Capítulo 13
Regresé ewe, y ya advierto que hay un aviso sobre el final de la historia dentro del capítulo jsjsjsjs
Estamos a un capítulo o dos de terminar con este libro y ya POR FIN comienza lo bueno, es decir: el salseo y los celos. No sé si el siguiente capítulo será el último o no, ni cómo lo voy a desarrollar, ya lo iré viendo.
El rubio estaba temblando en el sitio con la mirada en blanco y prácticamente a punto de llorar. Kirishima corrió a su lado, arrancando el cuchillo que había clavado a pocos centímetros del rostro de Kaminari.
-Ha intentado matarme, estaba a punto de matarme no me lo puedo creer...
-¿Quién era Denki?-Eijirou le miró asustado, y el chico se encogió muerto de miedo.
-Y-Yamada, era Yamada. Te lo juro Kirishima era él, lo vi con mis propios ojos.
El pelirrojo se quedó mudo cuando Kaminari le dijo eso, pero no debía ponerse nervioso. Calmó a su amigo y como veía que no se iba a dormir decidió acostarse a su lado en la cama, abrazándole con cariño.
No estaba seguro de cómo había pasado eso, ni de por qué ese loco había tratado de matar a su amigo, pero debían informarlo al día siguiente de inmediato, o podría repetirse y ésta vez acabando en una completa tragedia.
Se quedó así con Denki hasta que notó que el mayor respiraba lentamente, y que ya estaba dormido. Suspiró y se puso en una posición más cómoda para dormir, pero esa noche descubrió que Kaminari se movía demasiado en la cama, y a la mañana siguiente vio que tenía moretones en sus piernas.
Se levantó dolorido y cansado, y notó cómo Bakugo, Todoroki y Sero le estaban mirando, dos de ellos enfadados y el otro sonriendo. No sabía dónde meterse, pero un bostezo rompió ese silencio tan incómodo. Kaminari se sentó en la cama frotándose los ojos, y esa pareció ser la señal para que cada uno fingiese que no había pasado nada y se vistiesen para bajar a ver el partido de quidditch.
Cuando salían de la Sala Común Eijirou sintió que alguien le tiraba de la manga del uniforme, y vio que era Denki.
-Deberíamos informar de lo de anoche antes del partido Kiri.
-¿Qué pasó anoche?-Bakugo dijo lo que estaban pensando Sero y Todoroki también, y los tres miraron a sus amigos en busca de una respuesta.
-Yamada entró en nuestra habitación... Clavó un cuchillo cerca de mí cuando grité, y se fue. Kiri durmió conmigo porque fue el que se despertó cuando me escuchó.-El chico miró a sus tres amigos entrecerrando los ojos. No recordaba que ninguno de ellos tuviese el sueño pesado.
-Chicos iremos a ver a la profesora Kayama, volveremos antes del partido.-Kirishima se despidió de ellos y fue con Kaminari a informar a la jefa de su casa de todo eso.
La mujer se quedó blanca, y no dejó que el rubio saliese de la oficina para ir a ver el partido. Kirishima sí porque realmente no había visto nada, así que se reunió con su equipo diez minutos antes de que comenzase el partido.
Le preocupaba su amigo, si Yamada tuviese que atacar a alguien le habría tratado de hacer daño a él, no a su amigo, y menos si era hijo de mortífagos. No tenía sentido, y notaba que algo se le escapaba en esa situación.
Pero cuando sonó el silbato de Reiji, tuvo que apartar esos pensamientos de su cabeza. Debía concentrarse en el partido y en lo que estaba haciendo en ese momento, que era buscar la snitch dorada. Si fallaba todo habría acabado para Gryffindor, y no podrían obtener la copa de Quidditch.
Así que le importó muy poco que la otra buscadora fuese Kazuho, la trató como a cualquier otro y en cuanto tuvo la oportunidad la dejó atrás, poniéndose justo delante de ella para que no pudiese adelantarle. La escuchó maldecir y sonrió divertido, yendo tras la snitch.
No le preocupaban los dementores, tenía su varita por si aparecían y podía defenderse perfectamente con el patronus, aunque no tuviese una forma fija. Sentía a Kazuho detrás de él, pero trataba que la chica no pudiese llegar hasta la pelota dorada antes que él. Por suerte su nueva saeta de fuego era mucho más rápida que la Cometa que tenía su amiga, así que unos minutos después, y tras escuchar varios gritos de Nejire obre que derribase a su contrincante de la escoba, atrapó la snitch, escuchando inmediatamente los gritos emocionados de todos.
-¡Gryffindor gana!
Kirishima sonrió triunfante, bajando al campo, donde sus compañeros de equipo le abrazaron emocionados por lo que había hecho, alzándole y vitoreándole. Después se reunió con sus amigos, que le felicitaron emocionados.
Cuando llegaron a la Sala Común de su casa, organizaron una gran fiesta por la victoria que habían tenido. Ahora estaban cada vez más cerca de conseguir la copa y eso les tenía eufóricos. Eijirou disfrutó como nunca, y vio al rato a Denki así que supuso que estaba todo en orden. Una vez que los mandaron a la cama, el rubio le explicó en la habitación.
-La profesora Kayama ha registrado el castillo con los dementores y con otros profesores, y no le han encontrado así que suponen que ha vuelto a huir. Me ha preguntado si mis padres me han dicho algo sobre el Señor Tenebroso, pero no me han escrito en semanas así que no sé por qué ese tipo me atacó.
-¿A lo mejor porque eres amigo del enemigo de su jefe? Si tus padres apoyan a All For One es normal que quieran quitar de en medio a todos los amigos de su enemigo. O tal vez es un castigo para ti.-Todoroki propuso eso, y Kaminari se quedó pálido.
Al notar todo eso, Kirishima cortó la conversación y se fueron a la cama, pero el pelirrojo no se podía dormir. ¿Les harían algo a sus amigos por relacionarse con él? Se quedó un rato reflexionando sin saber si podía llegar a ser cierto o no. Tal vez solo querían darle un susto a Kaminari, pero tenía una mala sensación.
-Tal vez debería distraerme con algo...
Suspiró y cogió el mapa de los Merodeadores, abriéndolo. No había muchas personas rondando por el castillo, así que le fue fácil ver un extraño nombre. Un pergamino, junto con las huellas correspondientes, flotaban en medio de un pasillo.
-¿Nedzu?-Parpadeó confundido, pero el nombre seguía allí. No pudo evitarlo, se puso las zapatillas y con su varita iluminando el camino y el mapa guiándole, fue en busca de ese hombre.
Dudaba que fuese un fantasma de Hogwarts, porque lo habría visto antes y los profesores lo sabrían. Así que quería saber por qué el nombre estaba allí. Pero se llevó una gran decepción al ver que cuando llegó al sitio donde estaba el pergamino y las huellas en el mapa, no había nadie. ¿El mapa podía equivocarse?
Estaba tan absorto en eso que se dio cuenta tarde de que Aizawa estaba yendo directamente hacia él. Sólo le dio tiempo a borrar el mapa, cuando la varita de su profesor le apuntaba, iluminando su cara.
-Vaya, vaya, parece que al señor Kirishima no le importan las normas, ni que un asesino ande suelto. ¿Acaso es un inconsciente?-Le examinó, juzgándole, y vio el mapa, arrebatándolo de las manos del pelirrojo.- ¿Qué se supone que es esto?
-Es solo un pergamino viejo profesor.-Trató de recuperarlo, pero Shota no le dejó.
Apuntó con su varita al trozo de papel, y realizó un hechizo. Eijirou empalideció al ver que el mapa comenzaba a aparecer, y vio la sonrisa burlona de su profesor de pociones. Pero lo que no esperaba ninguno de los dos, es el mensaje que se formó en la portada del mapa, justo debajo del nombre de los creadores.
"El señor Lunático presenta sus respetos al profesor Aizawa y le ruega que aparte la narizota de los asuntos que no le importan."
"El señor Cornamenta está de acuerdo con el señor Lunático y sólo quisiera añadir que el profesor Aizawa es feo e imbécil."
"El señor Canuto quisiera hacer constar su sorpresa ante el hecho de que un idiota semejante haya llegado a profesor."
"El señor Colagusano saluda al profesor Aizawa y le aconseja que se lave su grasiento pelo."
(Doy gracias a que un amigo se acordaba de esa parte XD)
Trató de contener la risa, mientras veía cómo al adulto le daba un tic en el ojo. Tal vez le habría castigado con cualquier excusa, si otros pasos no se escuchasen por ese pasillo. La varita de Hakamata les apuntaba, y el hombre les miraba totalmente extrañado.
-Profesor Hakamata, le he confiscado al señor Kirishima un... Artículo muy interesante. Creo que está embrujado, podrían ser Artes Oscuras así que es su especialidad-Le tendió el mapa, y Eijirou vio una ligera sonrisa llena de nostalgia en el rostro del rubio.
Hakamata cogió el pergamino, soltando una risa al leer lo que había escrito en el papel, y viendo como poco a poco volvía a ser blanco. Lo dobló y lo guardó en el bolsillo de su chaqueta antes de que Aizawa lo recuperase.
-Creo que es solo un artículo de bromas profesor, pero me lo quedaré para examinarlo cuidadosamente. Kirishima vamos, tienes que volver a la cama.
El chico no se lo pensó dos veces, y fue con el profesor de vuelta a su torre. No pensaba que estuviese enfadado, se veía normal. Por eso cuando puso una mano en su hombro y le miró serio se sorprendió.
-Kirishima, no pienso devolverte el mapa. No pensé que fueses tan inconsciente como para salir sabiendo que atacaron a tu amigo anoche, pero veo que sí ha sido así. No voy a encubrirte de nuevo, así que ve a la cama de inmediato y no quiero que vuelvas a merodear por el castillo, ¿queda claro? Tus padres murieron para que tú siguieses vivo, no pienso permitir que te saltes las normas para que Hizashi Yamada pueda atraparte.
-Sí profesor... De todas formas el mapa no siempre acierta, mostró a alguien hace un rato, y yo sé que está muerto.
-¿Cómo?
-Sí, mostraba a un amigo de mi padre... Nedzu, pero él está muerto.-No entendía la cara que tenía su profesor, así que solo entró en la torre y fue a su dormitorio.
***
No le contó a ninguno de sus amigos lo que había pasado esa noche. Al menos por lo que vio a la mañana siguiente, Sero y Kaminari habían hecho las paces, porque estaban hablando tranquilamente en el desayuno.
-Chicos... Ha pasado algo con Taishiro.-Mina había abierto su correo, y una de las cartas que tenía era del guardabosques.
Les mostró la nota, donde el pobre hombre les decía que el padre de Monoma había denunciado a su pobre hipogrifo, y que al tener tantos contactos en el Ministerio había conseguido que condenasen a muerte a Buckbeak.
Los cuatro chicos se miraron algo preocupados, no esperaban que llegasen tan lejos con todo eso, y menos teniendo en cuenta todo el tiempo que había pasado ya. Pero se ve que esa familia era demasiado rencorosa.
-¿No hay nada que podamos hacer? Kacchan, el tío Masaru trabaja allí, tal vez pueda convencerles.
-Dudo que el viejo pueda hacer algo si ese rubio está metido, no es que tenga mucha influencia comparado con esa familia.
Lo que dijo los deprimió un poco, el pobre animal no se merecía eso, no podía morir por el capricho de un niñato.
La mañana la pasaron tratando de averiguar alguna forma de salvar al hipogrifo, sin éxito. Ninguno sabía las normas que había en el Ministerio, no querían preguntar a profesores para que no les regañasen por no estar atentos a los deberes.
Solo quedaba una clase y acabaría por fin ese día, lo malo es que era Adivinación. Llegaron al aula y para su desgracia la profesora estaba allí con su estúpida sonrisa, solo que ahora en las mesas había bolas de cristal.
-Parece que por fin cambiamos de rama...
-No sé si eso es bueno o malo.
Se sentaron en los acolchados sillones que había, y después empezó la clase. No era más entretenida que las demás, porque la mayoría de los alumnos no entendía, ni quería entender, lo que significaba una bola de cristal.
Se pasaron media hora mirando las bolas y escuchando a la profesora hablar sobre el ojo interior hasta que Sero le dijo a Mina en un susurro:
-Esto es una estupidez, deberíamos estudiar algo interesante, no a mirar una estúpida esfera inútil.
De lo que no se dio cuenta es que la profesora estaba detrás de ellos, y le había escuchado. Se escuchó un suave carraspeo y los dos chicos se giraron, viendo a Shiretoko con un rostro algo serio y cruzada de brazos.
-Querido, supe que no eras bueno para la adivinación desde el momento que te vi. Lamentablemente has tratado de negar lo que eres, te encierras en ti mismo y finges todo con una sonrisa falsa... Perderás aquello que amas por callar, y en ese momento vas a arrepentirte de todas tus acciones pasadas.
Nadie entendió nada; bueno, nadie excepto el propio pelinegro. Se levantó de golpe y tiró con furia la bola al suelo, que salió rodando. Tomó sus cosas con los ojos empañados en lágrimas y salió de la clase, dando un portazo.
No lo vieron hasta que acabó la clase, sentado en un pasillo desierto y abrazando a Kaminari. El pobre rubio no entendía nada, había salido de clase de Estudios Muggles, Sero se había despedido un momento con la excusa de que iba al baño y dos segundos después lo tenía llorando y echando mocos en su túnica.
Miró a sus amigos en busca de explicaciones, pero ninguno supo decirle qué le había pasado a su amigo. Sin embargo, Mina tuvo sus sospechas de todo eso, pero prefirió callárselo para no sacar el tema a colación nuevamente.
***
Pasaron algunas semanas, ya comenzaba a hacer algo de calor y solo faltaban dos meses para que terminase el curso, lo que solo significaba una cosa: la Copa de Quidditch. La final iba a ser Slytherin contra Gryffindor, y todo el colegio estaba apostando, incluso los profesores.
Nadie podía contener la emoción, la mayoría quería que ganase Gryffindor, y se demostraba en toda la presión que estaba recibiendo Kirishima por parte de sus compañeros y de los demás estudiantes. Sobre todo por parte de Nejire, que no cabía en sí de la emoción de poder por fin ganar la copa, porque estaba segura que lo iban a lograr.
Las medidas contra Yamada seguían en pie pero ya casi nadie lo recordaba, parecía un tema lejano y que no tomaba mucha relevancia, al menos no tanta como el partido de esa semana. Ambos equipos habían entrenado mucho, y Kirishima tenía unas ganas muy especiales de machacar a Monoma en ese partido después de la condena de Buckbeak.
Así que ese sábado mientras se ponía su uniforme junto al resto del equipo, sonrió lleno de emoción. Iba a ganar sí o sí, a vencer a Neito, y bueno, lo de restregárselo en su cara se lo dejaría a sus amigos.
(Y aquí comienza mi lamentable narración de un partido XD)
Salieron al campo con una gran ovación por parte de casi todos los alumnos de Hogwarts, que iban con los leones. Solo los propios alumnos de Slytherin apoyaban a su casa, y eso les dio más confianza a los jugadores del equipo rojo y dorado.
Reiji les sonrió, al ser árbitro debería ser neutral durante el partido, pero todos sabían que apoyaba a la casa a la que había pertenecido. Cuando el profesor hizo sonar su silbato, los jugadores comenzaron a pelear por la quaffle.
Awase narraba todo... No imparcialmente, pero narraba al menos. El chico se divertía mucho despotricando en contra de las serpientes, y aprovechaba lo más mínimo para meterse con ellos.
-¡Vaya jugada por parte de Gryffindor! ¡Pony tiene la quaffle, que le ha arrebatado a Shishida! ¡Bueno, eso si no se le confunde con un oso, deberías afeitarte! ¡La Bludger le da a Tokage por parte de los hermanos Todoroki, sin duda muy buen movimiento! ¡Hoy Gryffindor tiene ganas, los de Slytherin deberían entrenar más!
Kayama le regañaba, pero el chico aunque se disculpaba, volvía a los comentarios. Eso desesperaba a los jugadores de Slytherin, pero a los demás les divertía. Sin embargo, Kirishima no tenía tiempo para risas, debía aprovechar que ahora llevaban ventaja para poder atrapar la snitch, y así acabar el partido.
Y la vio, justo por encima de la cabeza de Touya. Lo malo es que Monoma también, y le llevaba ventaja. Eijirou aceleró lo máximo posible y cuando se puso al lado de Neito no dudo en golpearle, echándole a un lado y tomando ventaja.
No le quitaba los ojos de encima a la pelota mientras escuchaba a Monoma maldecirle por detrás. Sonrió con suficiencia, sabiendo que su escoba era más rápida que la del rubio. Se giró un momento viendo cómo Nejire bloqueaba un tiro, y luego alargó su mano para atrapar la snitch.
En cuanto sus dedos rozaron ese metal tan conocido, y las alas de la pelota dorada se ocultaron, el partido acabó. Todo se quedó unos segundos en silencio, y luego todas las gradas estallaron en aplausos y vítores hacia los nuevos campeones de la copa de Quidditch.
Kirishima bajó al suelo y Nejire le abrazó llorando de alegría. Todo el equipo celebró la victoria en ese momento, chocando las manos y tratando de calmar a su capitana, que estaba hiperventilando al darse cuenta que por fin su sueño se había hecho realidad.
Cuando se reunió con sus amigos Sero y Bakugo le cargaron mientras cantaban por su victoria, y los hermanos Todoroki sacaron serpentinas, gritando que por fin el mal había sido derrotado.
***
Pero la alegría no podía durar para siempre. La Copa de Quidditch significaba una sola cosa, y eso eran los exámenes finales. Kaminari estaba con un aura depresiva mientras trataba de memorizar pociones para el examen de Aizawa. A su lado Mina estaba enfrascada en el libro de Adivinación, por lo que tampoco estaba de muy buen humor. Los dos acudían normalmente a Sero, sobretodo el rubio, pero el pelinegro estaba incluso más estresado que ellos por las clases que tenía.
Cuando vieron los exámenes de Hanta ni se molestaron en preguntar al ver que tenía dos el mismo día a la misma hora, la verdad es que Sero había estado muy raro todo el año, y los dos curiosos del grupo se habían rendido con él.
Bakugo ayudaba a Eijirou con sus clases y a estudiar, y la verdad es que el pelirrojo lo agradecía. Se enteraba mejor gracias a su amigo que con sus profesores. Se sentaban todas las tardes en la Sala Común y estudiaban con los sollozos de sus amigos de fondo.
Hasta que llegó la semana de los exámenes, y entonces sí que comenzaron los verdaderos llantos. Cada día había peor humor en los pasillos del colegio. Aizawa les hizo sufrir en su examen de lo lindo, y Denki salió llorando a mares porque estaba seguro que iba a suspender y no podría ir a los mundiales de quidditch.
Al menos el viernes por la tarde llegó pronto, y todos se dejaron caer en los sillones de la Sala Común. Mina estaba como drogada, con Kirishima a un lado que se frotaba los dedos de su mano derecha. Denki estaba dormido encima de Sero, que lo abrazaba también dormido. Bakugo suspiró con cansancio y le pasó al pelirrojo una crema para sus dedos.
-Oye... ¿Alguien sabe qué pasó con Buckbeak?-Katsuki sacó el tema, y los dos chicos que estaban despiertos se miraron antes de contestar.
-Yo no, pero...-Antes de que Mina contestase, Todoroki llegó sobresaltado.
-¡El Ministro de Magia está en la cabaña de Taishiro!
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