Debo decir que el entrenamiento con Mitsuri fue muy gratificante; no me sentí tan despreciada como con el resto.

Sin embargo, no podía estar allí para siempre y pronto nos dieron, de nuevo a todos juntos, el permiso de ir con el siguiente pilar; uno de los dos a los que más me aterra acercarme. Sí, es raro que diga que le tengo miedo, pero la última vez las venas de Tanjiro casi explotan; creo que es válido que no quiera que eso me pase. Es decir, si Tanjiro no está aquí entonces soy yo la persona a la que dirigirá su odio.

— ¡Adiós a todos! — Mitsuri se despidió de nosotros justo antes de irnos. — Yuki, mándale mis saludos a Iguro-san. — y también me pidió eso.

— Está bien.

Con Genya no hablé mucho más; aprendimos la lección después del incidente con Zenitsu. No se puede tener un momento de privacidad con él cerca... o lejos; de alguna manera siempre está escuchando.

Y como era de esperarse, Iguro, el pilar de la serpiente, estaba muy enojado y la llevó contra mí de inmediato. Ni siquiera dije nada; literalmente lo único que hice fue llegar ahí y ya me estaban regañando.

— No me agradas; no creas que seré amable contigo. Odio a los demonios y tú no eres la excepción.

— Mitsuri te manda saludos.

Si me iban a regañar, por lo menos iba a hacer lo que ella me pidió antes de irnos.

— Agh, cierto, ella me pidió que no fuera malo contigo porque eres su tsuguko o algo así; déjame decirte desde ahora que no eres digna de ser su sucesora.

— Jamás dije que lo fuera.

— Y aún así parece que te divertirse con ella; no vuelvas a tratarla tan familiarmente.

Sí, esto al parecer será mucho peor de lo que pensé.

No quiero ni hablar de cómo fue, porque fue peor que el infierno. Lo que sea que me espere cuando muera es mejor a lo que pasó durante ese entrenamiento; creo que trató de matarme en serio una vez. A pesar de que le dijeron que no fuera tan cruel, pareciera que entendió “sé lo más cruel posible” porque fue algo tan, tan malo que prefiero saltarme todo lo que pasó allí e ir directo a cuando pasé con el pilar del viento, y lo que pasó allá tampoco fue lindo.

Lo bueno fue que Iguro me dejó ir rápidamente; al parecer tenía tan poca tolerancia conmigo que no aguantó que estuviera cerca mucho tiempo y permitió que me fuera pronto. También me ayudó que aprendí y mejoré  rápido; si no hubiera estado ahí quien sabe cuánto más.

Como sea, ninguno de los chicos había pasado todavía porque les estaba yendo igual que a mí; tenía que enfrentar lo que sea que haga el pilar del viento yo sola. He de admitir que tenía miedo; le tenía más miedo que lo que acababa de pasar y eso que ni siquiera había llegado. Genya me dijo que no tenía de qué preocuparme porque él no podía sospechar nada si nosotros estábamos separados, pero que igual tenía que tener cuidado porque su hermano podría seguir muy enojado conmigo.

¿Será muy tarde para renunciar a todo y morir? No, está bien, eso sería muy cobarde de mi parte.

Una vez llegué ahí ocurrió lo normal; lo que cualquiera se esperaría.

El entrenamiento se basaba en que él te ataca hasta que te desmayes o definitivamente no puedas seguir. Lo malo era que no me desmayaba y jamás vomité; las únicas veces que me he desmayado antes fue por veneno y por tener una herida abierta.

Entonces, resumiendo, él básicamente sólo me golpeaba hasta que se aburría.... y no se aburría fácilmente; creo que ser malo conmigo se convirtió en su pasatiempo.

Ni siquiera pude intentar hablar con él porque era increíblemente obstinado. Aún así creo que debería intentar hacerlo; quizás haya una forma en la que pueda hablar con él sin que trate de matarme y lo pueda convencer de que en realidad no soy mala persona. Sólo necesito una estrategia; una estrategia infalible para que ni siquiera alguien como él pueda negarse a hablar con tranquilidad.

O quizás esperar a que eso sea posible es pura fantasía; la verdad es bastante improbable que lo logre.

— Shinazugawa. — lo llamé antes de que quisiera golpearme otra vez, pero me ignoró. — Oye, Shinazugawa. — seguía sin decir nada y sólo me miraba con desprecio, como si no valiera la pena insultarme. — ¿Podrías escucharme un momento?

— No, ahora aléjate y agradece que no puedo matarte.

— Es algo importante.

— ¿Qué tendría que decirme un demonio que merezca mi atención? Deja de hablarme como si fuéramos amigos y vete.

— No me gusta guardar rencores, — dije lo que quería decir aunque él no quería escucharme. — y a pesar de que tú tampoco fuiste amigable conmigo, me quería disculpar si te ofendí durante el juicio. No pido que seamos amigos, pero al menos me gustaría que no quede ningún tipo de rencor por lo que pasó; no soy mala persona y lo lamento si dí otra impresión.

— No eres una “persona” en lo absoluto; eres un demonio, y no me agradas, y me importan un carajo tus disculpas, así que jódete. — muy bien, esto será un poco más difícil de lo que pensé.

— ¿No me darías aunque sea una oportunidad de probar mi punto? Todo lo que pido es una conversación civilizada.

— ¿Insinúas que no soy civilizado normalmente?

— No fue lo que dije. — me estoy metiendo en problemas. ¿Qué otras maneras hay de convivir normalmente con una persona?

Recordé que una vez le pregunté a muchas personas sobre eso, y Tanjiro me dijo que si quería llevarme bien con alguien podría intentar jugando algo con esa persona, pero no creo... no creo que eso pueda aplicarse aquí. ¿Qué tendría que perder si pregunto? La dignidad, probablemente, y con suerte la vida, pero estoy algo desesperada.

— Ya te dije que te vayas al carajo; no me interesa hablar con un demonio.

— ¿Y si me acompañas en un pequeño juego? Creo que ya me has golpeado lo suficiente como para darte cuenta de que no me voy a desmayar tan fácilmente. — creo que sólo logré enojarlo más. — Es un juego que solía jugar con mi mamá cuando aún era humana; no tenía amigos, así que era la única con quien podía hacerlo. Me gustaría poder jugarlo con alguien más.

— Me importa una mierda lo que un demonio quiera. — estaba por irse, así que utilicé la medida más desesperada que se me ocurrió.

— ¿Tienes miedo de perder?

No sé si alguien me escucha, pero si me muero ahora, ojalá nadie deje que Zenitsu toque mis cosas; todo se lo dejo a Nezuko, Kanao, Inosuke y Genya. Aunque no tengo mucho que dejarles, pero ahora en serio tengo miedo de morir y necesito dejárselo a alguien.

🌀 Ay dios mío, los próximos capítulos van a estar intensos JSAHAJSJA estaba esperando este momento. Sí, estaba muy emocionada y lo adelanté para que llegara pronto.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.