Capitulo 4

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Tienes mucho que contarme y tenemos todo el resto de la noche para que lo hagas—sugirió Ino, cuando terminaron los saludos en el aeropuerto. Las personas las veían con curiosidad y ellas se dedicaron a ignorarlos, pues cada una tenía mucho en que pensar.

—A ti, si te lo puedo contar sin temor a ser juzgada ni algo parecido, dado que eres además de Genma, la única que conoce mi situación—ambas se detuvieron en un restaurante con bar, para poder relajarse y hablar más tranquilas sin temor a ser interrumpidas—Nada ha salido como yo pensaba y creo que esta situación, se me esta saliendo de las manos—espetó la ojiluna, con un toque de tristeza. No se había quitado la sensación de lo sucedido con Genma la tarde que llegaron a las cabañas.

—¿Porque lo dices?—cuestionó Ino, guiñándole los ojos al chico del bar, el cual parecía hipnotizado por ella.

—Es solo que, a pesar de saber lo que tengo con Genma, parece que comienzo a sentirme atraída hacia él—la Yamanaka la miró sorprendida—lo se, estoy siendo una tonta, pero no se como fue que sucedió, o quizás fue desde el primer momento que lo conocí en el aeropuerto—la ojiperla estaba sonrojada y no podía dejar de sentirse como la persona más tonta del mundo. Le contó a su amiga lo sucedido en las cabañas y dejó salir las lágrimas que tanto estuvieron aglomeradas en sus ojos. Sin decir nada, Ino la abrazó, dándole el consuelo que necesitaba. Ya mas tranquilidad, le contó lo sucedido durante el desayuno y el rostro de la rubia se iluminó.

—¡Hina...! Eso es genial—las personas voltearon a mirarlas, cuando escucharon el grito de Ino, no obstante, a ella ni siquiera le importó y continuó con la conversación—¿Te das cuenta? Sin proponértelo, dejaste atrás a tu ex prometido—Hinata se sorprendió, pues ella no lo pensó de esa manera. Se había concentrado en los sentimientos que comenzaba a sentir, que olvidó por completo lo que en realidad era su objetivo. Al parecer, eso cada vez se iba quedando más y más atrás.

—Pero de ser así, estaría peor que antes... Genma no se fijará en mí, para él, no soy mas que un simple negocio, una de sus muchas clientes y cuando esto termine, regresaremos a nuestras vidas, él a una nueva y desesperada cita, mientras que yo, a mi precaria e inexistente vida amorosa—concluyó mirando sus manos que descansaban sobre la barra del bar.

—Puede que tu no lo veas, pero tu eres una mujer capaz de conquistar a cualquier hombre que se proponga y eso incluye, a uno que recibe dinero por ser acompañante de damas... Después de todo, de eso se trataba, de dejar atrás lo que no te dejaba ser feliz, ni darte la oportunidad con alguien más—Ino estaba muy interesada en conocer al hombre en cuestión, pues su amiga no habló de ningún varón que no fuera Naruto, durante el tiempo que llevaban de conocerse y ahora en una sola semana, Genma obtuvo su atención.

—Ya te conte cómo interrumpió el beso, apenas nos quedamos a solas ¿como podría interesarse en mí sin un acuerdo de por medio? El tampoco parece querer estar unido a mí, cuando no es necesario, incluso me dejó claro que para intimar, necesitamos hablar de sus honorarios—Hinata tenía un buen punto, no obstante, él podía cambiar... o quizás ella estaba siendo muy optimista al respecto y se estaba segando por un vividor, solo por ver feliz a la ojiperla.

—En fin, tienes razón, pero no dire nada más, hasta que no lo conozca y lo evalúe—las dos continuaron en el bar por un rato, hasta que decidieron irse. Necesitaban acomodar a Ino, antes que todos regresaran, para no hacerla sentir incómoda.

Pidieron dos botellas para llevar y se marcharon dejando al pobre chico del bar, babeando por Ino, la cual, no dejó de estarle coqueteando deliberadamente, sólo para entretenerse.

...

—Entonces ¿pasado mañana es la despedida de soltera de tu hermana?—cuestionó Ino, algo ebria. Las dos se dedicaron a contar lo sucedido durante la semana y con facilidad, la primer botella se terminó. Hinata ya estaba acostada en la cama, vistiendo pijamas, al igual que su compañera.

—Así es, y con sólo pensarlo, me dan ganas de vomitar—soltó la morena riendo de la nada. Ino también comenzó a reír y continuaron con la plática, hasta que se quedaron dormidas. La mañana siguiente, sería cuando todos llegarán y la morena les presentaría a Ino, aunque su madre y hermana, ya la conocían por las videollamadas.


[...]

Kakashi pasó el resto del día conviviendo con la familia y amigos de Hinata, sin embargo, no hubo un solo momento, en el que se sintiera cómodo. Las constantes insinuaciones de las féminas, lo tenían cansado y encima, no tener a Hinata cerca logró cabrear su humor. En la tarde, se escabulló sin que nadie lo viera y se encerró en la cabaña. Estuvo tentado a regresar al complejo Hyuga y después de pensarlo por un rato, decidió hacerlo.

Antes de marcharse, se despidió de los padres de Hinata y también de Neji. Condujo todo el trayecto sintiéndose mas relajado, pues sabía que pronto estaría con ella. Se olvido por completo de lo dicho por la Hyuga, en la mañana. Ella no dormiría en la casa junto a él, porque se pensaba quedar con su amiga.

Arribó a la casa y tal como lo dijo Hinata, la puerta no tenía llave. La estancia estaba en silencio y en completa oscuridad. Encendió las luces y se dirigió hacia la habitación que compartían, pero no la encontró, no había rastro de ella. Frustrado, se duchó y se dirigió hacia el refrigerador para tomar una cerveza. Salió afuera para fumar y en ese momento, las luces de un vehículo se hicieron presentes. Era el auto de Neji. Se colocó donde no lo miraran y observó a quienes se bajaban.

Pronto la figura de la ojiperla se hizo presente, seguida por una divertida rubia que no dejaba de reír por algo dicho. Entre las dos, trataron de bajar el equipaje de la rubia, pero dos de los empleados, llegaron ayudarlas ¿Porque parecía que la rubia apenas llegaba? ¿Hinata le habría mentido para marcharse dejándolo sólo? Ella dijo que su amiga estaba por llegar, debido a eso se fue de las cabañas luego del desayuno y ahora que las veía, estaba seguro que la rubia no tenía mucho tiempo de haber llegado, de lo contrario, no hubieran dejado el equipaje dentro del maletero por tantas horas.

Ellas no se percataron de su presencia y entraron en la casa perdiéndolas de vista. Terminó de fumar y se dirigió a tomar otra cerveza. Estuvo realizando llamadas y respondiendo correos electrónicos, hasta que llegó la hora de dormir. No tenía idea de lo que harían el día siguiente, pero debía estar preparado.

...

Sin pretenderlo, durmió de más y solo despertó cuándo escuchó los toques en la puerta. Tardó unos minutos en levantarse para poder abrir y cuando lo hizo, se encontró con uno de los empleados de los Hyugas.

—La señora Kurenai, le pide que los acompañe a comer, ellos lo esperan en media hora—luego de lo dicho, el hombre se marchó. Sabiendo que no podía negarse a la petición de esa amable dama, se dispuso a tomar ropa limpia, para darse un baño. En menos de quince minutos ya iba a donde lo invitaron, sin embargo, lo que lo había estado molestando era la expectación por ver a Hinata. No podía sacarse de la mente, que quizás ella lo estaba evitando.

—Pasa Genma, Hinata y su amiga, no deben tardar en bajar, aunque se me hace raro que aún no lo hagan—repuso Neji, cuando lo guió hacia la sala, donde ya se hallaban casi todos.

Hatake veía todo a su alrededor, puesto que en los días que llevaba con Hinata, no había entrada en la mansión donde vivían sus padres. Era una casa hermosa y sobre todo, era muy espaciosa ¿Entonces porque la ojiperla vivía apartada y completamente sola? Sería que estado separada de ellos, podía tener más privacidad con Naruto. Viviendo en la casa donde se quedaban, fácilmente el rubio podía dormir con ella y nadie se enteraría... Allí estaba de nuevo la molestia, con sólo pensar en ella siendo acariciada por ese cretino le causaba disgusto, aun sabiendo que no tenía ningún derecho, eso era algo que ya no podía evitar.

—Buenas tardes a todos y me disculpo por la demora... ahora quiero que todos conozcan y le den la bienvenida a Ino Yamanaka, mi socia y también una de mis mejores amigas—todos en el sala voltearon a mirar, cuando escucharon la voz de Hinata. Ellas se acostaron tan ebrias y tan tarde, que no se dieron cuanta, cuando todos llegaron de las cabañas. No fue hasta que Kurenai, les tocó la puerta, que despertaron y mirando la hora, literalmente corrieron al baño para comenzar a despejarse. La precavida madre, les dio a cada una, dos analgésicos con un vaso de agua, pues una de las empleadas le comentó que las dos chicas se quedaron bebiendo hasta altas horas de la madrugada.

—Encantada de conocerte Ino, yo soy la hermana menor de Hinata y este es mi futuro esposo, Konohamaru—la rubia sonrió y estrecho las manos con los dos.

—A mi madre ya la saludaste y este es mi padre.

—Hiashi Hyuga, para servirle... siéntase usted en su casa—Ino sonrió y le pidió tutearla.

—El es mi tío Hizashi—también se saludo con el tío de Hinata—Y este apuesto galán, es mi primo, del que tanto te he hablado, Neji Hyuga—las mejillas de Ino se sonrojaron cuando miró de frente al primo de su mejor amiga.

—Encantado de conocerla señorita, mi prima se la pasa hablando de usted y veo que no exagero—Neji estrecho la mano de Ino y también él, se quedó muy impresionado. Su prima siempre hablaba de ella y de sus muchas virtudes, no obstante, era mucho más bella de lo que pudo imaginar.

—Y a Genma ya lo conoces—la mención de Genma, sacó a Ino del encanto que le produjo el primo de Hinata. Enfocó directamente al acompañante de su amiga y sonrió.

—¡Hola Genma!—ambos se saludaron fingiendo que ya se conocían. Kakashi escudriñó a Ino, notando que ella hacía lo mismo, luego los dos dirigieron sus orbes hacia los dos Hyugas, él a Hinata y ella a dónde se hallaba Neji.

—¿Como estas princesa? No te veo desde ayer—sin previo aviso la tomó de la cintura y la acercó hasta dejarla pegada a su cuerpo. Sonrió complacido cuando la miró sonrojada. Se veía tan linda vistiendo una falda negra entubada bajo la rodilla, haciendo juego con una blusa lila de vestir y completando con unos altas zapatillas de fino tacón negro.

—¿Como...? ¿No se miraron anoche que regresó Genma?—cuestionó Hiashi con suspicacia.

—En realidad no... yo preferí darle espacio a Hinata—respondió el peli-plata, sin titubear.

—Lo siento cariño, lo que pasa es que Ino y yo teníamos mucho que arreglar—se disculpo evitando verlo directamente a los ojos. No sabía como preguntar porque había regresado, aunque fue ella misma quien lo sugirió.

—Pasémoos al comedor, la comida está lista—aviso Kurenai. Todos siguieron a la fémina y se acomodaron en las sillas. Hiashi ocupó su habitual sitio, seguido de su esposa a la derecha, luego estaban Hanabi, Konohamaru y frente a ellos las sillas fueron ocupadas por Hinata, Kakashi, Ino y Neji. Hizashi se sentó en el extremo contrario a su gemelo. La comida fue servida y las conversaciones comenzaron a darse entre todos.

—Y tu Ino ¿tienes novio?—cuestionó Hanabi.

—Hasta ahora no... la verdad, es un tanto complicado, ya que, el negocio requiere mucho de nuestro tiempo—antes que comenzaran las especulaciones, continuó—Hina, y Genma, logran acomodar sus horarios, pero yo no se si lograré hacerlo—respondió sin inmutarse, pues afortunadamente, ya había hablado con Hinata, sobre el tema de Genma y las preguntas que le harían, no obstante, su concentración, se veía afectada por la cercanía con Neji. Podía sentir su mirada sobre ella, también su agradable aroma. Ese hombre era increíblemente apuesto y ese aire arrogante y serio, no hacían mas que aumentar su atractivo.

—Estoy segura que muy pronto encontrarás a la persona adecuada, tal como la encontró mi Hina—añadió Kurenai.

—Quizás lo encuentres aquí en Konoha—repuso Konohamaru, sonriendo con sinceridad.

Las pláticas continuaron, Hanabi le contaba a Ino que al día siguiente serían las despedidas de solteros, tanto de Konohamaru, como la suya.

—¿Como pasaste el día de ayer?—le preguntó Kakashi a la ojiperla, para que sólo ella pudiera escuchar. Después de todo, nadie les estaba prestando atención.

—Bien... ¿y el tuyo?—se apresuró a cuestionar para no tener que responder nada más.

—¿Pasaste todo el día con tú amiga?—deliberadamente evitó responder, ya que eso no tenía importancia. Lo único que quería era estar a solas con ella, para poder enfrentarla y hacerla decirle, porque lo estaba alejando.

—No, bueno... en realidad, su vuelo se retrasó y ella llegó en la tarde.

—Ya veo—sus sospechas eran acertadas, ella lo había dejado atrás, como lo hizo con su familia.

—No olviden, que hoy tenemos nuestra primera clase de baile—informó Hanabi a su hermana y a Genma.

—¿Porque no vienen ustedes dos también?—les sugirió Konohamaru a Ino y a Neji.

—Eso es genial—soltó Hinata, pues si ellos también iban, no tenía que estar con Genma a solas.

—Por mi, esta bien—repuso Neji.

—Igual para mí—también Ino aceptó, con el rostro sonrojado, al saber que bailaría con el primo de Hinata.

...

Ya en el salon de baile, las dos parejas veían como la instructora, les daba indicaciones a los novios. Ino, se había mantenido al pendiente de la interacción entre Genma y Hinata. Dijera la ojiperla, lo que quisiera, entre ellos había una gran química, parecían tener hilos invisibles, que los tiraba, uno al lado del otro. Genma era un hombre extremadamente guapo y en el medio día que llevaba de conocerlo, comprobó como lo veían las chicas, sin embargo y a pesar de saber que nadie lo veía, su atención, no dejó de estar en la Hyuga mayor. De no ser por Neji, hubiera podido seguir evaluando a la pareja, pero también el castaño, era muy cotizado y cuando se unieron en una melodía lenta, su cuerpo obtuvo un agradable sensación electrizante. Neji también pareció sentirse igual y ambos bailaron en movimientos sincronizados.

—¡Vamos...! Tomen sus posiciones—les dijo la coreógrafa y Kakashi tomó a la ojiperla de la cintura. La música sonó y de nuevo, la única pareja con problemas, en los movimientos, eran los futuros esposos, ya que Hinata y Kakashi, se acoplaron a la perfección.

Comenzaron dando vueltas y poco a poco, Hinata fue cediendo de nuevo, a la seducción de Kakashi ¿Como podía permanecer inmune cuando el maldito hombre le mostraba esa seductora sonrisa? Estaba irremediablemente perdida y sabía que era muy tarde para dar marcha atrás. Él por su parte, soltó un suspiro de alivio cuando finalmente volvió a regalarle esa dulce e irresistible sonrisa, que logró desarmarlo. Esta vez, no volvería arruinar las cosas entre ambos.

Al terminar la canción, la abrazó alzándola del suelo, para unir sus frentes. Se miraron a los ojos, para después, culminar con un tierno beso en los labios y aunque, aún no sonaba la siguiente canción y la coreógrafa hablaba, ellos permanecieron justos, abrazados, sin prestar atención a nada mas.

La hora de marcharse llagó y la ojiperla se sorprendió, cuando Neji le informó que llevaría a Ino, a cenar en uno de los mejores restaurantes de Konoha. La Hyuga sonrió cuando observó a su amiga con las mejillas sonrojadas y todo se debía a su primo. Si era sincera consigo misma, debía decir, que nunca le pasó por la mente, una relación entre ellos, pero ahora que los veía, no pudo evitar pensar que eran muy compatibles, sin olvidar lo encantadores que se veían juntos.

—Supongo que llegaremos tardaré, así que nos veremos mañana—se despidió Ino, guiñando un ojo a Hinata, cuando se le acercó—Te daré espacio para que aproveches a ese caramelo de hombre, espero que sigas mi concejo—le dijo en el oido, donde sólo ella podía escuchar, después de todo, los novios estaban ocupados escogiendo pasos de baile y los varones, hablaban de algo aburrido, según la Yamanaka.

—¡Ino...!—la reprendió apenada, pero mucho más relajada y feliz.

[...]

Al día siguiente, después de mediodía, Kakashi veía embelesado a la ojiperla, mientras se maquillaba frente al espejo. Hanabi pidió su despedida con tema de la mitología griega y a eso se debía que la chica, se estuviera demorado. Agradeció internamente a Konohamaru por no prestarse para que también ellos tuvieran que hacerlo, pues no deseaba vestirse con una túnica blanca mostrando las piernas. Eso hubiera sido un espectáculo algo raro.

Salió de la habitación para darle privacidad, dado que ya parecía haber terminado con el maquillaje y se disponía a colocarse el disfraz. Se sentó en la sala y minutos después la miró salir. Debería ser delito lucir tan bella, pensó sin dejar de verla de arriba abajo. Definitivamente esa mujer era una diosa, tal como la describía el disfraz de diosa griega que vestía

—Me siento como un simple mortal a tu lado—la joven se sonrojó—¡Te ves preciosa!—la elogió y ella sólo agradeció avergonzada.

Ino se había marchado con Hanabi y con su madre, entonces ella y Genma se fueron solos hacia la zona de los clubs nocturnos, donde se celebrarían las reuniones de ambos novios, aunque optaron por escoger los locales más alejados el uno del otro.

—No te preocupes por mí, cuando termine, regresaré con todas las chicas en una limusina que contrato mi hermana para dejar a todas—el varón abrió la puerta del auto para que ella bajara. Aunque el antro fue alquilado para la despedida, no dejaba de haber personas en los otros, cercanos a ese, lo que ocasionó las miradas deslumbradas de algunos varones. Kakashi apretó los puños con molestia y no olvidó lanzar miradas mortales a quienes tenían la osadía de no girarse sabiendo que ella no estaba sola. La joven giró para tomar su bolso de mano y cuando regresó a su posición, el peli-plata, estaba frente a ella. Sorprendida, sonrió con torpeza e intento esquivarlo para irse.

—¿No piensa despedirse mi diosa?—la tomó de la cintura y de la impresión, la ojiperla dejó caer su bolso—Me sentiré bien servido con un beso—con orgullo la beso frente a los mirones y cuando se separaron la ojiperla quedó con las piernas flojas, a modo que Kakashi, se vio obligado a sostenerla.

—V-vales cada centavo de mis ahorros—el semblante de Hatake cambió drásticamente, pero aún así, no se alejó de ella—ahora si me voy—se fue al lado derecho atrayendo miradas.

—Es al otro lado—Kakashi la tomo de los hombros y le dio la vuelta, para que fuera a donde más chica vestidas casi como ella entraban. La miró irse y no la perdió hasta que no entró.

La primer persona que la ojiperla vislumbró entre todas las féminas, fue a Ino. Ella lucía despampanante, era como la personificación de la diosa de la belleza. Luego se acercaron Hanabi, Sakura y Tenten, que al igual que Ino, se veían muy bellas. Los atuendos de ellas eran un poco menos cubiertos, dejando expuesta más piel y ni hablar de algunas invitadas, que parecían usar babydoll. Veía todo el lugar, cuando escuchó la mordaz voz de Sakura.

—Las fiestas de disfraces, son para las reprimidas, que visten de prostitutas sin ser juzgadas—Hinata abrió la boca sin poder creer lo que escuchó, pero luego lo entendió.

—No te preocupes, lo dice por Konan—aclaró Tenten apuntando a la mencionada. La hermosa mujer vestía con un diminuto vestido que apenas cubría lo mas indispensable, sin embargo, ella no era la única, así que no comprendió porque su amiga podía decir algo dirigido hacia ella—¡Claro...! Tu no lo sabes, lo que pasa es que ellas mantienen una rivalidad, desde que Sakura, comenzó a salir con Nagato y Konan al saber que el hombre que siempre la amó, se interesaba en otra, se metió en medio de ambos y logró separarlos... aunque Nagato, continúa insistiendo con Sakura.

—¿Nagato Uzumaki? ¿El primo de Kushina?- Tenten asintió. La ojiperla lo conocía un poco. El hombre era mayor que ellas y siempre se veía interesado en Konan. Tanto se alejó de sus amigas durante esos dos años, que no sabía nada sobre el romance de Sakura con él—¿Y cuando pasó esto?—preguntó viendo cómo ambas féminas parecían querer asesinarse con la mirada.

—Fue dos meses atrás y aunque ella lo niegue, se que lo ama... pero no le digas que te lo conte, mejor deja que ella misma lo haga—la Hyuga asintió.

Kurenai se encargó de presentar a Ino, con todas y la rubia de inmediato se familiarizó con las amigas de Hinata.

—Únete a nosotros Hina—sonriendo se acercó a su hermana.

—¿Estas bien Sakura?—le preguntó al recargarse en la barra de bebidas, junto a ella.

—¡Claro...! Nunca estuve mejor—respondió sonriendo, como si nada hubiera pasado. La joven iba continuar hablando cuando escucharon los frenéticos gritos de las invitadas.

—Creó que te buscan—la morena volteó a donde apuntó Ino y de inmediato se sonrojó.

—Olvidaste esto—Kakashi le trajo el bolso que dejó caer y no se dio cuenta por estar embelesada con su beso.

Grasias Genma—los ojos de todas estaban puestos en ellos. El peli-plata se despidió y estaba por irse.

—Oye ¿porque no te quedas un rato?—sugirió Tenten, mirando a la ojiperla.

—Por mi, no hay problema—aseguró Hanabi. Kakashi ya no tuvo tiempo de negarse pues fue literalmente rodeado de todas las chicas.

—¿Pueden creer que Hina se come todo eso?—les dijo Ino a las tres—Es tuyo, rescátalo de todas esas resbalosas—entre Sakura y Tenten, la animaron para que hiciera lo que le sugirió Ino.

—¡Permiso!—movida quizás por los celos, se abrió paso entre todas y se colgó del cuello del varón—Debe ser excitante recibir tanta atención, solo por ser tú—le dijo al oído.

—¿Y quien dijo que estoy siendo yo?—respondió al momento en que sus amigas se acercaron a ellos.

—Es como el gallo en el gallinero—repuso Hanabi.

—Oh Hanabi... gracias por permitirme ser parte de este ritual para damas y antes de retirarme, brindo por tu futura unión y por las próximas que puedan llegar a concretarse—todas extendieron la copa y brindaron. Hinata lo acompañó hasta la salida, mientras sus amigas le gritaban. Ella sonrió y lo beso, haciendo que los vítores aumentaran.

—QUE RICO—gritó Ino—Y ES SÓLO TUYO—sonrojada hasta el límite, se despidió de Hatake para regresar con sus amigas—Ahora ¿quien va invitarme un trago—la ojiperla negó con la cabeza. Ino si lograba levantarle el ánimo.

Las horas pasaron y con ellas, la mayoría se habían embriagado, incluyendo a Hinata, que se hallaba sola sentada en el bar. Desde su lugar, veía a Tenten. La castaña colocaba el vaso y el encargado de las bebidas lo llenaba con coquetería, ella lo tiraba en otro vaso y lo colocaba de nuevo. Era evidente que ambos se gustaron. Cuando evalúo al joven, entrecerró los ojos y sonrió al reconocerlo.

—¿Dei?—el rubio volteó a verla—¿Dei Katsu?

—Lo que es desastre para algunos, es arte para mí—respondió el joven—¡Hinata...!—ambos se abrazaron. Ella conocía al muchacho, desde que comenzó el noveno grado de escuela. Deidara era amigo de Itachi y estaba en el último año... por casualidad, él tuvo que trabajar con ella en un proyecto. Al principio, no congeniaron, pero con los días se fueron llevando bien. El rubio era fanático de los fuegos artificiales que explotaban fuerte y cuando lo hacían, siempre gritaba, katsu y aseguraba que era arte.

—Dei, creí que estabas en Estados Unidos.

—Lo estuve los últimos tres años, trabajé en efectos especiales en muchas películas, logrando alcanzar mis metas, sin embargo, extrañaba mi país y regresé hace dos semanas... Ahora terminé de bartender, por perder una apuesta con Sasori.

—¿Sabías que Hina sólo te hablaba porque te parecías a Naruto?—Hanabi llegó muy pasada de tragos.

—Esta ebria... yo nunca te hubiera hecho eso, tu me conoces—aclaró abrazándolo de nuevo.

—De ser así, era comprensible, tu eras una de las chicas mas bellas y recatadas de la escuela, mientras que yo, era el chico problema.

—Si, ella siempre fue la más cotizada, con hermosos ojos, cuerpo, personalidad—Hanabi comenzó a llorar—Te amo Hina, puede que seamos, medias hermanas, pero yo siempre te he amado.

—Dei ¿le traerías a mi hermana un trago?—el rubio se alejó dándoles privacidad.

—No se si quiero hacer esto—la morena frunció el ceño—yo no merezco esto.

—¿De que hablas?—la mayor se asustó por ver a su hermana así.

—A bailar—Ino y Sakura subieron a una mesa y eso bastó para que Hanabi se llevara a la morena para unirse a ellas.

...

La limusina, paseaba por las avenidas de Konoha. La mayoría de féminas, ya se habían marchado y por pedido de Ino, el chofer se detuvo en un cajero automático.

—Vamos, Hinata, debemos sacar dinero—la ojiperla se fue con ella, sin tener alternativa de negarse, mientras que Sakura y Hanabi, cantaban a coro—Esta noche, debes darte una oportunidad de ser amada y lo que suceda después, no te debe importar—la morena no entendió el motivo por el cual su amiga usaba todas las tarjetas, pero tampoco estaba en condiciones de preguntar.

—Pero...—Hinata se sonrojó un tanto por sus pensamientos y otro tanto, por el alcohol.

—Lo deseas ¿no es cierto?—la ojiluna asintió—Entonces ¿porque no perder tu pureza con alguien como él?.

—Pero ya te dije, él no intimidara conmigo sin hablar de sus honorarios—Ino arqueo una ceja en forma sugestiva y se hizo a un lado para que también ella extrajera dinero del cajero.

—Creo que con esto debe bastar... ya después arreglaremos las cuentas, por ahora a disfrutar—luego de colocar los billetes en la cartera de Hinata, la Yamanaka se la llevó de nuevo a la limusina, dónde continuaron bebiendo. Hinata y Hanabi sacaron la mitad de sus cuerpos por el vidrio de arriba y se abrazaron cantando. Los transeúntes las veían y ellas les lanzaban besos, sin dejar de reír. Así continuaron, hasta que llegaron a su hogar.

Una fuerte lluvia había empezado a caer y Hinata camino despacio hacia la casa que ocupaba. No sentía frío, debido a lo tomada que estaba. Lanzó su bolso en el porche para evitar que se mojara y ella continuó bajo la lluvia.

[...]

Kakashi se fue a donde celebraron la despedida de Konohamaru. Saludo a todos y se dirigió al bar donde se servían las bebidas. Sus ojos se encontraron con Naruto, mientras se arremangaba la camisa gris hasta los codos, se dieron una falsa sonrisa y Hatake, lo paso de largo, sin prestarle mayor interés.

—¿Cual es su problema?—Konohamaru, volteó a mirar a que se refería Naruto.

—¿De que hablas?

—¡Míralo!—le hizo una seña con la cabeza para ver que se refería a Kakashi—Hay algo en él, que no me convence, actúa como si fuera el dueño del mundo... ¡no lo se!—soltó con disgusto.

—Pues además de ser más alto, musculoso y experimentado que tu, tiene locas a todas las mujeres con su forma de ser y sin olvidar, que ahora es él, quien se encarga de tu ex—Naruto fulminó con la mirada a su amigo.

—Se supone que eres mi amigo ¿de que lado estás?—Konohamaru comenzó a reír y de pronto las luces se opacaron, comenzando nueva música. Cuando las luces se aclararon, un grupo de chicas con diminutas prendas, bailaban sensualmente frente al joven que contraería matrimonio en los próximos días—Lo vez, yo si soy tu amigo... ¡Disfrútalas!

...

—No lo puedo creer, simplemente, no lo puedo creer—Kakashi sostenía al festejado frente a la puerta de su casa—¿Como se le ocurre a Naruto que voy a engañar a mi novia? ¿Que le pasa? Yo amo a Hanabi y no me importa si creen que soy aburrido por negarme a esas mujeres.

—No tienes porque sentirte mal, creo que cuando se ama a una persona, no hay nada extraño en serle fiel, porque ¿como acostarte con otra cuando es ella quien esta en tu corazón y tu alma?—el chico sonrió.

—Tu si me entiendes Genma y ahora entiendo porque Hinata se enamoro de ti, ustedes son muy parecidos—Hatake sonrió y ayudo al muchacho para que llegara seguro a su hogar. Después de dejarlo, se marchó a la casa donde se hospedaba.

La lluvia comenzó a caer y a medida que se acercaba al complejo Hyuga, se hacía más intensa. Bajo del auto corriendo para no mojarse y cuando finalmente llegó al porche, sus ojos fueron capturados, por la figura de Hinata bajo la lluvia. La joven parecía danzar, se daba vueltas sonriendo con los ojos cerrados, mientras el vestido se pegaba a su cuerpo como segunda piel. Como polilla atraída a la luz, así se fue hacia ella, la cual, no lo había notado, hasta que la tomó en sus brazos. Hinata había estado presente en su memoria durante todo el día. Jamas deseó tanto a una mujer, como la deseaba a ella, la quería en todos los sentidos y si no la probaba estaba seguro que pronto se quemaría.

—El agua está fría—le susurró al oído y la vio sonreír.

—Tengo calor—le respondió y sorprendiendo a Hatake, lo estiro del cuello para besarlo. No era un beso cualquiera, no, este era un beso lleno de deseo. Sin reparó alguno, la acarició por todos lados, sin dejar de besarla. Los primeros gemidos comenzaron a escucharse, haciéndole imposible apartarse de ella. La levantó en brazos al estilo nupcial y camino con ella hasta el porche donde también tomó su bolso. Entraron dejando agua por el piso, sin embargo, a ninguno de los dos parecía importarle.

En la puerta de la habitación, la bajo, pero no se separaron, mas que para deshacerse de las prendas. Kakashi sabía que pronto comenzaría a llamarlo por el nombre de su amigo, así que optó por algo para impedirlo.

—Quiero que me llames Hatake—musito en sus labios y ella lo miró con los ojos nublados por el deseo—es mi apellido—aclaro y continuó desabotonando su camisa.

—Hatake.... Quiero ser tuya—la respiración de Hinata era irregular. La boca de Genma había comenzado a degustar sus senos y la sensación, solo la hacía querer más. La ropa mojada de ambos, había quedado esparcida por el piso y ahora se hallaban uno frente al otro totalmente desnudos. Kakashi no podía retirar sus manos de ella y escucharla pidiendo ser suya, sólo aumento el hambre que parecía consumirlo. Debido a la diferencia de estatura, se tenia que agachar para degustar los erectos pezones y esta noche, pensaba darle una demostración completa, de lo que es un verdadero hombre, uno que sabe, como tratar a una mujer. Camino lentamente hacia la cama donde ella se fue acostando con el encima.

—Te deseó tanto Hinata—ella se abandonó por completo a él, a las caricias de sus fuertes manos y a los besos que le estaba dando esa atrevida boca en todo su cuerpo, sin embargo, cuando lo sintió en medio de sus piernas, trató de cerrarlas por instinto—Déjame probarte Hinata, tu sólo disfrútalo—ella asintió y cuando su lengua tocó los pliegues vaginales, se llevó las manos a la boca. En parte para no gritar, por el increíble calor, como también por la imagen tan sensual. El peli-plata sonrió con satisfacción, cuando la ojiperla, ya no pudo contener los gemidos—Eres deliciosa —definitivamente, no se equivocó, ella era una diosa y no pudo sentirse más satisfecho, cuando la hizo convulsionar de placer.

Kakashi subió hasta quedar frente a ella y le besó los labios, mientras que se acomodaba para entrar en su interior. No quiso ser impaciente, de lo contrario, no duraría y esa noche, quería disfrutar al máximo con ella. Con una estocada certera, se introdujo por completo dentro de Hinata, pero hubo dos cosas que lo hicieron contenerse y encararla. La primera, fue la resistencia que venció y la segunda, fue el grito lleno de dolor proveniente de la ojiperla.

—C-continúa—aun con las lágrimas corriendo por sus mejillas, ella no quiso que le hiciera preguntas, después de todo, fue su decisión entregarse a él, por primera vez y no quería arrepentirse.

Desconcertado, limpio sus lágrimas con los labios, evitando moverse. La sensación de estar inmóvil dentro de la cavidad femenina, lo tenia al límite y ya no se pudo contener. Comenzó moviéndose despacio en envestidas repetitivas. Ella mantenía los ojos cerrados y las manos se aferraban a las sábanas de la cama. Se despegó un poco, solo para prenderse a los pezones y fue entonces, que la joven comenzó a relajarse. Pronto las envestidas se hicieron más profundas y rápidas. Los gemidos de la chica, eran una mezcla de placer y dolor.

—Abre los ojos Hinata y abrázame—la ojiperla obedeció y se aferró a él, con todas sus fuerzas, en un intento de contener la sensación que se formaba en su vientre y pedía a gritos, ser liberada.

—Hatake no puedo más, yo... ahh—con las envestidas más profundas, ambos llegaron al climax. Las lágrimas de Hinata, ya no eran sólo de dolor, sino de la increíble experiencia que acababa de recibir. Kakashi cayó sobre ella, sin lastimarla. Minutos mas tarde, salió lentamente del interior femenino y se recostó con la espalda sobre el colchón, comprobando que ella ya se había quedado dormida. Sonrió y con cariño le beso la frente, retirando los mechones húmedos del hermoso rostro femenino.

La atrajo hacia él y colocó las sábanas para cubrir ambos cuerpos—Mañana tenemos mucho de que hablar Hinata—le dijo en el oído, al mismo tiempo que también comenzó a quedarse dormido.

Continuara.

Me disculpo por la demora y por los errores de ortografía, cuando los encuentre, los corregiré 😊💕

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