𝟶𝟼𝟼 𝙈𝙖𝙙𝙧𝙚

— ¡No recuerdo haber conocido a un gusano como tú antes! — le gritó Inosuke. — ¡No toques mi pelaje con tus asquerosas manos!

— No, sí, sabes.

— ¡Ya te dije que no! ¡Escoria!

— Cálmate, Inosuke. — Kanao trató de tranquilizarlo. — Sólo está diciendo tonterías al azar.

— ¿Al azar? Oh, eso es sorprendente; — habló como si estuviera ofendido. — mi única gracia salvadora es ser serio. Además tengo buena memoria; recuerdo el tiempo en que fui humano bastante bien. — lo vi sostener el abanico que antes tenía en su mano con la boca, para luego perforar su cabeza con uno de sus dedos.

— ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Ewwww!

— Hmmmm, ¿hmmm? ¡Ahhh, aquí viene! ¿Hace 15 años? Eso es bastante reciente. — esa era su manera de recordar las cosas, aparentemente. — Había una mujer, de unos 17 o 18 años, que llevaba dos bebés. — empezó a relatar sus recuerdos de forma extrañamente específica. — Su marido la golpeaba todos los días, y su suegra también la acosaba a diario; así que mi culto al paraíso eterno acogió a esa pobre mujer. Ella no tenía padres ni hermanos; no había ningún otro lugar al que ella pudiera ir o estar a salvo. Cuando la conocí, su cara estaba tan hinchada que no podía decir cuál era la forma original; fue bastante duro, y ella estaba parcialmente ciega por los golpes. — no pensé que nuestra madre hubiera pasado por tanto. — Aún así, cuando la toqué, ella volvió a la normalidad; era tan hermosa, y dejó una impresión perpetua en mí. Ella tenía el mismo rostro que tú, — habló refiriéndose a Inosuke. — pero parecía más delicada y suave, como ella. — esta vez refiriéndose a mí. — Su madre, ¿no es cierto? ¡Oh, sí! No hay duda de eso. — volvió a dirigirse a mí. — La gente que asesiné cuando te convertí a ti en demonio debió ser tu familia adoptiva, ¿no es cierto? Eso quizás explicaría por qué no lloraste; no eran tu familia real, después de todo. Entonces ustedes ahora están reunidos como hermanos biológicos después de tanto tiempo, aún cuando perdieron a su madre, que conmovedor.

— ¡No tengo mamá! — gritó Inosuke, interrumpiéndolo por completo. — ¡Fui criado por los jabalíes! ¡Eso no tiene nada que ver conmigo!

— ¿Así que un jabalí te dio a luz? Eres humano, así que un humano debe haberte dado a luz.

— ¡Cállate, estúpido pedazo de basura! ¡Devuélvemelo! — se lanzó a él para tratar de recuperar la cabeza de jabalí, pero fue fácil para el demonio herirlo.

— Hey ahora, escucha hasta el final; este encuentro no es nada menos que un milagro. — Kanao y yo tuvimos que interferir entonces para ponerlo a salvo.

— ¡Inosuke, ¿estás bien?! ¡Por favor, cálmate!

— Así que, sobre su madre, — él siguió hablando como si fuera lo más natural del mundo y no hubiera hecho nada malo. — no tenía intención de comérmela. Tener a alguien hermosa a tu lado se siente bastante bien, ¿saben? Aunque ella no era muy inteligente; eso fue desafortunado, pero era bonita y buena cantando. Ella solía llevarlos y cantar mucho; era esa canción de cuna de promesa de meñique, por alguna razón. “Promesa de meñique, promesa de meñique”, eso fue todo lo que ella les cantó, y cada vez que cantaba esa canción de promesa de meñique, la letra era diferente. En algún momento se convirtió en una canción del pueblo Tanuki, fue tan lindo. Yo no iba a comerla; tenía planeado tenerla a mi lado hasta que falleciera, pero su madre... cierto, “Kotoha” era muy fuerte, a pesar de ser tan estúpida. Ella descubrió que me estaba comiendo a mis adoradores, y a pesar de todas mis explicaciones, no podía entender mi benevolencia. Fue insulto tras insulto, acusándome de decir sólo horribles mentiras; entonces ella salió deprisa de mi templo y huyó. Dices que fuiste criado por jabalíes, pero seguro que sabes cómo hablar; sin embargo, parece que has aprendido algunos conceptos erróneos. No hay cielo ni infierno en este mundo; esos lugares no existen. No son más que fantasías humanas; un cuento de hadas, ¿y cómo lo sé? En realidad, los humanos que viven virtuosos y decentemente sufren tragedias irracionales; mientras tanto, las personas malvadas hacen lo que quieren porque viven dementes, interesantes vidas embriagadas de placer. Ya que esas personas no reciben el castigo divino, al menos irán al infierno cuando mueran; eso es lo que tienen que vivir las personas mentalmente débiles o no podrán vivir con ellas mismas, ¿cierto? Lo mantienen en lo profundo de sus mentes; los humanos son realmente patéticos.

Si que le gusta hablar mucho.

— ¡Si no hay infierno, entonces crearé uno! ¡Ya cállate, maldito! — Inosuke volvió a correr hacia él. — ¡No hables de mi mamá como si fuera infeliz, maldita escoria!

Fue atacado por una brisa helada, que desvió de inmediato girando sus espadas en círculos para crear más viento.

— Genial, que interesante. Si es posible, me gustaría seguir jugando así hasta que me aburra.

Como si no fuera ya insoportable, ve todo esto como un juego.

Mientras Inosuke lo mantenía ocupado, nosotras debíamos acercarnos también, así que atacamos lo más rápido que ambas pudimos. Sin embargo, no fue suficiente; se dio cuenta justo a tiempo y se alejó.

— ¡Baja aquí, maldita sea! ¡¿Tienes miedo, maldito?!

— Lo siento, Akaza-dono ha sido derrotado, así que ya no tengo tiempo. Pueden jugar con estos chicos en su lugar. — creó algunos muñecos de hielo que bajaron hasta nosotros. Eran pequeños, pero eso no quería decir que pudiéramos bajar la guardia.

— ¡Jajajajaja! ¿Qué pasa con el pequeñín? — cuando Inosuke lo subestimó, fuimos atacados de repente por esa cosa tan pequeña.

— Las técnicas de estos chicos son tan poderosas como las mías, — explicó con rapidez mientras veía a sus diminutas creaciones como si fueran sus hijos. — así que se los dejaré. — se despidió con una de sus manos y una sonrisa, fingiendo ser amigable con nosotros, justo antes de alejarse más de nosotros.

— ¡Maldito, no huyas!

Nos dejó allí, peleando contra los pequeños muñecos que... nos daban bastantes problemas. Parece que todo su ataque se basa en el hielo y el frío, como algo extraño en el aire... no lo sé. Sólo sé que esto será muy complicado.

🌀 Ya no sé qué más decirles, aquí seguimos.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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