1 de Diciembre de 2016

No pude asistir a clase porque algo urgente me retenía en casa. Estos son los dos ejercicios para este día:

Rangos de actuación

Ámbito universal. La opinión pública, influida por la prensa, tomó partido por ella, a causa de su aspecto inocente y anteriores errores judiciales.

Entorno físico. Los funcionarios no querían ejecutar la sentencia.

Esencia. Paul recibió la orden de ser el verdugo. Su novia, el día anterior, le obligó: ―Si la matas, no volverás a verme. ―Paul faltó ese día.

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Características.

Un familiar. Timidez, humildad, paciencia.

Un amigo. Locuacidad, simpatía.

Un desconocido. Altanería, vanidad.

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Encuentro

Tras separarse, Arturo quiso estar solo una temporada. Tenía un buen trabajo y abundante tiempo libre, que lo empleaba para su gran afición: la lectura. Caía bien a quien le conocía, no decía una palabra más alta que otra, escuchaba a su interlocutor y casi nunca se alteraba.

Sin embargo, la lectura le producía ansiar compañía; no es que leyera historias románticas en exclusiva, mas cualquier género suele incluir algo de amor. Conocía chicas que le atraían, pero con ninguna se atrevió a dar el paso. Hasta que un día conoció a Ginebra.

Él conocía muy bien la leyenda, creía que no era casualidad, que estaban hechos el uno para el otro.

Ella era tan alta como él, poseía los rasgos que a él le gustaban: rubia, ni delgada ni gorda y con ojos celestes. Le gustaba ser observada, se vestía y maquillaba con ese fin; no es que fuera provocativa, es que le gustaba destacar. No sólo tenía encanto físico, daba gusto charlar con ella. Aunque poseía arrogancia.

Desde su primer encuentro, ella llevaba la voz cantante. Cada detalle que descubría de él le gustaba, lo cual la inducía a sincerarse. No obstante ser dos personas tan distintas, o tal vez por eso, congeniaron fácilmente.

Él se puso colorado con su primer beso, como si una diosa del Olimpo se enamorase de un simple mortal. Al principio, tuvo celos por las miradas ajenas, se fue acostumbrando muy poco a poco; demostrando la virtud de Job. Ahora son un matrimonio feliz con tres hijos.

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