Debemos hacer un ejercicio de contraposición según la apariencia, acción, discurso y personalidad de un protagonista. Uno de ellos se debe contraponer a los otros tres.

Don Armando

Frena su Mercedes frente a la entrada de un restaurante de cinco tenedores. El aparcacoches se acerca y se saludan.

Don Urbano no le da ni un céntimo de propina, el trabajador tampoco lo espera. Entra en el restaurante imponiendo su presencia, no pasa desapercibido. Es alto y robusto, aparenta más que sus treinta años por su aspecto serio, casi rígido; tiene fama de huraño y avaro; es elegante, hoy viste de Armani de la cabeza a los pies, incluso las gafas y el perfume. El maitre no le hace esperar:

―Buenos días, don Armando.

―Buenos días.

―Permítame acompañarle a su mesa.

Dicha mesa está situada en el centro del restaurante, siempre debe estar vacía cuando él llega. Todos en el restaurante prefieren evitar que se disguste.

Come con ademanes delicados, es muy escrupuloso, se queja si alguien hace ruido o alza la voz.

De allí va a su empresa concesionaria del coche que posee. La crisis hizo mella y mermó gran parte de sus reservas, sin llegar a la ruina. Los empleados están en tensión siempre que él llega. Prefieren que pase el mayor tiempo posible en su oficina, porque cuando habla es para protestar. Murmuran a su espalda:

―Pobre hombre rico. Sólo sale de casa al restaurante y aquí.

Cena en el mismo restaurante y vuelve a su casa. Su asistenta es la única que le conoce, ya estaba en la casa cuando él nació. Armando perdió a sus padres con dieciocho años. Heredó el negocio mientras leía "Cuento de Navidad" e interpretó en su vida el papel de míster Scrooge. Le ha servido para infundir respeto en la sociedad. Pepi se encarga de todas las tareas domésticas, aunque sólo usa la cocina para ella y el desayuno. Tiene edad para estar jubilada, mas no quiere abandonarle.

―Buenas noches, Armando.

―Buenas noches, Pepi.

Se dan un beso y él sonríe por primera vez desde que salió por la mañana. Ambos se sientan para tomar algo.

Armando no se relaciona con nadie, pese a la insistencia de Pepi para que busque pareja.

Él creó una identidad falsa en internet para desarrollar su verdadera y generosa personalidad.