Inosuke al parecer había estado haciendo desastre desde hace un rato, rompiendo ventanas y eso. Pensé que quizás se quedaría quieto un rato si le hablo, así que eso voy a hacer.

— Inosuke, ven aquí. — lo llamé luego de que haya hecho un escándalo en la habitación donde estaban Tanjiro y Genya, gritando algo sobre un entrenamiento o algo así. — Hay algo de lo que tenemos que hablar, y probablemente no me creas, pero por lo menos no quiero quedarme con la culpa de que nunca te dije.

— ¿De qué estás hablando? — se veía algo confundido, más que demostrar interés por lo que iba a decirle.

— Cuando nos enfrentamos a la sexta luna superior y me desmayé casi al final, recordé algo que tiene que ver contigo y conmigo. Yendo directo al punto, resulta que somos hermanos biológicos.

— ¿Ah? ¿Qué quieres decir? ¡Yo fui criado por jabalíes! No tengo-

— Padres ni hermanos, eso es lo que piensas, pero Inosuke, tú eres humano; los jabalíes sólo te criaron. Te dio a luz una mujer humana, y esa mujer resulta ser la misma que me dio a luz a mí; eso nos hace hermanos. — se quedó en silencio, quizás analizando lo que acababa de decirle, pero me preocupó un poco que no haya dicho nada en tanto tiempo. — Bien, entiendo que puede ser difícil para ti creerlo, pero es la verdad.

— ¡Ahora recuerdo! Espera, cuando nos enfrentamos a esas arañas estuve a punto de morir, y luego vi a una mujer y ella me dijo algo y luego también te mencionó; ¡creí que estaba imaginando cosas! — ¿está hablando de la misión en el monte Natagumo? Entonces él seguramente recordó algo de cuando era bebé cuando estuvo a punto de morir.

— Sí, creo que comprendo de qué recuerdo hablas; fue el mismo que tuve yo en ese momento. Ella estaba llorando y disculpándose con nosotros.

— ¿Tú sabías de ese recuerdo? No tiene sentido lo que dices. Dices que te dio a luz una mujer humana, pero tú no eres humana.

— Los demonios no nacen siendo demonios, Inosuke. Durante algún tiempo también fui una humana.

— Pero... — ladeó la cabeza en señal de confusión y me miró a los ojos, como si estuviera tratando de descifrar si le estaba mintiendo.

— No tienes que entenderlo justo ahora, pero quería decírtelo.

No dijo nada más, sólo se quedó viéndome fijamente y yo tampoco supe que decir. Supongo que él ha de estar muy confundido porque pensaba que no tenía familia y resultó que sí; yo me sentía de la misma forma al principio, pero no puedo obligarlo a verme como una hermana.

— ¡Yuki! — Nezuko se acercó corriendo al verme; se veía emocionada. No sé cuándo se aprendió mi nombre, no deja de repetirlo cada vez que me ve, y a pesar de que no me molesta, me pregunto por qué será. — Yuki... ¿Yuki?

— Sí, Nezuko, soy yo; ya puedes dejar de decirlo. ¿Por qué te emocionas tanto cuando me ves?

— Bien... Bienvenida...

— No me he ido a ninguna parte, pero gracias por querer darme la bienvenida.

— Yuki... Yuki.

— Bien, la verdad es que quería hablar contigo un momento. Sé que apenas estás aprendiendo palabras y eso, pero aún así.

— ¿Hablar...?

— Sí, hablar. No es tanto para que me respondas, pero quería hablar de esto con alguien y tú siempre fuiste buena escuchando. — empecé a hablar. — No sé qué se supone que debo hacer, Nezuko. Me alegra que tengas aunque sea una pequeña posibilidad para volver a ser humana, pero al mismo tiempo, me recuerda que yo no podré hacerlo; aún si todos se lo proponen. Tú eres especial; dominaste el sol, y yo sólo soy... yo, un demonio que por casualidad tiene apariencia humana y es muy débil para ser un demonio; no tengo tanta esperanza como tú, así que a menudo no sé qué hacer con mi vida porque incluso si hiciera un amigo o amiga, morirían algún día y yo seguiré aquí. — sentí las manos de Nezuko sujetar una de las mías.

— Yuki... especial... — me sonrió.

Yo no pude hacer más que sonrojarme porque eso fue bastante lindo de su parte. Igual y me equivoco, pero sonó como si estuviera diciéndome que yo también soy especial a mi propia manera.

— Vas a hacerme llorar o morir de ternura uno de éstos días; ahora entiendo por qué Zenitsu está tan obsesionado con casarse contigo. Gracias, Nezuko.

— Es... especial...

— Lo entiendo, gracias por haber dicho eso.

— Yuki... buena... amiga.

— Creo que ahora sí voy a llorar.

Por lo menos una de las dos charlas que tuve hoy salió bien.

Ahora, poco tiempo después de eso, me enteré de que todos tendremos que llevar un entrenamiento especial con los pilares. Tanjiro aún no puede porque sigue herido, pero el resto de nosotros iniciará lo más pronto posible.

Para ese entonces, Genya ya estaba mucho mejor, así que me fui junto a él, Inosuke y Zenitsu hacia la primera parada con Uzui, que estaba retirado pero aún así fue un pilar. Siento que debería atesorar más los momentos de descanso porque esto parece que va a ser complicado... ah, ¿qué irá a pasar cuando lleguemos con el pilar del viento? Genya dijo que quería disculparse con su hermano; espero que le salga bien y que no ocurra ningún drama como siempre pasa con cualquier cosa.

Lo cual también me recuerda, tenemos que tener más cuidado con nuestro comportamiento frente a los demás; se supone que los únicos que saben son Tanjiro y Mitsuri, pero ninguno de los dos está cerca, así que sólo podemos fingir que somos sólo amigos por el momento. Más que nada me preocupa el oído de Zenitsu, porque entonces lo más seguro es que no podremos hablar de nada sin que él se entere, por lo que no podremos hacer mucho ni siquiera cuando estemos solos, si es que en algún momento podemos hablar a solas.

Tendré que esforzarme mucho a partir de ahora también porque Mitsuri quiere que sea su tsuguko, así que debo estar preparada para cuando llegue el entrenamiento con ella. En fin, tantas cosas de que preocuparme...

🌀 La batería no me está durando nada, pero en fin, les traigo otro capítulo.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.