Capitulo 3

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.


Hinata fue la primera en ducharse, mientras Kakashi se dispuso a buscar la ropa de dormir. Estaba de muy mal humor, dado que toda la tarde y parte de la noche la paso con la chica en sus brazos y para ella sólo significó, pasar un día para terminar con todo.

¿A que estás jugando Kakashi? Se preguntó mentalmente cuando reflexionó en su mal humor. Ella no le pertenecía y de no ser por el golfo de Genma, no se hubieran conocido, así que no tenía derecho a molestarse por las acciones de la Hyuga.

Veinte minutos después, la miró salir vistiendo ropa entallada y simple ¿Porque tenía que verse tan suculenta? Esa mujer estaba afectando su buen juicio.

Sin decir nada, Kakashi se metió al baño y cuando terminó, ella ya dormía con la "barrera de almohadas" dividiendo el lugar de cada uno. No tuvieron tiempo de hablar para saber cual era el plan para el día siguiente, pero debía estar preparado para cualquier excentricidad que se le hubiera ocurrido a la Hyuga menor. Sin querer distraer el sueño, arrojó las almohadas al piso y se acomodó para dormir.

...

El sonido del celular despertó a la ojiperla de su sueño. Estaba cansada y no quiso responder, de hecho, ni siquiera abrió los ojos y se aferró más a sus almohadas, sin embargo, escuchó mensajes entrantes y finalmente decidió responder. Abrió los ojos y por poco se cae de la cama. Estaba totalmente abrazada a Genma, incluso una de sus piernas, se hallaba arriba del varón ¿Que pasó con las almohadas? Se preguntó apenada por haber invadido el espacio de su compañero.

Sin hacer movimientos bruscos, se levantó y tomó el celular para irse a la cocina. Lo que menos quería, era despertar a Genma y que la mirara aferrada a él.

Cuando reviso el teléfono, miró que fue Ino, quien la llamó y cerrando la puerta de la habitación, le regresó la llamada.

—¡Hina!—la nombró la rubia apenas respondió la llamada.

—Disculpa que no respondí, pero estaba muy arraigada a los brazos de Morfeo—o mas bien, los fornidos brazos de Genma, pensó sin llegar a confesarlo—¿Todo está bien por allá?—preguntó para distraerse y pensar en algo más, que no fuera, el guapísimo hombre, que yacía en su cama.

—Todo en orden, solo te llamo para saber cómo estás y también para avisarte que en dos días estaré contigo—la ojiperla se emocionó. Ella necesitaba a su mejor amiga, no es que Sakura y Tenten, no lo fueran, pero Ino era la única que no conoció la historia entre Naruto y ella, al menos no, de forma directa, ya que en el tiempo en que todo sucedió, aun no tenía contacto permanente con la rubia y ese hecho la ponía en una situación neutra.

—¿Pudiste acomodar todo?—cuestionó para estar más segura.

—Así es, adelante todo, con el fin de ganar dos días extras y lo logré... Sabía que me necesitabas—aunque su tono era juguetón, en realidad, sabía que Hinata la necesitaba en ese amargo trago—Ademas, aun no me dices ¿como te esta yendo con Genma?—la ojiperla se sonrojó recordando las fuertes manos de Genma recorriendo todo su cuerpo, sin olvidar esa experta boca, que aunque se negara admitir, lograba humedecerla. Definitivamente, Genma era un hombre capaz de volver loca a cualquier mujer, incluso a ella. Con un físico como ese, anudado a la imponente personalidad, no era raro, que tuviera a muchas chicas suspirando por él—Dime Hina ¿es atractivo?

—Si, definitivamente lo es y mucho—soltó sin pensarlo

—Wow... ahora tengo mucha curiosidad por conocerlo—la rubia nunca antes escuchó a su amiga decir algo parecido, ni siquiera cuando hablaba de Naruto. Hinata preparaba el desayuno, mientras continuó hablando con Ino. Se adentró tanto en la conversación, que no se dio cuenta, de la presencia masculina.

Kakashi se despertó antes que ella, sin embargo, se quedó quieto, para disfrutar del contacto con la chica. Evitó reír cuando sintió que despertó sorprendida por estar abrazándolo. Luego que se marchó, él se fue al baño para ducharse y en cuanto salió, escuchó la risa de la chica. Ella hablaba por teléfono, sonreía, al mismo tiempo que se movía con agilidad de un lugar a otro, dentro de la cocina. Sin ser consiente, se quedó parado mirándola. Le hubiera encantado saber ¿que o quién la hacía reír así?

Sonriendo con las ocurrencias de Ino, la ojiperla, logró relajarse y cuando se de dio la vuelta, casi grita por la presencia de Genma—Debo irme, nos veremos pronto... hasta luego—la llamada finalmente concluyó y se acercó a Kakashi, para darle una taza de café.

—¿Que se hará hoy?—preguntó sin darle los buenos días, ni agradecer por el café, que ya había empezado a tomar.

—Es un fin de semana en el campo, con juegos, algo así como competencias—la ojiperla odiaba todo eso, dado que ella no era buena, en los deportes y nunca lo había sido. Sin decir nada más, colocó el desayuno del peliplata, sobre la mesa y también ella tomó asiento.

Comieron en silencio, cada uno pensando en sus asuntos. Kakashi, la veía cuando ella, no lo notaba y de pronto el sonido de su celular, rompió el silencio que se había formado. Cuando miró el nombre que aparecía en la pantalla, frunció el ceño, pues se trataba de una videollamada.

—Mira quien se niega a comer—Kakashi cambio su expresión seria a una de felicidad, cuando respondió la llamada de Rin. Apenas deslizó la pantalla y lo primero que apareció fue Pakkun, su perro de raza pug, al cuál quería como parte de su familia. Cuando aceptó viajar, remplazando a Genma, tuvo que dejar a Pakkun, con Rin y Obito, para que ellos cuidarán de él, en su ausencia.

—¿Que pasa campeón? ¿Me echas de menos?—Hinata escuchó y se imaginó que le hablaba a un niño ¿Como un hombre con un hijo podía venderse? Bueno... ese no era su problema y no debía juzgar a Genma—Supongo que Obito, no te lleva a pasear como lo hago yo—el Uchiha bufo, fingiendo molestia desde atrás.

—Yo no soy niñera de mascotas—soltó Obito, mostrándose frente a la cámara. Hinata decidió darle privacidad y recogió los platos para retirarse hacía la cocina.

—¿Hinata está contigo?—cuestionó Rin—Me gustaría saludarla—Kakashi se puso de pie y se dirigió hacia la ojiperla, la cual soltó un grito de emoción, cuando apareció Rin, sosteniendo a un adorable pug—¡Hina!—la castaña sonrió y comenzó a cuestionarla, sobre el comportamiento de "Genma" mientras que la Hyuga, solo se imaginaba sosteniendo ese perro.

—¡Hola bonito!—Kakashi la escuchó llamando a Pakkun y no pudo evitar sonreír. Pakkun siempre se robaba el corazón de las chicas, sin embargo, no todas le agradaban.

—Kak-Genma lo tiene muy consentido y ahora que no esta, se niega a comer—Rin, se reprendió por casi, mencionar a Kakashi, por su nombre. Hinata se conmovió al saber que Genma era tan unido a su mascota.

Rin colocó un cuenco con las croquetas de Pakkun y el perro comenzó a comer, mientras escuchaba a Kakashi, animándolo para que lo hiciera. En menos de dos minutos, Pakkun terminó de comer y regresó a su cama.

—Ese perro es un malcriado, igual que su dueño... Ahora resulta, que debe hablar contigo para que pueda comer—Obito saludo a la Hyuga y se acercó a Rin, para despedirse.

—Si se niega a comer, te llamaremos mañana también—Kakashi asintió y terminó la llamada.

—Debo confesar... que nunca espere que tuvieras un perro y no solo eso, sino que también fueran tan unidos—Hatake la miró directamente a los ojos y se percató, de cuan, en serio hablaba. Ella realmente admiro al hombre que tenía enfrente—Pakkun es lo mas tierno que he visto y lo único que me provocó, fue apretarlo.

—Si lo deseas, te lo puedo presentar cuando hayamos regresado—ofreció, consiente que quizás, ya no se volverían a ver, una vez que regresaran a sus respectivas vidas.

—¿De verdad?—Hatake asintió y sin esperárselo, ella lo abrazó emocionada—Gracias, estaré esperando con ansias a que llegue ese momento—sin notar la pequeña sonrisa que se formó en el rostro masculino, se fue hacia la habitación para ducharse y estar lista.

Cerca del mediodía, la pareja salió de la pequeña casa para dirigirse a los terrenos de los Sarutobis. La idea era pasar la noche allí y regresar hasta el Lunes por la mañana. Lo mejor de todo, era que para ese día, Ino, ya estaría llegando a unirse a los fastidiosos festejos.

Los Sarutubis, tenían todo para realizar competencias en canchas de tenis, zona de carreras de obstáculos, natación en las grandes albercas, campó de tiro al blanco, entre otras cosas. El sitio, se alquilaba a grandes familias, o también a los grupos escolares, pues contaba con un conjunto de cabañas en medio del bosque.

Los dos vestían ropa deportiva, al igual que el cazado. Llevaron mochilas con sus pertenencias y ropa extra. Hinata soltó un suspiro cuando recordó, todas las veces que fue a ese lugar con sus amigos y con Naruto. Según ella, esos habían sido los mejores años de su juventud.

—¡Vaya...! Este lugar si, que está escondido a la vista de todos—Kakashi tomó el papeleo que le entregó el guardia de seguridad y el auto comenzó adentrándose por un camino rodeado de árboles. Él vivió en Konoha, muchos años atrás, pero nunca tuvo la oportunidad de ver lo que veía en ese trayecto. Apenas llegaron a unas puertas de metal, ingresaron el código que les fue dado en los folletos y las grandes puertas comenzaron a moverse para darles el paso.

—Cuando éramos niñas, venimos aquí a pasar la pascua. Mi madre y sus amigas, escondían los huevos con chocolates, en todo el pasto, luego nos entregaban las canastas para recolectarlos... Neji, Naruto, Kiba y Sasuke, eran los más rápidos en llenar sus canastas y yo era la última—el peliplata la miró por el rabillo del ojo. Había nostalgia en su relato—Sasuke y Neji, siempre terminaban ayudándome, incluso me regalaban los chocolates... creo que les causaba pena, verme superada por mi hermana menor.

—Neji, es realmente lo que se espera de un hermano mayor contigo, ayer casi me asesina con la mirada—añadió el varón, cuando noto que la joven se ponía mas y mas triste. Desde la distancia, ya miraba el lugar donde se dirigían. El estacionamiento se hallaba con más vehículos, de quienes ya habían llegado, posiblemente los dueños y los encargados del mantenimiento.

—Aunque yo nunca lo supe, mis amigas me contaron que Neji, golpeaba a todos los chicos que hablaban de mi, en forma inapropiada, incluso Naruto, fue literalmente amenazado cuando comenzamos nuestro noviazgo... Él solo quería evitar que sufriera y después de todo, no pudo evitarlo—la voz se le quebró y con rapidez retocó su rostro con un pequeño estuche de maquillaje, que llevaba en su bolso.

Kakashi la sorprendió, cuando tomó su mano y le dio un ligero apretón, en forma de apoyo—Eso quedó en el pasado, ahora eres una mujer triunfadora, que puede tener cualquier cosa que se proponga—ella se conmovió y bajo del auto sonriendo con sinceridad. Genma tenía el poder, de hacerla sentir una mejor persona, en todos los sentidos.

—Pensamos que habías olvidado el camino—le dijo Tsunade, quien se hallaba afuera de la cabaña principal, donde estaban los artículos para los juegos, como la gran cocina para todos y la oficina principal, con las llaves de todas las cabañas.

—Mas bien, ella me venía mostrando todo—se adelantó a responder Kakashi.

—En ese caso, esperamos que el lugar sea de tu agrado y cualquier cosa que necesiten, no dudes en hacérnoslo saber—esta vez fue Jiraya, quien habló y les entregó la llave de la cabaña en la que se quedarían durante el fin de semana.

En poco tiempo, todos comenzaron a llegar y a ocupar sus lugares. Para suerte de Hinata, la cabaña que les toco, era la más alejada de todas. Cuando era niña, odiaba que le pudiera tocar quedarse en ella, porque tenía miedo al inmenso bosque de atrás, pero ahora, ya no temía a las películas de Viernes 13 y prefería la soledad.

—Mira lo que traje especialmente para ti—los ojos de Hinata brillaron cuando, Kurenai le mostró todo para asar malvaviscos en las fogatas.

—¡Mamá...! Lo recordaste—la mayor le dio un beso en la frente y le guiñó un ojo, antes de irse al lugar que le tocó.

—Y nosotras trajimos esto—Sakura colocó sobre una de las mesas, una bolsa donde tenía, unos paquetes, que la Hyuga, sabía bien, de que se trataba.

—Chicas—Tenten sonrió y las tres se abrazaron. Ellas sabían que Hinata amaba los rollos de canela y desde el día anterior, llamaron a la panadería, para ordenarlos.

—Déjenme adivinar—se acercó Sasuke, sin mostrar emociones—todo el alcohol que me hicieron bajar, también fue para Hinata ¿o me equivoco?—el Uchiha, sabía que la Hyuga, no era buena bebiendo y quiso molestar a las dos chicas.

—Si te equivocas, y eso no es precisamente para Hina—aclaró Tenten—la bebidas, fueron pensando en Hanabi. El azabache puso los ojos en blanco y encendió un cigarrillo, luego extendió la mano con la caja, para que Kakashi tomara uno. Los dos varones se quedaron fumando, mientras las chicas se llevaron las bolsas al salón donde colocaban la comida. Naruto, Neji y Kiba, se unieron a ellos, cuando les entregaron sus llaves.

Hanabi, llegó junto a Moegi y Konohamaru. A partir de ese momento, comenzó el plan, para dar inicio a los juegos. Lo primero era tenis. Los nombres de los participantes, fueron escogidos al azar, debían ser parejas. Los primeros, fueron, Sakura, junto a Neji, contra Konohamaru y Tenten. Kakashi, Itachi y dos de las amigas de Hanabi, fueron los siguientes y por último, Sasuke, junto a Hinata, contra Naruto y Hanabi.

—Siento mucho que te tocara conmigo Sasuke, sabes que no soy buena en los deportes—se disculpo la ojiperla, con el azabache.

—Si lo eres, simplemente, te dejabas influenciar por lo que otros decían... te demostraré, que eres buena y juntos venceremos al dobe—la risa de Hinata resonó por las canchas. Tenía mucho tiempo de no escuchar a su amigo, llamando así a Naruto y no pudo evitar, recordar cuando eran niños—además, recuerda que tenemos espectadores, tu novio, no te quita los ojos de encima—la ojiluna volteo hacia donde estaba Genma y se sonrojó—¿Lo vez? Perder, no es una opción—el Uchiha le entregó la raqueta. Por alguna razón, la presencia de Genma le dio el ánimo que necesitaba y como lo dijo Sasuke... perder, no era opción.

El peliplata y su compañera, perdieron ante el otro Uchiha y la chica. Ninguna de las dos sabía como jugar, así que los varones terminaron haciendo lo mejor que pudieron. Cuando terminó, se sentó con Neji y fue entonces, que apareció Hinata, junto a su hermana. Ambas vestían ropa de tenistas al igual que las otras féminas, sin embargo, para él, la ojiperla lucía demasiado tentadora. Como polilla atraída a la luz de la lámpara, así su mirada, quedó conectada con esa chica.

—Empiecen—gritó Jiraya, para dar inicio.

—Hana y yo los venceremos Teme—Sasuke miró a Hinata, mientras rebotaba la pelota. No se molestó en responderle a Naruto y se dedicó a mostrar con hechos, quienes serían los ganadores.

Dos años atrás, Hinata no hubiera dudado en no hacer nada para dejarse vencer, por sus contrincantes, sin embargo, ahora no lo estaba haciendo. Sasuke y ella, lograron ganar, dejando muy enfadados a los contrarios. Los dos se abrazaron, luego ella salió corriendo hacia Genma.

—Lo logramos Genma—el peliplata sonrió y la recibió en sus brazos cuando ella se lanzó hacia él.

—Lo hiciste muy bien—le dijo, para luego plantarle un beso en los labios—Ahora vamos a nuestra cabaña para darnos un baño—sin esperar respuesta, camino con ella rodeándolo de la cintura con sus piernas. Kakashi había hecho todo deliberante, por la presencia de Naruto, sin embargo, no solo el rubio tenía sus orbes puestas en ellos.

Entraron en la estancia y no se separaron, aunque ya nadie los veía y podían dejar de "fingir"ellos continuaron. La ojiperla acariciaba el cuello del varón, al mismo tiempo que enredaba sus dedos en los mechones plateados. Kakashi, le acariciaba las perfectas piernas desnudas, ya que, la diminuta falda de las tenistas, carece de tela, lo cual fue perfecto para él. El beso se volvió más hambriento, por ambas partes. Parecían tener una gran química y apenas se tocaban, no podían soltarse.

—Ahh, Genma—esa sensual voz, nombrado al golfo de su amigo, logró desconcertarlo de manera que se apartó abruptamente de ella—Lo siento—murmuró sintiendose rechazada. Ya habían dejado atrás a todos, no tenían que continuar fingiendo. Seguramente para Genma se trataba de una gran labor y no estaba dispuesto hacerlo mas tiempo del necesario. Los ojos le picaron y si no se retiraba pronto, lloraría frente a él. Sin decir nada más, se fue hacia la habitación, que para su buena suerte, contaba con dos camas gemelas, de manera que no dormían en la misma. Tomo su mochila y se metió al baño. Ya adentro buscaría, que ponerse, ya que, por el momento, lo más importante era desaparecer. La cruel realidad, de nuevo le restregaba en la cara, cual era su posición.

El peliplata gruño frustrado, cuando la miró irse a toda prisa, luego de disculparse, seguramente por besarlo. Era obvio que interpretó su repentino alejamiento con algo más. Pudo ver las perlas brillantes, tratando de contener las lágrimas. De nuevo la chica lloraba y era por su culpa y no por el ex novio. La sensación de tenerla entre sus brazos de manera tan entregada, tan dispuesta a confiar en él, lo enloqueció. Su ereccion creció dolorosamente y lo único que quería era hacerla suya, sin embargo, como en pocas ocasiones a lo largo de su vida, su estado de excitación desapareció, apenas la imaginó con Genma.  Era su nombre el que debió dejar salir de sus labios y no el de su amigo.

Frustrado, decidió inspeccionar. La cabaña, no era grande apenas contaba con dos sofás, en la derecha y una pequeña cocina a la izquierda. No se podía cocinar, solo contaba con dos bancos junto a la barra cerca del lavabo. Contaba con un refrigerador y un horno de microondas. Hatake abrió el refrigerador y miró botellas de agua, jugos naturales y bebidas energéticas. No supo cuándo tiempo estuvo curioseando, hasta que ella salió de la habitación, ya bañada y vistiendo un conjunto deportivo de pantalón negro al igual que la chamarra... hermosa, pensó al verla.

—El baño está listo, yo me adelantaré para ver a mis amigas... nos vemos mas tarde—todo lo dicho, lo dijo sin mirarlo y antes que Kakashi pudiera decir algo, la Hyuga, ya se había marchado.

Minutos mas tarde el varón se fue hacia el gran salón donde se servía la cena. Buscó entre todas las personas presentes y encona Hinata, en medio de sus amigas y Naruto se hallaba frente a ella. Aunque quisiera, no podía sentarse con ella, pues todas las sillas, estaban ocupadas.

—Hey, Genma... siéntate con nosotros—lo llamó Neji a donde estaba con la familia de Hinata. Kurenai le sonrió y le dio espacio.

—¿La estás pasando bien? ¿Mi niña te trata bien?—cuestionó Kurenai, luego de indicarle a una de las personas encargadas de servir la cena, que le trajeran un plato para el novio de Hinata.

—Todo ha sido muy relajante... Hinata me prepara deliciosos desayunos, que pocas veces tuve la suerte de disfrutar, debido a nuestras innumerables ocupaciones. Estas, sin duda alguna, son las vacaciones que ya necesitaba—respondió, en el momento en que le entregaron la cena.

—Me alegro, pero lo que mas me llena de satisfacción, es ver que mi niña finalmente superó su pasado. Ella aunque se muestra fuerte, es muy frágil y a menudo, las personas terminan dañando sus sentimientos—Kurenai, deliberadamente apartó a Hatake de las otras personas, pues su intención era hablar a solas con él, sin llamar la atención de nadie.

—Ella acostumbra poner a otras personas por encima de sí misma—añadió Kakashi.

—Se ve que la conoces muy bien—la fémina sonrió—Cuando comencé a salir con  Hiashi, me confesó que era viudo y tenía una hija. Con los meses, nuestra relación se hizo más seria, sin embargo, él no me pidió matrimonio, hasta que me presentó con su hija... Eso fue todo—confesó Kurenai, con los ojos llenos de felicidad ante los recuerdos—apenas miré a Hinata, mi mundo dio un giro y desde ese momento, me sentí su madre. La felicidad, solo aumentó, cuando ella me aceptó y me llamó mamá—el peliplata escuchaba todo con una extraña sensación dentro del pecho—¡Escucha! Se que te parecerá exagerado, pero daría la mitad de mi vida, por que no la hicieran sufrir de nuevo.

—Se, a lo que se refiere—trato de sonar creíble, sin embargo, ese sentimiento incómodo que se apoderaba de su pecho, lo comenzaba a asfixiar. Nunca debió aceptar remplazar a Genma. Sin querer, se metió en algo, de lo que le sería muy difícil salir y si lograba hacerlo, no saldría ileso, de eso estaba completamente seguro.

La noche transcurrió y la ojiperla apenas si se permitió tener algún tipo de contacto con Genma, había quedado demasiado apenada, como para tener mas contacto que el necesario.

Itachi encendió la fogata y Konohamaru, le guiñó un ojo a Hinata, cuando llegó con una bandeja donde traía todo para a asar los malvaviscos. Nadie más que ellos dos se ocuparon de eso, ya que Hanabi, conversaba con Moegi, y el resto, comenzaban a destapar las bebidas, aunque algunos ya tenían adelantado el camino, como era el caso de Naruto, Kiba, Shisui y Hanabi, sin olvida a Tsunade, la cual comenzó apenas llegaron y se marchó muy ebria, con los otros adultos mayores.

Hinata y Konohamaru, fueron muy unidos desde niños. Naruto era un poco mayor que ellos y cuando fueron creciendo, Konohamaru se interesó en Hanabi y Naruto finalmente se enteró de la existencia de Hinata. El rubio fue literalmente el último en enterarse, que la ojiperla mayor guardaba sentimientos románticos por él.

—Los malos hábitos nunca se olvidan ¿verdad Hina?—el joven se refería al gusto que ambos compartían por la comida dulce.

—Si te digo que la última vez que comí esto fue contigo ¿me creerías?—el castaño frunció el ceño extrañado—Créeme, después que me marché, me dediqué a trabajar en mis diseños y no volví a realizar todas las cosas que hacíamos aquí ¿que sentido tenía? Si de todos modos, lo haría sola—Konohamaru le dio un abrazo y se sintió mal por ella, por la manera tan repentina en que Naruto decidió romper el compromiso, sin darle, ni una sola explicación. Ni siquiera a él, que era uno de sus mejores amigos, le reveló el verdadero motivo.

—No importa, ahora estamos juntos y los haré solo para nosotros—los dos sonrieron y abrieron los paquetes de chocolates.

Kakashi veía a Hinata desde lejos, no estuvo solo por mucho tiempo, pues las amigas de Hanabi, incluyendo a Anko, amiga de Kurenai, se acercaron a él, tratando de obtener su atención. Era muy difícil para un hombre con ese porte, pasar desapercibido por las miradas soñadoras y llenas de deseo, que mostraban las chicas hacia él. Pronto se sintió incómodo y cuando miró hacia los otros, pudo ver, que tanto Itachi, como Sasuke y Neji, estaban en la misma situación, sin embargo, los otros varones se desenvolvían mas fácil, ya que seguramente conocían a todas las féminas, sin olvidar que él, estaba en ese lugar por Hinata y no en plan de conquista.

Las horas pasaron y la ojiperla miró que todos continuaron divirtiéndose, incluyendo a Genma, que no estuvo a solas en ningún momento. Ella ya estaba cansada, así que sin decir nada, se marchó a su cabaña para dormir. Un día menos, se dijo a sí misma cuando logró acomodarse en su cama. Definitivamente, nada había salido como pensaba y las cosas terminaron peores de lo que pudo haber imaginado. Sin querer pensar más, se durmió.

El peliplata busco a la Hyuga por todos lados, cuando logró deshacerse de las chicas, pero no logró encontrarla. Miró en dirección a Naruto y tampoco estaba con él, fue entonces, que optó por buscar en la cabaña y ahí la encontró, ya durmiendo. De nuevo, la culpa e incomodidad, lo golpeo de lleno. Ella se aíslo del grupo y él, no estuvo a su lado, como le dictaba el acuerdo. No debía olvidar, el motivo de su estadía en ese lugar.

Al día siguiente, Hinata le informó a Kakashi, que pasaría el dia con su madre ayudando en la cocina, y que él, podía convivir con todos—No será necesario fingir, así que no pierdas tu tiempo conmigo en la cocina, mejor diviértete con el grupo—le informo, cuando salió del baño, ya vestida. El varón trató de argumentar, pero ella se marchó, sin siquiera voltear a verlo.

Ino le envió un mensaje a la ojiperla, informando, que logró conseguir un boleto para el Domingo y el vuelo llegaría a las ocho de la noche. Esa era la excusa perfecta para marcharse y no tener que quedarse con todos hasta el Lunes. Sin que nadie la mirara, se llevó una caja con rollos de canela, acompañados por una botella de agua y un buen libro, para leer. Se dirigió al lugar que solía ir cuando era pequeña y en el cual, lograba pasar desapercibida por todos. El sitio, era un claro en el bosque, cerca del rio. Era muy tranquilo y siempre permanecía allí, durante horas.

Kakashi fue bombardeando con cuestionamientos, sobre el paradero de la joven y a todos, les contó lo mismo que ella le dijo a él. Pasó el día y no logró verla en ningún momento, mientras lo incluyeron en los juegos. En la noche todos fueron a cenar en los comedores y fue cuando pudo verla, hablando con sus padres y con Tsunade. Sin perder el tiempo se acercó hasta ella y la rodeó de la cintura, al mismo tiempo que le daba un beso en la mejilla.

—Te extrañe hermosa—Kurenai y Tsunade, sonrieron al ver la tierna escena. No notaron la falsa sonrisa de la morena, ya que la atención de ambas estaba en el "enamorado"novio.

—Es tan romántico con ella—dijeron las dos.

—les decía a mis padres y a Tsunade, que no podré quedarme hasta el Lunes—Kakashi permaneció abrazado a ella en espera de lo que diría—Ino, mi socia y amiga, llega mañana y debo ir por ella, al aeropuerto.

—Ya le dijimos que alguien más, puede ir a traerla, pero se niega—soltó Tsunade—Quizás si tu la persuades te haga caso—se refirió al peliplata.

—Tienen razón Hinata, así no tienes que irte antes—la ojiperla, ya había notado, como Genma se desenvolvía entre todos sus amigos, sin necesidad de que ella estuviera cerca y de nuevo comprobó, que su presencia, no era necesaria.

—Tranquilo amor, ire sola, no me perdonaría alejarte para que pases el día, con dos mujeres, que lo único que harán, será hablar sobre diseños de moda y clientes... Ino y yo, nos pondremos al día con todo lo acontecido en mi ausencia, así que, será mejor que yo me marche sola—la ojiperla giró su cuerpo aún siendo sostenida por el varón, para darle un beso en la mejilla, tal y como lo hizo él—Ahora, si me disculpan, debo retirarme... buenas noches—Hatake se quedó pasmado al verla irse, sin prestarle atención. No la veía desde en la mañana y ahora esto.

Cuando finalmente reaccionó, se fue tras ella, pero Shisui e Itachi, lo llamaron para que jugaran cartas. Trató de negarse, pero no le fue posible, así que cuando pudo escabullirse, ella ya estaba durmiendo, al igual que la noche anterior. Sabía que el cambio de actitud de la joven hacía él, era su culpa por alejarse de ella de la manera que lo hizo el día anterior y ahora no podía explicarle.

Parecía que se alejaba mas y mas de él, incluso, sospechaba que ella ya no lo quería cerca y a eso se debía que lo estuviera evitando. El contrato estaba hecho, incluso, ya le había dado el pago, entonces, si ella ya no lo quería cerca, no había nada que pudiera hacer para seguir fingiendo frente a Naruto.

A la mañana siguiente, Hinata fue la primera en ducharse y aprovechó para guardar todas sus pertenencias. La sensación de querer llorar, no se había retirado de su interior, desde el momento en que Genma, la alejó abruptamente. No podía comprender como pudo haberse olvidado de lo dicho, el día que se conocieron. Si ella quería intimar, debían poner un precio. Ni siquiera la persona que contrato para acompañarla, era capaz de soportar su presencia... quizás, era el verdadero motivo por el cual Naruto la abandonó. Todos continuaron entretenidos, aún cuando ella ya no estaba. El único en buscarla en repetidas ocasiones fue Neji, ya que, la conocía muy bien, para saber, que algo no estaba bien, no obstante, se negó a confesar. Sin lugar a dudas, necesitaba a Ino, con urgencia, ella era la única, con la que podía llorar, sin ser juzgada.

Cuando salió sosteniendo todo, Genma la esperaba con el rostro lleno de dudas.

—Buenos días Genma, el baño ya está listo, nos veremos en el comedor—se disponía a salir, pero el peliplata, la sostuvo del brazo.

—¿Te sucede algo? Desde el día que llegamos, no has hecho, mas que evitarme, incluso ayer te desapareciste durante todo el día, no fue hasta la cena, que pude verte—sabía lo que le pasaba, sin embargo, quería que ella lo aclarara, en lugar de mostrarse indiferente y distante, como lo estaba haciendo, incluso, no pareció molestarla, al verlo rodeado de chicas.

—No te preocupes Genma, no te estoy evitando, es solo que no mire la necesidad de fingir durante el día, ya que se iba a tratar de varías competencias en las que no me gustaba participar—se alejó unos pasos de él, para poner distancia—Neji me ofreció su auto para ir al aeropuerto, así que tu puedes disponer del que nos ofreció mi padre y si deseas salir e ir a la ciudad, puedes hacerlo, la casa en la que nos hospedamos, no tiene llave, puedes llegar a la hora que gustes, lo mas seguro, es que yo me quede con Ino, en  la mansión, para ayudarla acomodarse—regalándole una sonrisa, se alejo en busca del coche de su primo, para colocar todas sus pertenencias. Kurenai, ya había dispuesto la  habitación en la mansión Hyuga, para que la ocupara Ino y quería asegurarse que todo estuviera en orden, antes de ir al aeropuerto. La rubia llegaba hasta la noche, pero no le dijo a nadie, para poder irse, usando ese pretexto.

Durante el desayuno, todos hablaban de lo que harían durante el día. Kakashi se sentó junto a Hinata y se comportó como los días anteriores, ella se lo permitió, dado que la mayoría de los presentes, los veía, incluyendo a Naruto.

—Es una pena que tengas que irte Hina, si yo fuera tú, lo pensaría, mira que tu galán, es muy cotizado... en un descuido, termina cambiando de novia—el peliplata, abrazo a la morena sintiendo como se incómodo, con el mordaz comentario de su hermana menor.

—Solo un tarado, cambiaria esta maravillosa mujer... Hinata es única y dudo, que alguna otra, este a su nivel—la ojiperla se sonrojó y no pudo evitar sentirse especial. Genma supo exactamente cómo callar a su hermana y estaba segura, que lo dicho, era dirigido a Naruto.

—Eres el hombre perfecto, para nuestra Hina—le dijo Sakura y Tenten, estuvo de acuerdo, ambas miraron a Naruto y no pudieron evitar reírse de la cara que puso.

—Cada vez, me caes mejor Genma—añadió Konohamaru, el cual le dio un ligero apretón a Hanabi, por lo que dijo, no obstante, la respuesta de Genma, dejó a todos sorprendidos.

...

—Gracias por lo que dijiste allá adentro—la ojiperla, agradeció a Genma, cuando este la acompañó hasta el auto donde se iría. Kakashi, sonrió y antes que pudiera irse, le plantó un beso en la boca. Momentos después, ella lo terminó y subió lo mas rápido que pudo, para marcharse. No podía olvidar el acuerdo, debía recordárselo hasta el día de la boda.

Continuara.

Me disculpo por la demora y por los errores de ortografía, que no veo en este momento, pero cuando los encuentre, los corregiré 😊💕

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