Capítulo 2
Bostezaba bastante cansado, por la noche le había tocado una difícil operación, talló sus ojos tratando de no dormir, sus ojos se cerraban lentamente, ¿por qué demonios había aceptado citas a tan temprana hora del día?, ahora recordaba, no podía dejar a esa pobre gente sola en esos momentos tan dolorosos de su vida; había escogido la carrera de oncología, cuando era joven su ero-jiji había sufrido un cáncer de piel, por meses lo vio sufrir dolorosamente, creían que podía morir, cuando superó la dichosa enfermedad, lo habían sentido como un milagro, tanto fue su miedo a perderlo, que cuando se graduó de medicina decidió dirigirse a oncología y ayudar a toda esa gente que sufría de esa maldita enfermedad, si estaba en sus posibilidades, él haría lo mejor que pudiera por salvarlos.
-No deberías dormir, puedes perder tu estación -Naruto abrió sus ojos de golpe, giró sus azules parpadeando con duda al ver al hombre azabache a su lado -eres el sujeto del otro día, te agradezco, tuve una noche difícil -el sujeto sonrió casi imperceptible, continuó en su tablet revisando información y gráficos, el Namikaze talló sus ojos recuperando el sentido, levantó su mirada viendo que la siguiente parada era la suya, el chico lo había despertado seguramente al recordar que ambos bajaron aquella vez que chocó con él en esta estación, sonrió, al parecer era inteligente, sacó su celular al sentir una llamada, de inmediato respondió -Namikaze -el de onix levantó ligeramente su mirada observando la seriedad del chico al responder, lo vio tallar su frente con ansiedad -vayan preparando el quirófano, en veinte minutos llego, necesitaré a un gastroenterólogo con experiencia, cortaremos parte del intestino, también necesito un café bastante cargado, ayer salí a las dos de la mañana; pasa mis citas que tengo en este rango de la mañana para en la tarde, los de radio y quimioterapia pásalos directo a atención, discúlpame con ellos y explica la situación -el pequeño, se levantó, en cuanto las puertas se abrieron corrió con velocidad hacia el hospital, el azabache por la dirección que tomó supuso era el hospital central, lo observó con cuidado alejarse de la estación, su ceja se elevó con sorpresa, había pensado que el rubio estaba en la universidad, parpadeó sin moverse unos cuantos segundos más, de inmediato tomó su rumbo a la zona de edificios corporativos, para él era más práctico moverse en metro que en auto, había demasiado tráfico.
…..
Días después por la noche Naruto bostezaba mientras subía al metro nuevamente, estaba muerto, eran las nueve de la noche, esta vez llegaría a dormir sin interrupciones, levantó su mirada al sentir que alguien se sentó a su lado, nuevamente el chico con la tablet, esta vez con sus auriculares activos -haz lo que te ordené, el mercado está en perfectas condiciones, aprovecharemos la buena reputación para mover las acciones que te indiqué -apretó el ceño ligeramente -haz lo que te dije, soportaré el riesgo -sonrió ligero, levantó su tablet un poco, la pantalla se activó, Naruto levantó su ceja al ver los cientos de cantidades y porcentajes en la pantalla, al parecer trabajaba el chico en el Mercado bursátil, minutos después el azabache recibió una llamada, sonrió arrogante -te lo dije, se duplicaron, las dejaremos unos meses, en cuanto te indique las moveremos -levantó su mano, colgó la llamada, giró sus onix ligeramente, sonrió casi imperceptible al ver al rubio a su lado -esto ya da escalofríos ttebayo, llévamos semanas coincidiendo en los horarios -el mayor lo vió con seriedad -tal vez, supongo trabajamos y vivimos por la misma zona -Naruto sonrió ligero, recargó su cabeza en el respaldo viendo hacia la ventana frente a él -me llamo Naruto -el azabache sonrió ligero, levantó su mirada -Itachi -el rubio sonrió, lo observó regresar su mirada a la tablet y enviar mensaje con velocidad.
Al bajar caminaron juntos hacia el mismo barrio, como suponían, vivían por la zona -supongo aquí me quedo, me dio gusto saber tu nombre, hasta luego ttebayo -Itachi observó como subía el chico al segundo piso de un dúplex, parpadeó al ver lo confianzudo que era, negó un poco, continuó su camino una calle arriba entrando a una casa de mediano tamaño bastante moderna y elegante -hasta que llegas, cada día más tarde -el azabache vio con cansancio a su esposa -acabo de llegar de trabajar, fue un largo día, ¿dónde está el bienvenido que hace unos meses me dabas? -Izumi lo vio con molestia -si estoy sola y abandonada todo el día, ¿cómo quieres que te dé la bienvenida?, ni siquiera respondes mis mensajes -Itachi quitó su saco para el frío, guardó su tablet, quitó su saco de trabajo y su corbata -trabajo -Izumi apretó el ceño -¿otra vez echándome en cara que no trabajo?, las mujeres en mi familia nunca lo hemos hecho, nos hemos dedicado al hogar -Itachi levantó una ceja -hasta dónde recuerdo trabajabas antes de casarnos, ocupas una actividad distinta Izumi, estar encerrada en verdad te está haciendo pesada -la chica lo vio con molestia -¿Cómo te atreves?, sólo quiero algo de tu atención, ¿eso es un pecado? -Itachi negó con fastidio -se supone este es el tiempo de atención, perocómo lo hago si en cuanto llego armas un conflicto por mi trabajo? -la chica sentía que iba a llorar -me siento sola, siento que dejas de amarme, tengo miedo -Izumi lo abrazó con cariño, el azabache suspiró con cansancio, la abrazó suavemente -iré a bañarme -la chica sonrió -ya tengo tu cena, no tardes-
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