Capitulo 6
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia, sin fines de lucro.
El mañana era simplemente perfecta, no hacía mucho calor y tampoco frío, así que el día de campo prometía ser encantador.
Las mesas fueron colocadas, cerca del lago y Konohamaru se encargó de prender el asador para preparar las diferentes variedades de carnes que comerían a lo largo del día.
Hiashi, Hinata, Kakashi y Tenten, jugaban cartas en una de las mesas. El Hyuga mayor se quedó sin palabras al ver la destreza de Hatake, ya que había ganado prácticamente todas las jugadas.
Ino y Neji, caminaban muy acaramelados por la orilla del lago. Kurenai, Tsunade y Jiraya conversaban sobre las flores de la capilla y Sakura mantenía una discusión telefónica, la cual la estaba afectando visiblemente. Hinata la miró desde lejos y después Tenten negó con la cabeza.
—Es por Nagato—repuso la castaña y la ojiluna comprendió, sin embargo, no le agrado ver a su amiga en ese estado.
—¿Alguien ha visto a la futura señora Sarutobi? Me mataría si no le sirvo primero a ella —preguntó Konohamaru cuando se acercó a donde estaban jugando cartas y Tenten intentaba robarle lo que sostenía en el plató.
—¡Por favor...! ¿Alguna vez has tenido una verdadera y genuina pelea con Hanabi?—Tenten comenzó a reír ante la pregunta de Hinata, ya que en realidad, tampoco ella los había visto pelear.
—Si, claro—respondió con seriedad.
—No me digas—la ojiperla sonrió incrédula.
—Al parecer, hacer las pases con sexo es lo mejor, al menos a nosotros nos funciona de maravilla... ¿No era eso lo que querían averiguar?—Kakashi se aguantó la risa, mientras que Hiashi comenzó a ahogarse con el agua que bebía y las dos chicas se pusieron de pie frente a Konohamaru.
—Así es y ahora te quitaremos esa hamburguesa para que aprendas a ser más discreto—amenazó Tenten y la morena asintió, mirando que su padre estuviera bien.
—No, no, déjenme en paz, me meterán en problemas—el chico fingió tener miedo y corrió de ellas que lo alcanzaron en medio del pasto donde se hallaban muchas flores silvestres. En segundos los tres cayeron soltando la hamburguesa hasta el lago y las risas, no se hicieron esperar, al igual que cuando eran niños e iban a ese mismo sitio.
Kakashi sonreía viendo a Hinata tan alegre. Ella lucía mucho mas linda cuando reía, ademas su risa era algo muy agradable de escuchar.
—Vaya que ha cambiado usted a mi hija mayor... No la había visto tan contenta desde que era niña—repuso Hiashi, una vez recuperado de la impresión que había sufrido al escuchar a su futuro yerno—Parece tener el toque... ¿porque no va y convence a la novia de venir aquí?—Kakashi frunció el ceño sin entender de que hablaba, sin embargo, el Hyuga se veía serio—Por favor, vaya y haga que se una a la reunión—Hiashi apuntó hacia una casa en forma de cabaña, donde se guardaban los botes, las motos de agua y todo lo que usaban en el lago. Hatake asintió y echó una última mirada a Hinata para comprobar que seguía bien, antes de caminar el trayecto.
...
Cuando los tres chicos que cayeron en el pasto se levantaron, Tenten obligó a Konohamaru a prepararle una hamburguesa doble por haber desperdiciado la primera, mientras que la ojiluna, se sacudió el vestido y se dirigió hacia los grandes árboles, un poco alejados de todos.
—¿Porque no te desahogas conmigo Sakura?—la Haruno había estado llorando, luego de terminar la llamada y se había alejado para que nadie la mirara, no obstante, Hinata logró verla—¿Acaso no fue eso lo que hice yo con ustedes cuando las necesité?—la chica se echó a llorar fuerte y ambas se abrazaron.
—Nunca pensé que iba a encontrarme en medio de un triángulo amoroso y no quiero estar dentro—Sakura le contó, lo que ya Tenten le había dicho.
—¿Y él que dice de todo esto? ¿Té dijo que la ama a ella?
—No, Nagato me jura que a quien quiere es ami, pero ¿como puedo creerle cuando su amor por ella fue tan grande? ¿Cómo puedo creer que me ama a mí, si a ella la ha amado desde niño?—Hinata suspiro mirando hacia lo lejos y diviso a Naruto. La carga que llevó por años pareció haber desaparecido y lo único que vino a su mente, fue el rostro de Genma. En ese momento, supo exactamente que responderle a su amiga.
—Tu me conoces desde niña y como prácticamente todos en Konoha, supieron de quien me enamoré—la pelirosa sonrió con amargura, dado que Hinata, también la había pasado mal—Pero ¿acaso estar enamorada de él desde que era pequeña, me encasilla a no poder olvidarlo y enamorarme de alguien más? Mírame Sakura... yo logré dejar atrás ese amor, para dar paso a algo mucho más fuerte. No se exactamente cuáles sean las intenciones de Konan en todo esto, pero por lo que me cuentas de Nagato, parece haberla olvidado y ahora eres tu a quien quiere—Sakura comprendió lo que su amiga le dio a entender y al igual que la Hyuga, también ella sintió que una gran carga se caía de sus hombros.
—Gracias Hinata, ahora comprendo lo que Nagato ha estado tratando de explicar—Sakura se limpió las lágrimas—estaba segada pensando que sólo se quería engañar conmigo y que nunca podría olvidar a su amor de juventud, pero viéndote tan segura y tan enamorada de tu novio, se que si hay probabilidad de continuar lo nuestro.
—Llámalo y dile que se una a nosotros, después de todo, él vendrá a la boda, que más da, que lo haga un día antes—Sakura sonrió por la sugerencia y comenzó a enviar un mensaje de texto, el cual fue respondido casi de inmediato.
Ambas caminaron hacia donde estaban los otros y los ojos azules de Naruto miraron a Hinata—Creó que alguien quiere tu tiempo—Naruto se acercó y Sakura cruzó los brazos, mientras que la ojiperla se quedó mirándolo.
—¿Hinata podemos hablar?—la pelirosa, palmeó a la ojiperla y la miró en busca de aprobación para poder irse, la morena asintió y se quedó a solas con el rubio.
—¿Pasa algo Naruto?—el joven movía sus píes en señal de nerviosismo.
—Yo siento que tu y yo, no dejamos las cosas claras y nunca te di una explicación—Naruto continuó articulando frases que la morena ya no escuchó, pues Kakashi los veía desde lejos y parecía muy angustiado. Ella lo miró y se preocupó de que algo le hubiera sucedido—Hina, ni siquiera me estas escuchando—afirmó el rubio desanimado.
—Lo siento Naruto, dejemos esto para otra ocasión—sin esperar respuesta, dejo a su exnovio atrás y se dirigió hacia Kakashi—¿Todo bien?—el peli-plata la miró y de un rápido movimiento, tomó su mano para besarla, luego la encaró con una mirada que ella no pudo identificar y finalmente la abrazó con mucha ternura. Hinata estaba segura, que su actitud no se debía a los celos, era algo más, pero no podía saber de que se trataba.
—Independientemente de todo nuestro acuerdo, no olvides que siempre podrás contar conmigo, yo siempre voy a estar aquí para ti Hinata—ella sonrió y pronto se vio presa de los labios masculinos, en busca de los suyos. Hasta el momento, Genma no le había hecho un ofrecimiento como ese y realmente la dejó mucho más conmovida que antes. No obstante, el comportamiento preocupado de Hatake, la estaba confundiendo, ya que incluso al besarla, lo hacía de manera lenta y delicada, como si temiera romperla.
—Dime Genma ¿alguien te molestó? ¿Mi familia te hizo sentir mal de alguna manera? Por favor, no me ocultes nada, si ellos te hicieron algo, yo misma, me ocuparé—aseguró decidida.
—Claro que no... No te preocupes por nada, es sólo que tuve la necesidad de que lo supieras—no muy convencida se dejó besar, hasta que la voz de su madre los llamó para ir a comer.
Más tarde, Nagato se unió a ellos y sin inmutarse abrazo a la pelirosa. No podía evitar sonreír, al pensar que las discusiones habían llegado a su fin y que ella finalmente le creía que era la única mujer a la que amaba. Si bien es cierto que estuvo muy enamorado de Konan, no podía compararse con los sentimientos que tenía por Sakura y que con el día a día, se hacían más fuertes. No tenía idea que logró hacer cambiar de opinión a su chica, ya que, horas antes, mantuvieron una fuerte discusión y de pronto, le envía un mensaje, pidiéndole ir hacia ella, pero fuera, lo que fuera, lo agradecería siempre.
—Volvió a ser la misma de antes—soltó Tenten refiriéndose a Sakura, cuando se sentó con Ino y con Hinata. Los varones se habían ido a la orilla del lago para pescar y ellas los observaban desde lejos—y creó que ahora se premiarán con una apasionada reconciliación—la Haruno, levantó la mano para despedirse de ellas y regresó a donde se estaba quedando para estar a solas con su pareja.
—Lo siento por la cama—añadió Ino suspirando, por lo que estuvo a punto de hacer con Neji la noche anterior. Habían comenzado con un beso, luego entraron en la habitación sin soltarse y al mismo tiempo, retirando las prendas. Cuando ella quedó sin blusa y sin sostén, recobró la cordura y ya no quiso continuar. Neji se portó como un hombre civilizado y no se molestó ante la negativa, sólo le entregó la ropa para que se cubriera, después se despidió con un beso en la frente, dejando a la rubia arrepentida de haberse negado y temerosa de no volver a tener la oportunidad de poder estar con él en la intimidad. Ni hablar, si ese era el caso y esa noche, Neji, no se lo proponía, lo haría ella, pero no lo iba dejar escapar.
—¡Chicas!—las reprendió Hinata, apenada y recordando como entre Hatake y ella, hicieron crujir la cama. Kakashi volteó desde lo lejos y le sonrió, logrando que ella soltara un suspiro.
—Y cuéntame Hina ¿es tan perfecto como se ve? Me refiero a la cama—aún sonrojada, la morena asintió—¿En serio? No lo creo, debe tener un defecto... ¿La tiene chiquita?—cuestionó refiriéndose al pene. La Hyuga volvió a negar pero mucho más sonrojada que antes.
—Es el hombre perfecto en toda la extensión de la palabra—añadió Ino.
—Ya lo creo—Tenten abanicó el rostro de su amiga con un cartón que se encontró sobre la mesa—Me alegro mucho Hina y espero que la próxima vez que vengas a Konoha, lo hagas como su esposa—el inocente comentario, le causó una punzada de dolor a la ojiluna, pues temía que al regresar a sus hogares, nunca más volviera a verlo y ese pensamiento la entristeció mucho.
El día paso y todos comenzaron a regresar. La mayoría de los invitados, ya debían haber llegado, pues la boda era el día siguiente. Hanabi y Konohamaru, fueron los primeros en marcharse para revisar los últimos detalles.
Hinata y Kakashi se encargaron de informar que no asistirían a la cena, debido a que no tenían hambre y usarían su tiempo libre para "descansar"
Kakashi cerró la puerta y sin decir palabras innecesarias, comenzaron a besarse, como si sus vidas dependieran de hacerlo. Se fueron hasta el baño, donde se ducharían juntos para quitarse el sudor del día y poder disfrutarse mutuamente, sin ninguna interrupción. La ojiperla, apenas se reconocía, ya que casi todo el día, estuvo esperando por ese momento, quería entregarse a Genma y que la hiciera gritar de placer, como esa misma mañana.
Con la mano que no sostenía a Hinata, el varón abrió la regadera para que el agua comenzara a salir, a una buena temperatura y continuó desvistiéndose frente a la chica. Ella ya se encontraba totalmente desnuda y no podía apartar la mirada del corpulento cuerpo de Hatake.
—¡Estas jugando con fuego preciosa!—le advirtió Kakashi, apenas pudiendo contenerse para no tomarla con rudeza ahí mismo—Si continúas mirándome así, no podré responder por mis actos—por alguna razón que ni ella misma se pudo explicar, esa advertencia, la hizo temblar, pero no exactamente de miedo, sino de anhelo por querer que cumpliera con su advertencia.
Kakashi la levantó sin esfuerzo con un solo brazo y entraron juntos a la ducha. Se lavaron juntos y entre los juegos, el peli-plata no soporto más y la puso de espaldas a él. Levantando un poco las caderas femeninas, la tomó con fuerza, sumergiéndose dentro de ella, con una poderosa embestida, que los hizo jadear a los dos.
La posición era incómoda para ambos, debido a la diferencia de altura, sin embargo, también era muy placentera. Las manos del varón, se hallaban ocupadas, una de ellas sostenía la cadera de la chica y la otra disfrutaba de sus senos masajeandolos con brusquedad. Los gemidos de la joven, lo ponían mucho más desesperado y en respuesta, aumentó la fuerza de las embestidas.
No pasó mucho tiempo para que Hinata llegara a su límite y estalló de placer. Kakashi la siguió y después de unos minutos recuperándose, salió de ella para continuar la ducha.
Kakashi salió primero, se dirigió a su equipaje para buscar unos bóxers y se permitió observar el smoking que usaría al día siguiente. Soltó un largo suspiro al pensar en lo que iba suceder al final de esa boda. Tenía la intención de confesarle a Hinata su verdadera identidad, porque no iba dejarla ahora que la considera suya. No obstante, se sentía ansioso. Sólo esperaba que pudieran regresar a la cuidad, sin ningún percance, lo cierto es que quería hacer volar el tiempo, para ya estar juntos en su hogar y lejos de... lejos de Konoha.
Hinata salió del baño, ya peinada y usando un bonito camisón de seda, de los mismos que había estado usando todos los días que llevaban juntos. La prenda no era muy reveladora, pero para el varón, era simplemente un estorbo que debía remover de inmediato. Ella también miró el vestido que usaría el día siguiente y como diseñadora, que cuida cada detalle, se ocupó de que no tuviera ninguna arruga. Lo mismo estaba haciendo con el traje de Genma cuando los brazos masculinos le rodearon la cintura.
Los labios de peli-plata comenzaron a recorrer su cuello de una manera insinuante. Lentamente las manos masculinas comenzaron acariciando desde sus caderas por encima del camisón, para irlas metiendo por debajo. La fresca piel de la chica, se erizó, al contacto de las callosas y fuertes manos de Kakashi. Los primeros gemidos, salieron involuntariamente de los pequeños labios, cuando las atrevidas manos se adueñaron de sus pechos aún por debajo de la prenda.
—De nuevo estas jugando con fuego pequeña... y ya sabes que te vas a quemar—el varón quedó perplejo cuando comprobó, que ella no llevaba sostén, sonrió dado que él mismo le dijo antes de salir del baño que no usara absolutamente nada sobre su cuerpo, sin embargo, cuando la miró con el camisón, pensó que el pudor no la dejó, pero que obedeció, no usando ropa interior, palpó las caderas buscando encontrase con sólo piel, como lo había ordenado y se topó con unas sexys pero estorbosas bragas de encaje. Sin ceremonias, la despojó del camisón rompiendo desde abajo y desgarró las bragas. El jadeo de la Hyuga, fue de sorpresa cuando miró los pedazos de tela volar lejos de ella. Si bien es cierto que le había pedido no usar ropa, ella nunca pensó que pudiera romperla.
—¡Hatake!—intentó reprenderlo, pero en realidad no consiguió absolutamente nada, ya que Kakashi la dominó por completo con sus manos y su boca. La condujo a una cajonera de madera que era parte del amueblado y la ayudó a sentarse arriba.
Totalmente seducida y entregada a todo lo que él quisiera hacerle, lo sintió abriendo sus piernas para acceder mejor a su feminidad, la cual, no tardó en ser el centro de atención del peli-blanco. Kakashi había estado esperando el momento de volver a probarla y ahora que la tenía a su merced, no pensaba ser rápido. Comenzó rozando el clitoris con sólo la punta de su lengua y cuando la sintió temblando, se acomodó mejor, llevándose las piernas femeninas a sus hombros. Entonces fue cuando comenzó el verdadero juego.
—No te contengas, me enloquece escucharte gimiendo de placer—le dijo cuando la observó cubriendo su boca con ambas manos, en un claro intento por no ser escuchada por él. La chica lo dudó por unos segundos, sin embargo, la mirada de advertencia que él le dio, la dejó sin poder resistirse a seguir sus demandas.
Los sonidos húmedos que hacia la boca masculina, acompañados de los fuertes gemidos de la Hyuga, era la única melodía que se escuchaba en esa habitación. Las pequeñas manos de la ojiluna, comenzaron a sostener el cabello plateado, en un intento por acercarlo más a su centro. Sus caderas se movían involuntariamente y sintiendo las succiones de Hatake, finalmente se corrió.
El orgasmo fue muy intenso, dejando a la ojiperla sin fuerzas y respirando con dificultad. Se echó hacia atrás, buscando soporte en la pared, sin embargo, Kakashi no pensaba darle tregua, pues su pene estaba por estallar. Debía entrar en ella en ese instante y sin previo aviso, la sostuvo fuente de la cintura, introduciéndose por completo dentro de la estrella cavidad femenina. El interior de Hinata, aún se resistía a recibirlo, haciendo que Kakashi, se sintiera privilegiado.
—Hatake—lo llamó cuando lo sintió adentrarse causándole algo de dolor y al mismo tiempo placer.
—Lo siento, pero ya no podía contenerme—los labios de Kakashi, buscaron los femeninos, mientras la sostenía de las caderas, para hacer más profundas las embestidas. En esa posición la sentía completamente suya y a pesar de estar mostrándose a si mismo, ella parecía complacida.
Kakashi la levantó sin romper su unión y caminó con ella hasta la cama, donde la colocó en cuatro. Durante gran parte de la noche, estuvieron haciendo el amor en diferentes posiciones, hasta que llegó la madrugada y la morena se derrumbó en el pecho masculino, luego de llegar a la cúspide. Hatake había quedado fascinado cuando la convenció de montarlo y ella lo hizo. Los tentadores senos se movían de arriba abajo cuando no eran sostenidos por las manos o por su boca. Kakashi no la movió y los cubrió a ambos con una manta.
Estaba demasiado ansioso porque ya terminara esa dichosa boda. Si todo salía como pensaba, el día siguiente en esa misma cama, estarían durmiendo con todo aclarado. Le pediría su dirección y le daría la suya, también la pensaba presentar con su padre y con sus amigos. Definitivamente, quería intentar algo, algo que nunca antes intentó y lo quería hacer con ella. Sólo esperaba que todo continuara igual, por lo menos hasta que pudieran irse.
[...]
La mañana siguiente la finca era un completo caos, entre las estilistas que arreglaban a todas las mujeres, como los meseros y encargados de la recepción, anudado a los invitados que se instalaron en las habitaciones, todo era para enloquecer, según lo que pensaba Hiashi, que sólo veía personas entrando y saliendo del jardín trasero.
...
Ino abrió lentamente los ojos, al escuchar voces provenientes de afuera y no pudo evitar sonreír, ya que las dos orbes lunares, la veían de cerca. Tal como lo había pensado, Neji no hizo el intento de entrar con ella a su recámara, así que fue ella quien tomó la iniciativa. Sin querer dejarlo ir, lo sostuvo del cuello de la camisa y lo arrastró hasta adentro para poder cerrar la puerta. Una vez a solas, se lanzó a besarlo y una cosa llevo a la otra.
Neji no podía creer que Ino se hubiera entregado a él. Ella era virgen y aunque no fue rudo, le hubiera gustado hacer algo especial para el momento.
—¿Como te sientes?—le pregunto Neji luego de besarla.
—Me siento plena, como nunca antes—respondió sonrojada. Los dos se fueron al baño, donde volvieron hacer el amor y se apresuraron para salir y arreglarse antes que los llamarán.
[...]
Kurenai derramó las lágrimas cuando miró a su hija menor vestida de novia. Hanabi no le pidió a su hermana que le diseñara el vestido, debido a que le avisaron con poco tiempo, no obstante, Ino se encargó de los vestidos de las damas, las cuales eran, Moegi, Sakura, Tenten, Ino y Hinata. Todas quedaron complacidas con el resultado y dentro del gran salón donde las peinaron, ya los llevaban puestos.
—¿Como te fue anoche Sakura?—cuestionó Tenten con picardía, cuando noto una marca en su cuello, que ni el maquillaje pudo ocultar. La mencionada se apenó y sonrió.
—Bien, pero no se porque lo preguntas—las dos comenzaron a discutir y a bromear.
—Ahora que ellas no pueden escucharnos, debo confesarte algo—Hinata arqueo la ceja cuando escuchó a Ino. Su amiga se veía algo preocupada.
—¿Sucede algo?—francamente Hinata pensó que se trataba de algo relacionado con el negocio de ambas.
—Me entregué a Neji anoche... y bueno, también hoy en la mañana—la rubio estaba sonrojada y evitaba ver a la ojiperla.
—¿Hablas en serio?—Ino asintió—¿Te trató bien?—de nuevo, la Yamanaka volvió asentir con la cabeza—No sabes el gusto que me da, conozco a mi primo y se lo que viene de aquí en adelante—para ella quedaba claro que Neji no dejaría escapar a Ino. Él había estado con muchas chicas, pero no era nada serio, sólo sexo de una noche.
—¡Hina! Me siento muy feliz—las dos se abrazaron y la Hyuga no pudo evitar sentir un poco de envidia. Lo que venía para Ino y su primo, era comenzar una relación y si todo seguía igual, seguramente formalizarían, en cambio ella. Ella no tenía la certeza de nada, puesto que se había envuelto en algo sin nombre, con un hombre que se dedicaba a venderse por dinero y lo que era aún peor... se sentía enamorada de él, en apenas dos semanas de conocerlo, como no llegó a estarlo de Naruto, en todos esos años de conocerlo. Definitivamente, ella no sabía escoger a la persona correcta.
—Vamos ya es hora de irnos—Kurenai las llamó y todas salieron para irse con sus parejas. Tenten invitó a Deidara, Sakura iba con Nagato y Moegi, se fue con un amigo de Konohamaru.
...
—Tu vienes conmigo—Neji se llevó a Ino, sin importarle las miradas de su padre y de su tío, simplemente la sostuvo de la cintura y se la llevó a su auto. Hinata pensaba irse en la limusina con su hermana y sus padres, pero Kakashi la convenció de irse con él.
—Te vez preciosa—el peli-plata, la beso y de nuevo se sintió ansioso porque todo llegara a su fin—Esta noche, tu y yo tenemos que hablar sobre nosotros—aunque trató de disimularlo, la ojiperla se sintió muy triste. Estaba segura que hablarían sobre las cláusulas que rompieron y también sobre la confidencialidad del acuerdo. Era algo que ya sabía, sin embargo, el malestar se apoderó de todo su ser.
—Gracias—agradeció por decir que lucía preciosa—y claro, esta noche podemos hablar—se dejó besar cuando lo único que deseaba era llorar. No obstante, debía continuar igual, hasta que subieran al avión, para regresar a su simple y patética vida.
Llegaron a la iglesia y como lo habían planeado... Hinata tuvo que pararse frente a Naruto, mientras Kakashi los escudriñaba, especialmente al rubio.
Tsunade, Jiraya, Mikoto y Fugaku, estaban en las bancas delanteras, al igual que Hizashi, Kurenai, Kushina y Minato. Todas las damas, ya estaban en sus lugares y sólo se dedicaron a esperar.
Konohamaru se veía nervioso y la novia ya tenía cinco minutos de retraso. De pronto la música anunció su llegada y Hanabi camino hacia su futuro esposo, del brazo de Hiashi.
La mirada de Naruto se encontró con la de Hinata y ella no pudo identificar todo lo que mostraba, pero en realidad, se veía muy apesadumbrado. Quizás pensó que eran ellos, quienes debían estar ahí.
La ceremonia se llevó a cabo sin ningún percance y cuando ambos dieron el si, Los padre de Hanabi, suspiraron.
Los invitados se comenzaron a ir hacia la finca, donde se llevaría a cabo la fiesta y los familiares se tuvieron que quedar para las fotografías. Apenas terminó la ceremonia y Kakashi se fue hacia Hinata para retirarla de Naruto, a fin de cuentas, el compromiso ya había finalizado y ya no tenían que permanecer juntos.
...
La fiesta se llevó a cabo conforme a lo planeado. Kakashi había arrastrado a la ojiperla al baño, dentro de la casa y le hizo el amor. Según él, no se pudo contener mirándola tan bella con ese vestido.
Mas tarde, algunos invitados ya se habían marchado y sólo los más allegados se quedaron en las mesas que ocuparon los novios. Tsunade estaba totalmente embriagada y contaba chistes sobre Jiraya el cual también estaba pasado de tragos, aunque lo dicho, mas bien, eran verdades, logrando que incluso Hiashi y Fugaku, sonrieran.
Hinata estaba recargada en el pecho de Kakashi, al igual que las otras chicas, incluyendo a los novios, los cuáles no se fueron, ya que su luna de miel, seria hasta el lunes.
—Ya que eres parte de la familia, debes saber todo—soltó Kurenai mirando a Hatake.
—No mamá, no creo que necesite saber—argumento Hinata.
—Déjala Hina—Sakura y Nagato sonrieron al ver como la ojiperla se sonrojó, dado que ya se imaginaban que quería decir Kurenai.
—Yo culpó a Toneri el lunático... de que mis hijas no se lleven bien—Kakashi prestó atención.
—No, por favor eso es del pasado—Hinata negó con la cabeza.
—Es verdad Hina, ustedes dos no se soportan, lo único que tienen en común, es que secretamente en mis fantasías, las imagino en uno de los libros que escribo—Jiraya recibió un golpe, cortesía de Tsunade y reprimendas por Hiashi, mientras que los demás, soltaron las risas conociendo lo pervertido que era el "escritor"
—Esta bien—Hinata miró a Kakashi—Toneri fue mi primer novio. Hanabi y yo, estábamos en la escuela compartiendo nuestro almuerzo, como lo hacíamos siempre y él llegó.
—Toneri comenzó a ignorar a Hina, porque me quería a mi—Naruto frunció el ceño, cuando escuchó a Hanabi
—Como sea, el punto es que Toneri terminó cayendo por las escaleras—concluyó la morena.
—No se dañó mucho, no se porque Kaguya hizo tanto escándalo—añadió Kurenai.
—Por favor Kurenai, Toneri terminó con una pierna y el ante brazo roto—aclaró Kushina sonriendo y recordando como las hermanas Hyuga, estuvieron involucradas.
—¿Y fue entonces que se trastornó?—las miradas de todos se dirigieron hacia Kakashi, cuando hizo la pregunta.
—Pues era raro, pero no, él no estaba perturbado—Hinata sabía que tenía sus defectos, pero no tenía problemas mentales.
—¿Entonces porque el apodo?—todos se miraron entre sí y en realidad, no supieron que responder.
—No tengo la menor idea—soltó Kurenai y todos estallaron en risas, pues en realidad, no recordaban porque lo llamaban el lunático.
—Ahora regresó—Hinata se levantó y entró en el salón donde colocaban la comida y los vinos, el cual estaba seguido de las mesas.
Sasuke, Itachi y Shisui, ya se habían embriagado y conversaban con unas chicas incluyendo a Konan, alejados de la familia. Sakura, Nagato, Deidara, Neji Ino y Tenten, estaban en la misma mesa que Kakashi y los novios.
Naruto se levantó y se fue hacia donde se fue Hinata y Kakashi al verlo, se disculpo y también lo siguió.
—Hinata—la joven saltó del susto cuando buscaba una botella de licor y la llamó el rubio—¿Podemos hablar?
—Naruto... —él la interrumpió.
—Por favor Hina, yo debo decirte todo, nosotros no logramos aclarar nada.
—Tranquilo Naruto, ya no tienes que explicarme nada, eso quedó en el pasado y yo, bueno, yo vine aquí y traje a Genma porque quería darte celos, pero ya no me interesa hacerlo, estoy muy feliz con él y afortunadamente, logré superar lo de nosotros—Kakashi escuchó todo y no pudo evitar sonreír, así que optó por regresar a las mesas.
—¿Hablas en serio?—ella afirmó con la cabeza—Me quitas un gran peso de encima.
—Claro, ya no te preocupes, olvidémoos todo y regresemos antes que alguien nos busque—ella le sonrió y se dirigió a la puerta con las botellas en las manos.
—Dormí con tu hermana—la ojiperla se paralizó cuando lo escuchó y lentamente se giró a verlo.
—¿Que dijiste?—tenia que haber escuchado mal.
—Me acosté con Hanabi unos días antes de nuestra boda, por eso rompí el compromiso... Luego de tu partida continuamos haciéndolo, hasta que comprendimos que no estaba bien, pero cuando Konohamaru le pidió ser su esposa, yo me di cuenta que me enamoré de ella—la morena sintió que le clavaron un puñal en la espalda y que lo retorcieron causando el mayor daño posible—Por favor Hina di algo—ella se giró y salió encontrando a Tenten parada cerca de la puerta.
—¡Hina!—la castaña miró a Naruto y cerró los ojos—Te lo dijo ¿verdad?
—¿También tu lo sabías?—pregunto Hinata, para luego mirar hacia su hermana que se besaba con su flamante esposo. Todos notaron la condición de la Hyuga mayor y su insistente mirada sobre su hermana, hasta que Hanabi también volteó. La morena negó con la cabeza y comenzó alejarse de todos, pero Hanabi se puso de pie y la siguió.
—Por favor Hinata no digas nada—le rogó Hanabi en voz baja. Kakashi llegó y abrazo a la chica. Ella se aferró a él, sintiendo que todos la habían traicionado—Se suponía que guardarías silencio, no puedo creer que se lo hayas dicho—Kakashi sintió como el agarre de Hinata disminuyó y comenzó alejarlo de ella. El peli-plata fulminó a Hanabi con la mirada y la castaña entendió que no fue él quien se lo había dicho y se vio obligada a bajar desviar la vista.
Hinata derramó las lágrimas, miró a sus padres, lo cuales no entendían nada, como tampoco los de Naruto. Dejó caer las botellas y se fue corriendo entre las sombras de la noche. Kakashi no esperó y corrió tras ella, dejando un sin fin de dudas.
—¿Que le pasa a Hinata?—preguntó Konohamaru a su mejor amigo... a Naruto.
—No es nada—respondió el rubio dándole unas palmadas en la espalda.
—Pues no parece tratarse de nada—replicó, preocupado por su cuñada.
—Cosas de pareja, no te preocupes, tu enfócate en tu esposa.
—Si, quizás tengas razón—Konohamaru le sonrió a Naruto, mientras que Neji, Sakura y Tenten, lo querían asesinar.
Continuara.
Me disculpo por la demora y las posibles faltas de ortografía, luego las corregiré. En el siguiente capítulo, aclararé como se enteró Kakashi de la tracción hacia Hinata.
Para quienes siguen Dolorosas verdades, es la siguiente en actualizar, seguida de La esposa del héroe o No quiero ser ella, la primera que salga.💕😊
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