𝟶𝟻𝟿 𝙎𝙪𝙚𝙣̃𝙤
— Pffft... — quise aguantar la risa al ver a los chicos en esos atuendos de bailarinas. Es decir, yo también lo estaba usando, pero en ellos era especialmente gracioso.
— Ni una palabra. — Zenitsu me advirtió.
— ¿La risa cuenta como palabra?
— Sí.
Mitsuri nos hacía entrenar con esta ropa para practicar y mejorar nuestra flexibilidad, y al parecer la mejor forma de hacer eso es bailando sin parar. Y claro, los chicos parecen tener problemas porque no están acostumbrados a estas cosas, pero por lo menos yo sí tengo un poco de experiencia bailando; sólo que al parecer no soy tan flexible como a Mitsuri le gustaría.
— ¡Ohhh, Yuki, eres muy flexible y elegante! Pero... siento que no es suficiente... — ella se acercó un momento donde estaba. — ¿Qué tan alto puedes levantar tu pierna? ¿Podrías mostrarme, por favor? — hice lo que me dijo y levanté la pierna lo más alto que pude. — Trata de levantar la sólo un poco más, ¿está bien? — a pesar de parecer una sugerencia, Mitsuri me corrigió ella misma y me hizo levantar la pierna hasta que estuvo satisfecha con la altura. — ¡Listo! Manténla así un rato y serás capaz de hacerlo por tu cuenta; sólo tienes que practicar.
A pesar de que sus métodos podían parecer un poco extremistas, eran sorprendentemente efectivos y nos ayudaron a mejorar en poco tiempo. Además, en verdad disfrutaba el baile, y ella parecía contenta de que estuviera en su entrenamiento; casi parece que no quiere dejarme ir.
— ¡Aprendes tan rápido! Eres una increíble estudiante. — me felicitó mientras estábamos en un pequeño descanso para comer, lo cual era usual con ella.
— Gracias, pero creo que se debe más bien a que tú eres una gran maestra.
— ¡Awww, que linda eres! No entiendo por qué la mayoría de los pilares piensan mal de ti.
Pude haber vivido sin esa información.
— No sé qué decir respecto a eso.
— No te preocupes mucho; no son todos ellos. Hay algunos que te tienen un poquito de fe.
— ¿Sólo un poquito?
— Pero cambiando de tema, ¿cómo te va con... tú-ya-sabes-qué?
— Ah... en general, bastante bien, sólo que Zenitsu lo descubrió porque es un chismoso.
— Ya entiendo, ¿y cómo hacían antes para hablar cuando no estaban juntos? ¿O sí estaban juntos siempre?
— No, eso... sólo nos enviamos cartas; aún lo hacemos cuando uno de los dos está ocupado en otro lugar.
— ¡Ohhh, eso es genial! Iguro-san y yo también nos enviamos cartas. Quizás debería contarle sobre ti la próxima vez; él probablemente será muy severo contigo y eso me preocupa porque tú no le agradas nada. Con suerte podría lograr que él sea aunque sea un poco amable contigo a pesar de que... bueno, parece despreciarte.
— Es natural; en el juicio dijo que odia a los demonios, y no es como que me moleste que me odie. Siento que de alguna manera es algo lógico.
— Eres muy comprensiva, ¿no es cierto? No sonríes mucho y eres un poco distraída, pero a pesar de ser odiaba por algunas personas, te esfuerzas por hacerlos a todos felices; no te preocupa tanto tu propia felicidad. Lo noté cuando recién te estaba conociendo; eres en realidad muy amable, y esa fue una de las razones por las que pensé que serías una buena sucesora.
—...Creo que ni siquiera yo había notado todo eso en mí.
— Eso es porque te cuesta ver tus virtudes, ¡pero para eso está la gente que te quiere! — es increíble que Mitsuri pueda decir cosas tan amables como esas; siempre me sorprende su comprensión hacia mí.
— Siento que aprendo algo cada vez que hablamos.
— Eso es bueno, pero ya que estamos en el tema me he estado preguntando... después de todo este tiempo, ¿tienes algún sueño?
— ¿Un sueño?
— Sí, una razón, algo que te impulse a seguir siendo una cazadora de demonios. — no había pensado mucho en eso. Ya tuve un sueño, el de salir de mi casa y explorar lo que había afuera; ir a muchos lugares y hacer muchos amigos para experimentar muchas emociones, pero eso ya se cumplió.
¿Tengo algún otro sueño? ¿Algo que me impulse a seguir siendo cazadora de demonios? Casi todos parecen tener algo que los alienta a seguir. Como Genya que quiere ser reconocido por su hermano, o Tanjiro que quiere encontrar una cura para Nezuko, o Mitsuri que quiere encontrar esposo; ¿y yo qué tengo? ¿Por qué quiero seguir?
No fue para que me agradecieran; no era lo que buscaba desde un principio. ¿Era para perdonarme a mí misma? Pero siempre supe en el fondo que no hice nada malo. ¿Para volver a ser humana? No, eso nunca me urgió. Entonces, ¿para qué? ¿Pasó todo este tiempo y sigo sin tener una razón? Pero estoy casi segura de que sí la hay; algo que siempre disfruto y me ayuda a seguir adelante cuando me pregunto por qué escogí este trabajo tan complicado y peligroso.
— La gente. — contesté sin pensarlo mucho, pero era la respuesta; la gente siempre fue la razón por la que seguía haciendo esto.
— ¿La gente? — repitió con algo de confusión.
— Me gusta hacer feliz a la gente... y eso es lo que quiero seguir haciendo.
— Ohhhh. — Mitsuri sonrió al entender mi respuesta.
— Ver a la gente feliz me hace feliz a mí. — no estoy segura de por qué, pero es así; me alegraba ver a la gente feliz por haber sido salvados o de reunirse con los que estuvieron en peligro, aunque no me agradezcan, pero me siento feliz cuando los veo felices. Aún cuando no estoy trabajando, sólo me siento así; quiero hacer felices a las personas.
— Esa es una buena razón, aunque creo que cualquier razón es válida, y como sueño es algo lindo. Awww, es que ¿cómo podría alguien odiarte si eres tan adorable? Es imposible.
— Estoy segura de que es posible.
— ¡No después de conocerte bien! Eres muy amigable a pesar de todo. Me siento algo triste porque no comes panqueques... me hubiera compartirlos contigo.
— Tal vez algún día podamos.
— ¡Y cuando ese día llegue, te daré la pila de panqueques más grande que hayas visto con más miel de la que puedas imaginar!
— Gracias por eso. — es demasiado amable como para decirle que no.
🌀 Me siento sola, cuénteme qué han hecho.
Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.
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