Ahora bien, Tokito, el pilar de la niebla, es mucho más severo con todos. Es decir, te dice la verdad en tu cara aunque duela; no sé si lo hace sabiendo que hiere los sentimientos de los demás o no. Los primeros días de su entrenamiento fueron algo... intensos, pero estoy segura de que no es lo peor que vamos a ver entre todos los pilares.

No me iba mal, a pesar de todo; usar la espada nunca fue difícil para mí y aprendí bastante rápido por mi cuenta. Es decir, no soy una experta ni un prodigio, supongo, pero creo que tengo algo de talento... aunque decirlo se siente como presumir; no quiero presumir. Mi mamá solía decir que sentía que yo tenía talento sólo con verme, como si eso fuera posible, pero estaba bastante convencida de que tendría mucha habilidad con la espada. Eso me dio una ventaja ahora, porque Tokito al parecer se está concentrando en “los que no tienen esperanza” como lo escuché decir una vez. De todas maneras, esto ha servido para que yo mejore un poco también.

Zenitsu también dejó de lado sus ideas raras para que yo confiese mi amor a Genya; traté de dejarle claro que no quería que se involucre y él pareció entender, aunque no se ve satisfecho con ello.

— Yuki, ¿puedo pedirte un favor? — Genya me habló. Nos habían dado un pequeño periodo de tiempo para descansar, así que no estaba ocupada.

— ¿De qué se trata?

— Bueno... — se veía algo nervioso por preguntar; me pregunto en qué piensa. — es que... ah... — mientras más lo miraba, más parecía avergonzarse. — Pensé que podrías hablarme... ¿cómo es el estilo de respiración que usas? Esa cosa de la respiración de la oscuridad; nunca lo había escuchado, y pensé en que tal vez me podías hablar sobre cómo se hace.

— Estoy confundida, ¿quieres que te hable sobre eso o quieres que te enseñe a hacerlo?

— No, no, enseñarme sería un caso perdido; yo no tengo talento para eso y lo sabes. Sentí curiosidad porque jamás había oído hablar de ese estilo en específico, y por eso te quería preguntar; si no te molesta hablar sobre eso.

— Oh. — era todo lo contrario; me ponía feliz. La gente no solía interesarse tanto en esto, y nunca tengo la oportunidad de hablarlo con alguien. — Me encantaría, ¿qué es lo que quieres saber con exactitud?

— La verdad me preguntaba de dónde viene.

— ¿Te refieres a cómo se creó? Hmm... — pensé un momento en ello. — No sé muy bien cómo se creó, sólo sé que fue pasada durante generaciones en mi familia a partir de nuestros ancestros que vivieron en la época de los primeros cazadores de demonios. En ese entonces fue cuando se crearon las respiraciones principales a partir de las enseñanzas de alguien que usaba algo llamado “respiración solar”, pero al parecer nuestros ancestros se interesaron más por otra cosa, otra persona que aprendió una derivación llamada “respiración lunar” y de ahí de donde salió la respiración de la oscuridad. Aunque nunca le enseñaron realmente, aprendió sólo espiando porque al parecer esa persona era una antipática y asocial.

— Entonces... sí sabes exactamente cómo se creó.

—...Oh, creo que sí.

— Así que, ¿la respiración de la oscuridad ha existido durante tanto tiempo?

— Eso supongo; yo sólo estoy citando lo que decían los libros donde aprendí todo lo que sé, o tal vez mi mamá me lo contó... no recuerdo.

— Es algo interesante.

— ¿Y por qué tanto interés? Bueno, dijiste que nunca lo habías escuchado, pero aún así me lo pregunto.

— Creo que fue una duda que me surgió por curiosidad, pero ahora que lo sé siento que tengo todavía más preguntas.

— Es probable que no tenga la respuesta a todo.

— Lo sé, no te preocupes por eso.

— Además, tienes que dejar de decir que eres un caso perdido; no es tan difícil aprender a usar la respiración de la oscuridad. Tienes que conectarte con tu oscuridad interior, según lo que leí, y esos pensamientos por alguna razón ayudan a que la sangre fluya; respiras de forma calmada pero segura. No sé cómo explicarlo, pero se siente como si te convirtieras en oscuridad pura, y la oscuridad está en todas partes y envuelve todo, ¿entiendes? No puede haber luz si no hay oscuridad, así que todo se relaciona entre sí cuando lo comprendes.

— Suena muy complicado.

— Es menos complejo de lo que parece; yo sólo soy muy mala explicando. Por supuesto, no te diría que tienes que aprenderlo; si simplemente no quieres, eso está bien. Creo que nada jamás podría reemplazar el estilo de pelea tan único que tienes.

— Eso es... lindo, pero no sabemos si alguien nos está viendo. — miró a su alrededor rápidamente. — Ya suficiente tuve que con Zenitsu siguiéndome a todas partes y haciéndome preguntas demasiado personales.

— Pensé haberle dicho que te deje en paz; voy a pegarle cuando lo vea.

— No le pegues a las personas porque sí.

— Tú lo haces todo el tiempo con Tanjiro.

— Eso es diferente... él simplemente no me agradaba porque trató de romperme la mano.

— Yo también estaba ahí.

— A veces lo olvido porque tenías el rostro tapado; ese día si estuve bastante insoportable.

— Sí, lo estuviste.

— Pudiste haber dicho algo para consolarme.

— Es que fue lo primero que pensé de ti; no me agradabas al principio porque pensé que eras muy agresivo. — después de eso, se me vino una pregunta a la cabeza. — ¿Y qué pensaste tú de mí?

— No recuerdo...

— No me mientas.

— ¿Cómo puedes saber si estoy mintiendo?

— Porque cada persona emite un aura distinta y cambia también cuando mienten.

— Espera, ¿me estás diciendo que puedes ver el aura, como, de forma literal?

— Si lo quieres tomar así... pero no cambies el tema.

— Está bien, sí pensé que eras algo... muy molesta; me enojé porque ese día decidiste interferir en algo que no tenía nada que ver contigo, y además me hiciste ver como si necesitara ayuda de alguien para defenderme porque a fin de cuentas evitaste que mi mano sufriera daños mayores.

— No costaba tanto decirlo.

🌀 Si el capítulo lo ven medio raro es porque estoy medio dormida; me tomé un té de lavanda.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.