Capítulo 11

-Maa maa, ya llegué, ¿dónde es la reunión? -Itachi reconoció esa voz, giró su mirada, abrió sus ojos con sorpresa -¿qué demonios?, ¿Itachi?, ¿qué te sucedió? -el azabache respiró con cansancio -tío toma asiento, es de mala educación preguntar de esa forma, abuela educa a tu hijo ttebayo -Tsunade negó con diversión -¿de dónde se conocen? -Kakashi sonrió sacudiendo la cabeza de su sobrino, quien sonrió divertido -¿cómo que de dónde?, es el sobrino de Bobito, madre -lo vieron con sorpresa -ahora recuerdo, por eso buscaba al especialista aquella vez, debió contarme, ¿cómo te sientes? -el azabache asintió -algo débil, supongo será un tiempo -el peliplata asintió -tío, creí que traerías a Anko -el peliplata sintió un escalofrío -shhh mocosa, la invocas -rieron con diversión. Naruko además de molestar al peliplata, seguía observando con cuidado como tanto Naruto como Itachi de vez en cuando se veían con una sonrisa, ocasionalmente rozaban una parte de su brazo y mano, sonrió con diversión, al parecer ni siquiera ellos eran conscientes, ella tenía veinticuatro años, era la hija mimada de la familia, tenía una mente más abierta a ese tipo de situaciones a diferencia del resto.

….

Itachi se acostó en la cama del Namikaze, Naruto colocó un futón, se acomodó en el suelo, ambos veían el techo con cuidado -tu familia es agradable -el rubio sonrió ligero -lamento que seamos tan metiches, pero no podemos vivir con la duda -el Uchiha rio quedito -no me molesta, no te preocupes -el rubio giró su mirada hacia el mayor sobre la cama -¿cómo te sientes? -Itachi sonrió -bien, me siento relajado, te agradezco, tal vez sí lo ocupaba -el Namikaze sonrió vio la mano del Uchiha en la orilla de la cama, mordió su mejilla, quería tocarla como aquella vez, el azabache giró sus onix observando las gemas en la oscuridad, eran hermosas definitivamente, siguió su mirada observando que veía su mano, recordó aquella vez que la tomó toda la noche después de su operación, quería que nuevamente sucediera, no entendía la necesidad de tocar al rubio, de provocar un leve roce entre ambos como en la mesa, su mano se recorrió un poco hacia la orilla con la palma abierta, la dejó caer de la cama.

Naruto levantó sus gemas con cuidado, vio la mano a su alcance, mordió su mejilla, levantó sus dedos, suavemente la rozó -te dije, ocupas descansar, la mayor parte del tiempo en el hospital te la pasaste trabajando en tu tablet -Itachi levantó suavemente sus dedos, acarició los del Namikaze ligeramente, ambos se tocaban entre sí -supongo es verdad, pero me aburría en la habitación sin hacer más -sus dedos se entrecruzaban suavemente en una leve caricia, sonrieron ligero, el sonrojo en sus mejillas era evidente, pero la oscuridad los cubría.

-Ahora que estés en tu casa me preocupa que no obedezcas, el enfermero es algo intenso, así que trata de no hacer que te regañen -Itachi sonrió ligero -¿es enfermero o niñero? -Naruto sonrió divertido -ambas, por la noche iré a tu casa para que no sientas tanta libertad -el Uchiha cruzó sus dedos con los del pequeño, atrapó su suave mano, con su pulgar acarició el dorso en ligeros círculos, el Namikaze observó sus manos unidas con una leve sonrisa, hizo lo mismo, Itachi por un momento cerró sus ojos disfrutando su pequeña mano y el calor que esta emitía, ambos sonrieron ligero, sin decir más, en esa posición durmieron sin liberar sus manos.

…..

-Chicos vayan con cuidado, visítanos más seguido Itachi -el azabache sonrió ligero -le agradezco Minato-san -Kushina lo abrazó con cariño -nos agrada que estés aquí, vuelve cuando gustes -Itachi abrió sus ónix bastante, asintió tímido, no estaba acostumbrado a esas muestras de afecto -kyaaaaaaa Naru-nii -la pequeña pelirroja se lanzó sobre su hermano, susurró -abre los ojos o te lo van a robar ttebane -Naruto parpadeó sin entender, la vió con cuidado un momento mientras abrazaba a Itachi, apretó el ceño sintiendo molestia en esa acción, mordió su mejilla. Naruko susurró a Itachi -se ven tan lindos juntos ttebane -el azabache la vio con la misma mirada de desconcierto, giró su mirada viendo al rubio despedirse del resto de su familia con cuidado, la pelirroja tenía una mirada divertida, sonrió ligero aún con el susurro en mente, la familia los veía alejarse en el auto -Itachi es bastante agradable -Naruko sonrió con maldad -vete acostumbrando pa, sería un yerno perfecto -el rubio apretó el ceño -ya te dije que serás monja, no estés de coqueta-

Naruko soltó una carcajada -si no lo digo por mí ttebane -giraron su rostro con sorpresa todos en el lugar -¿de qué hablas princesa? -la pequeña se abrazó a su madre con cariño -¿no los viste?, les falta un poco de juventud diría el amigo de tío kakashi -jaló a su madre mientras reían, el resto analizaba sus palabras -mocosa impertinente, demonios, Kushina ponle un parche en la boca a esa niña -la rubia Senju las siguió, Minato aún estaba en shock, Jiraiya apretó su hombro -es bastante astuta esa mocosa -Kakashi lo vio con cuidado -ya veremos -dijo con calma entrando al hogar Namikaze. Minato vio a su padre con cuidado -¿y si es verdad? -Jiraiya levantó una ceja -¿vas a renunciar a tu hijo sólo porque tiene gustos diferentes?, deja de pensar tanto las cosas y deja que fluyan -Minato suspiró con cansancio, asintió entrando con su padre a la casa, tal vez la preocupación del rubio Namikaze en sí no era la relación. Itachi tenía un cáncer avanzado y aún las cartas no estaban al cien de su lado, ¿si su hijo se enamoraba?, ¿si Itachi no sobrevive?, negó con pesar sacudiendo sus pensamientos negativos.

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