Fugaku avanzó con molestia colocándose frente al rubio tratando de intimidar, Naruto levantó el rostro con la mirada gris, el sujeto era alto, Itachi respiraba angustiado -Naru -el rubio giró su mirada azul con filo hacia su pareja, Itachi sonrió ligero calmándolo -padre, no me iré, Naruto tiene razón, aquí me siento en paz -el líder apretó la quijada, giró la mirada hacia el rubio que veía a su hijo con cariño, su ceño se marcó más -¿puedo saber por qué demonios este mocoso se toma tantas atribuciones? -Naruto apretó el ceño -soy su médico, ya lo dije -Itachi sonrió ligero -ya lo escuchaste padre, les agradezco la preocupación, pero… estoy… bien -la mano del rubio comenzó a sobar su espalda calentando la zona, lo acomodó contra el sofá, sus pulmones estaban débiles por la operación, sacó una cobija y la colocó sobre el cuerpo del Uchiha, de la bolsa de medicamentos sacó un pequeño respirador, lo colocó al tanque junto al sofá, Naruto se movía con velocidad, sacó una jeringa nueva, en el dosificador del respirador inyectó medicamento, sacó el estetoscopio y revisó su pecho bajo la mirada de la familia quién lo veía con cuidado atender con dedicación al corredor de bolsa, se veía serio y entregado a su cuidado -tranquilo Itachi, debes calmarte, lamento la escena -el azabache sonrió de ojos -respira el oxígeno con calma y manténlo unos segundos, un mes más debes ser fuerte, lo prometiste, ¿recuerdas? -Naruto mordió sus labios con ansiedad, estaba preocupado, en esta etapa no debería exaltarse de esa forma, estaba demasiado débil por las quimioterapias.

-¿Está bien mi sobrino? -el rubio giró su mirada hacia Obito, los ojos azules se veían angustiados, el pequeño abrió y cerró su boca -está en una etapa difícil, ayer recibió un tratamiento de quimioterapia, hoy es el día que los síntomas están más fuertes, además, sabes que sus pulmones después de la operación están débiles, debe mantenerse en paz, cada que se angustia sus bronquios se cierran y los ataques respiratorios llegan, no es fácil Obito-san -el rubio con total descaro tomó la mano de Itachi y la apretó con cariño, lo vieron con cuidado -Na… ru… -el Namikaze sonrió quedito -aquí estoy, no me he ido -el azabache giró sus onix hacia sus padres, sus ojos se veían débiles -no… quie… ro… ir… me -Fugaku peinó sus cabellos con frustración, Mikoto trataba de retener las lágrimas, comenzó a llorar, el líder la abrazó con cariño -demonios Itachi, ¿no piensas perdonar a tu padre? -el menor respiraba más tranquilo, los veía con cuidado -no es… eso… sólo, no quiero… irme-

Mikoto vio a Fugaku, negó con dolor, el líder lo observó por un minuto, giró su mirada a Shisui y Sasuke que lo veían con preocupación, Obito veía con cuidado al rubio y a Itachi, tenía sus fuertes sospechas sobre esa dichosa amistad. Fugaku veía con cuidado por último al rubio -no me agradas -Naruto no era de contenerse mucho -mútuo -el líder apretó el ceño, no estaba acostumbrado a gente como el mocoso -pero si mi hijo está confiando en ti, no tengo más que hacer -el Namikaze lo observó con seriedad avanzar junto a su pareja, Fugaku se agachó, besó con cariño la frente de su hijo. Itachi y el resto lo vieron con sorpresa -eres mi hijo maldita sea, me duele verte de esta forma, a pesar de ser un bastardo, soy un bastardo que ama a sus hijos, me duele nuestra distancia, me duele que nos hayas excluido de esta enfermedad, pero aún así estamos aquí contigo y para tí, vendremos a verte constantemente, no te dejaremos solo -los onix de Itachi derramaron lágrimas, nunca lo había visto así para él, asintió con debilidad -gracias… padre-

Mikoto se acercó a su hijo, con cuidado lo abrazó, besó su frente y sus manos -mi Itachi, mi adorado hijo, tienes que ser fuerte, no puedes rendirte, te lo prohíbo -el azabache sonrió ligero -gracias… madre -ambos mayores salieron de casa con lágrimas en sus ojos mientras el resto se despedía -busca más opciones Mikoto, ese mocoso no me agrada ni un poco, ¿viste la confianza y las sonrisas entre ambos? -la señora asintió de acuerdo -cuando esto pase, su tratamiento seguirá bajo otro médico, ahora mismo no lo alejaremos por lo delicado que se encuentra, no dejaré que desvíe a mi hijo -la señora ahora entendía, mordió sus labios con dudas.

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Naruto veía a Itachi atentamente, acariciaba suavemente su espalda, ambos estaban bastante serios, el Uchiha estaba acostado en las piernas del menor -sabes que intentará separarnos, ¿no es así? -el rubio asintió con fastidio -no me alejaré de ti ttebayo, si es necesario, nos fugamos lejos de todo -sonrió ligero para su novio, el mayor sonrió -no suena mal, abrir esa clínica lejos de este país -el rubio bajó su rostro, besó sus labios con cariño -iré buscando un buen destino, tal vez montañoso donde haya bastante señal para tus inversiones y para la clínica -Itachi sonrió divertido -siempre quise un lugar como Canadá o Suiza -Naruto rió divertido -quieres Suiza por la sede bursátil que hay ahí, no me engañes ttebayo -el Uchiha levantó su mano, bajó suavemente su rostro besando sus labios -donde tú estés, es donde yo seré feliz -Naruto sonrió ligero -te amo -Itachi sonrió del mismo modo -también te amo mi pequeño ángel -el rostro del Namikaze se incendió haciendo reír al mayor.