo! - gritó Kanroji en la misma situación.

Senjuro sonrió algo apenado por los modales de las chicas mientras seguía comiendo en silencio. Tanjiro entrenaba con todo su esfuerzo teniendo mucho cuidado de no lastimar a la chica, el único que portaba una espada de madera era él, ella peleaba con los puños justos y aun así desde el primer día había sido muy difícil para Kamado.

"Tsutako-chan es solo medio demonio y aun así es muy fuerte" Dijo esquivando un puñetazo de la chica.

"La resistencia de los humanos no puede durar para siempre; nuestro objetivo final es derrotar a Muzan, No podemos tomarnos nuestro tiempo con las lunas superiores. Piensa Tanjiro, piensa, ¿cómo es capaz Akaza de predecir cada ataque?". Prestó más atención a cada golpe que ella lanzaba y se dio cuenta de que si sus ataques pretendían herirle podían resultar letales por la precisión.

"Cuando pasó lo del tren los ataques de Akaza eran precisos como imanes y reaccionaba a cualquier ataque aunque fuera por la espalda o desde sus puntos ciegos .... Me pregunto..."

Hizo una finta para distraerla y en cuanto giró su cuerpo dándole la espalda a su ataque, acercó la espada de madera a su cuello, la chica de cabello negro ni siquiera giró la cabeza para verlo, tomó la espada y la lanzó al frente con Tanjiro incluido.

"No me equivoqué, ella incluso tiene la misma capacidad de reacción inmediata. Eso es bueno, me permitirá prepararme para la batalla. Solo es cuestión de averiguar como lo hace, que pasa para que perciba cada movimiento " 

Sus pensamientos se interrumpieron recordando una tras otra las palabras que Akaza le había dicho a Rengoku esa noche y lo que Inosuke le había dicho en la finca mariposa .

"Tu espíritu de batalla está bastante pulido, te estás acercando al territorio supremo."

"Sólo pica un poco en la zona a la que apunta el enemigo." "No importa si es por detrás o no. Si alguien se limita a mirarme, me doy cuenta de que está mirando". "Puedo saber de inmediato si están mirando, especialmente cuando tienen esa mirada asesina sobre mí". "Si quieren matarme, la piel de mi cuerpo pincha y escuece por todas partes".

Tanjiro se detuvo un momento y respiró cansado. "Akaza utilizó las palabras espíritu de batalla durante su combate con Rengoku-san. ¿Qué es el espíritu de batalla? ¿Akaza siente algo con este espíritu de batalla del mismo modo que yo puedo sentir algunas cosas con el olfato?". 

Otro recuerdo de Inosuke cruzó su mente.

"Pero si el tipo hace lo contrario y no tiene ninguna intención de matarme, se hace muy difícil notar al tipo". "¡Esa maldita anciana! ¡Esa vieja de la casa de las glicinas me daba mucho miedo!"

"Pero como le dije a Inosuke, creo que es imposible matar a un demonio sin mostrar ninguna intención asesina". Fue una conversación muy infantil, pero siento que hay algún tipo de clave en ella".

Sus ojos estaban fijos en Tsutako, para su actual nivel de experiencia como cazador era muy difícil enfrentarse a ella. El chico Kamado recordó que había sido herida en el brazo por una espada nichirin, si su defensa era perfecta, ¿cómo había sido posible? Sabía que era una versión mucho más débil y tosca de la habilidad de la luna superior por lo que obviamente tenía deficiencias pero debía haber una pista de por qué ella no era capaz de sentir el arma que se dirigía hacia ella hasta que su cuerpo reaccionó por una u otra razón.

Haruki observó con atención a Tanjiro y Tsutako, se acurrucó un poco más en el cálido hueco de las piernas de Kanroji, dejando escapar un pequeño bostezo mientras la pilar del amor le acariciaba la mano izquierda. Empezaba a hacer frío, el invierno se acercaba y pronto nevaría. Volvió a centrar su atención en los dos que estaban peleando.

"¿Debería decirle a Tanjiro que está forzando demasiado los músculos de su pierna derecha? Tampoco está aprovechando bien el oxígeno que respira". Se dijo a sí mismo mientras sus ojos revelaban más de los pequeños errores de Tanjiro. No es que pudiera ver a través de él, pero su perfecta vista se daba cuenta de mucho más de lo que cualquiera podría imaginar.

- Muy bien, pero ya es suficiente, deben descansar. - Anunció Shinobu deteniendo el entrenamiento.

Tsutako asintió felizmente mientras se dirigía a su habitación para transformarse de nuevo y cambiarse de ropa.

- Muchas gracias Shinobu-san. - Kamado jadeó con una expresión divertida en su rostro cuando inhaló más aire del que debía después de aquel entrenamiento.

- Encantada de ayudarte Tanjiro - Respondió con una sonrisa antes de ver a Haruki - Vamos, hoy vamos a ver algo nuevo.

- Si Shinobu nee-san. - Dijo dejando su agradable lugar junto al pilar del amor.

Mitsuri se conmovió por el tono adorable en que lo dijo, Kocho lo llevó al interior de la casa para que siguieran aprendiendo sobre el funcionamiento del cuerpo humano con fines curativos.

- Crecen tan rápido. ¿Por qué incluso Ryu y Tyojuro parecen más grandes cada día? - Mitsuri se frustró.

- Bueno, tienen poco más de un año Kanroji-san, dejaron de ser bebés hace mucho tiempo. - Comentó Mia divertida ante las quejas.

- Lo sé, lo sé, ¡pero es demasiado pronto! Tsutako-chan y Haruki-kun crecieron el triple de rápido, y sus hermanos el doble. Está bien que podamos hacer muchas cosas juntos, pero echo de menos llevarlos en brazos y acunarlos para dormir... ahora Ryu-kun se queja de que lo aprieto demasiado. - Mencionó con tristeza y cierta preocupación porque sabía que tenía razón.

- Sí, yo también extraño un poco esos días. - Comentó Senjuro al escuchar la risa de su hermano mientras cargaba a ambos niños, dando por terminada aquella sesión de entrenamiento.

- La nieve de diciembre no tardará en llegar. - Mitsuri cambió de tema, dirigiendo su mirada al cielo y a las nubes cada día más densas.

- Es una de mis épocas favoritas, la nieve es preciosa y puedes tomar todas las bebidas calientes que quieras. - añadió Mia con alegría.

- También es la estación favorita de Haruki, dice que es porque la nieve está hecha por cientos de campanillas que caen del cielo. - Senjuro sonrió.

- Ah, ¿lo dice por ese colgante que lleva siempre al cuello?

- Eso creo, en momentos como este es cuando recuerdo que tiene una vista impresionante, debe ser el único entre nosotros que puede ver la forma de los copos de nieve aunque sea un poco. - Declaró Senjuro mientras fijaba su atención en los cascabeles que asomaban entre las ropas de los pequeños, que también llevaban siempre Tyojuro y Ryu.

Por el rabillo del ojo captó un pájaro que estaba posado a su lado, lo miró impresionado de que no le tuviera miedo y estuviera tan cerca.

"Qué raro, nunca había visto un cuervo con el plumaje azulado, ¿será salvaje?" alargó la mano para acariciarlo y el cuervo se dejó tocar de forma amistosa, luego alzó el vuelo, sobrevoló varias veces y poco después desapareció.


El cuervo azulado se posó en el alféizar de una ventana del segundo piso de una casa. Graznó anunciando su llegada y una muchacha de pelo verde salió a su encuentro.

- Ah, mi pequeña criatura es bueno que hayas llegado bien. - Dijo tomándolo con dulzura. - Bueno, ¿qué noticias me traes?

Sus ojos magenta hicieron contacto con los negros del ave y ella entró en su subconsciente viendo todo lo que el cuervo había hecho y presenciado en su día. El animal no tenía ni idea de que había alguien husmeando en su emplumado cerebro.

- Esto es muy interesante. La chica parece tener habilidad en el combate cuerpo a cuerpo como Akaza-sama, no es sólo una cara bonita. Muchas gracias mi dulzura, solo necesitamos afinar algunos detalles y podremos comenzar con esta operación. - Dijo con una engañosa suavidad recompensando al cuervo con comida y caricias.

Si el pájaro fuera como los cuervos de los cazadores de demonios, habría notado las afiladas uñas que rozaban su plumaje y el extraño olor que desprendía, sin embargo aquella demonio lo había criado desde que era un huevo y lo había utilizado como espía gracias a su arte de demonio de sangre. Los días pasaban rápido y las piezas se movían con cautela.

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